“Una mujer fea e
inteligente a los quince años es atractiva a los veinticinco y hermosísima a
los treinta y cinco. Y una mujer guapa y boba es bella a los quince, a los
veinte se ha deteriorado, y a los treinta es feísima. Belleza e inteligencia
son procesos inversos: la bobería va imponiéndose a la hermosura y la va
marchitando.”
Adolfo Domínguez