“Alma, mujer,
inspiradora: rige mi vida entera para siempre.”
Agustín Acosta
“Amo todo lo verde
porque trae hasta mi corazón y mi memoria el recuerdo inefable de tus ojos...”
Agustín Acosta
“Amor no llega
demasiado tarde a quien se siente demasiado solo.”
Agustín Acosta
“Aquí la paz me saluda
junto a la verde campiña, y mi corazón se aniña, se enternece y se desnuda.”
Agustín Acosta
“Cada vez que hago
bien, oh corazón, me invade una dulzura fresca, cuya virtud comprendo; veo
dulces sonrisas en bocas que no existen, y manos invisibles que me están
aplaudiendo.”
Agustín Acosta
“¡Cómo lucha mi amor
por asirte! Más si es duro tener que alejarte, ¡mis palabras no deben herirte
si mis besos no pueden curarte!”
Agustín Acosta
“Cuando agitas tu cendal,
sueño eterno de Martí, tal emoción siento en mí, ¡que indago al celeste velo si
en ti se prolonga el cielo o el cielo surge de ti!”
Agustín Acosta
“Inmensa necesidad de
ser envuelto en ondas de músicas que digan el secreto que callan las palabras,
las sinuosas palabras ¡oh serpientes, oh caminos!”
Agustín Acosta
“Mariposa: qué triste
me quedo sin tu luz que mi amor ilumina, te me vas... Te me vas... Y no puedo
retener tu silueta divina.”
Agustín Acosta
“Mi ideal bien poco
pide: ser música de mí, música sorda. Ex libris del ensueño: un árbol verde y
una paloma.”
Agustín Acosta
“Nada diré que sea
mentira; iré sobre la claridad, como una espiga al viento, hacia la eternidad.”
“¡Sol, oh sol, oh sol mío! Necesito tu
cálida vibración. Tengo enferma la luz de la palabra; de mí sale brumosa, y yo
la quiero diáfana.”
Agustín Acosta
“Soy agradecido. Las
suaves almohadas no me han dado sino plácidos sueños, enervantes apreciaciones
de la vida. Hacía falta a mi voluntad tu agria dureza.”
Agustín Acosta
“Soy en mí como es en
sí la sombra: causa de luz y efecto de sí misma.”
Agustín Acosta
“Tengo el decir
enfermo de una niebla lejana, oh Dios, y se me torna de humo la palabra. Yo la
deseo límpida... Yo la ambiciono diáfana...”
Agustín Acosta
“Tengo llena de verde
la pupila: verde de campo, de tus ojos, verde de mar y de esperanza, en el que
pinta rosas de amor tu hermana primavera...”
Agustín Acosta
“Tienes algo de
Londres, pero mucho de Francia: una suma realeza y una noble elegancia palpitan
en la seda de tu vestido gris.”
Agustín Acosta
“¿Y mi grito de ayer?
Le puse al piano una sordina espiritual, y ahora sólo sabe quejarse con
sonrisas que desdeñan la gloria.”
Agustín Acosta
“Yo dije: Alma, mujer
inspiradora: rige mi vida entera para siempre. Arde como la mirra el corazón
que inmolo...”
Agustín Acosta
“Yo te contemplo,
absorto, y en mi entusiasmo creo que eres una duquesa que sale de paseo hacia
las pintorescas afueras de París.”
Agustín Acosta