“Alguna vez en la vida
volveré por esa senda, haciendo el mismo camino entre tu rancho y la acequia.”
Atahualpa Yupanqui
“Andaré por los
cerros, selvas y llanos toda la vida arrimándole coplas a tu esperanza, tierra
querida.”
Atahualpa Yupanqui
“Así, en infinitas
tardes, fui penetrando en el canto de la llanura, gracias a esos paisanos.
Ellos fueron mis maestros. Ellos, y luego multitud de paisanos que la vida me
fue arrimando con el tiempo. Cada cual tenía "su" estilo. Cada cual
expresaba, tocando o cantando, los asuntos que la pampa le dictaba.”
Atahualpa Yupanqui
Caminito del indio
Caminito del indio,
sendero coya
sembrado de piedras.
Caminito del indio
que junta el valle
con las estrellas.
Caminito que anduvo
de sur a norte
mi raza vieja
antes que en la montaña
la Pachamama
se ensombreciera.
Cantando en el cerro
llorando en el río,
se agranda en la noche
la pena del indio.
El sol y la luna
y este canto mío
besaron sus piedras,
camino del indio.
En la noche serrana
llora la quena
su honda nostalgia.
Y el camino sabe
cuál es la coya
que el indio llama.
Se levanta en la noche
la voz doliente
de la baguala.
Y el camino lamenta
ser el culpable
de la distancia.
Atahualpa Yupanqui
“Cuando inclino la
cabeza para esconder una lágrima, estoy viviendo y muriendo lo que ordena la
guitarra.”
Atahualpa Yupanqui
“Cuando se abandona el
pago y se empieza a repechar, tira el caballo adelante y el alma tira
pa´atrás.”
Atahualpa Yupanqui
“Decía mi mamá: Hay
cosas que no se compran en la botica de la esquina. Hay que hacer la enorme y
costosa diligencia de adquirirlas con el espíritu, y eso cuesta.”
Atahualpa Yupanqui
El Grito
El corazón es un arco.
Casi no cabe en el pecho.
Y vuela quebrada arriba
El grito de los arrieros.
Peligro, marcha, atención.
Coraje, pena, despecho.
El grito salta en las piegras
Atropellando el silencio.
Alegrías pasajeras.
Sombras que duelen adentro.
Angustia de cien caminos
Tienen los gritos del cerro.
Poncho azul y colorado.
Buen caballo y buen apero.
El corazón, como un arco
Que ya no cabe en el pecho.
Y en la mitad del camino
Un grito que llena el cerro,
Diciendo cosas distintas
Aunque parezcan lo mesmo.
Atahualpa Yupanqui
El poeta
Tú crees que eres distinto,
porque te dicen poeta,
y tienes un mundo aparte,
más allá de las estrellas.
Tú crees que eres distinto,
porque te dicen poeta,
y tienes un mundo aparte,
más allá de las estrellas.
De tanto mirar la luna,
ya nada sabes mirar.
Eres como un pobre ciego,
que no sabe a dónde va.
Vete a mirar los mineros,
los hombres en el trigal,
y cántale a los que luchan,
por un pedazo de pan.
Poeta de ciertas rimas:
vete a vivir a la selva,
y aprenderás muchas cosas,
del hachero y sus miserias.
Poeta de ciertas rimas:
vete a vivir a la selva,
y aprenderás muchas cosas,
del hachero y sus miserias.
Vive junto con el pueblo;
no lo mires desde afuera,
que lo primero es el hombre,
y lo segundo, poeta.
De tanto mirar la luna,
ya nada sabes mirar.
Eres como un pobre ciego,
que no sabe a dónde va.
Vete a mirar los mineros,
los hombres en el trigal,
y cántale a los que luchan,
por un pedazo de pan.
Atahualpa Yupanqui
“… entonces me voy
donde no haya entes que me digan nada y tenga que rendir un examen de pureza
entre impuros.”
Atahualpa Yupanqui
“La guitarra con toda
su luz, con todas las penas y los caminos, y las dudas. ¡La guitarra con su
llanto y su aurora, hermana de mi sangre y mi desvelo, para siempre!”
Atahualpa Yupanqui
“La guitarra es para
mí un poco el templo donde yo entro a rezar. Cuando yo necesito musitar mi
salmo profundo, voy a la guitarra. Por supuesto, no voy a tocar chacareras, que
me encantan, ni gatos. La chacarera en Santiago del Estero, la zamba en Tucumán
y el estilo en la provincia de Buenos Aires, para mí eso configura toda una
atmósfera tradicional y hermosa. Pero para rezar, la vidala. Y la hora no
importa, las nueve o las tres de la mañana y no necesito el estímulo del vino,
ni de amigos. Respondo al reclamo interior, al "cascabel", como lo
llamaba Ortega y Gasset: cuando se agita dentro de uno el cascabel, es cuando
se necesita andar ese camino para ver qué rebaño lo anda buscando.”
Atahualpa Yupanqui
“La música es una de
las cosas que puede salvar al mundo, porque un hombre que busca y encuentra y
se solaza horas y días y años y años luz, a través de generaciones, con la
belleza, ¿qué otra cosa puede querer que un mundo mejor?”
Atahualpa Yupanqui
"La partícula cósmica que navega en mi sangre
es un mundo infinito de fuerzas siderales.
Vino a mí tras un largo camino de milenios
cuando tal vez fui arena para los pies del aire.
Yo no estudio las cosas ni pretendo entenderlas.
Las reconozco, es cierto, pues antes viví en ellas.
Converso con las hojas en medio de los montes.
Y me dan su mensaje las raíces secretas.
Y así voy por el mundo, sin edad ni destino,
al amparo de un cosmos que camina conmigo.
Amo la luz y el río, y el silencio, y la estrella.
Y florezco en guitarras porque fui la madera."
Atahualpa Yupanqui
El tiempo del hombre
es un mundo infinito de fuerzas siderales.
Vino a mí tras un largo camino de milenios
cuando tal vez fui arena para los pies del aire.
Yo no estudio las cosas ni pretendo entenderlas.
Las reconozco, es cierto, pues antes viví en ellas.
Converso con las hojas en medio de los montes.
Y me dan su mensaje las raíces secretas.
Y así voy por el mundo, sin edad ni destino,
al amparo de un cosmos que camina conmigo.
Amo la luz y el río, y el silencio, y la estrella.
Y florezco en guitarras porque fui la madera."
Atahualpa Yupanqui
El tiempo del hombre
“Las penas y las
vaquitas se van por la misma senda. Las penas son de nosotros, las vaquitas son
ajenas.”
Atahualpa Yupanqui
"Le tengo rabia al silencio
por lo mucho que perdí.
Que no se quede callado
quien quiera vivir feliz.
Un día monté a caballo
y en la selva me metí
y sentí que un gran silencio
crecía dentro de mí.
Hay silencio en mi guitarra
cuando canto el garabí
y lo mejor de mi canto
se queda dentro de mi."
Atahualpa Yupanqui
"Le tengo rabia al silencio
por lo mucho que perdí.
Que no se quede callado
quien quiera vivir feliz.
Un día monté a caballo
y en la selva me metí
y sentí que un gran silencio
crecía dentro de mí.
Hay silencio en mi guitarra
cuando canto el garabí
y lo mejor de mi canto
se queda dentro de mi."
Atahualpa Yupanqui
“Los días de mi
infancia transcurrieron de asombro en asombro, de revelación en revelación.
Nací en un medio rural y crecí frente a un horizonte de balidos y relinchos.”
Atahualpa Yupanqui
“Los pueblos, los
hombres se enfrían por ausencia de espíritu. Pero estamos nosotros, con pedernal
y yesca, con melodías y cantares, poemas y reflexiones, alto desvelo y sueños
de todo tipo, para entibiar las horas de aquellos que no quieren congelarse
todavía.”
Atahualpa Yupanqui
“Me duele tanto el
silencio por lo mucho que perdí. Que no se quede callado el que quiera ser
feliz...”
Atahualpa Yupanqui
“Mi mano en el
diapasón se afirma como una zarpa. Es que voy gritando cosas que me dicta la
guitarra.”
Atahualpa Yupanqui
“Mi padre era poco
amigo de explicaciones. Pienso que tal vez prefería enfrentarme al paisaje, a
los hombres, a las cosas que pueden ayudar a entender la vida, para que poco a
poco yo sacara mis propias conclusiones. Tenía, sí, el buen tacto de no
ofrecerme espectáculos vulgares. Muchas veces, con una mirada o una palabra, me
ordenaba alejarme de gentes que él no consideraba oportunas o dignas para mis
ojos.”
Atahualpa Yupanqui
“Ninguna fuerza
abatirá tus sueños, porque ellos se nutren con su propia luz. Se alimentan de
su propia pasión.”
Atahualpa Yupanqui
“No me gusta que me
confundan. En mi país hay grandes escritores y poetas. Yo, a veces, le arrimo
el bochín a la poesía. Es sólo una arrimada. No me comparen. Pegar un grito en
el cerro no es acercarse al sermón de la montaña.”
Atahualpa Yupanqui
“No le tengo miedo a
la muerte, a lo que sí le tengo respeto es al trance, el ir hacia allá.
Confieso que tengo curiosidad por saber de qué se trata.”
Atahualpa Yupanqui
“Pasa tu zamba por la
noche oscura, y el eco de tu voz en la llanura sigue buscando luz y primavera.”
Atahualpa Yupanqui
“Qué bello nombre es
tu nombre, Uruguay. Nombre para la fruta jugosa de la Patria. Alto nombre
apretado de fuerza y de pureza como la luz y el aire que posa entre los
árboles. ¡Qué bello nombre es tu nombre, Uruguay!”
Atahualpa Yupanqui
“Si un trovador me
pidiera un poquito de luz para su vida, toda la selva en fuego convertida para
su corazón yo le ofreciera.”
Atahualpa Yupanqui
Si una guitarra triste...
Si una guitarra triste me dijera
que no quiere morir entristecida,
me pondría a rezar sobre su herida
con tal de recobrar su primavera.
Si un triste trovador hoy me pidiera
un poquito de luz para su vida,
toda la selva en fuego convertida
para su corazón yo le ofreciera.
Mas, de poco valió la proclamada
pujanza de mi anhelo, si callada
la muerte te llevó, Daniel Reguera.
Pasa tu zamba por la noche oscura,
y el eco de tu voz en la llanura
sigue buscando luz y primavera.
Atahualpa Yupanqui
“Siempre he pensado
que nada es mejor que viajar a caballo, pues el camino se compone de infinitas
llegadas. Se llega a un cruce, a una flor, a un árbol, a la sombra de la nube
sobre la arena del camino; se llega al arroyo, al tope de la sierra, a la
piedra extraña. Pareciera que el camino va inventando sorpresas para goce del
alma del viajero.”
Atahualpa Yupanqui
“Soy un cantor de
artes olvidadas que camina por el mundo para que nadie olvide lo que es
inolvidable: la poesía y la música tradicional de Argentina.”
Atahualpa Yupanqui
Tiempo Del Hombre
La partícula cósmica que navega en mi sangre
Es un mundo infinito de fuerzas siderales.
Vino a mí tras un largo camino de milenios
Cuando, tal vez, fui arena para los pies del aire.
Luego fui la madera. raíz desesperada.
Hundida en el silencio de un desierto sin agua.
Después fui caracol quién sabe dónde.
Y los mares me dieron su primera palabra.
Después la forma humana desplegó sobre el mundo
La universal bandera del músculo y la lágrima.
Y creció la blasfemia sobre la vieja tierra.
Y el azafrán, y el tilo, la copla y la plegaria.
Entonces vine a américa para nacer en hombre.
Y en mí junté la pampa, la selva y la montaña.
Si un abuelo llanero galopó hasta mi cuna,
Otro me dijo historias en su flauta de caña.
Yo no estudio las cosas ni pretendo entenderlas.
Las reconozco, es cierto, pues antes viví en ellas.
Converso con las hojas en medio de los montes
Y me dan sus mensajes las raíces secretas.
Y así voy por el mundo, sin edad ni destino.
Al amparo de un cosmos que camina conmigo.
Amo la luz, y el río, y el silencio, y la estrella.
Y florezco en guitarras porque fui la madera.
Atahualpa Yupanqui
“Un deseo profundo
vive en mí: ser un día el rostro de una sombra sin imagen alguna, y sin
historia. Ser solamente el eco de un canto apenas acorde que señala a sus
hermanos. La libertad del espíritu.”
Atahualpa Yupanqui
“Vengo de un mundo
lleno de caminos, montaña, selva, mar, prado y arena. ¡Traigo una sed de paz,
tan infinita! Hazme un nido de amor para mi pena.”
Atahualpa Yupanqui
“Y al llegar el final,
tendrán su premio, nadie los nombrará, serán lo "anónimo", pero
ninguna tumba guardará su canto.”
Atahualpa Yupanqui
“Yo camino por el
mundo. Soy pobre. No tengo nada. Sólo un corazón templado, y una pasión: la
guitarra.”
Atahualpa Yupanqui
he cruzao tierras y mares,
sin fronteras que me paren
y en cualesquiera guarida,
yo he cantao, tierra querida,
tus dichas y tus pesares…”
“Yo me voy con mi
destino pa'l lado donde el sol se pierde tal vez alguno se acuerde que aquí
cantó un argentino.”
Atahualpa Yupanqui
“Yo siempre fui un
adiós... Un brazo en alto, un yaraví quebrándose en las piedras cuando quise
quedarme vino el viento vino la noche y me llevó con ella.”
Atahualpa Yupanqui
“Yo tengo tantos
hermanos que no los puedo contar. Gente de mano caliente por eso de la amistad,
con uno lloro, pa’ llorarlo, con uno rezo pa’ rezar. Con un horizonte abierto
que siempre está más allá. Y esa fuerza pa’ buscarlo con tesón y voluntad.”
Atahualpa Yupanqui
"Yo voy donde no
haya entes que me digan nada y tenga que rendir examen de pureza entre impuros."
Atahualpa Yupanqui