Aries tiene la testa; Taurus, el cuello;
Géminis, ¡oh, gemelos!, tenéis los brazos;
Tú, Leo, los hombros; Cáncer, el pecho
es tuyo; y a ti, Virgo, te doy el vientre;
para Libra, las nalgas; pero el deseo
de las partes pudendas atiza Escorpión;
de los muslos tiene todo el gobierno
Sagitario; y envuelve con vendas dobles
Capricornio entretanto, raro himeneo,
las rodillas. Las piernas abiertas baña
Acuario; y Piscis es de los pies cortejo.
Manilius
Astronomicon
ARIES
Géminis, ¡oh, gemelos!, tenéis los brazos;
Tú, Leo, los hombros; Cáncer, el pecho
es tuyo; y a ti, Virgo, te doy el vientre;
para Libra, las nalgas; pero el deseo
de las partes pudendas atiza Escorpión;
de los muslos tiene todo el gobierno
Sagitario; y envuelve con vendas dobles
Capricornio entretanto, raro himeneo,
las rodillas. Las piernas abiertas baña
Acuario; y Piscis es de los pies cortejo.
Manilius
Astronomicon
ARIES
Del grado cero a los 30º del Zodíaco
Elemento:
fuego
Cuadruplicidad: cardinal
Polaridad: positivo
Regente:
Marte
Exaltación
del Sol
Exilio
de Venus
Caída
de Saturno
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El inicio de la primavera. Las
espigas de trigo aparecen en los campos, los brotes en los árboles.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL La naturaleza aparece condicionada por
un gran impulso hacia la vida, por profundos fermentos fecundadores (Plutón)
que se manifiestan en orgullo viril (Marte). El esfuerzo realizado por cada
brote para irrumpir a la superficie abriendo la tierra o la corteza de la rama
requiere agresividad y audacia (Marte), desprecio del peligro favorecido por la
inconsciencia y por la falta de reflexión (caída de Saturno), escasa
inclinación hacia el refinamiento y hacia las comodidades (exilio de Venus),
intensa fe en el propio Yo (exaltación del Sol).
Aries es el comienzo del ciclo del Sol a través del
zodíaco. Por extensión, se lo considera el inicio de todos los ciclos
planetarios. Por eso, más que cualquier otro signo, simboliza los comienzos.
Es primitivo más en el sentido de “ser
el primero” que de “tosco” o "burdo". Pero es rudimentario en la
medida en que es un signo de energía primaria, indómita, que todavía no tiene
dirección alguna ni una clara aplicación. Es una energía del impulso del ego,
que expresa "quiero llegar a ser lo que soy", pero que todavía no es
lo que podría ser. Es un signo voluntarioso, pero su voluntad todavía no está
estabilizada. Su intención puede cambiar rápidamente: sea lo que fuere lo que
quiera, es importante ahora, pero es probable que mañana desee alguna otra
cosa.
Aries es una fuerte energía yang en
busca de algo que fertilizar, de algo que pueda manifestar su fuerza en un nivel
concreto. Para encontrarlo, debe aprender a adaptarse a la presencia, las
presiones y las necesidades de otra persona. Este es el reto fundamental, y no
es frecuente que Aries responda a él. Para este signo es más fácil resguardar
su individualidad en el aislamiento, retrocediendo ante la confrontación y la
recíproca adaptación con el otro. Por eso puede ser asocial, e incluso
antisocial.
Cuando se relaciona con los demás, a
Aries le gusta ser el líder. Pero lo que en realidad le interesa no es dominar
a los otros, sino simplemente poder hacer lo que quiere sin que los demás le
planteen exigencias.
Su deseo de ser quien es en sus propios
términos significa también que necesita mucho menos respaldo social que otros
signos, un rasgo que lo capacita para ser el que sienta precedentes, el que
abre caminos. Siempre que los demás estén dispuestos a dejarle hacer lo que
quiere, a Aries no le preocupa demasiado su aprobación.
En realidad, su naturaleza de fuego lo
capacita para actuar sin preocuparse mucho de que la acción sea razonable,
prudente, oportuna, práctica o al menos eficaz, mientras sea una adecuada
expresión de sí mismo. Como no tiene que ser práctico, Aries puede vivir y
trabajar en un alto nivel de abstracción, pero ésta debe reflejar sus necesidades
y deseos personales.
En cuanto signo de fuego,
para Aries es más fácil sacar la energía hacia afuera que absorberla: con
frecuencia es mejor conversador que oyente. En cuanto "signo seco",
con poca agua en su estructura, no se le dan bien las demostraciones de
emoción, salvo cuando se trata de mostrar entusiasmo, de hacerse valer y en
ocasiones de encolerizarse. Su cólera es de corta duración: una vez que la energía se ha expresado, asunto concluido.
Alimentar resentimientos no pertenece a la naturaleza del signo.
Frecuentemente se impaciencia y le
faltan persistencia y resistencia. Su estilo es más bien el de dar golpes
frecuentes y ligeros que el de llevar a cabo un ataque firme y sostenido. Sin
embargo, su nivel de energía puede ser suficientemente alto para conseguir el
mismo impacto que un esfuerzo más sostenido.
Uno de los efectos secundarios más
bellos de la necesidad ariana de ser fiel a Sí mismo es su mala disposición a
comprometerse en falsedades o engaños, no tanto por que tenga objeciones morales
contra el engaño como porque su necesidad de fidelidad a sí mismo no cuadra con
los falseamientos.
LA RELACION DE
ARIES CON MARTE: Marte es el regente tradicional de Aries, y esta correspondencia
es una de las más exactas entre signo y regente. Ambos símbolos se relacionan
con la afirmación primaria de la energía del ego1 la proclamación
ante el universo entero de que Aries será lo que es y de que se resistirá a los
intentos de los demás de cambiar su naturaleza. Ni el signo ni su regente están
especialmente enterados de los contextos sociales, y ambos funcionan mejor
solos. Son fogosos y tercos. La principal diferencia entre ellos es la que hay
entre un planeta y un signo. Y también hay una diferencia de grado. Marte, como
símbolo de autoafirmación, es mucho más poderoso, pero esto es válido para cada
caso en que un planeta es similar a un signo.
Que haya quien asigne a Plutón la
regencia de Aries no es tan extraño como pueda parecer. Este planeta como
indicador de transformaciones importantes y como índice de preocupación por el
poder, tiene más relación con Escorpio. Pero en la medida en que se relaciona
con el renacimiento, tiene lógicamente una afinidad con Aries, el signo de la
primavera y del renacer de la naturaleza. Por otra parte, el simbolismo de
Plutón y el de Aries son demasiado diferentes para que se pueda considerar a
Plutón como regente de este signo.
EL EFECTO DE
ARIES SOBRE LOS PLANETAS: Cualquier planeta emplazado en Aries actúa de manera más decisiva,
rápida y orientada hacia el propio ego que lo habitual. Esto puede ser un
problema para planetas que no están especialmente orientados hacia el ego, como
Venus, la Luna o Neptuno. Estos planetas se expresarán en Aries de manera un
poco tensa, porque no pueden resolver fácilmente el conflicto entre sus
inclinaciones naturales y las del signo. Venus, en particular, una
energía planetaria que significa el contacto interpersonal, estará en conflicto
entre su anhelo de llevarse bien con los demás y el deseo ariano de hacer las
cosas a su manera.
Los planetas en Aries pierden parte de
la resistencia que pueden tener. Aunque es probable que actúen haciéndose
valer, cuando se enfrenten a un desafío puede ser que no sean capaces de
aguantar un conflicto prolongado.
TAURO
De los 30º a los 60º del Zodíaco
Elemento: tierra
Cuadruplicidad: fijo
Polaridad: negativo
Regente: Venus
Exaltación de Júpiter
Exilio de Marte y de Plutón
Caída de Mercurio
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El período
primaveral de la reproducción.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL La naturaleza
está condicionada por la necesidad de procrear (Venus). Su ritmo se hace más
lento, porque la actividad frenética y la agresividad serían más dañosas que
útiles en esta fase del ciclo vegetativo (exilio de Marte). La vida del
individuo pierde su importancia absoluta, egocéntrica, y se transforma en
vehículo de una nueva vida (exilio de Plutón). Se atenúa paralelamente la
agudeza crítico-intelectiva que limitaría una serena comunión con la naturaleza
(caída de Mercurio). Aumenta en cambio la adaptación optimista que permite al
Yo proyectarse en el ambiente natural explotándolo para asegurar el futuro de
sus propias criaturas (exaltación de Júpiter).
Tauro es la fase siguiente en el ciclo. Su función es
proporcionar un recipiente que contenga las energías arianas de tal modo que
puedan manifestarse. Aries, la energía solar de comienzos de la primavera,
entibia a Tauro, la tierra, para que de ella pueda brotar la vida.
Tauro, como la Luna, simboliza un
recipiente o matriz para la manifestación de la energía. Y también como ella1
ha sido víctima de la reverencia con que nuestra cultura saluda lo activo
y de su actitud denigradora de lo pasivo, cuyo papel realmente no comprende. La
matriz pasiva es, no obstante, muy valiosa, porque sin ella la energía de Aries
jamás llegaría a ser nada. El recipiente que representa Tauro proporciona el
medio gracias al cual la energía simbolizada por Aries puede manifestarse en el
plano físico. Y como el continente es necesario para la manifestación del
contenido, es tan valioso como lo que contiene. No se puede hacer ninguna
distinción de valor.
Cualquier medio en el que se manifieste
la energía afecta a la naturaleza de ésta, y por ello adquiere un potencial
creativo propio. La energía para la creación puede provenir de otra fuente,
pero el estilo y la naturaleza de la creatividad se generan en aquello que la
recibe.
Tauro es el remedio de casi todas las
deficiencias de Aries, a cuyas irregulares energías confiere estabilidad1 constancia
y persistencia. Puede limitar y concentrar las energías arianas abstractas de
Aries al ámbito de los efectos reales y experimentales.
Además, mientras que Aries es fogoso y rudo, Tauro es
refrescante y suave (aunque de los signos de tierra sea, con mucho, el más
cálido; pensemos una vez más en la tierra que se calienta en primavera). El
fogoso Aries es un poco estéril; en cambio Tauro, la tierra fecundada, trae la
fertilidad. Tauro es terrenal en el sentido popular de la palabra: disfruta del
mundo físico. No lo ve ni como un escenario donde él ha de actuar ni como un
instrumento. Más bien quiere formar parte de él, estar comprometido con él, y
especialmente, tener la vivencia de la maravilla del mundo físico.
Al igual que Aries, no es especialmente
social. Aunque carece del agresivo individualismo ariano. Tauro se siente bien
cuando está solo, relacionándose con el mundo a su manera. No tiene especial
necesidad de aplauso.
En cambio, disfruta con el sexo opuesto,
ya que por medio de él puede tener la vivencia de la sexualidad física. Aunque
se suele considerar a Escorpio como el signo de orientación más definidamente
sexual, es Tauro, el sensualista, el que más se ajusta a esa imagen.
En el zodiaco, Aries y Tauro forman la primera pareja de
signos positivo-negativo, y aunque contrasten, al ponerlos juntos forman un
todo. Juntos son el cuerpo viviente, animado por el
fuego de Aries y configurado por la tierra de Tauro. De todas maneras, es un
cuerpo todavía sin conciencia de su relación con los demás: necesita
desarrollar su conciencia, y este proceso se completará en los restantes signos
del zodiaco.
LA RELACION DE TAURO CON VENUS Y LA
TIERRA: Yo no considero que Venus sea el mejor regente para Tauro. Es
fácil ver cómo se llegó a esta conclusión, pero creo que es hora de cambiar
nuestro punto de vista.
En las mitologías antiguas, las diosas
del amor sexual eran diosas de la Tierra, que presidían además la fertilidad de
la naturaleza. El simbolismo de las diosas sexuales se mezclaba con el de las
diosas maternales, y no se establecía una distinción clara entre los diferentes
aspectos de lo femenino. En la astrología moderna, sin embargo, Venus ha
asumido el simbolismo del amor, la creatividad y el arte; y aunque
evidentemente sea una energía favorable a la fertilidad y a la agricultura, no
parece que sus principales intereses sean éstos.
De entrada, parece que no tengamos
ningún planeta con un simbolismo que pueda corresponder claramente a Tauro, y
sin embargo lo tenemos: el único planeta cuyo simbolismo en el nivel planetario
coincide perfectamente con el de Tauro en el nivel de los signos es la Tierra.
El más terrestre de todos los signos de tierra es Tauro. Todo lo que asociamos
con las diosas de la Tierra, todo lo que se relaciona con adjetivos como "terrenal",
pertenece a Tauro. La Tierra tiene mucho en común con Venus, pero jamás podría
ser el indicador del amor romántico, que es demasiado irreal, no lo
suficientemente sensual, y está demasiado alejado de los asuntos del mundo
cotidiano para que una persona de Tierra lo considere importante.
Puesto que el horóscopo está centrado en
la Tierra, ¿de qué manera podemos localizar a la Tierra en la carta como un
punto con una longitud y una latitud definidas? He aquí una sugerencia. Aun
cuando por razones astronómicas tratamos el horóscopo como si fuera geocéntrico
(como si estuviera centrado en el centro de la Tierra), en realidad es
topocéntrico (está centrado en un punto de la superficie de la Tierra). La
línea que nos conecta a nosotros' que estarnos en la superficie, con el centro
de la Tierra va directamente hacia abajo. Si proyectamos esa línea sobre la
eclíptica, de tal modo que podamos expresar su posición en los términos del
zodiaco, la longitud de la línea que va del topocentro al geocentro es el Imum
Coeli del horóscopo, la cúspide de la casa cuatro.
En realidad, la Tierra jamás ha estado
ausente del horóscopo, porque las casas representan nuestra relación con el
planeta en el que vivimos. La Tierra ocupa la mitad de la carta, desde el
Ascendente en el este pasando por el Medio Cielo hasta el descendente en el
oeste. Si su orbe se extiende a 180º, ¿cómo podría no afectarnos tremendamente?
El Imum Coeli o cúspide de la cuarta
casa es el foco de esta relación, y su correspondencia simbólica con la Tierra
no es mala. De acuerdo con la tradición, la casa cuatro representa los bienes
inmuebles, nuestra tierra, nuestro hogar y a quien nos dio nacimiento. No sé si
ésta es la respuesta al problema de la regencia de Tauro, pero es una idea que
vale la pena considerar.
La cúspide de la cuarta casa simboliza
tantos asuntos terrenales como lunares, y quizá la similitud entre estos campos
de la experiencia pueda explicar la razón de la tradición según la cual la Luna
está exaltada en Tauro. Es obvio que hay una afinidad entre el simbolismo de la
Tierra y el de la Luna, pero también hay una diferencia importante. La Luna se
relaciona con la seguridad emocional y el sentimiento de pertenencia, mientras
que la Tierra tiene Más que ver con la seguridad práctica y física, con la
posesión afectiva de lo que necesitamos para sobrevivir con comodidad. En este
aspecto, Tauro es más como la Tierra que como la Luna.
EL
EFECTO DE TAURO SOBRE LOS PLANETAS: Como el más terrestre de los signos de
Tierra, y el más fijo de los signos fijos, Tauro es el signo más lento del
zodiaco. Pero no se ha de equiparar lentitud con torpeza. El resultado final de
la actividad de los planetas en Tauro puede ser tan inteligente, preciso, claro
y penetrante como en cualquier otro signo, pero se llega a él de manera
cuidadosa, metódica y con gran atención a la seguridad de que el trabajo tenga
importancia práctica. Toda acción planetaria en Tauro se hace más lenta y se
orienta hacia objetivos prácticos.
Los únicos planetas que realmente pueden
resentirse por esto son aquellos en los que la rapidez en la acción es
intrínseca.
Entre
los más afectados se cuentan Mercurio y Urano. Mercurio en Tauro puede
experimentarse como una desventaja, porque la mayoría de la gente espera que
las energías mercurianas sean rápidas, y Mercurio en Tauro no lo es. Si se le
da la ocasión de funcionar a su propio ritmo, sin embargo, este planeta es
exactamente tan eficaz aquí como en cualquier otro signo.
Urano en Tauro es difícil, porque el
carácter revolucionario, rebelde e instantáneo de este planeta no se adecua a
la naturaleza lenta y gradual del signo. Un signo como Géminis permite que
Urano libere sus energías en una serie de breves descargas que impiden un
estallido, pero la naturaleza de la tierra se resiste a la electricidad de
Urano de tal manera que cuando la energía se libera, lo hace bajo la forma de
una tremenda explosión.
Se considera que Marte en Tauro también
es difícil, porque el ritmo naturalmente lento de este signo tiende a hacer que
la energía marciana quede retenida en vez de liberarse. Esto hace que la
energía se acumule de tal manera que cuando estalla puede ser destructiva. Pero
si el nativo no se lo provoca insistentemente, es probable que su energía nunca
estalle. Por el lado positivo, Marte en Tauro puede tener una gran firmeza y
mucha persistencia una vez que se pone en marcha.
GEMINIS
De los 60º a los 90º del Zodíaco
Elemento: aire
Cuadruplicidad: mutable
Polaridad:
positivo
Regente: Mercurio
Exaltación
de Plutón
Exilio
de Júpiter y de Neptuno
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El apogeo de la primavera, los
frutos amargos.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL La naturaleza, ya fecundada, se concede
una pausa en el esplendor de la explosión primaveral. El impulso creativo se
concentra en el descubrimiento complaciente y casi narcisista del propio Yo
(exaltación de Plutón), que se manifiesta en los frutos amargos. El contacto
con la realidad circundante estimula una curiosidad inteligente y crítica
(Mercurio). Es la adolescencia del mundo nuevo, intelectualmente inquieta, pero
físicamente ligada al ambiente natal; aún no es dueña de los grandes espacios
ni se preocupa por alcanzarlos (exilio de Neptuno), pues está comprometida en
una movilidad mental que le impide soportar el conformismo (exilio de Júpiter).
Géminis es el miembro positivo de la segunda pareja de
signos. En Aries y Tauro teníamos la construcción y la animación del cuerpo
físico; en Géminis y Cáncer tenemos la evolución de los aspectos mental y
emocional del individuo. Géminis representa la parte mental.
Es quizás el
más mutable de todos los signos mutables, porque la mutabilidad es inherente al
aire. Como el viento, la naturaleza de Géminis consiste en moverse rápidamente
de un lugar a otro, abarcando todo lo que encuentra, pero quizá con demasiada
rapidez para obtener una impresión profunda de algo. Géminis -que precede a
Cáncer, el primer signo de agua- no tiene todavía conciencia de que hay otros
aspectos de la realidad más profundos y que no son inmediatamente accesibles
mediante la lógica y el análisis racional. Es un signo que entiende con
rapidez, pero no comprende empáticamente. Aprende deprisa, pero no cultiva ese
profundo sentimiento de comprensión del mundo que permite a algunas personas
vivir hábilmente sin que en realidad tengan que pensar.
La forma que tiene Géminis de compensar
esto es su mezcla de rapidez y curiosidad. Es el primer signo que se interesa
por las relaciones de los diversos elementos que hay en su entorno. No es que
las evalúe, ni que le preocupe especialmente su propia relación con ellas.
Simplemente, quiere saber qué pasa ahí fuera. En este aspecto, Géminis, el
tercer signo, se relaciona a menudo con la casa tres. Y la relación es muy
estrecha. Sin embargo, yo cuestiono seriamente la idea de que Géminis tenga
algo que ver con hermanos y hermanas, e incluso que la constelación Géminis
represente unos gemelos (por cierto que actualmente esta constelación ocupa el
signo de Cáncer).
Se trata de un signo generalmente muy sociable que disfruta
estando con gente. Tiene un nivel de energía bastante alto, que a otras
personas les resulta estimulante, aunque no es tan elevado como para dejar
exhaustos a los que son de temperamento más lento. Géminis puede hacer que
incluso el más trivial de los contactos sociales
resulte interesante, pero tiende a resistirse cuando se trata de conexiones más
profundas. Considera que un apego intenso es algo que limita, y siente que esta
clase de vínculos interfiere en su necesidad de vagabundear sin trabas en busca
de experiencia.
Como es mutable, Géminis tiende, como el
viento, a rodear los obstáculos en vez de encararlos de frente. Si se ve
sometido a una presión muy fuerte, simplemente cambiará. La coherencia y la
constancia pueden ser difíciles para este signo, que pierde interés con
rapidez.
Un aspecto de Géminis que no se ha destacado en la
bibliografía astrológica es que se trata de un signo que disfruta con los
juegos y los trucos. Le encantan los juegos de cartas y los de mesa de
orientación mental; también le gustan los juegos en el sentido de complicadas
maniobras sociales. Las tretas de Géminis no tienen
intención de engañar ni de tergiversar; son más bien actividades mentales en
las que este signo se complace. Lamentablemente, su falta de empatía y de
verdadera comprensión de los sentimientos puede ser causa de que lastime a los
demás sin la menor intención de hacerlo.
LA RELACION DE GEMINIS CON MERCURIO: Hay quienes afirman que
Mercurio rige a Virgo, y que "otra cosa" rige a Géminis, pero yo no
creo que sea así. En mi opinión, la coincidencia entre Mercurio y Géminis es
más o menos la más exacta que se pueda encontrar en una pareja planeta-signo.
Ambos representan el mismo impulso hacia la búsqueda intelectual que intenta
establecer conexiones entre el yo y su entorno, necesarias para establecer
vínculos comunes con los demás y una relación con el medio en general. Tanto el
signo como el planeta son predominantemente mentales y muy cambiantes. A ambos
les interesa más descubrir una idea que encontrarle un uso práctico. Las
personas con un Mercurio fuerte suelen parecerse a las que tienen al Sol en
Géminis. Así como Géminis es el perfecto signo de aire, Mercurio es el perfecto
planeta de aire. También es característico de este
planeta el gusto por los juegos y las tretas.
EL EFECTO DE GEMINIS
SOBRE LOS PLANETAS: En la mayoría de los aspectos Géminis es el opuesto de Tauro.
Tiende a activar la energía de los planetas y hace que trabajen en un nivel más
abstracto. Los planetas que Géminis afecta de manera más negativa son los
relacionados con el sentimiento, la emoción y la sensibilidad, como la Luna y
Neptuno. Venus suele ser voluble en Géminis, pero por lo demás no se ve
gravemente afectado. No parece que los planetas de acción lenta, como Saturno,
resulten seriamente afectados por el signo pero funcionan con un nivel de
energía más elevado.
Es probable que una persona con algunos
planetas en Géminis ame la libertad, y es posible que le falte persistencia. A
modo de compensación de la frecuente carencia de profundidad en el
conocimiento, típica de su signo, los geminianos abarcan con mucha rapidez una
gran cantidad de campos
CANCER
De los 90º a los 120º del Zodíaco
Elemento: agua
Cuadruplicidad: cardinal
Polaridad: negativo
Regente: la Luna
Exaltación
de Venus
Exilio
de Urano y de Saturno
Caída
de Marte
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL Los frutos maduros.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL La maduración de los frutos concluye la
primera fase del ciclo vegetativo, y la naturaleza satisfecha asume un carácter
receptivo-pasivo que expresa al máximo las características femeninas
(Luna-Venus). La cosecha es inminente, la hoz del segador segará la vida de las
mieses; a la espera de esta muerte el pensamiento se vuelve, nostálgico, hacia
el pasado, mientras se apagan los impulsos agresivos (caída de Marte) y se
atenúan la fuerza de decisión (exilio de Urano) y el rigor racional (exilio de
Saturno). En esta lánguida agonía del mundo vegetal se intensifican los valores
afectivos que, con su continuidad, podrán garantizar una nueva felicidad.
Cáncer completa la evolución del
individuo como tal con el despliegue de las facultades emocionales. Y lo hace
volviéndolo a poner en contacto con su propia fuente, con sus raíces, con el
origen de todo ser.
Cáncer no es meramente sentimiento sino que es el sentimiento
de formar parte de algo. Así como
Géminis es la conciencia intelectual de la relación, Cáncer es la conciencia
emocional, que puede ser incipiente, no estar formulada y ser demasiado
profunda para que pueda hallar una expresión simple y racional.
Particularmente, Cáncer es la conciencia de la relación con el pasado: con la infancia, con la familia (especialmente con la
madre), con la comunidad e incluso con la tierra natal. No es, en cambio, la
conciencia de la propia relación con otros individuos en general, ya que esta
función pertenece a los signos de aire.
Como sus necesidades son tan fundamentales, la interferencia
en su satisfacción puede tener efectos particularmente malos para Cáncer que
simboliza la necesidad emocional, de sentir que su existencia encontrará apoyo
en el entorno y de sentirse afectivamente nutrido por quienes lo rodean. Si
estos aspectos de la energía funcionan de manera adecuada, Cáncer simboliza
también la necesidad de apoyar y de nutrir
afectivamente a los demás, de brindarles lo que él ya ha recibido. Pero si sus
necesidades no se ven satisfechas, es frecuente que el nativo se quede atrapado
en pautas de comportamiento infantiles que lo llevan a aferrarse y a ser
emocionalmente posesivo por miedo a perder a los seres que ama. Su amor,
entonces, puede ser sofocante. Además, es posible que las posesiones materiales
se conviertan en símbolos de seguridad emocional para las personas con
problemas cancerianos, que se rodearán de cosas en un esfuerzo por obtener de
los objetos físicos el apoyo emocional que realmente necesitan (esto es similar
a tener la Luna en la casa dos). Los rasgos que en ocasiones han dado mala
reputación a Cáncer no son propios del signo; aparecen sólo cuando sus
necesidades vitales no se han visto satisfechas.
Por el lado positivo, Cáncer simboliza
pautas esenciales para el bien social. En todos los grupos debe haber personas
que apoyen a los demás, les brinden afecto se ocupen de los necesitados y
tranquilicen a los inseguros. Si Cáncer no se manifestara todo sería puramente
funcional, racional, frío; todo estaría muerto. En realidad, la desintegración
actual de la familia y la creciente dependencia del Estado para que se ocupe de
los jóvenes, los viejos y los enfermos, representan una tendencia a la
destrucción de estos elementos cancerianos tan necesarios para la cohesión
social. La necesidad de raíces y de comunidad de Cáncer choca con la necesidad
geminiana de moverse, tener experiencias y ser libre: lo que actualmente
predomina en nuestra cultura. Se ha de señalar que, astrológicamente hablando,
en el desarrollo del individuo, Géminis representa una función más primitiva
que Cáncer.
LA
RELACION DE CANCER CON LA LUNA: Se trata de otra relación muy próxima entre el signo y su
regente. Junto con la Luna y la cuarta casa, Cáncer forma parte del conjunto de
símbolos de la madre. Tanto el signo como el planeta se relacionan con el
concepto de “nutrición afectiva o emocional”, con el sentimiento de
pertenencia, con la idea de provenir de alguna parte y de algo. Tanto a Cáncer
como a la Luna los afecta fuertemente todo lo relativo a la seguridad
emocional, y ambos pueden ser infantiles en su manera de expresar sus
necesidades cuando éstas se ven frustradas, especialmente si la seguridad emocional
fue una carencia temprana en la vida.
La principal diferencia es que la Luna es un planeta y Cáncer
un signo. Además, la Luna es uno de los cuerpos que más fuertemente influyen en
la carta individual, mientras que Cáncer forma parte de un conjunto de
relaciones generales que pueden o no afectar intensamente a un individuo. Por
ejemplo, tener a Saturno en Cáncer indica que uno ha nacido en un período de
debilidad general del principio de nutrición afectiva, pero tener a Saturno en
conjunción con la Luna es una manifestación personal muy fuerte relativa a la
experiencia individual de nutrición afectiva.
EL EFECTO DE CANCER SOBRE LOS PLANETAS: Los planetas
con los que Cáncer está mejor son los intensamente emocionales, como la Luna,
Venus y posiblemente Neptuno y Plutón (aunque la combinación de Plutón con el
grupo de símbolos maternales puede conferir tanta intensidad a este planeta
como para generar dificultades). Júpiter se ve favorecido en Cáncer, no porque
tenga un carácter emocional, sino porque comparte con este signo un sentimiento
de protección y el deseo de apoyar a quienes todavía están creciendo.
Los planetas de aire como Mercurio y
Urano lo tienen más difícil en Cáncer: el agua, que es personal y subjetiva,
interfiere en la claridad de la observación mental y el desapego en el juicio
característicos del aire.
Con frecuencia, las fuertes energías del
ego de Marte tienen dificultades en el ámbito de la experiencia canceriana (las
relaciones con el hogar, la madre y la familia), que debe estar relativamente
libre de ese tipo de tensiones. De modo similar, Saturno crea dificultades en
Cáncer porque pone barreras en ese mismo ámbito, que debería contarse entre los
pocos en donde las energías emocionales pueden fluir libremente y sin
obstáculos. Uno no tendría que sentirse forzado a actuar con un alto grado de
excelencia para conseguir que su familia lo acepte. En el ámbito familiar nadie
tendría que sentirse constantemente juzgado por los demás ni exigido a ser
aquello que no es. Saturno en Cáncer puede implicar este tipo de problema, pero
el largo tiempo que este planeta permanece en un signo hace que por lo común
sus efectos sean más bien generacionales que personales.
LEO
De los 120º a los 150º del Zodíaco
Elemento:
fuego
Cuadruplicidad: fijo
Polaridad: positivo
Regente:
el Sol
Exilio
de Saturno y Urano
Caída
de Neptuno
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL La cosecha.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL El ciclo primaveral-estival está en su
apogeo, alcanza su plena madurez (Sol). El trigo que se acumula en la eras es
símbolo de prosperidad y de bienestar, consiente la generosidad y la
magnificencia (Sol), excluye el cálculo y la cautela (exilio de Saturno). La
gran seguridad en sí mismo lleva a una visión exultante del presente como resumen
emblemático del pasado y del futuro, y a una visión confiada del Yo, núcleo
monolítico perfecto y libre de cambios (caída de Neptuno). Se deja de lado y se
desprecia la técnica, la evaluación cuidadosa de las circunstancias y el
cálculo del riesgo (exilio de Urano).
Es por el orgullo por donde han comenzado
todos nuestros males.
Libro de Tobias
Con Leo, la estructura
básica del individuo se completa. Esto se ve claramente en el hecho de que se
trata de un signo de desarrollo del ego y de la confianza en sí mismo, con una
fuerte necesidad de expresarse y de que lo admiren, e intransigente
en cuanto a su integridad personal.
Muchos problemas con los que ya se
enfrentó Aries reaparecen en Leo, pero con importantes diferencias. Mientras
que Aries es un signo lleno de potencialidades que intenta vigorosamente
realizar, Leo es un signo en el que el potencial ya se ha realizado. Aries
dice: "Quiero llegar a ser lo que yo soy"; Leo dice simplemente:
"Yo soy".
Leo representa el ente completo en su
estructura básica, pero el individuo sigue estando socialmente incompleto;
todavía tiene que ocuparse de su relación con los demás. Es como el niño que
acaba de lograr algo nuevo y que no es feliz mientras los adultos que lo rodean
no se den cuenta. Aunque a lo largo de la historia todos los seres humanos
hayan logrado eso mismo, para el niño el logro es nuevo y fascinante. Esta es
la psicología básica del principio leonino (aunque naturalmente, la mayoría de
los Leo adultos ya han dejado de ser tan primitivos al respecto).
Sin embargo, Leo siente una auténtica
fascinación por sí mismo, y desea que los demás estén igualmente fascinados por
él. Pero esta pauta sólo aflora, en forma de egotismo o de comportamiento
exhibicionista, en las personalidades fuertemente leoninas pero de un modo
anormal. En la mayoría de los Leo adultos aparece como un deseo de impresionar
y una necesidad de reconocimiento personal y de control del propio destino. El
deseo de impresionar implica, por lo común, el anhelo de ser de verdad así, es
decir, de ser una persona realmente importante y no sólo de parecerlo. Leo,
como Aries y por las mismas razones, es un signo sincero.
La metáfora que expresa la madurez de
Leo es la del rey o el Sol. Este signo desea ser una fuente de energía, el
abastecedor no solamente de sus propios logros sino también de los ajenos. Así
como el Sol hace que los planetas brillen porque reflejan su luz, la
personalidad Leo desea ser un centro de luz, y de atención, para que los demás
puedan calentarse con ella y reflejar su esplendor.
Todo lo que antecede tiene un potencial
de arrogancia, y esta característica es el defecto más común de los Leo. Sin
embargo, la personalidad leonina es relativamente simple, con necesidades
claramente definidas. Si éstas se ven satisfechas, se puede contar con que Leo
se comporte enérgicamente y con respeto.
Hay otras diferencias importantes entre
Aries y Leo. En primer lugar, este último signo es fijo, mientras que Aries es
cardinal; por lo tanto, al contrario que éste, Leo es persistente e incluso
puede ser obstinado.
En segundo lugar, la conciencia social de los dos signos es
muy distinta. A Aries le gusta que lo dejen solo, en libertad de hacer lo que
quiera. Cuando toma conciencia de sus interacciones, es con un matiz en gran
parte competitivo. En cambio Leo comienza a tener conciencia de los demás como
parte regular de su ambiente. Sin embargo, sólo está dispuesto a tratar con
ellos en la medida en que le permitan ocupar el
centro del escenario. Todavía estamos en el primer tercio del zodíaco; el
individuo aun' se busca a sí mismo en relación consigo mismo. Sólo cuando
lleguemos a Virgo descubrirá que es preciso tener en consideración la realidad
externa, y habrá que llegar a Libra para que se dé cuenta plenamente de la
necesidad de llevarse bien con los demás. La autoexpresión sigue siendo el
principal objetivo de Leo, y cuanto más perfectamente pueda ser él mismo, y más
sienta que lo aceptan como es, mejor se siente.
La única forma en que Leo depende
realmente de los demás es que necesita muchísimo su reconocimiento, De ahí, a
diferencia de Aries, no pueda florecer en el vacío, y que a pesar de su
necesidad de autoexpresión pueda ser coaccionado por los demás: lo único que
tienen que hacer para conseguirlo es no expresarle su aprobación Pero sentirse
coaccionado es dañino para Leo, que sabe que sólo siendo quien es puede ser
eficaz.
Por más infantiles que puedan parecer
ciertos aspectos de este signo, Leo está fundamentalmente en lo cierto con
respecto a sus necesidades, y cuando consigue lo que necesita -es decir, cuando
se le permite ser total, completa y auténticamente él mismo-, es uno de los
tipos humanos más admirables.
LA
RELACION DE LEO CON EL SOL: Aunque se trata de una correspondencia bastante buena
entre un signo y su regente, hay una diferencia importante entre Leo y el Sol.
Leo, debido a su posición en el zodíaco, representa una etapa temprana en la
evolución del individuo. El Sol es una energía que no es ni primitiva ni
avanzada.
Además, y de forma mucho más fundamental
que Leo, el Sol es el impulso que lleva a cada individuo a ser lo que es, un
impulso hacia la autoexpresión personal y la autenticidad. A medida que se
mueve a través de los signos va asumiendo el estilo de cada uno.
Muchos astrólogos equiparan a Leo, el
Sol y la quinta casa. Aún cuando un signo y una casa no sean lo mismo, entre
Leo y la quinta hay afinidades. Pero equipararlos totalmente es imposible. Los
niños, y en especial el hecho de tener hijos, está entre las cosas que
simboliza la quinta casa; sin embargo, de acuerdo con la tradición, Leo es un
signo estéril, es decir, desfavorable en este sentido. Solía suponerse que Leo
en la cúspide de la casa cinco era un signo especialmente malo para una mujer
que deseara tener hijos. Esta antigua idea puede o no estar justificada, pero
de hecho indica que la equipar acción, en todos los aspectos, de Leo con la
quinta casa es una idea relativamente nueva y que cuenta con poca base de
tradición.
EL EFECTO DE LEO SOBRE LOS PLANETAS: Como todos los
signos fijos, Leo tiene una influencia estabilizadora. Tiende a hacer que las
energías de los planetas emplazados dentro de su ámbito funcionen de manera
constante e inexorable: no se puede esperar que una persona fuertemente leonina
abandone con facilidad.
Sin embargo Leo, signo fijo de fuego, no
es lento y calmoso corno Tauro, signo fijo de tierra.
Debido a la fuerte orientación de Leo
hacia el ego, es más probable que los planetas emplazados en este signo estén
preferentemente al servicio de sí mismos (siempre que no sean, como Neptuno,
incapaces de tomar esa dirección) Seguramente los problemas relacionados con
los planetas en Leo pertenezca a ámbitos en los que interviene el orgullo o el
sentimiento de autoestima. Por ejemplo, Mercurio en Leo indica que el nativo
expresa con energía su juicio o parecer, que se enorgullece de su capacidad
mental o (en el peor de los casos) que no es capaz de ver más que su propio
punto de vista. La persona con Saturno en Leo puede sentirse muy orgullosa de
ser disciplinada, cuidadosa y honrada. Y así sucesivamente.
VIRGO
Desde los 150º a los 180º del Zodíaco
Elemento: tierra
Cuadruplicidad: mutable
Polaridad: negativo
Regente: Mercurio y diversos asteroides
Exaltación
de Urano
Exilio
de Júpiter y de Neptuno
Caída
de la Luna
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL La conservación de la cosecha.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL A la euforia de la siega le sigue una
evaluación atenta y sagaz de la cosecha (Mercurio) y se plantea el problema de
su conservación en el tiempo; esta conservación se confía a la habilidad
técnica (Urano) y a la capacidad de ahorro y de autocontrol, enemiga de todo
tipo de inclinación hedonista (exilio de Júpiter). La naturaleza alcanza el
máximo de su aridez (caída de la Luna) y se encierra en un inmovilismo
contrario a cualquier aventura (exilio de Neptuno).
Pocos signos adyacentes hay que sean tan diferentes como
Leo y Virgo. Y sin embargo, como en todas las parejas positivo-negativo, el
segundo signo es un cumplimiento y un complemento del que lo precede. Virgo
representa el individuo completo, no -como Leo- alzándose solo y
vanagloriándose de sí mismo, sino más bien enfrentándose tanto al universo
físico como al social y procurando ponerse de acuerdo con ellos. Virgo aborda
el universo físico como un obstáculo al que debe adaptarse, un marco de
referencia por medio del cual puede aprender a ser eficaz, y una realidad a la
que es preciso servir. De la misma manera encara el universo social. De la
arrogancia del Leo negativo pasamos a la sumisión del Virgo negativo. Del
intento de ser autosuficientes en Leo pasamos al de ser totalmente eficientes
en Virgo, que justifica su existencia en función de su eficacia para moverse en
el mundo de la mejor manera posible. El énfasis en la individualidad total ha
desaparecido.
Virgo es un tipo astrológico que necesita poco reconocimiento
social de la calidad de su trabajo: su sentimiento de logro se basa en la
seguridad de haber hecho bien su tarea. Al enfrentarse a la realidad del
universo exterior, tanto físico como social. Virgo ha adquirido por lo menos
cierto grado de cautela y quizá se muestre incluso algo temeroso frente aquello
con lo que tiene que tratar. Es casi como si fuera el resultado del egotismo y
la exuberancia infantil de Leo tras haberse enfrentado con su primera derrota
grave: una vez escarmentado, se vuelve cuidadoso. Y aunque el nativo de Virgo
no necesite que los demás reconozcan la calidad de su trabajo, no está del todo
seguro de sí mismo como individuo, y por lo tanto no es muy capaz de resistirse
a presiones externas. Con respecto a su comportamiento, cuando está sometido a
presión social Virgo puede ser uno de los signos más conformistas del zodíaco.
No necesita que lo traten como a la realeza, pero sí que los demás lo acepten
por lo que es.
No quiero decir que todos los Virgo sean
tímidos, inseguros o conformistas. Simplemente trato de situar a este signo en
el esquema del desarrollo de la personalidad que describe el zodíaco. Virgo es
el individualismo de Leo atemperado por el enfrentamiento con las necesidades y
obligaciones externas, y es tan capaz como cualquier otro signo de ser fuerte y
tener éxito. Virgo influye en la manera de alcanzar el éxito, no en el éxito en
sí.
Este signo no dispone de una abundante
confianza en sí mismo para seguir adelante, ni intentará jamas engañar a nadie
haciéndole creer que es lo que no es. Procura hacer una evaluación realista de
sí mismos, y en todo caso pecará por humildad. Es tan honrado como Leo y está
igualmente mal dispuesto a comprometerse en falsedades o engaños. Virgo intenta
concretar sus logros dominando los instrumentos que le ofrece el mando y
creando una relación de orden y confianza con su entorno.
Aunque su enfrentamiento con el mundo
físico lo escarmiente, no lo destruirá. En realidad, se esfuerza por alcanzar
lo que algunos Leo están convencidos de poseer: la perfección. La autocrítica y
el autoanálisis son las claves de la perfección, y Virgo puede ser despiadado
al juzgarse a sí mismo cuando fracasa (y a veces también lo es cuando fracasan
los demás).
Aquí tenemos la clave de Virgo como
signo mutable. A diferencia de Tauro que la mayoría de las veces se enfrenta
con el mundo tal como es, Virgo intenta cambiarse y, en última instancia,
cambiar al mundo. Quizá las personas de este signo no disfruten haciendo
público su trabajo, pero el éxito en el logro de cambios es importante para
ellas.
A Virgo no le interesa ser jefe, pero
necesita sentirse eficaz. Sin embargo, el mundo físico no es un lugar del todo
fiable: incluso con el mejor de los planes, las cosas pueden salir mal, y esto
molesta y preocupa a Virgo más que a la mayoría de los signos. Así, en un
esfuerzo por llegar a controlar la situación no dejando que nada se le escape,
tiende a concentrarse en los detalles. Esto hace que sea un signo bueno para el
análisis, pero no tanto para obtener una visión general. Es posible que los
árboles no le dejen ver el bosque.
Su preocupación por el orden también
puede ser causa de que Virgo se vuelva sumamente pulcro en sus hábitos
personales, pero si no puede conseguir un orden perfecto, es probable que
renuncie totalmente a él. Por lo demás, el signo es moderado en la mayoría de
las cosas.
Virgo tiene normas estéticas muy exigentes. Es el signo de la
artesanía, en la que la función va unida a la forma de tal modo que se
completan mutuamente y no se quitan nada la una a la otra. Pero Virgo no es
especialmente paciente con la belleza que no es funcional; dad su condición de
signo práctico, cree que todo debería servir para algún propósito.
LA
RELACION DE VIRGO CON MERCURIO Y LOS ASTEROIDES: Mercurio es el regente
tradicional de Virgo, pero los astrólogos actuales se sienten cada vez más
incómodos con esta atribución. En mi opinión, Virgo y Mercurio constituyen una
de las peores adecuaciones entre signo y regente. Mercurio es de aire, mientras
que Virgo es de tierra. A Mercurio le encanta la abstracción; Virgo es
práctico. Es verdad que ambos son mutables, y que Virgo tiene efectivamente
fuertes intereses intelectuales, pero éstos se encaminan en buena medida hacia
el objetivo de ser eficaz, mientras que los de Mercurio son un fin en sí
mismos. El gusto por los juegos de Mercurio falta en Virgo, que es un signo muy
serio. A Mercurio no le preocupa especialmente el deber, mientras que a Virgo
sí.
La astróloga Eleanor Bach ha sugerido
que los regentes de Virgo son los cuatro asteroides. La idea es tentadora,
porque la mujer que sostiene la espiga de trigo, a quien se representa en la
constelación de Virgo, es en realidad la diosa Ceres, que es también el nombre
de uno de los asteroides mayores. Y los efectos astrológicos de Vesta, los más
claramente observables de los cuatro asteroides, son muy característicos de
Virgo. Tanto Vesta como Virgo tienen una fuerte relación con el deber y la
responsabilidad, en especial con los deberes de la casa y el hogar. Ambos
tienen fuerte conexiones con el trabajo y la eficiencia. Ninguno de los dos
símbolos tiene una buena conexión con las diversiones: Vesta se parece mucho a
Saturno en su actitud reservada y seria, y naturalmente, es una diosa virgen.
Asignar a Virgo los otros dos asteroides
mayores, Palas y Juno, ya no es tan obvio. Zipporah Dobyns, que ha estudiado
mucho los asteroides, se los asigna a Libra (junto con Venus) por razones que
veremos en la sección dedicada a este signo. Pero en Palas se observa un
intelectualismo combativo y crítico que a mí me parece más característico de
Virgo que de Libra. Y Juno, por lo menos en su condición de diosa de las artes
domésticas y las responsabilidades de la casa, también tiene mucho de Virgo.
Yo me inclino a asignar los cuatro
asteroides principales a Virgo, aunque se puede defender la tesis (tanto de
Eleanor Bach como de Zipporah Dobyns) de asignar Ceres a Tauro o a Cáncer, en
la medida en que la diosa es un símbolo de la Madre Tierra. Es obvio que con
todos los planetas y asteroides nuevos que se han descubierto desde la
antigüedad hasta hoy, el orden de las regencias, tan pulcro antaño, está ahora
gravemente alterado.
EL
EFECTO DE VIRGO SOBRE LOS PLANETAS: El principal efecto de este signo
sobre los planetas es que los hace funcionar con más precisión y cuidado. Los
planetas con energías exuberantes y explosivas (como Marte y Urano) no se
encuentran tan bien en Virgo como aquellos (Saturno, por ejemplo) cuya
naturaleza es constante y cautelosa. Sea o no Mercurio el regente de Virgo, su
emplazamiento en este signo es favorable. A Venus no parece irle bien en Virgo
desde un punto de vista sexual, porque este signo, como su nombre indica,
tiende a ser sexualmente modesto. Pero Venus en Virgo tiene mas éxito en el
terreno creativo, especialmente en la artesanía.
Como le interesa tener un trato
eficiente con el universo físico, Virgo puede mostrarse cambiante cuando
percibe nuevas contingencias a las que hay que enfrentarse. Además, su falta de
confianza en sí mismo puede ser causa de que cambie de acuerdo con las
presiones a que se ve sometido. Por consiguiente, el hecho de tener unos
cuantos planetas en Virgo tenderá a aumentar tanto la mutabilidad como la
terrenalidad del horóscopo.
LIBRA
De los 180º a los 210º del Zodíaco
Elemento:
aire
Cuadruplicidad:
cardinal
Polaridad:
positivo
Regente:
Venus y diversos asteroides
Exaltación de Saturno
Exilio de Marte y de Plutón
Caída del Sol
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL la preparación
para la siembra
SIMBOLOGIA ESTACIONAL Se apaga el Sol
(en caída) al comienzo del ciclo invernal y la madre Tierra se prepara para la
fecundación que la llevará al ciclo primaveral. Libra tiene el deber de elegir
la mejor semilla para asegurar la cosecha futura, y el mejor terreno para
plantarla; ello exige una gran seguridad en el gusto (Venus) y un rigor
impecable en la eliminación de todo aquello que podría comprometer el próximo
ciclo vegetativo (exaltación de Saturno). El criterio lúcido de elección y el
profundo sentido de la justicia no toleran ímpetus (exilio de Marte) ni
impulsos generosos (caída del Sol). Aún materialmente estéril (exilio de Marte
y de Plutón), la naturaleza se prepara moralmente para una nueva vida eliminando
todo resto del pasado.
Su fuerza mayor
es el arte de servirse de los otros dándoles la impresión de que les prestas un
servicio.
André
Gide
Con Libra entramos en la segunda mitad del zodíaco.
En la primera, los signos trazan la formación del individuo, partiendo de la
primera afirmación de la individualidad en Aries para
llegar al individuo completo en Leo y concluir en Virgo con la primera toma de
conciencia de una necesidad externa a la que debe someterse de alguna manera la
desenfrenada individualidad.
En la segunda mitad del zodíaco el
individuo aprende a relacionarse con la realidad y el orden social que lo
trascienden y a integrarse en ellos. Esta mitad del ciclo va desde Libra (que
significa la primera y la más simple de las relaciones interpersonales, la
confrontación íntima de dos personas) hasta Piscis (donde el individuo
socialmente integrado se enfrenta con algo que trasciende la sociedad y la
realidad tal como normalmente se las concibe: la unidad mística del universo).
Hasta cierto punto, cada signo de la segunda mitad es un
paralelo de su signo opuesto en la primera mitad, y lleva a la práctica en un
nivel social aquello que comenzó su signo opuesto en
un nivel personal. Pero no debemos dejarnos entusiasmar por esta idea. Cada
signo posee además' una individualidad propia que en muchos casos no da la
impresión de que se derive del hecho de ser el complemento social de su signo
opuesto.
Así sucede con Libra. Aunque es el signo donde el individuo
se acomoda por primera vez a otro en una relación de persona a persona, también
es un signo de evolución estética con un fuerte amor por la belleza y la
armonía. Tampoco es tan inmaduro con respecto a la integración social del
individuo como lo es Aries con respecto a la formación del individuo. Tenemos
que recordar que Aries es el primer signo de fuego' mientras que Libra es el
segundo signo de aire. Así pues, en el ciclo de evolución del aire, Libra está
más lejos que Aries en el ciclo del fuego. Libra es hábil para tratar con los
demás tiene un conocimiento muy desarrollado del arte de desenvolverse bien, y
con frecuencia es capaz de salirse con la suya mientras da la impresión de
estar cediendo. Se nota a menudo que es el signo de Venus, la diosa de la
dulzura y la belleza, pero no se muestra con tanta
frecuencia como un signo cardinal y positivo. Es un maestro cuando se trata de
tomar la iniciativa de tal manera que los demás no se den cuenta de que alguien
la ha tomado.
Al ser el signo de la más sencilla de
todas las relaciones, la que se establece entre dos personas, a Libra le
resulta difícil concebir otras maneras de relacionarse. Ve las cosas en forma
de polaridad: yo frente a ti, esta persona frente a aquélla, nosotros frente a
ellos. Y con mucha frecuencia, el "frente a" se puede sustituir por
"junto con". La idea central es que Libra no puede concebirse en un
vacío. El yo sólo evoluciona en contacto con otro yo. Libra necesita a alguien
con quien mantener un diálogo. Pero no por ello tiene la necesidad de someterse
a otra persona; es más, incluso puede ser dominante.
Como le hace falta el contacto con los demás para llegar a
comprenderse y a realizarse, tiende siempre a mantener una relación de
intimidad. Tan pronto como una se acaba, otra comienza. Las personas de Libra
pueden valer para las profesiones en donde son básicos el contacto y el
asesoramiento de persona a persona, como el derecho, la psicología y cualquier
otro dominio en el que se actúe como consultor. Sin embargo, estas profesiones
también requieren fuertes indicaciones provenientes de otras partes de la
carta.
Libra completa un proceso que se inició
en Virgo, en donde uno toma conciencia de las necesidades externas e intenta
acomodarse a ellas, mediante una actitud de servicio. En Libra, el individuo se
enfrenta al otro como un igual. La clave es la interdependencia, más bien que
un servicio unilateral; la igualdad en lugar de la sumisión.
El aspecto más
venusiano de Libra es su interés por la belleza y el arte. Este signo no indica
necesariamente capacidad artística, pero parece que los Libra tienen más
necesidad del arte que otras personas. Les gusta la belleza, y es posible que
no sepan apreciar un arte que sea tormentoso, intensamente personal, dramático
y emocional si estas características tienen primacía sobre la belleza. Si no ha
aprendido a manejarse con el contenido emocional del arte, Libra puede quedarse
simplemente en el gusto de lo bonito. Es un signo de aire, y por consiguiente,
en todos sus encuentros con el mundo, tanto en el arte como en las relaciones a
tiene dificultad para enfrentarse con los sentimientos intensos.
LA RELACION DE LIBRA CON VENUS Y LOS
ASTEROIDES: Ya hemos estudiado los problemas que plantea en intento de
relacionar a Venus con Tauro. Si bien yo prefiero a este planeta como regente
de Libra, debo reconocer por lo menos una dificultad. Venus es un planeta
claramente negativo, yin, mientras que Libra es un signo positivo, yang. En
este sentido, Venus parece más adecuado para Tauro, un signo negativo, yin.
Pero no es nada excepcional que un signo tenga un regente diferente en
polaridad: pocos astrólogos dudarían al asignar a Saturno la regencia de
Capricornio, y sin embargo aquí tenemos un planeta claramente masculino (aunque
sea el más yin de los planetas yang) asignado a un signo femenino (aunque con
toda probabilidad sea el más yang de los signos yin) Todo esto significa que no
se puede identificar completamente a los signos con los planetas que los rigen.
Así como Capricornio es un signo
negativo sumamente yang a también Libra es un signo positivo sumamente yin. En
realidad estos dos signos desentonan tanto con sus supuestas polaridades que
llegan a poner en tela de juicio el concepto mismo de polaridad. Sin embargo,
yo creo que éste es válido. Lo que pasa es que la polaridad se refiere a un
atributo bastante específico del signo, y no a la suma de todos sus atributos.
Como ya he dicho, Zipporah Dobyns asigna
los asteroides Palas y Juno a Libra. La diosa Palas Atenea es una luchadora y
podría representar a este signo, cuyas confrontaciones íntimas de persona a
persona asumen la forma de peleas. Pero yo no he visto a muchos Libra que obren
de esta manera, salvo los que tienen una fuerte influencia de Marte o de
Plutón, y sospecho que en ellos las características de Libra han sido anuladas.
El caso de Juno es mejor, ya que entre otras cosas esta diosa
era la patrona del matrimonio y de las esposas. El matrimonio es decididamente
una relación de Libra, pero la diosa Juno no encarna algunos de los rasgos de
este signo, tales como el amor a la belleza, el arte y la armonía.
Tradicionalmente signo de paz, Libra no casa bien con la naturaleza astuta de
Juno (o, para el caso, con la agresividad de Palas Atenea). Pero los argumentos
tomados de la mitología son peligrosos si no los avala la experiencia. Por eso
se ha de permitir que su resolución se derive de la observación de los efectos
astrológicos.
EL EFECTO DE LIBRA SOBRE LOS PLANETAS: Es obvio que
los planetas en Libra incrementan las características aéreas y cardinales de
una carta. Además, este signo es más favorable para los planetas orientados
hacia las relaciones y que son de naturaleza generalmente pacífica. Libra
funciona peor con los planetas individualistas, como Marte, que en este
emplazamiento no sabe si andar en solitario y vivir a su manera o si intentar
entenderse con los demás al estilo de Libra. Indica alguien que probablemente
establecerá relaciones personales de intimidad de tipo combativo.
Aunque es bastante extraño que Libra sea
el signo tradicional de la exaltación de Saturno, en ello hay algo apropiado.
Saturno no es, por supuesto, un planeta muy predispuesto a las relaciones, pero
tampoco es tan individualista. Su papel consiste en recordarle a uno su
conexión con el mundo social en sentido amplio. Saturno se relaciona con Libra
en la medida en que representa las obligaciones y los deberes en una relación.
Hace desaparecer los aspectos frívolos de Libra, y deja los serios.
Los tránsitos de Neptuno (1941-1956),
Urano (1968-1975) y Plutón (1970-1984) por Libra parecen simbolizar los cambios
que se han ido produciendo en nuestro concepto del matrimonio. Neptuno creó una
idealización casi irrealizable de la relación de pareja al tiempo que eliminaba
muchas de las restricciones sociales asociadas con ella. La generación que tiene
a Neptuno en Libra es la responsable de la difundida aceptación social de la
convivencia extra-matrimonial, así como de la creciente respetabilidad de las
relaciones homosexuales. Urano y Plutón han estado en Libra durante la época
adulta de los nacidos con Neptuno en este signo, y esto describe bien la
realización de lo que se anunció durante el tránsito de Neptuno por Libra.
Urano, que simboliza la revolución, y Plutón, que simboliza la ruptura, apuntan
a las crecientes cifras de divorcio y a la tendencia a contraer varios
matrimonios. Claramente, de estos tránsitos está surgiendo una nueva visión de
las relaciones humanas.
En general, los planetas en Libra
encaminan los problemas relacionados con ellos hacia las relaciones y la
armonía con los demás. Al mismo tiempo, tienden a funcionar de una manera más
ligera y no tan seria como en otros signos (especialmente en Escorpio, el signo
siguiente).
ESCORPIO
De los 210º a los 240º del Zodíaco
Elemento:
agua
Cuadruplicidad: fijo
Polaridad: negativo
Regente:
Plutón (tradicionalmente, Marte)
Exaltación
de mercurio
Exilio
de Venus
Caída
de Júpiter
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL La siembra.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL La siembra corresponde a una sepultura,
y reuniendo aquí, una vez más, a Marte y a Plutón, regentes de la agresividad
vital, el Zodíaco parece indicarnos que la muerte lleva en sí una nueva vida o
que, inversamente, una nueva vida pasa a través de la muerte. Sepulta bajo los
terrones, la semilla inicia una aventura emocionante y terrible, cumple el primer
paso en el largo camino que la llevará a la explosión primaveral. La
supervivencia está asegurada por la agresividad (Marte), por un desafío
preparado para el riesgo (Marte y Mercurio), por una voluntad vital pronta a
meterse en las situaciones más impensadas (Plutón), por un instinto lúcido de
autodefensa que excluye la afectividad pura (exilio de Venus), por un desprecio
de las tradiciones y del bienestar que consiente un auténtico y verdadero
"traspaso" a condiciones de vida extremadamente duras (caída de
Júpiter).
Escorpio es uno de los signos peor entendidos del zodiaco,
y uno de los que tienen peor reputación. Por más que tenga que ver con asuntos
muy serios, no se merece la mayoría de las cosas negativas que se han dicho de
él. Y en realidad, puede ser muy positivo.
En cuanto a la polaridad con su signo
opuesto, parece que Escorpio tuviera muy poco que ver con Tauro. En cierto
sentido, es más bien una prefiguración de Piscis. Representa el primer
enfrentamiento del ego con la muerte. Completa el proceso que se inició en
Libra, donde el individuo entraba en un diálogo con otra persona, pero ambos
seguían siendo entidades aparte. En Escorpio los dos se funden en uno en el
nivel emocional, y esta es la primera forma de muerte del ego.
Aunque lo dicho sitúe a Escorpio en el
esquema de los signos, no constituye su esencia, que es la transformación, una
transformación inherentemente mística. No es el misticismo cristiano, que es
sobre todo espiritual, ascético y negador del propio yo, sino un misticismo que
ve el poder de la transformación operando en la realidad cotidiana. En vez de
negar el universo físico para trascenderlo, Escorpio se sumergirá en su
condición física e incluso se anegará en ella para así trascendería.
Es el primer signo que tiene conciencia
de las alturas y los abismos del universo. Como siente la naturaleza relativa
de todas las cosas, declarará sin restricciones que no hay diferencia entre el
bien y el mal, y el resultado será que se lo interprete mal. Escorpio ve la
vida como una serie de muertes y resurrecciones, y en vez de empeñarse en
evitar estas vivencias, se precipita de cabeza en ellas para experimentar la
revivificación que producen.
En un nivel ordinario, esto se
manifiesta como la vocación de Escorpio por vivir intensamente. Nada se ha de
hacer de forma superficial. Es mejor tener una vivencia completa de algo que
una superficial de muchas cosas. Es obvio que es un signo dramático, al cual le
fascina la emoción, aunque tome la forma del dolor provocado por sus propias
vivencias. Para Escorpio es mejor sentirse mal que no sentir nada.
Además, le encantan los misterios. Disfruta excavando en las
profundidades de un problema o de una persona para ver qué sucede dentro. Como
consecuencia, se asocia a este signo con la investigación, la indagación y la
psicoterapia, y con la última por dos razones: ahondar en lo psíquico y tener
la oportunidad de ayudar a los demás a transformarse interiormente.
Ya sea con ánimo critico o por envidia, se dice con
frecuencia que Escorpio es un signo sumamente sexual. Pero si uno se refiere al
simple placer del sexo, Escorpio no va necesariamente por esa vía. Más aún, es
capaz de privarse completamente de actividad sexual, y sin embargo, hay una
relación entre este signo y la sexualidad. No es la búsqueda del placer lo que
lleva a Escorpio a lo sexual, sino la búsqueda de trascendencia. El orgasmo
ofrece una de las pocas experiencias de muerte del ego y trascendencia del yo
accesibles al ser humano común y corriente. Y también es una de las pocas
experiencias en las que se tiene la vivencia simultánea de la muerte y la
suprema gratificación del ego, algo característico de Escorpio, que no siente
tanto como los otros signos la necesidad de establecer una separación entre las
dos. Para un escorpiano, por más atractiva y sexualmente atrayente que sea su
pareja en otros aspectos, el amor que no contiene elementos dramáticos y de
intensidad emocional no durará.
Aunque este retrato es fundamentalmente
fiel a la naturaleza del signo, no es una imagen del todo exacta del Escorpio
típico. Más que la mayoría de los otros nativos, los de Escorpio tienden a
tener un aspecto común y corriente, y es fácil pasarlos por alto... mientras no
haya una confrontación. Entonces uno descubre que, a muy corta distancia de
Tauro, Escorpio es el segundo signo más fijo del zodíaco, y es el único signo
de agua que se avendrá a pelear. En realidad gozará incluso con la pelea,
porque es otra manera de disfrutar de una experiencia cumbre. La guerra
continua existiendo en parte porque permite que la gente viva al máximo de sus
capacidades, algo que al Escorpio le gusta especialmente. Como buen signo de
agua es sensible y es fácil que lo hieran, pero a diferencia de Cáncer y
Piscis, cuando se siente herido peleará, a menudo con fiereza.
La dificultad más
destacada de Escorpio con los demás está en la altura y la profundidad de su
entendimiento. Las emociones que siente suelen ser sumamente primitivas y no se
prestan a la comunicación verbal ni al análisis intelectual. Además, gran parte
de su conocimiento no es fácil de comunicar porque va más allá de la
comprensión de la mayoría de la gente. Con frecuencia, cuando Escorpio trata de
comunicar lo que ve, entiende o siente, los demás lo interpretan muy mal, de
modo que tienden a guardar silencio porque el malentendido resultante en este
caso es mejor que el que se origina en un fracaso de la comunicación. Los
Escorpios poco seguros de sí mismos pueden reaccionar ante las malas
interpretaciones culpándose y llegando a la conclusión de que interiormente,
algo anda muy mal en ellos. Bajo la carga de un sentimiento de decadencia y
corrupción internas, no se dan cuenta de que los “malos” pensamientos
que ellos albergan también los tienen muy a menudo los demás, aunque no tan
intensamente. De ahí la fama de reserva de este signo.
Todo esto puede dar como resultado que
Escorpio parezca meditando e inmerso en sí mismo. Como se trata de un signo
fijo, en él ni los sentimientos positivos ni los negativos se extinguen
rápidamente, y por ello muchos astrólogos lo han descrito como un signo
vengativo, que cultiva durante mucho tiempo sus resentimientos. Pero también es
lento para enojarse. Si no lo hieren repetidas veces o no lo hacen objeto de
insistentes insultos, Escorpio no es más vengativo ni más rencoroso que
cualquier otro signo.
LA
RELACION DE ESCORPIO CON PLUTON Y MARTE: Escorpio y Plutón están en buena
armonía. Ambos son símbolos de muerte y resurrección, y de transformaciones
importantes en general. Y los dos tienen que ver con los tipos de
transformación que se producen por obra de los procesos inherentes a todo
aquello que se transforma. Ambos son símbolos de introversión, y se los
encuentra en personas a quienes les interesa su estado interior y que sienten
intensamente las experiencias internas.
La principal diferencia entre estos dos
símbolos es de grado. Plutón, un símbolo planetario, es mucho más intenso, y de
esta intensidad obtiene una mayor conexión con el poder. Es mucho más probable
que un plutoniano desee el poder, y no un Escorpio. Pero en ambos casos, sea
cual fuere el poder que pueda obtener, el nativo está en peligro, a menos que
sólo lo use en beneficio de algo más grande y que lo trascienda.
Marte era el regente tradicional de
Escorpio antes de que se descubriera a Plutón, pero esta es una de las peores
afinidades entre signo y regente. Marte es fogoso, extravertido y abierto,
Escorpio es sutil y reservado. Ambos símbolos indican agresividad, pero la de
Marte es una confrontación directa, mientras que probablemente la de Escorpio
será tortuosa. Marte libera rápidamente su energía, y Escorpio lo hace con
lentitud o de una forma explosiva.
Pero además parece que desde la
antigüedad haya habido algún cambio en el significado de Escorpio. En los
textos antiguos, especialmente en el Astronomicon
de Manilio, se describe a Escorpio como más marciano de lo que es ahora. No
es necesario que aceptemos el zodiaco sideral para darnos cuenta de que los
signos tropicales pueden cambiar lentamente de significado a lo largo del tiempo.
Lo único que necesitamos es reconocer que las diferentes culturas ven los
símbolos de distinta manera. Escorpio es ahora mucho más plutoniano que
marciano.
EL EFECTO DE ESCORPIO SOBRE LOS PLANETAS: Cualquier planeta en
Escorpio puede convertirse en agente de la transformación del individuo. En
este signo, los planetas operan con intensidad, generalmente con intensidad
emocional. Los planetas de aire, como Mercurio no funcionan bien en Escorpio,
porque el carácter emocional del signo impide que haya el desapego necesario
para su funcionamiento. Por otro lado, la tendencia escorpiana a personalizar
todas sus vivencias funciona mal con los planetas
sociales. Así Venus en Escorpio, sin tener problemas graves, de todos modos es
menos capaz de mantener el desapego o la objetividad en las relaciones en que
pueda comprometerse.
De la Luna se dice a menudo que esta
gravemente debilitada en Escorpio, pero yo no me inclino a coincidir con tal
idea. En esta posición, puede ser difícil de entender para los demás, pero por
lo menos está en contacto con sus propios sentimientos. Y ciertamente no es una
Luna que se incline a reprimir las emociones.
Varios planetas en Escorpio aumentarán
tanto el carácter emocional como la obstinación en la carta. Tal vez el nativo
no comunique los problemas asociados con estos planetas con tanta claridad como
los demás desearían, pero generalmente él los ve tal como son.
SAGITARIO
De los 240º a los 270º del Zodíaco
Elemento: fuego
Cuadruplicidad: mutable
Polaridad: positivo
Regente: Júpiter
Exilio
de Mercurio
Caída
de Plutón
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El comienzo de la germinación.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL La semilla comienza a adaptarse al
ambiente circundante, los terrones que la cubren ya no son una tumba, sino que
se transforman en el vientre materno, refugio cómodo y protector (Júpiter),
mundo estimulante que acoge el milagro de la metamorfosis (Neptuno). La primera
manifestación vital de la semilla en germinación es el movimiento inquieto de
las células; a partir de ellas se desarrollará la planta futura (Neptuno); la
tensión se concentra en la actividad física, mientras pasa a un segundo orden
la actividad intelectual (exilio de Mercurio). La adaptación al ambiente
representa también una toma de posición, un asentamiento que acompaña a la
inquietud neptuniana de un deseo de estabilidad (Júpiter, caída de Plutón).
Con Sagitario entramos en la etapa del desarrollo
simbolizada por los cuatro últimos signos. Como usted recordará, los signos que
van de Aries a Cáncer se relacionan con la evolución del individuo como tal, y
los que van de Leo a Escorpio, con la evolución del individuo frente a los
demás en las relaciones personales.
Los cuatro últimos signos describen la
integración del individuo en la sociedad como un todo. Aquí el término
"sociedad" tiene un significado mucho más abstracto que en el segundo
grupo de signos. El individuo se relaciona no sólo con las personas a quienes
conoce, sino también con la trama misma del orden social, de la que no siempre es
posible tener una vivencia personal.
El concepto clave de Sagitario es el del individuo que se
enfrenta con un contexto social y aprende a entenderlo y a expresar en él su
voluntad. Es el más avanzado de los signos de fuego, y la expresión de la
voluntad en él debe trascender la expresión puramente personal de sí mismo. Sin
embargo, por ser el primero de los cuatro signos
sociales, es el más ambivalente en su relación con el orden social. Valora la
libertad personal y la expresión de sí mismo tanto como cualquier otro signo de
fuego, y por lo tanto puede tener problemas para adaptarse a las restricciones
del orden social en sentido amplio. Sin embargo, es un signo incapaz de eludir
su relación con la sociedad, y por eso busca un papel social que le permita
expresarse al máximo y al mismo tiempo hacer algo socialmente útil. Sagitario
está asociado con el idealismo, con las personas que no pueden aceptar el orden
establecido y quieren reformar la sociedad. Pero, ambivalente como es,
simboliza también a aquellos que actúan como portavoces del orden social y lo
mantienen intacto.
En cualquiera de los dos casos, la relación del individuo con
la sociedad es bastante abstracta. A Sagitario le interesan más los principios
y las pautas generales que los detalles de su puesta en práctica. Recuerde la
relación de Aries con Tauro, en la que Aries funciona como la voluntad
abstracta e incorpórea que recibe su cuerpo físico en Tauro, el signo de
tierra. Sólo mediante el encuentro con el principio
de tierra puede manifestarse la voluntad de Aries. De modo similar, Sagitario
enuncia los principios de cohesión social aunque él mismo sea ambivalente
respecto de su relación con la sociedad, y luego Capricornio busca la manera de
llevar a la práctica tales principios.
Como a otros dos signos mutables, en la
bibliografía más antigua a Sagitario se lo solía considerar un signo dual. La
dualidad no es un concepto especialmente fecundo para explicar a Géminis o a
Piscis; lo es más con Sagitario, que se siente ambivalente con respecto a su emplazamiento
en el esquema del zodíaco, y por eso hay dos tipos distintos de sagitarianos.
(En los viejos libros se asociaba a estos tipos con la primera y la segunda
mitad del signo, pero yo no considero fiable esta asociación).
El primer tipo es una personalidad clásica del signo de
fuego, amante de la libertad. Este signo está ávido de espacio para moverse y
de libertad para expresarse. Generalmente es
exuberante y simpático, pero no del todo fiable cuando se trata de mantener
acuerdos. Tampoco es demasiado coherente, sino sumamente mutable. Aunque este
signo va mucho más allá que Libra, se resiste a atarse en sus relaciones, y no
porque prefiera estar sólo, sino porque desea ser libre de relacionarse con
quien sea, donde sea, sin límites impuestos por la convención social. Le
encanta encontrarse con experiencias nuevas y no se siente especialmente atado
a la tradición.
El segundo tipo de Sagitario se integra con éxito en el orden
social y le preocupa la trama de este orden. Tiene necesidad de estudiarlo todo
en el mundo para poder relacionar cada parte con todas las demás. Así, es
probable que le atraigan las ciencias, la filosofía, la religión o cualquier
otra disciplina que revele la recíproca conexión de todas las cosas. Le
interesa la sabiduría, y la prefiere al mero
conocimiento: una idea es buena sólo en la medida en que ayuda a entender el
mundo y nos permite vivir con más eficacia en él. Pero (y esto es válido para
ambos tipos de Sagitario), es probable que sus ideas sigan siendo abstractas.
Ninguno de los dos tipos disfruta trabándose en lucha con los detalles que
implica llevar a la práctica lo que entiende, pero el segundo está más
dispuesto a hacerlo. Aunque este tipo es también muy mutable, en la medida que
se adapta a la adversidad en lugar de enfrentarse con ella, es mucho más
coherente que el otro.
Ambos tipos disfrutan de los viajes, a
los que ven como una forma de expandir la conciencia, y a la vez como una
liberación de las restricciones de la vida cotidiana. También ambos son
idealistas, pero al segundo le resulta más fácil separar lo real de lo ideal.
No hay manera de saber a partir del
horóscopo con qué tipo estamos tratando, porque en realidad son dos fases en el
desarrollo de un tipo único. El Sagitario de la primera clase puede evolucionar
hasta convertirse en el segundo si las influencias ambientales lo permiten. Un
Saturno fuerte puede ser causa de que el primero se convierta tempranamente en
el segundo.
LA
RELACION DE SAGITARIO CON JUPITER: Lo que es válido para Júpiter suele serlo también
para Sagitario. Los dos se interesan por la integración social, por el punto de
vista holista, por el derecho, la filosofía y la religión. Ambos simbolizan al
individuo que intenta salir de sí mismo para enfrentarse al ancho mundo.
Pero hay diferencias: Sagitario es mucho
más cambiante que Júpiter, más amante de la libertad y más irresponsable, y es
menos probable que simbolice la adquisición de bienes materiales. Además, como
es un signo (y por lo tanto un símbolo menos poderoso que un planeta), no es
tan probable que caiga en excesos ni que sea un indicador de derroche,
desmesura o arrogancia.
Otra diferencia importante es que
Júpiter tiene un aspecto de cuidado y protección mucho más fuerte que
Sagitario. Este último, un signo de fuego, está demasiado pendiente de su
libertad individual y de su propia expresión como para que realmente se sienta
feliz asumiendo la responsabilidad de cuidar y proteger a otras personas.
EL
EFECTO DE SAGITARIO SOBRE LOS PLANETAS: Los planetas en
Sagitario incrementan la cantidad general de mutabilidad y fuego en una carta,
e indican un deseo de libertad. Sagitario se lleva muy bien con Marte, Urano y
el Sol, que actúan con rapidez, son enérgicos y no se resisten al cambio.
Mercurio, que tradicionalmente está en detrimento en Sagitario, no parece estar
tan mal allí; su principal dificultad es que pierde la capacidad de obrar con
precisión y de ocuparse del detalle.
Evidentemente, Sagitario tiene cierta incompatibilidad con
Saturno. Hace que éste intente interesarse por ideas amplias y globales, que de
todas maneras siguen generándose en el minucioso y
detallado enfoque saturniano. Pero esto no es un problema grave a menos que
Saturno ocupe un lugar muy destacado en la carta.
Los planetas con un fuerte componente emocional
quizá no tengan dificultades en Sagitario, pero no operan de manera totalmente
acorde con su naturaleza. Venus, por ejemplo, se muestra renuente a establecer
relaciones vinculantes. No es que no se interese por lo sexual, pero tiende a
preferir la amistad a un vinculo sexual más convencional. La Luna funciona
bastante bien, pero no parece mucho una Luna: por ejemplo, no hay tanto gusto
por la tradición ni el mismo contacto con las propias raíces.
Neptuno que está en Sagitario cuando
escribo esto (1980), ha estimulado más allá de todo límite el aspecto idealista
del signo. En coincidencia casi exacta con su llegada a Sagitario, en 1970, se
inició el florecimiento de gurus y cultos
característicos de esa década.
CAPRICORNIO
De los 270º a los 300º del Zodíaco
Elemento: tierra
Cuadruplicidad: cardinal
Polaridad: negativo
Regente: Saturno
Exaltación
de Marte
Exilio
de la Luna
Caída
de Venus
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El letargo invernal.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL La semilla enterrada afronta el
período, más difícil, cuando todo parece aliarse en contra suyo. La lucha por
defenderse del hielo mortal, enemigo de la vida, debe ser conducida con la
ayuda de la razón (Saturno), regida por la fuerza de decisión práctica (Urano)
y por una agresividad concentrada en la autodefensa (Marte) sin concesiones a
la piedad ni al sentimentalismo (exilio de la Luna). La dureza afectiva, la
indiferencia a la alegría de los contactos humanos y la consiguiente
misantropía son indispensables para regir el peso de una soledad impuesta por
la naturaleza (caída de Venus).
Capricornio tiene poco de la ambivalencia de Sagitario. De
orientación muy social, se siente totalmente cómodo en un contexto definido por
su entorno social. Aunque de polaridad negativa, está lejos de ser pasivo.
Puede permitir que el mundo exterior defina sus criterios referentes a lo que
es y no es real, importante y aceptable, y una vez que ha aceptado estas
definiciones y que se ha enorgullecido incluso de aceptarlas, se dedica con
entusiasmo a jugar la partida de acuerdo con esas reglas.
Para comprender de verdad a Capricornio
es necesario comprender el conjunto de los símbolos que, en el horóscopo,
representan al padre, y del cual este signo forma parte. Capricornio está
sometido en grado sumo a la influencia de figuras de autoridad y a la de
quienes pretenden tener un conocimiento universalmente aplicable (es decir,
objetivamente real). Tiende a poner bastante poco énfasis en su punto de vista
subjetivo. Sin embargo, y aquí hay una manifiesta contradicción, evita las
abstracciones que no es posible llevar a la experiencia. A Capricornio le
interesa tener una idea objetiva de la verdad, pero que al mismo tiempo se
pueda experimentar. De este modo llega a una idea de la verdad a la que
confiere una realidad absoluta.
Y la
verdad debe ser operativa, lo cual significa que Capricornio, además de aceptar
lo que la sociedad considera real, se dispone a ser eficaz en forma práctica. La eficacia es algo que los capricornianos desean
sobre cualquier otra cosa. La idea de depender de los demás y de no estar bajo
su propio control les aterroriza. Prefieren ser ellos quienes controlen, aunque
generalmente tienen demasiado sentido de la responsabilidad para enloquecerse
por el poder.
Capricornio desea emplear las normas que
le han enseñado sobre el mundo exterior lo mejor que pueda para erigir un
monumento a su propia existencia. Quiere poder decir al mundo: "Yo hice
eso, yo lo construí". Y lo que construya debe ser importante no sólo para
él, sino también para el mundo cuyas normas ha intentado dominar.
No sólo durante la juventud está
Capricornio particularmente sometido a la autoridad en la determinación de sus
opiniones sobre la realidad; más adelante se convierte en la encarnación misma
de esa autoridad. De nuevo tenemos la asociación entre Capricornio y el
arquetipo paterno: la energía que dice al niño que no sólo debe estar
interesado en su propia vida, sino que también debe llegar a entenderse con lo
que existe fuera y más allá de él. Así como Cáncer es el signo que manifiesta
el sistema de apoyo del niño. Capricornio es el signo que manifiesta la energía
que lo empuja a salir del hogar y aventurarse en el mundo.
Tanto Sagitario como Capricornio pueden
adoptar el papel de representantes del orden social, pero difieren en la forma
de hacerlo. A Sagitario le interesan los principios unificadores de la sociedad
y las teorías de la integración social. Es frecuente que desee entender sin
otra meta que la expansión de su propia conciencia (por más que no le fascinen,
como a Géminis, las ideas solamente en cuanto tales). A Capricornio a en
cambio, no le interesan tanto los principios como su supuesta práctica. Quiere
saber lo que es “realmente real” a no lo que es teóricamente verdad. Le
importan más los detalles del orden social que su carácter general.
Podríamos considerar que Sagitario es el
filósofo académico del orden social y Capricornio el hombre de negocios. Una
vez más, el signo de tierra que lo sigue facilita la manifestación en el plano
físico de los principios del signo de fuego.
Es obvio que Sagitario y Capricornio
deberían formar equipo. Sin embargo, su psicología es tan diferente que les
cuesta llevarse bien. A Sagitario le molesta lo que para él es el tosco
materialismo de Capricornio, y a éste le molesta la tendencia de Sagitario a
perderse en aéreas abstracciones evitando la responsabilidad de tratar con el
mundo "real." Sin embargo, cuando consiguen llevarse bien, la
combinación del entendimiento de Sagitario con la efectividad práctica de
Capricornio es verdaderamente impresionante.
El único problema grave de Capricornio es que está tan
empeñado en ser eficaz en el mundo "real" que no le resulta fácil
jugar. Para él, una actividad sólo es justificable si es importante. Esto lo
lleva a ser exageradamente serio y a racionalizar. Puede haber algo que
Capricornio haga con verdadero placer, pero si sólo es placentero no le basta.
Tiene que estar seguro de que, además de placentero es socialmente importante.
Por lo tanto -tal es su razonamiento- él tiene más derecho a lo que le
proporciona placer del que tienen otros a sus diversiones menos
"importantes". A Capricornio le gusta darse palmaditas en la espalda
por "cumplir con su deber" cuando en realidad sólo está haciendo algo
que le gusta. Con frecuencia, identifica el juego con el trabajo.
A pesar de su naturaleza seria, este
signo ha producido una abundante cosecha de humoristas. El humor es
generalmente de un tipo seco y autocrítico más bien que juguetón, y esta es probablemente
la manera que tiene Capricornio de mantener un sano equilibrio ante su
tendencia a buscar lo importante.
LA
RELACION DE CAPRICORNIO CON SATURNO: Son muy
similares. Ambos pugnan por alcanzar logros materiales, y muestran un intenso
interés por el reconocimiento social. Los dos son símbolos de abnegación y de
la postergación de gratificaciones inmediatas en favor de necesidades a largo
plazo. Ambos están fuertemente conectados con el padre y con todos los símbolos
de autoridad y control, y son muy disciplinados. Pero, en general, Capricornio
se parece más a un Saturno positivo: no es tan represivo como el planeta.
En realidad, las principales diferencias
entre Capricornio y Saturno son de fuerza y de grado. Es decir que si Saturno
está en aspecto con un planeta, el efecto es mucho más poderoso que si este
planeta está en Capricornio. Estar en Capricornio casi nunca significa una
negación grave de la energía de un planeta en la forma en que puede
significarlo estar en aspecto con Saturno. Capricornio sólo puede convertirse
en una influencia tan difícil como la de Saturno en una carta con una pesada
carga de tierra y con los signos y planetas de fuego inactivos.
EL EFECTO DE CAPRICORNIO SOBRE LOS
PLANETAS: Los planetas en Capricornio tienden a incrementar la orientación
del nativo hacia la realidad y pueden limitar su capacidad para salirse del
punto de vista social en el que lo educaron. Por ello, en este signo funcionan
mejor los planetas que no se interesan especialmente por la libertad y la innovación.
Para Urano, es probable que no sea Capricornio el mejor de los emplazamientos,
ni tampoco para Júpiter, aunque he observado que esta última combinación no es
tan tensa como Saturno en Sagitario. Es frecuente que a Júpiter le encante
prestar atención al logro de una importante posición social.
Algunas
autoridades en la materia opinan que Júpiter en Capricornio puede significar
problemas con el padre. Pero yo no creo que Júpiter, que permanece un año en
cada signo, pueda echar a perder todo un año de relaciones de los hijos con sus
padres por el simple hecho de estar en Capricornio. Por supuesto que la
relación padre-hijo puede tensarse si Júpiter en Capricornio es dominante
también en otros aspectos. Mi propia sensación es que se trata de una de esas discusiones
tan sutiles que no es posible zanjarlas.
De Marte se dice que está en exaltación
en Capricornio. Esto no es del todo coherente, ya que nadie podría esperar que
la combinación de las energías marcianas con las saturnianas de Capricornio
fuera fácil. Sin embargo parece que en este signo la energía de Marte se aparta
de su estrecha orientación hacia el ego y recibe una base social más amplia, de
modo que es más probable que los demás respeten sus intenciones.
Los planetas sumamente emocionales no
funcionan bien en Capricornio, porque este signo tiende a reprimir la emoción
en aras de la disciplina. La Luna se encuentra aquí en una situación
particularmente difícil, porque Capricornio no le permitirá que disfrute
dependiendo de los demás, un modo de relación que en algún momento de la vida
es absolutamente esencial para la Luna.
Tampoco es el mejor lugar para Venus,
porque es probable que sus criterios emocionales a la hora de elegir se
encuentren subordinados a criterios prácticos. Venus en Capricornio puede
indicar también una atracción por las personas mayores, que pueden servir tanto
de figuras de autoridad como de amantes o como un sustituto paterno.
Sean cuales fueren las inclinaciones
normales de un planeta, en Capricornio se ven sometidas a consideraciones
prácticas y deben ponerse al servicio de la necesidad de eficiencia del signo.
Si esto no se consigue, su forma de funcionar es ambigua y por lo tanto tensa.
¡Cómo debe ser, pues Neptuno en Capricornio!
ACUARIO
De los 300º a los 330º del Zodíaco
Elemento: aire
Cuadruplicidad: fijo
Polaridad: positivo
Regente Urano (tradicionalmente, Saturno)
Exaltación
de Neptuno
Exilio
del Sol
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El desarrollo de la raíces.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL La metamorfosis de la semilla,
embrionaria en sagitario, se retoma aquí con máximo impulso (exaltación de
Neptuno), se vuelve definida y evidente. Las raíces que se hunden en la tierra
están guiadas por la razón (Saturno), acompañada por un instinto seguro de
adaptación cotidiana a las circunstancias (Urano). La semilla ya se ha
transformado en una pequeña planta de individualidad precisa y al mismo tiempo
disponible, dúctil, alejada de cierto rigor orgulloso y de una afirmación
demasiado neta de la personalidad, que podrían comprometer la supervivencia
(exilio del Sol). La forma se adapta al tiempo en lugar de intentar dominarlo
(exaltación de Neptuno).
Con Acuario entramos en el último par de signos, que
completa la evolución del individuo arquetípico. En Aries empezamos por la
afirmación más puramente individualista del yo. Tras haber ido construyendo los
diversos aspectos del yo, y luego socializándolos, llegamos a Acuario, donde la
socialización se completa.
Acuario
es el signo del individuo como unidad cooperativa del grupo. Es un signo en el
que al menos teóricamente el ego individual y sus necesidades se subordinan a
las de la unidad social más amplia de la que el individuo forma parte. Digo
teóricamente porque lo que en realidad sucede suele ser muy diferente.
Es verdad que Acuario está en su
elemento formando parte de alguna clase de grupo social, así como Libra lo está
formando parte de una pareja. Los acuarianos son gregarios y disfrutan con las
interacciones sociales. Valoran las amistades y respetan lo que se puede lograr
mediante el esfuerzo del grupo. Es como si para ellos ninguna actividad tuviera
sentido si no posee una dimensión social. Pero así como Libra tiende a ser la
persona dominante en una relación, Acuario tiende a ser el miembro dominante en
un grupo. Como los nativos de Libra, los de Acuario necesitan la interacción
social para definirse, pero son individuos fuertes y con tendencia a dominar.
Para poder entender a Acuario, hay que
recordar que su signo opuesto es Leo, el signo del individuo completo, fuerte y
que confía en sí mismo y en sus propias fuerzas. El ego está totalmente
desarrollado, incluso en exceso. Acuario es el signo de la completa
socialización del ego, un ego tan fuerte como el de Leo, pero mientras que éste
deriva su sentimiento del yo de una conciencia exclusiva de sí mismo, la
conciencia de sí que tiene Acuario proviene del grupo, cuyos intereses
identifica como propios, Leo dice: "Yo soy grande y magnífico en mi
mismo", y Acuario dice: "Yo no soy nada más que la encarnación de lo
que quiere la sociedad". Dicho de otra manera, cuando Leo es egotista lo
es abiertamente; en cuanto a Acuario, es más probable que sea un egotista
encubierto. Esto no quiere decir que todos los nativos de este signo sean
egotistas, sino simplemente que los acuarianos derivan su sentimiento del yo de
una identificación con algo exterior a ellos mismos.
Paradójicamente, este signo de orientación social puede
producir pensadores radicales o innovadores que parecen sumamente
individualistas y autosuficientes, y que dan la impresión de no necesitar para
nada la aprobación de la sociedad. Pero de hecho, aun cuando el radical o el
reformador acuariano no necesite estar vinculado con la sociedad como un todo,
necesita siempre algún tipo de grupo con el cual identificarse. Generalmente,
ese grupo se considera, como encarnación de la sociedad, más válido que el
orden social vigente. Además, la mayoría de los ideales radicales de Acuario
tienen consecuencias sociales. Este signo no se conforma simplemente con perfeccionarse;
su deseo es perfeccionar a toda la sociedad. Ama intensamente la libertad, pero
se trata de la libertad de cambiar la sociedad entera para que se convierta en
lo que él piensa que debe ser. No es feliz dejando que los demás sean libres si
la idea de libertad de ellos difiere de la suya. Después de todo, es un signo
fijo, y por más radicales (o, para el caso, por más convencionales) que sean
sus ideas, una vez que ha llegado a ellas no es fácil
que las cambie.
Uno
de los verdaderos problemas de Acuario proviene a la vez de su orientación
social y de su condición de signo de aire. Los acuarianos tienden a tener
fuertes ideales sociales respecto de cómo debe ser la gente, pero no se
relacionan fácilmente con los demás como individuos, salvo quizás en la medida
en que éstos encarnen problemas sociales. Acuario es el signo del humanitario
que ama a toda a toda la humanidad, pero a ningún ser humano individual. Por
ser un signo de aire, no se encuentra especialmente cómodo en el dar y recibir
emocional que implica una relación personal de intimidad. Los acuarianos se
sienten más a gusto con la amistad que con el amor.
Me he detenido en los aspectos
problemáticos de Acuario para contrarrestar la propaganda en la bibliografía
astrológica más reciente sobre la inminencia (o la presencia, según a quién
leamos) de la Era de Acuario, en la cual todos los males sociales de la Era de
Piscis se repararán milagrosamente. Si la era que se avecina es realmente
acuariana, puede ser una época en la cual se arranquen despiadadamente y de
raíz las consideraciones individuales, los vínculos de amor emocional y los
lazos de la tradición, en favor de diversos órdenes utópicos concebidos por
completo en la mente y donde no tengan nada que ver el corazón.
Sin embargo, Acuario posee muchos puntos
fuertes. Al ser un signo de aire, tiene una visión de las cosas desapegada e
imparcial. Se preocupa auténticamente por el bien de todos, y no sólo por el
propio. Es un signo idealista, con un fuerte compromiso con sus creencias.
Además, está excepcionalmente libre de restricciones impuestas por el pasado y
por la tradición (un atributo que tiene sus lados buenos y malos).
El principal fallo de Acuario es que se
compromete con la sociedad, algo que de hecho no es más real que el individuo.
En realidad, es menos real: la sociedad no es sino un grupo organizado de
individuos. Y el nivel de organización existente no es aún lo bastante complejo
para que alguna sociedad llegue a tener una existencia orgánica propia. Es
decir que una sociedad no es un ente viviente, de la misma manera que lo es un
individuo. Si considerarnos la sociedad como una entidad válida necesaria para
el mantenimiento de la vida humana, la identificación del acuariano con alguna
forma de orden social es válida. Pero si la vemos como una entidad abstracta
sin ninguna existencia orgánica real, esta identificación es dañina.
Corresponderá a Piscis lograr la verdadera y universalmente válida
identificación con algo que va mas allá del yo.
LA RELACION DE ACUARIO CON URANO Y
SATURNO: En mi opinión, Acuario y Urano constituyen uno de los peores paralelos
entre signo y regente. Urano trasciende lo social y el ego. Sumamente
individualista, llega incluso a ser antisocial en muchas ocasiones. Más
auténtico amante de la libertad que Acuario, está más dispuesto a conceder
libertad a las ideas diferentes de los demás. Y mientras que Acuario es fijo, Urano es inestable y mutable, y necesita
de un cambio constante.
Hay, sin embargo, ciertas similitudes.
Tanto Acuario como Urano son de aire, aunque yo creo que el planeta tiene
también algo de fuego. Ambos se inclinan hacia las ideas radicales e
innovadoras. Los dos tienden a ser despiadados e insensibles en su persecución
de lo correcto, y ninguno es un símbolo especialmente emocional ni cálido.
Hay también un lado saturniano en
Acuario. Saturno, su regente tradicional, es mucho más fijo que Urano. De una
manera que en éste no se da. Saturno está más orientado hacia la sociedad, por
oposición al individuo. Igual que Acuario y Urano, no se entiende bien con las
emociones. Pero Saturno es por lo demás muy terreno, y no se complace en las
abstracciones en la misma medida que Acuario y Urano. Parece como si el
simbolismo acuariano reflejara una mezcla de Saturno y Urano, en vez de ser un
reflejo del uno o el otro.
EL
EFECTO DE ACUARIO SOBRE LOS PLANETAS: Este signo es
más benéfico para las energías planetarias que son de aire y/o tienen una
orientación social. El aéreo Mercurio y el socialmente orientado Júpiter están
emplazados en Acuario, así como Saturno, por las razones que ya he expuesto.
Aunque el Sol está tradicionalmente en
detrimento o exilio en Acuario, no parece que se encuentre aquí con ningún
problema grave, aunque por supuesto no se le permite una expresión centrada de
si mismo. Lo mismo vale para Marte, que aunque no está especialmente mal
emplazado en Acuario, si tiene en este signo una expresión más social que en
otros emplazamientos.
Los planetas emocionales como Venus y la
Luna tienen más dificultades en Acuario. Venus tiende en este caso a la
camaradería más que al amor, y la Luna se ve presa de una pugna entre su
emotividad natural, su apego al pasado y a lo que es familiar, y la sequedad
emocional del signo. Una Luna en Acuario puede o no estar perturbada, pero no
es casi nunca una Luna típica.
PISCIS
De los 330º a los 360º del
Zodíaco
Elemento: agua
Cuadruplicidad: mutable
Polaridad: negativo
Regente: Neptuno (tradicionalmente, Júpiter)
Exaltación
de la Luna
Exilio
de Mercurio
Caída
de Urano
CORRESPONDENCIA ESTACIONAL La última fase de la vida
subterránea.
SIMBOLOGIA ESTACIONAL La pequeña planta nacida de la semilla
ha completado su formación, y la voluntad de metamorfosis que aún la impulsa
(Neptuno), a partir de ahora se relaciona con la adaptación a la vida en la
superficie. La protección del vientre terrestre es materialmente
insignificante, pero simbólicamente importantísima: en este punto zodiacal se
presenta en efecto el trauma de la separación de la madre (exaltación de la
Luna). La sensibilidad se agudiza al máximo (Luna y Neptuno) para captar
cualquier amenaza exterior, y en el mecanismo de defensa del individuo la
sensibilidad sustituye a la técnica y a la percepción intelectual (exilio de
mercurio, caída de Urano). El hedonismo asume formas algo blandas de
autocomplacencia (Júpiter, Neptuno, Luna) y se orienta hacia la búsqueda de
protección afectiva.
Con Piscis se completa el
ciclo: el individuo arquetípico ha llegado a la etapa final de su evolución.
Esto, sin embargo, no se ve con claridad en las descripciones tradicionales del
signo. Así como hemos insistido en algunos de los aspectos más negativos de
Acuario para equilibrar el material excesivamente acrítico que se ha escrito
sobre él, con Piscis debemos hacer lo opuesto. He observado que, de todos los
tipos del zodiaco, con la excepción posible de Virgo, los Piscis son los que
tienen la peor imagen de su signo. Esto se debe a los escritos astrológicos, y
no a los fallos intrínsecos de las personas de este signo.
El problema no reside en que sea un
signo débil, insulso o falto de energía, sino en que simboliza la etapa más
difícil de la evolución humana, la trascendencia del yo. En este aspecto,
Piscis continúa el proceso que se inició en Acuario, pero con una diferencia.
En Acuario el yo está sumergido en -o,
dicho con más precisión, identificado con- el grupo social, lo que con
frecuencia da como resultado un ego envanecido que se disfraza de humilde. Y,
tal como he señalado al hablar de Acuario, es cuestionable que el grupo social
al que uno pertenece sea una entidad superior a uno mismo.
Piscis no se subordina a un grupo
social, sino al universo mismo y a lo que lo mueve, Sea lo que fuere lo que uno
sienta sobre Dios, hay algo que hace que el universo (en latín, lo "convertido
en uno") sea una Unidad. El ego -nacido, evolucionado, completado y
socializado a lo largo de los demás signos- se entrega ahora, en Piscis, a algo
superior. Los sistemas personales de la realidad , las ideas personales del
bien y del mal, han de subordinarse ahora a Lo Que Es. En el lenguaje del
misticismo, Piscis simboliza la entrega del alma a Dios. Sin embargo, son pocos
los individuos que lo logran. Es algo difícil de realizar a medias, y una
entrega incompleta de sí mismo puede llevar al desastre.
Hay otro aspecto de Piscis que es
preciso entender: es a la vez un final y un comienzo. El zodíaco no es un
circulo, sino una hélice, de modo que cada vez que uno lo rodea ha cambiado
además de nivel. Piscis es la última fase de cada giro de la hélice, pero es
también la fase que precede a Aries. En cuanto tal, representa la etapa previa
al nacimiento de un ser nuevo. De hecho Piscis, al término de un ciclo que
indica una entrega del yo maduro, es un preludio del renacimiento en un nivel
superior en el próximo encuentro con Aries. Por eso se lo puede considerar
tanto como el estado de conciencia que precede al ego como el que le sigue.
En la estructura del ego se genera la
naturaleza del sistema de realidad de cada cual. Así podemos ver que Piscis es
un Signo que o bien todavía no ha llegado a desarrollar un sistema de la
realidad, o acaba de trascenderlo (esto es lo que condiciona el carácter
altamente imaginativo del signo).
El símbolo de Piscis son dos peces que nadan en direcciones
opuestas, y como sucede con Sagitario y Géminis, a Piscis se lo considera
tradicionalmente como un signo dual. En él hay dos tipos de nativos: el
avanzado (Piscis en la última etapa de la evolución del ego o yo arquetípico) y
el primitivo (Piscis como simplemente la etapa previa a un nuevo comienzo en
Aries).
En ninguno de los dos tipos se encuentra
un ego tan fuertemente definido como en otros signos. Por lo tanto, es menor el
deseo de hacerse valer, de ser algo en particular. Ambos tipos de Piscis son
sumamente receptivos. En el tipo primitivo esto conduce a la pasividad y la
inacción, y a una actitud de víctima porque el nativo no está dispuesto a
asumir responsabilidades. En el tipo avanzado, es causa de un deseo de conocer
la verdad en un nivel espiritual profundo, e incluso de sacrificarse por ella.
Se trata de una manifestación del mártir, en el verdadero sentido de la
palabra, en cuanto opuesto a la víctima.
Como ya he dicho, o bien el sistema de
la realidad no está fuertemente desarrollado en el tipo primitivo, o bien el
nativo se desprende de él en el tipo avanzado, y esto le da la capacidad de
contactar con realidades alternativas, de ver aspectos del ser que otras
personas consideran imposibles. El tipo primitivo suele quedarse simplemente en
la confusión.
Ambos tipos pueden atisbar cosas
invisibles para la mayoría. Piscis esta conectado con la capacidad psíquica
(aunque se necesita mucho más que una fuerte influencia de este signo para que
alguien tenga dotes psíquicas, y tampoco es necesario ser un Piscis si las
otras indicaciones son fuertes). En la mayoría de la gente de este signo, la
tendencia psíquica se expresa como una sensibilidad ante las personas que los
rodean, que les permite captar con facilidad energías e impresiones. Como
Piscis tiende a tener la vivencia de estas energías como si fueran propias,
cuando son muy negativas ambos tipos tienden a debilitarse.
Para ninguno de los dos las cosas son
tan claramente distintas unas de otras como podrían serlo para otro signo. Las
categorías están debilitadas. El Piscis avanzado ve en el universo mucha más
unidad que la que otros pueden percibir de forma inmediata, mientras que,
también en este aspecto, el tipo primitivo sólo llega a sentirse confundido.
Atrapado en un mundo donde todavía no
esta del todo dispuesto a entrar, es probable que el tipo primitivo busque
cobijo en la fantasía, e incluso el tipo avanzado se refugia con frecuencia en
un mundo privado en el que muy pocos son admitidos. El aire de lejanía de
muchos Piscis es, en realidad, la consecuencia de su hipersensibilidad.
Debido a su carencia de énfasis en el
ego, es frecuente que el tipo Piscis se sienta atraído por los servicios
sociales, como cuidar a los enfermos físicos o mentales, o de otras personas
que necesitan que se las atienda. Esto puede parecer similar al idealismo
social de Acuario, pero en Piscis no se da la identificación del yo con el
grupo que puede dar como resultado un envanecimiento encubierto del ego. En
Piscis el yo está más auténticamente subordinado.
Pero
hay un peligro en la clase de servicio de este signo. Un Piscis primitivo puede
tratar de fortalecer un ego vacilante ocupándose de quienes a él le parecen
menos afortunados. El problema está en que, para mantener su posición de
primacía, estos nativos tienen que asegurarse de que las personas a quienes
están “ayudando” jamás mejoren. Esta clase perniciosa de egotismo encubierto es
también un peligro con Neptuno.
La mayoría de estos nativos no son tipos
primitivos ni avanzados, sino mezclas en diversos grados. Un individuo puede
ser sensible y compasivo, y sin embargo, al mismo tiempo, la víctima de las
energías negativas de su entorno, o tener conciencia de las posibilidades
infinitas que hay en el universo y, no obstante, sentirse al mismo tiempo
confundido por ellas. Ya sea que se considere a los Piscis como seres que
entran en el mundo o que salen de él, en todo caso nunca están completamente
aquí. Deben llegar a entenderse con los sistemas convencionales de la realidad
cuando de hecho ellos pueden tener algo superior: este es el dilema central del
signo.
LA RELACION DE PISCIS CON NEPTUNO Y
JUPITER: La conexión entre Piscis y Neptuno es fuerte. Ambos son símbolos
de trascendencia del ego y de unión con el infinito. Los dos confieren además
mucha sensibilidad e imaginación. Y en ambos, la imaginación puede pecar por
exceso y convertirse en ilusión y engaño. Incluso los conflictos asociados con
Neptuno se encuentran en Piscis. Ambos se relacionan con el sacrificio y la
condición de víctima; los dos significan con frecuencia la carencia de un ego
fuerte; ambos son muy acuáticos, con todo lo que ello implica.
No es fácil ver a Júpiter como regente
de Piscis. Allí donde tanto Neptuno como Piscis ponen fuertemente el acento
sobre la fe, Júpiter quiere conocimiento. Donde Neptuno y Piscis tienden a
retraerse y a ser pasivos, Júpiter suele hacerse valer e incluso ser arrogante.
Quizá la principal relación sea que Júpiter, como Piscis y Neptuno, tiene una
dimensión religiosa. Esto se deriva directamente de la asociación jupiteriana
con la integración, con la relación entre las partes y el todo. Pero Júpiter
está mucho más asociado con la teología que con la experiencia mística directa:
es el sacerdote, más bien que el místico. Por lo tanto, aunque esté bastante
bien emplazado en Piscis, tenemos que asignar este signo a Neptuno.
EL EFECTO DE PISCIS SOBRE LOS PLANETAS: El hecho de tener varios
planetas en Piscis tiende a reducir la fuerza de la personalidad, junto con
incrementar su nivel de empatía y su receptividad ante los demás. Los planetas
que son sumamente yin suelen asumir, en Piscis, un carácter soñador y propenso
a la fantasía. Esto puede ser muy creativo e imaginativo, pero también puede
debilitar el vínculo del individuo con la realidad. La Luna es especialmente
vulnerable a este efecto. Venus puede volverse demasiado romántica bajo la
influencia de Piscis, pero también es capaz de la forma más desinteresada del
amor.
Los más que se resienten en Piscis son
los planetas relacionados con la voluntad y la energía. En este signo, Marte
carece de energía, y Piscis no le deja demasiado margen para su obstinación. La
gente con el Sol o Marte en Piscis puede dedicarse con éxito a actividades que
trascienden el estrecho campo de su individualidad. Así liberarán la energía
que podría quedar atrapada en conflictos propios de este signo, como los que he
descrito más arriba.
Saturno, debido a su fuerte -y bastante
estrecha- orientación hacia la realidad, tampoco tiene su mejor emplazamiento
en Piscis, Júpiter, por otra parte, sea o no regente de este signo, se
encuentra a sus anchas en él, porque deja un margen infinito a la necesidad
jupiteriana de expansión de la conciencia.