Contra el acoplarse

"Escribo en alabanza del acto solitario: 
el no sentir una lengua invasora
forzar la boca, la propia respiración
ahogada, los pezones aplastados contra
el tórax y ese cosquilleo metálico
que induce un nervio singular en la barbilla:

antiplacer. Tan sólo evitar esos ojos ayudaría
ojos como los que alimentan a la joven
que escucha el murmullo vegetal
dentro de sí mientras la mirada de él
agitada frondas de pólipo en el oscuro lecho
de su cuerpo, y a ella la vista se le borra.

Tiene muchas ventajas el abandonar
ese ejercicio que ya no es novedoso,
el no "participar en una 
experiencia total", donde se siente una
como la señora de Leeds que vio
ochenta y seis veces The sound of music,

o más bien, quizás, como la maestra del liceo
que dirige Sueño de una noche de verano
el séptimo año consecutivo con el reparto
del cuarto año sección B.
Píramo y Tisbe murieron pero el hueco en la pared aún molesta.

Les aconsejo, entonces, adoptarlo sin estorbos. 
No hace falta poner la escena,
vestirse(o desvestirse), hacer discursos.
Bastan cinco minutos de soledad,
en la bañera o para llenar ese vacío
entre los periódicos del domingo y el almuerzo."

Fleur Adcock


La red

"Ella conserva el juego de memoria 
como talismán para no enamorarse 
y cada noche trepa por la misma ventana 
al mismo jardín con el arco de rosas— 
sin rosas; y la serpiente blanca muerta también; 
nada más que arbustos siempre verdes y grama y agua 
y el enrejado de alambre que la atrapará al fin."

Fleur Adcock


Richey

Mi abuelo Richey Brooks
Comenzó en el barro, en Moneymore
“Un lugar de barro y nada más”
lo llamaba (no la forma en que lucía
pero lo que se extendía debajo de aquellas colinas verdes?)
Emigró en el 74
terminó en Drury,; barro nuevamente-
Resbaló en el corral de los patos a los noventa y tres
(no podía dejar de criar aves
siempre tenía que criar algo en granjas)
Se agarró neumonía; murió diciendo
“Te acuerdas de Martha Hamilton
de Roritor Road?”-siempre cortejando a
la misma chica en su mente. Y ella lo 
sobrevivió, viuda virulenta,
en la casa de la hija de ambos; miró al ciruelo-
las ramas nudosas, tontas, la fruta
amarilla. Formas de vivir y morir.

Fleur Adcock
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg





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