Blanco marfil...

Blanco marfil, en ébano tallado;
suave voz indignamente oída;
dulce mirar –por quien tan larga herida
traigo en el corazón– mal ocupado.

Blanco pie por ajeno pie guiado,
oreja sorda a remediar mi vida,
y atenta al son de la razón perdida,
lado –no sé por qué– junto a tal lado;

raras, altas fortunas, ¿no me diera
la Fortuna cortés durar un hora
de alto bien desde vos reparte

o el sol, que cuanto mira, orna y colora
no me faltara aquí, porque no viera
un sol más claro en tan oscura parte?

Francisco de Figueroa


¡Oh del árbol más alto y más hermoso
que produjo jamás fértil terreno,
tierno pimpollo, ya de flores lleno,
y a par de otra cualquier planta glorioso!

Francisco de Figueroa





Soneto XVII

Perdido ando, señora, entre la gente,
sin vos, sin mí, sin ser, sin Dios, sin vida;
sin vos, porque no sois de mí servida;
sin mí, porque no estoy con vos presente;

sin ser, porque de vos estando ausente
no hay cosa que del ser no me despida;
sin Dios, porque mi alma a Dios olvida
por contemplar en vos continuamente;

sin vida, porque ya que haya vivido,
cien mil veces mejor morir me fuera
que no un dolor tan grave y tan extraño.

¡Que preso yo por vos, por vos herido,
y muerto yo por vos d'esta manera,
estéis tan descuidada de mi daño!

Francisco de Figueroa



Soneto XXVII

La amarillez y la flaqueza mia,
El comer poco y el dormir perdido,
La falta quasi entera del sentido,
El débil paso, y la voz ronca y fria;

La vista incierta, y el mas largo dia
En suspiros y quejas repartido,
Alguno pensará que haya nacido
De la pasada trabajosa via:

Y sabe bien amor, que otro tormento
Me tiene tal; y otra razon mas grave
Mi antigua gloria en tal dolor convierte:

Amor solo lo sabe, y yo lo siento:
Si Fili lo supiese: ¡ó mi suave
Tormento, ó dolor dulce, ó dulce muerte!

Francisco de Figueroa



Soneto XXVIII

Ya cumpliste tu curso perezoso,
Año, en tristeza y en dolor gastado:
Así pluguiera a Dios fuera llegado
También el fin de mi vivir penoso.

Tú empiezas año alegre, y doloroso
Has de ser para mí, cuanto el pasado:
Si en ti no alcanza el áspero cuidado
Su fin, o el alma de su error reposo.

Mas si mi hado injusto ya ha dispuesto,
Que viva luengamente, y mi ventura
De uno en otro dolor fiero me lleve;

Dame junto el dolor y la tristura
Por momentos; y pasa tú tan presto,
Cuanto pasó mi bien escaso y breve.

Francisco de Figueroa


Soneto XXXV

Musas, que en Helicón monte Sagrado
A vuestra alta Deidad, rica morada
Tenéis de muro en derredor cercada,
Tan fuerte, que jamás se vio pasado:

Do si algun alto espíritu guiado
Por la luz vuestra, a pocos otorgada,
Quiso llegar, primero ante la entrada
Gran tiempo estuvo de velar cansado:

¿Quién ahora la estrecha, áspera senda
Del trabajoso monte ha descubierto,
Do cualquier bajo ingenio ose tentalla?

¿Y quien ha tanto el firme muro abierto,
Que poseer vuestra beldad pretenda?
Un espíritu indigno de adoralla.

Francisco de Figueroa














No hay comentarios: