ORIENTACIONES
PARA LA INTERPRETACION DEL
SOL
SOL
"Como el Sol y la Luna son las dos lámparas del cielo, así se encuentran en el cuerpo los ojos que son las lámparas con las que el alma racional capta las formas de las criaturas, los colores y las vistas por medio del resplandor de la luz del Sol y de la Luna y lo mismo los otros animales."
Maslama Ibn Ahmad Al-Mayriti
Picatrix , página 37
"Un grupo ha creído que la acción de la esfera está en el grado de temperatura porque no estudiaron la influencia portentosa ni las ciencias ocultas y atribuyeron que los hechos inducidos provienen sólo de dos planetas, el Sol y la Luna, y que los otros planetas les determinan y refuerzan en sus hechos. Dijeron también que en los movimientos del Sol se reconocen los movimientos de los planetas en todos los grados y que en las circunstancias del Sol se reconocen las circunstancias de todas las criaturas, y fueron unánimes en que la Luna tiene situaciones en que se reconocen las circunstancias de sus influencias. La primera de estas situaciones es su alejamiento del Sol cuando se separa de él después de estar conjuntados hasta que alcanza el cuadrado con el Sol. Esto es muy fuerte para movilizar las humedades y el calor; más a la humedad y menos al calor. Su efecto está entonces en el crecimiento y la germinación de todas las plantas y su expansión muy manifiesta hasta la tierra más alejada. Tiene otra situación que es desde el primer cuarto hasta la plenitud; cuando está llena es cuando se opone al Sol y entonces moviliza el calor y la humedad proporcionadamente. Estos son los momentos de mayor expansión y crecimiento para las plantas y de más evidente actividad en toda la humedad y calor que moviliza en los organismos de los animales, plantas y minerales. Desde la oposición al momento del menguante moviliza a la humedad y al calor, un poco menos a la humedad y un poco más al calor, y su influencia obra en los organismos de los animales, las plantas y los minerales, les hace expandirse y crecer y les mueve a la eclosión, la propagación y la expansión aunque es una expansión más por el calor que por la humedad. Desde el cuarto menguante a su ocultación por los rayos del Sol su efecto y movilización del calor es pequeño, muy atenuado, menor del que es en las tres formas precedentes e incluso se dice que, en proporción, seca un poco y enfría mucho porque su movilización de la humedad es menor, por lo cual decimos que permite que se diga que en este cuarto enfría mucho y seca poco. Cuando se junta en un minuto con el Sol tiene una quinta situación que según los Caldeos es la mejor de todas y la que tiene el efecto más fuerte, que según los hindúes es la peor y de efecto y potencias más débiles y que según los persas su fuerza o debilidad, y el acrecimiento o disminución en el efecto, depende del signo en que se produzca su conjunción con el Sol. Los griegos y los egipcios, por su parte, consideran que su conjunción con el Sol la fortalece, como dijimos aunque, a diferencia de nosotros, no dicen que sea la mejor de sus situaciones con el Sol, porque, según ellos, su mejor situación con el Sol es cuando está llena; si entonces se conjunta con el Sol no sólo es más fuerte, sino también mejor y más eficaz. Todos nuestros antecesores están de acuerdo en que la mejor situación de la Luna en cuanto a su forma y en cuanto a alejamiento o acercamiento al Sol, es cuando está conjuntada al Sol en un minuto, pues esta posición respecto al Sol, la quinta, no es del mismo orden que las otras cuatro, es más noble y de efectos más fuertes, porque se alegra de su conjunción con el Sol, como el viajero cuando ha vuelto a su patria después de un viaje y entonces hace las cosas que antes había dejado sin terminar; pues así ella en la conjunción subsana las insuficiencias y les añade lo que les falta. Afirman también que se fortalece en hechos similares a los del Sol. Esta es cosa importante y situación grande. Y dicen que entonces impone las propiedades en todos los cuerpos compuestos. Aquí no hay que entendernos que ella hace las propiedades u otra cosa, porque tales hechos son del Sol; lo que es de la Luna es manifestar las influencias hechas por el Sol y destacarlas y encenderlas cuando se han apagado o dicho con un principio general «revela lo que estaba oculto». Como se dice eso, también que el Sol es el que saca todas las cosas y las destaca de la nada a la existencia."
Picatrix , página 50
EL SOL POR SIGNO
1. El signo en el que está el Sol muestra el
camino que es preciso tomar para cultivar un yo y un sentimiento de
individualidad sanos. Al desarrollar las características positivas y
constructivas de nuestro signo solar, nos sentimos más completos y realizados.
Necesitamos tener un lugar en nuestra vida donde podamos expresar e irradiar
las cualidades de nuestro signo solar (quizás a través de una vocación o
profesión).
2. El signo solar es un símbolo de aquello por
lo cual es necesario luchar (conscientemente) y que es preciso alcanzar, no de
lo que simplemente surge de forma instintiva.
3. El signo solar también matiza la imagen que
tenemos del padre y del animus.
EL SOL POR CASA
1. La casa del Sol (y la que contenga a Leo o
lo tenga en la cúspide) designa un área de la vida en la que necesitamos
alcanzar logros y distinguimos de alguna manera, sobresalir o sentirnos
especiales. Al dedicarnos a las actividades asociadas con esa casa, nos
forjaremos un sentimiento más claro de quiénes somos, de nuestro yo y nuestra
identidad. (Es en este ámbito de la vida donde nos separamos de la madre
arquetípica y definimos mejor nuestra condición de seres independientes).
2. La vida puede ser una lucha en la casa del
Sol. Tenemos que librar batallas con los dragones que nos retienen o que
obstruyen nuestro crecimiento y nuestro desarrollo en la esfera de la
experiencia asociada con la casa del Sol. Con frecuencia sentimos que este es
un dominio en el que podríamos hacer más de lo que ya hemos hecho y mejor.
3. En la casa del Sol pueden aparecer los
problemas con el padre o con el animus.
4. La casa del Sol podría dar pistas sobre una
vocación o profesión.
LOS ASPECTOS DEL SOL
1. Cualquier planeta que esté en aspecto con el Sol representa una
energía o un arquetipo que se vincula (positiva o negativamente) con la
evolución de la individualidad, la identidad y la autoexpresión. Es necesario encontrar
maneras constructivas de expresar e incluir esta energía en la vida (tal vez
mediante una vocación o profesión que implique a este planeta). Por ejemplo,
alguien con el Sol en aspecto con Neptuno tiene que encontrarse de alguna forma
con este planeta como parte del proceso de individuación; también podría dar
expresión a Neptuno mediante una carrera “neptuniana”, orientada quizás hacia
la sanación, la música o las artes.
2. Es probable que nos enfrentemos con los
aspectos del Sol por mediación de otras personas importantes en nuestra vida
(especialmente en el caso de la oposición). Por ejemplo, alguien con el Sol en
oposición con Saturno puede sentir que los demás lo limitan o lo bloquean. En
última instancia, tenemos que reconocer e integrar las características que
habitualmente proyectamos en los demás.
3. Los problemas relacionados con el padre y
con el animus se verán matizados por la naturaleza de cualquier planeta que
esté en aspecto con el Sol.
Creo que los emplazamientos por signo,
casa y aspectos de los planetas personales en la carta muestran
predisposiciones arquetípicas innatas, el tipo de imágenes o de expectativas
con que nacemos (por las razones que fuere) y que influyen en nuestras
vivencias de las diversas facetas de la existencia asociadas con el Sol, la Luna , Mercurio, Venus y
Marte. Es decir que si “venimos” con una imagen negativa del animus, tal como
la simboliza una cuadratura del Sol con Marte -por ejemplo-, esto refleja algo
dentro de nosotros, y es probable que se lo colguemos a nuestro padre,
independientemente de que sea o no la percha adecuada. Tal vez él no sea tan
marcial, pero nosotros estamos predispuestos a advertir o registrar cuándo
actúa de esa manera; o bien hay algo, una especie de reacción química o de sincronización
entre ambos, que activa en él un Marte negativo. Y finalmente, puede que sea
realmente así, y se adapte exactamente a la imagen interior que tenemos de él.
Howard
Sasportas, pág. 156
Los Luminares
ORIENTACIONES
PARA
LA INTERPRETACION DE
LA LUNA
“La luna, como una flor en el alto arco del
cielo, con deleite silencioso, se instala y sonríe en la noche.”
William Blake
"Y aquí te recuerdo un principio: procura siempre que en las operaciones benéficas esté la Luna sana y salva de nefastos y sin eclipsar, y en las maléficas eclipsada y nefasta; tenlo en cuenta."
Maslama Ibn Ahmad Al-Mayriti
Picatrix , página 13
Picatrix , página 13
LA LUNA POR SIGNO
1. El signo lunar dice algo sobre nuestra
manera de experimentar o de ver a nuestra madre, y también sobre cómo somos
como padre o madre; sobre la forma en que alimentamos psicológicamente a los
demás y sobre cómo nos gusta que nos alimenten. Describe la imagen del anima o
de lo fenoménico.
2. El signo lunar define nuestra naturaleza
sentimental, la forma en que respondemos o reaccionamos instintivamente ante
los acontecimientos y el entorno. Siempre que la Luna no esté demasiado
inhibida por otros aspectos (o por un fuerte condicionamiento cultural
adverso), respondemos de forma natural a la vida de acuerdo con su signo.
3. El signo lunar muestra con frecuencia una manera de ser que nos
da consuelo y seguridad. También nos indica dónde nos refugiamos cuando
necesitamos un descanso, una pausa o un santuario. Y
puede describir algo sobre nuestra vida doméstica.
LA LUNA POR CASA
1. La casa de la Luna nos indica dónde somos
sensibles y estamos atentos a las necesidades de los demás, pero también dónde
nos dejamos influir fácilmente por ellos; dónde reflejamos a los otros, y dónde
tendemos a fundirnos con lo que nos rodea.
2. La casa de la Luna nos indica dónde somos
fáciles de moldear y de configurar por el hábito y el condicionamiento. Nuestra
vivencia de la madre estará en alguna medida vinculada con esa casa1 que
es también donde podernos estar limitados por las ideas, las expectativas, los
valores y las normas de nuestra familia o de nuestra cultura. Es ahí donde
actuamos de manera regresiva, arrastrados hacia el pasado, donde podemos ser
infantiles o pegajosos.
3. Si anhelamos la esfera de la vida que se
asocia con la casa de la Luna
es porque nos hace sentir seguros y cómodos o porque nos refugiamos cuando
necesitamos un descanso o un santuario.
4. La esfera de la vida asociada con la casa
de la Luna es
donde experimentamos altibajos, muchos estados anímicos diferentes y
fluctuaciones del comportamiento.
LA LUNA POR ASPECTOS
1. Los aspectos de la Luna matizan la imagen del
anima y lo que hemos vivido por mediación de nuestra madre o cuidadora. Por
ejemplo, ¿encontramos a Júpiter o a Saturno a través de la Luna (es decir, a través de
las mujeres o la madre)? ¿Reconocemos nuestra imagen del anima o la
proyectamos?
2. En general, los
planetas que están en aspecto con la
Luna indican los condicionamientos de la niñez, y definen nuestra
naturaleza sentimental. ¿Somos abiertos, cerrados, estamos a la defensiva?
Nuestras reacciones, ¿son rápidas o lentas? La naturaleza de un planeta que
esté en aspecto con la Luna
describe nuestras respuestas instintivas a la vida, y también lo que tendemos a
encontrar en la esfera emocional. Los aspectos lunares también darán su matiz a
la forma en que cuidamos de los demás y los atendemos, y a la forma en que nos
gusta que hagan esto mismo por nosotros.
3. Los aspectos de la Luna describen algo sobre
nuestra vida doméstica.
4. Los planetas que
están en aspecto con la Luna
pueden manifestarse a través del cuerpo y de nuestra manera de movernos. En
particular, los aspectos lunares definen la relación que tiene una mujer con su
propio cuerpo.
CITAS
SOBRE EL SOL Y LA LUNA
Las figuras paternales en la carta son tanto objetivas como
subjetivas. Pero nunca podemos conocer en la carta como los padres reales han
manejado el modelo arquetípico retratado en la carta y el que el niño
experimenta interiormente a través del padre y la madre.
Liz Greene
Significado astrológico del Sol
Aspectos repetitivos son parte de
la herencia de familia. Cada generación puede hacer algo diferente con ellos.
La carta de nacimiento nos dirá si la generación anterior acertó con ello o lo
hizo incorrectamente. Todo lo que dice es, esto es un daemon de familia. Ha
descendido por la línea paternal o maternal. Haga lo mejor que pueda con eso.
Liz Greene
Significado astrológico del Sol
“Oh Luna! Siempre estuviste a mi lado,
alumbrándome en los momentos más terribles; desde mi infancia fuiste el
misterio que velaste por mi terror, fuiste el consuelo en las noches más
desesperadas, fuiste mi propia madre, bañándome en un calor que ella tal vez
nunca supo brindarme.”
Reinaldo Arenas
LA
LUNA
Si la Luna no está aspectada en una
carta natal significa una relación profundamente inconsciente, y con frecuencia
no hay mucha comunicación emocional auténtica con la madre.
Liz Greene
Los aspectos
lunares ofrecen visiones interiores increíblemente ricas de nuestra infancia...
La Luna puede
ser leída como un libro de historia; nos cuenta las importantes experiencias
emocionales y físicas de los primeros meses de vida, de acuerdo con la medida
del tiempo de los aspectos lunares aplicativos a de aproximación y separativos.
Liz Greene
... La mayoría
de los estados de angustia (y establezco una diferencia entre
"angustia" y una preocupación común y corriente, que en general tiene
una base inmediata en la realidad) arraigan en la vivencia muy precoz de
haberse sentido inseguro. Para algunas personas, lo que desencadena la angustia
es la amenaza del rechazo o del abandono. Para otras, es un cambio en el
ambiente, la amenaza de verse desarraigadas del trabajo o del hogar. Cuando
estamos angustiados y necesitamos volver a sentirnos seguros, nos dirigimos a la Luna , que es la madre tierra
dentro de nosotros, el principio instintivo que sabe cómo nutrir y mantener la
vida. El signo y la casa de la
Luna natal ofrecen una descripción muy precisa de la clase de
cosas que nos dan una sensación de seguridad.
Liz Greene, pág. 28
Los Luminares
... La Luna emplazada en estos
signos -Capricornio, Cáncer y Tauro- tiene una reconocida resistencia al
divorcio y a la disgregación de la familia, y con frecuencia la persona
soportará una infelicidad personal considerable para mantener intacta la
estructura familiar. La angustia en general se relaciona con el hecho de que
las necesidades lunares se vean amenazadas o frustradas, y la Luna en Capricornio se vuelve
muy moralista y controladora para hacer frente al espectro del desarraigo. La Luna en Tauro puede mostrarse
obstinada, acaparadora y mezquina, y la
Luna en Cáncer es capaz de ser manipuladora, patética y un
poco histérica. Todas estas reacciones defensivas contra la pérdida de raíces.
Cuando las necesidades de la Luna
están suficientemente satisfechas, se muestran las mejores cualidades de estos
signos: el profundo sentido de la responsabilidad de Capricornio y su atención
por los demás, la honda compasión y la empatía emocional de Cáncer, y la
serenidad, la gentileza y la paciencia de Tauro.
Liz Greene, pág. 40
Los Luminares
Los planetas
exteriores pueden poner a prueba las maneras más mundanas de expresarse que
tiene la Luna. Esto
es particularmente válido para Urano. Quien tenga a Urano en aspecto con la Luna necesitará incluir los
valores uranianos en su expresión lunar, y si el aspecto es difícil, puede
complicar las cosas cuando se trata de sentirse contento dentro de una
estructura familiar tradicional. Pero hay muchas esferas uranianas de la vida
donde la Luna
aun puede encontrar su sentido de pertenencia y de continuidad. Por ejemplo, a
los aspectos entre la Luna
y Urano se los asocia tradicionalmente con el estudio de la astrología y de
otros temas de la Nueva
Era. El sentimiento de estar conectado con un cosmos ordenado
y previsible, y el reconocimiento de necesidades comunes que vinculen a todos
los seres humanos, podrían proporcionar la clase de "familia" que no
es deseable o no es posible en el nivel mas normal.
Liz
Greene, pág. 41
Los
Luminares
La Luna en
cuadratura con Saturno puede describir a una madre que se ha negado a darse
emocionalmente debido a un profundo fallo en su carácter; pero también puede
referirse a una madre que inicialmente era cálida, pero que se vio tan
aplastada por privaciones materiales que no pudo escapar ilesa.
Liz Greene, pág. 46
Los Luminares
De niños, cuanto más
especiales somos para mamá, más seguros nos sentimos, y esto vale especialmente
para la Luna en
Leo. Y la necesidad de ser especial para sentirse
bien consigo mismo se mantiene a lo largo de toda la vida, mucho después de
haberse separado de la madre.
Howard Sasportas
Para la mayoría de las personas con la Luna en Aries, hacer
cualquier cosa es mejor que no hacer nada; su manera de sentirse a gusto y como
en casa es poner las cosas en marcha o conseguir que pase algo.
Howard Sasportas
En general, la Luna en Libra tiene una
inclinación natural al compromiso, la armonía y el equilibrio, aunque yo no
creo que esto quiera decir que todas las personas con este emplazamiento son
dulces, encantadoras y pacificas.
Howard Sasportas, pág. 143
Los
Luminares
A la Luna en Tauro le encanta que
la toquen, la mimen y la tengan en brazos.
La Luna en Aries
es muy ardiente y apasionada.
Si no obtenemos
de nuestro padre lo que necesitamos, es probable que para llenar ese hueco
busquemos sustitutos paternos.
Howard Sasportas
Cuando alguien
sigue insistiendo e insistiendo ad
nauseam en que tuvo un padre o una madre terrible, podéis estar bastante
seguros de que por debajo de todo ello hay un amor profundamente herido.
Liz Greene
Cuando
encontráis que el regente de las casas parentales está emplazado en la otra,
puede darse el caso de que uno de los progenitores tuviera que hacer de madre y
padre a la vez.
Howard Sasportas
Howard Sasportas
EL
SOL
Mucha gente con
el Sol sin aspectos no llegaron a conocer a su padre, que murió cuando eran
pequeños o desapareció por la razón que fuere durante sus primeros años.
Howard Sasportas
Quizá no nos
“comportemos” como nuestro signo solar, pero somos nuestro signo, en el más
profundo de los sentidos.
Liz Greene
El Ascendente es un guía que nos acompaña en el viaje de la vida, y nos
exige que aprendamos ciertas lecciones o atributos para ayudarnos a llegar a
ser lo que simboliza el Sol... El Ascendente refleja el particular
entrenamiento a que nos somete la vida.
Liz Greene
Los aspectos natales del Sol
nos dan una indicación de lo que encontramos a través del padre, y debido a la
relación entre el padre y la formación del yo, los
aspectos natales del Sol indican también características íntimamente asociadas
con nuestro sentimiento de lo que significa ser un “yo” independiente y
distinto de la madre.
Howard
Sasportas. pág 152
Los Luminares
El signo solar representa características que necesitamos
fomentar y cultivar de manera constructiva para llegar a ser lo que sólo cada
uno puede ser, para ser auténticamente quienes somos y sentirnos bien con
nosotros mismos.
Howard Sasportas
El principio del Sol define un proceso mediante el cual
diferenciamos y desarrollamos un "yo" o ego personal; sin embargo, en
función de un crecimiento y de una evolución tan plenos como sea posible,
llegará un momento en que al yo personal se le pida que reconozca y honre a
algo de magnitud superior a la suya, que se dé cuenta de que su papel es el de
un canal a través del cual puede expresarse el sí mismo transpersonal o
universal.
Howard
Sasportas. pág 130-131
Los Luminares
El Sol representa el proceso de definir nuestra
individualidad y nuestro sentimiento de ser seres independientes, pero también
es el vínculo que nos une con esa parte nuestra que participa en la totalidad
de la vida. Al expresar nuestra unicidad y nuestra autentica individualidad nos
vemos arrastrados a participar en algún esquema o plan más vasto por medio del
cual la totalidad y la integridad de la vida se vuelven evidentes. Como los
diferentes instrumentos musicales de una orquesta, cada individuo tiene que
tocar su propia parte en la composición global de la vida. Pero antes de que
podamos ser un recipiente adecuado para algo mayor que nosotros mismos,
necesitamos empezar cultivando un fuerte sentimiento del “yo”, una identidad
sana, funcional y sincera.
Howard Sasportas, pág. 132
Los Luminares
La faceta de la existencia asociada con la casa en la que
está el Sol es un campo en donde hemos de comprometernos de forma activa, un
dominio donde necesitamos distinguimos de alguna manera, sobresalir y sentirnos
especiales... comprometernos con la casa de nuestro Sol natal nos ayuda a ser
nosotros mismos... Por más grandes que sean nuestros logros, el Sol siempre
quiere resplandecer con más brillo... Es en el dominio del Sol donde estamos
destinados a cultivar nuestra autoridad, lo que hay de especial e individual en
nosotros y donde hemos de brillar y destacar.
Howard Sasportas
El Sol nos proporciona un sentimiento de validez y de
potencia personal. Sin este sentimiento, nos quedamos con una tremenda
sensación de vacío y una desesperada necesidad del reconocimiento de los demás.
Hay momentos en los que todos perdemos nuestra conexión con el Sol y andamos
desorientados en medio de la bruma, buscando que la aprobación de otras
personas nos devuelva el sentimiento de realidad.
Liz Greene, pág 120-121
Los Luminares
Cualquier planeta que este,
en aspecto con el Sol representa una energía o un arquetipo que está vinculado
de forma decisiva con la evolución de la individualidad. Los planetas en
aspecto con el Sol son compañeros de viaje en lo que se
refiere a la ruta que hayamos de tomar para descubrir quiénes somos como seres
independientes (...) Los aspectos del Sol sugieren además algo sobre la
rapidez, el ritmo o la naturaleza del movimiento de autodespliegue de cada
persona. Las personas con contactos Sol-Neptuno, es posible que se pasen mucho
tiempo errando en la bruma, confundidas sobre su verdadera identidad. La gente
nacida con el Sol en un aspecto fácil con Júpiter generalmente está ansiosa y
entusiasmada de expresarse, aunque cualquier aspecto Sol-Júpiter puede
relacionarse con el autoengrandecimiento. La persona con contactos Sol-Saturno
con frecuencia necesitan un tiempo mucho más largo para llegar a donde tienen
que ir, y es probable que el proceso les exija un trabajo muy duro. El segundo
punto de las orientaciones sobre los aspectos del Sol se refiere a la
proyección, el proceso por el cual negamos o ignoramos un planeta que está en
aspecto con nuestro Sol y lo vivimos como algo que nos llega por mediación de
otras personas. Un ejemplo sería el Sol en oposición con Saturno, en cuyo caso
quizá veamos que otras personas nos limitan o nos bloquean, cuando en realidad
se trata de una faceta de nuestra propia psique que estamos proyectando en los
demás. Hay algo en nosotros que nos refrena, pero negamos su existencia y
entonces lo vivimos como algo que nos llega de afuera. En última instancia, el
proceso de alcanzar la integridad nos exigirá la recuperación de tales
proyecciones. El punto tres se refiere a la relación entre los planetas que
están en aspecto con el Sol y nuestra imagen del padre y del animus.
Howard
Sasportas, pág. 138-139-140
Los Luminares
... El hecho de proyectar algo no quiere decir que no nos comportemos
de esa manera. Significa que no nos damos cuenta de ella y preferimos pensar
que los que lo hacen son los demás. Una de las peculiaridades del mecanismo de
proyección es que en general los demás ven que la persona tiene precisamente
esos atributos. La proyección no nos salva del comportamiento que proyectamos,
sino que crea una forma de ceguera que nos impide vernos a nosotros mismos. Las
características proyectadas pueden ser ciertamente las que llamamos “inferiores”,
es decir, el aspecto menos atractivo del signo, pero también pueden ser las “superiores”, porque muchas veces proyectamos algunas de
nuestras mejores potencialidades en aquellas personas que nos dan la sensación
de tener todo lo que a nosotros nos falta.
La diferencia entre la expresión consciente y la inconsciente
es esta condición de ceguera ante nosotros mismos, y no tanto que lo que
estemos mostrando sea un lado “bueno” del signo solar o uno "malo".
Además, cuanta menos conciencia tenemos de algo que está dentro de nosotros
mismos, más probable es que eso nos haga actuar de forma compulsiva,
privándonos de nuestras posibilidades de elección. Entonces es probable que
creemos situaciones en las que sentimos que todo está descontrolado y que somos
las víctimas pasivas, cuando de hecho quien persigue implacablemente sus
objetivos desde su cuartel general en el sótano es el
Sol inconsciente (...) Todos tenemos dimensiones solares que no expresamos,
porque el Sol refleja un proceso, un devenir que nunca se acaba (...) Un Sol
poco evolucionado -o inconsciente- también puede ser muy envidioso. La envidia
es una de las emociones humanas más básicas, y si tenemos la sinceridad de
encararla, puede convertirse en algo muy creativo; porque envidiamos en los
demás lo que más valoramos, y esto incluye generalmente algunas de las
potencialidades solares a las que no tenemos acceso, y que entonces colgamos
-es decir, proyectamos- en alguna percha adecuada. Puede ser muy valioso
trabajar con la envidia, porque descubrimos muchísimas cosas sobre nosotros
mismos. Venus puede admirar, pero el Sol envidia, y en la gente en la que
proyectamos el ideal de lo que ojalá pudiéramos ser depositamos además una
fuerte carga emocional, positiva o negativa.
Liz Greene, pág. 121-122-123
Los Luminares
Neptuno es un
planeta asociado con el sacrificio, y cuando está conectado con el Sol vincula
el sacrificio con el arquetipo paterno. Esto puede ser muy literal: el padre se
va, se muere o, por alguna razón, no está presente y, por lo tanto, tenemos que
renunciar a él o dejarlo ir; el derecho natal básico de tener un padre bueno se
queda en un anhelo insatisfecho. Aunque se halle físicamente presente, es
posible que sea débil o esté enfermo; podría tener algún problema de adicción,
como el alcoholismo, que le haga pasar más tiempo en la taberna que en casa, o
tal vez se emborrache mucho y provoque problemas en la familia. O quizá
pertenezca a la armada o a la marina mercante y esté la mayor parte del tiempo
en el mar, o trabaje en alguna refinería de petróleo de la costa escocesa o
venezolana: el mar y el petróleo están asociados con Neptuno.
La gente con contactos Sol-Neptuno puede
idealizar a su padre en un principio y desilusionarse después, cuando son un
poco mayores y la experiencia les permite verlo con más realismo. Es una
sensación como si estallara una burbuja, la de que por algún motivo el padre
nos ha abandonado o nos ha fallado.
Howard
Sasportas, pág. 162-163
Los Luminares
Un contacto difícil entre el
Sol y Plutón puede dar origen a un montón de problemas diferentes, todos
centrados en el padre. Para empezar, Plutón es el dios del mundo subterráneo,
que, en el lenguaje psicológico se equipara con el inconsciente. Por lo tanto,
no hay que tomarlo al pie de la letra: sea lo que fuere lo que hace o dice un
padre así, de cualquier manera que aparezca, es probable que uno sea más
sensible a lo que él reprime u oculta. Lo que sucede a partir de ahí depende de
la naturaleza de los sentimientos o impulsos que bullen lentamente en su inconsciente. Quizá parezca bastante feliz o contento,
pero por debajo está deprimido, y lo que uno registra es la depresión, no la
fachada. ¿Y si se muestra afectuoso y bondadoso pero por debajo se siente
irritado o colérico por algún problema en el trabajo o en su relación conyugal?
Lo que registramos, no necesariamente en el nivel consciente o mental, sino
percibiendo las corrientes profundas que nos golpean en la cara o nos agitan
las entrañas cuando estamos cerca de él, son sus sentimientos más destructivos
o amenazadores.
Es
probable que a un padre plutoniano se lo vea como omnipotente y todopoderoso.
Un contacto Sol-Plutón también hace pensar que el niño es muy sensible a los
momentos en que su padre está en un proceso de cambio o de transformación, o
cuando se enfrenta a los molestos problemas que lleva dentro de sí. Esto hace
que vincule el hecho de ser una persona individual con cosas tales como la
crisis, el autoexamen y el conocimiento de uno mismo, y con la necesidad
periódica de despojarse de la piel para reemplazarla por otra nueva, una
propensión a crear situaciones que exigen más muertes y renacimientos
psicológicos de los que podrían imponer a una persona otros aspectos solares.
Para ser del todo literal: Plutón es el dios de la muerte, y algunas personas
nacidas con aspectos Sol-Plutón tienen a edad muy temprana la vivencia de la
muerte o la desaparición del padre. Lo que nos sucede tempranamente en la vida
deja bien marcado su sello, por más hábiles que seamos para disimularlo.
Howard
Sasportas, pág. 156-157
Los
Luminares
Si bien somos la totalidad de
nuestra carta, por supuesto, nuestro sentido consciente de identidad permanece
en el Sol. Sin este sentido central del "yo" quizás nos sintamos como
pelotas de ping pong, que rebotan entre las configuraciones planetarias que, de
manera periódica, dicen que son nuestro verdadero yo y luego son reemplazadas
por otra configuración.(...) El principio unificador en la carta es el Sol.
Liz Greene
Barreras y
límites, pág. 152-153
El proceso terapéutico se
trata... de un proceso apolónico, no por ser algo intelectual, sino porque
apunta al crecimiento de la conciencia y a iluminar la oscuridad. Aquello que
se guarda en lo oscuro no puede cambiar o crecer. Las terapias no verbales
también pueden lograr este objetivo. Apolo en sí no apunta hacia una escuela de
pensamiento psicológico en particular, en tanto que el proceso sirva para
lograr el sentido de crecimiento interior. En un horóscopo el Sol es, entonces,
una imagen de algo dentro de nosotros que es capaz de formar una identidad
central e indestructible y alrededor de la cual gira el mismo horóscopo; un ego
que puede contener e incluso transformar varios conflictos y aquellas
discrepancias que todo horóscopo suele tener. Tales conflictos y discrepancias
si fueron exacerbados por dificultades a una edad temprana, sin la menor
posibilidad consciente de iluminar sus orígenes y su naturaleza, puedan dar
como resultado un gran sufrimiento.
Liz Greene
Del artículo, "El dios Sol y el Sol astrológico"
Revista
Appollon, octubre 1998
Al movimiento sistemático del
cosmos se lo conoce también como "la música de las esferas" y es aquí
donde el dios de la música y cosmo-creador. Apolo, el Sol, va más allá y logra
establecer un patrón fundamental en la vida que a la vez sea sistemático y
hermoso. Cada carta natal debería ser vista de esta manera, a pesar de todos
los demás aspectos nefastos o planetas en detrimento o en caída que pudiéramos
encontrar. Y quizá, hasta deberíamos decir que depende más de nuestra habilidad
para expresar nuestro Sol, que se destraben aquellos aspectos menos armónico
más que por la naturaleza de los aspectos planetarios en sí mismos.
En
otras palabras, una cuadratura Marte-Saturno o bien una oposición Luna.-Plutón,
pueden generar conflicto, pero es en realidad destructiva sólo cuando no haya
un centro al cual pueda atenerse el individuo en cuestión y equilibrar así las
necesidades de estos planetas. El Sol es el gran conciliador de los conflictos
internos, permitiendo que trabajen más a favor que en contra de la vida. Otra
vez es ese sentido del sí mismo, el que unifica toda la carta, no para ser
controlado por él, sino para permitir su expresión y reflexionar sobre él.
Liz Greene
Del artículo, "El dios Sol y el Sol astrológico"
Revista
Appollon, octubre 1998
SOL-LUNA
Si un individuo
nació con la Luna
y el Sol en el mismo signo, algunas características de ese signo serán o el
nativo las sentirá como instintivas o innatas (la Luna ). Pero el hecho de que
el Sol se encuentre también ahí -en el mismo signo- significa que hay otras
dimensiones del signo en las que necesita concentrarse para evolucionar de
verdad en esta vida, para poder construirse un yo, un fuerte sentimiento de
identidad, o para sentirse realizado y completo como individuo (el Sol).
F. S.
En algunos casos
en que hay contacto Sol-Luna, la madre (la Luna ) termina teniendo que hacer también el papel
de padre (el Sol). Aunque no es una regla infalible.
Howard Sasportas
Los encuentros lunares con la vida, a medida que la Luna progresa a través de las
doce casa del horóscopo, terminan por construir una reserva de experiencia que
el Sol puede transformar gradualmente en “mi” visión de la vida, "mi"
concepción del mundo y "mi" identidad. Hay una interacción constante
entre el principio receptivo y cambiante (la Luna ) y el principio radiante y constante (el
Sol). El ser interior solar depende de la Luna para su experiencia, precipitada por la
necesidad emocional; sin la Luna ,
no habría conexión alguna con la vida ni con otras personas. De hecho, no
habría relación alguna ni, por consiguiente, crecimiento alguno, porque el Sol
no es un principio de relación.
Liz Greene, pág. 214
Los Luminares
Aunque es probable que necesitemos trabajar para expresar la Luna , nuestra naturaleza
lunar no se esfuerza conscientemente por establecer objetivos en el mundo. La
capacidad de cuidarnos y alimentarnos es intrínseca en nosotros; sólo tenemos
que escucharla. La Luna
también es regresiva por naturaleza, siempre nos tironea hacia el pasado y
hacia el vínculo madre-hijo, porque nuestras necesidades emocionales y
corporales básicas esencialmente no cambian. Pero el Sol es progresista. Es un
principio activo y dinámico que se despliega durante toda la vida. En realidad,
nunca terminamos de desarrollar el Sol, porque este aspecto de la personalidad
siempre está en un proceso de transformación, moviéndose hacia alguna visión o
algún objetivo futuro.
Liz Greene, pág. 95-96
Los Luminares
Cada uno de nosotros es especial y único, y tiene un
destino personal, un aporte individual para hacer a la vida. La Luna es nuestra vida
corporal, que tiene padres mortales y está sujeta al destino impuesto por la
herencia genética. Lo que percibe que hay una búsqueda por realizar, un viaje
hacia un futuro desconocido, un profundo misterio en el centro mismo de
"mi", eso es el Sol.
Liz Greene, pág.98
Los Luminares
Así como la
Luna representa una sustancia esencial que compartimos con
nuestra madre en el nivel instintivo, el Sol refleja una visión esencial que
compartirnos con nuestro padre en el nivel creativo, y que sólo puede llegar a
fructificar adecuadamente a lo largo de muchas generaciones de esfuerzo solar.
Liz Greene, pág 112
Los Luminares
Al Sol en realidad no le
interesa el mundo de lo concreto como destino final. La realidad material
pertenece al dominio de la Luna ,
y es frecuente que lo que consideramos como objetivos en la primera mitad de la
vida sean en realidad las necesidades lunares de seguridad que se expresan en
términos mundanos. Los objetivos solares son interiores, y se refieren a la
autorrealización y a tener la vivencia de la propia vida como algo especial y
significativo. Estos objetivos son muy difíciles de definir, y difieren de una
persona a otra en la forma de expresión exterior que precisan. Sócrates llamaba
daimon a esta misteriosa fuerza que nos impulsa desde adentro, el destino que
empuja a un individuo a convertirse en su propio ideal.
Liz Greene, pág. 99
Los Luminares
Los aspectos difíciles entre el Sol y la Luna -incluso la conjunción-
implican que el conflicto básico entre el yo y el instinto se agudiza y se
agrava, lo cual generalmente se refleja en el matrimonio de los padres. Con los
aspectos difíciles entre el Sol y la
Luna , es probable que los padres hayan tenido dificultades
para llevarse bien, y el niño se haya visto atrapado en el fuego cruzado. Puede
aparecer con los aspectos difíciles entre el Sol y la Luna , o de varias maneras; es
el caso en que la madre no quiere que su hijo se vincule con el padre, como si
ella reclamara derechos exclusivos sobre el niño. Es probable que en la raíz de
esto se encuentre su propia necesidad de ser amada y de sentirse especial. En
este caso, la madre puede tratar de socavar la relación entre padre e hijo, por
ejemplo, diciéndole repetidamente al niño cosas desagradables o malignas de su
padre, en su empeño por alejarlo de él. Puede mostrarse entremetida e
intervenir en cada ocasión en que el padre y el niño comiencen a tratarse con
más intimidad. Con frecuencia, los triángulos dan origen a este tipo de
problemas.
Howard
Sasportas, pág 205
Los
Luminares
Disociarse del
pasado significa negar que haya existido o que forme parte de nosotros.
Diferenciarse de algo significa que seguimos reconociéndolo o incluyéndolo, aún
cuando hayamos ido más lejos que ese algo. Lo mismo es válido para la relación
entre el Sol y la Luna
en la carta. La Luna
nos muestra cómo actuamos y respondemos instintivamente a cualquier situación o
ambiente donde nos encontremos... aunque es probable que muchas personas no se
den cuenta de ello. El Sol, en cambio, tiene más que ver con la
autodeterminación y la voluntad, con la capacidad de optar por actuar de cierta
manera en vez de limitarnos a responder o reaccionar del modo instintivo de la Luna.
Howard
Sasportas, pág 141
Los Luminares
Los aspectos en sinastría
(entre dos cartas) de la Luna
producen, en el seno de una relación, reacciones “viscerales” que no siempre
son conscientes, pero que determinan si nos sentimos
o no contentos y seguros con esa persona. Si la Luna no está fuertemente aspectada por los
planetas de otra persona o está gravemente bloqueada por ellos, la relación
puede ser muy válida e importante, pero es probable que el nivel instintivo no
nos nutra. Entonces, debemos encontrar otras canalizaciones para nuestra Luna u
otra pareja. La mayor parte de las relaciones pueden soportar fuertes palizas
generadas por aspectos planetarios difíciles en sinastría si las dos Lunas se
apoyan recíprocamente en alguna medida. Si no, puede haber profundos
sentimientos de descontento y de incomodidad, y si no se toma conciencia del
problema, la Luna
sofocada puede generar, dentro de la relación, situaciones emocionales muy
destructivas (...) Cuanto mejor sepamos alimentarnos solos, menos resentidos
nos sentiremos cuando otra persona no nos alimente exactamente como nos
gustaría. Como la Luna
es un reflejo de la naturaleza instintiva, no es característica esencial suya
saber expresarse, y con frecuencia uno mismo no sabe que es desdichado, o por
qué. La Luna
tiende a producir estados anímicos un poco enfermizos si no tenemos conciencia
de nuestras necesidades. Y los estados de ánimo y comportamientos compulsivos
no son una gran ayuda para una relación deteriorada. En última instancia, es
cosa nuestra formarnos alguna base de conexión con nuestra propia Luna, para
que podamos explicarle a nuestra pareja por qué nos sentimos desdichados, o
encontrar otras canalizaciones que compensen lo que esa otra persona quizá no
puede proporcionarnos.
Liz
Greene, pág. 42-43
Los
Luminares
FUEGO
En todos los
signos de fuego, la Luna
refleja una profunda necesidad de sentirse especial, de ser reconocido como un
hijo de los dioses. Instintivamente, uno se siente que debería estar exento de
los límites que se aplican al común de los mortales. Se trata de una necesidad
lunar innata que no es posible superar mediante el razonamiento. Si está
contenida y contrapesada por factores más sólidos en la carta (especialmente por
planetas en aire1 que le proporcionen una estructura sin sofocarla),
la Luna de fuego
puede dar origen a una poderosa imaginación unida al valor de expresar ese rico
mundo interior mediante formas creativas.
Si a un niño con la Luna en fuego no se lo toma
en serio cuando intenta llevar a la vida diaria lo que tiene de vívido su mundo
imaginario, el resultado puede ser que se refugie en fantasías grandiosas
totalmente escindidas de la vida cotidiana. Uno siente que es un genio, un gran
artista o un avatar del espíritu, aunque el montón de los de fuera sean
demasiado estúpidos o ignorantes para reconocerlo.
TIERRA
Para la Luna en tierra, la
importancia suprema corresponde a las necesidades corporales, aunque las cosas
que pueden proporcionarnos una seguridad simbólica son muchas. Por ejemplo, el
hogar es una especie de cuerpo, un útero dentro del cual nos sentimos seguros y
protegidos. Vender su hogar para mudarse a un vecindario diferente puede ser
una experiencia terrible y profundamente traumática para una Luna en tierra (en
especial si sucede en la infancia), por más que todos los detalles prácticos
hayan estado impecablemente organizados y la operación se haya realizado sin
desastres. De todas maneras, a uno lo han desalojado de su cuerpo, y el abismo
está al acecho.
Si
no se tiene conciencia de estas necesidades lunares terrenas, la angustia y la
aflicción del desarraigo pueden prolongarse mucho, incluso si se pasa por alto
o se niega la fuente real de estos sentimientos. La Luna también tiene un
carácter profundamente ritualista en los signos de tierra. Todos tenemos
nuestros pequeños rituales diarios, ya sea arrancar las malezas del jardín,
leer el periódico de la mañana durante el desayuno, salir a correr por el
parque o seguir un orden determinado en el proceso de ducharse y vestirse. Esta
clase de rituales son de enorme importancia para una Luna en tierra, porque le
proporcionan la clase de concentración en el cuerpo que necesita para sentirse
bien. La Luna en
los signos de tierra suele favorecer los rituales relacionados con la dieta y
el ejercicio, y aunque éstos están dictados por el capricho de la moda y en
realidad no favorecen demasiado la salud, lo que proporciona la sensación de
bienestar y equilibrio es la seguridad que brinda la mera repetición del
ritual.
De modo que hay una profunda resistencia
al cambio material en una Luna en tierra, que necesita también un ordenamiento
ritualista de la vida diaria en el nivel físico. Estos emplazamientos de la Luna son a veces sumamente
obsesivos, en especial cuando la persona está muy tensa, pero ya se puede ver
por qué: si la Luna
se expresa inconscientemente, es probable que actúe de manera compulsiva, y
estos rituales sirven para protegerse de la angustia. Es frecuente que a la Luna en tierra le preocupen
mucho la seguridad material y la aceptabilidad social, por más que
conscientemente lo niegue, y una vez más se puede ver por qué. Tanto los
objetos valiosos o bellos, como el dinero y la respetabilidad, proporcionan una
especie de cuerpo seguro, un bastión contra los fríos vientos del caos. Cuando
el nativo niega estas necesidades lunares fundamentales debido a una
sobrevaloración del nivel intelectual o espiritual de la vida, la Luna en tierra tiene una
manera peculiar de generar no sólo síntomas corporales, sino también un
comportamiento obsesivo y compulsivo.
Todos sufrimos si, por la razón que fuere, negamos nuestras
necesidades lunares. En realidad, es muy fácil que una Luna en tierra encuentre
satisfacción y contento siempre que la persona no se complique la vida. Si
alguien con la Luna
en tierra parece afligido por problemas al parecer profundamente complicados,
hay que animarle a sugerirle que empiece por el nivel más básico, que encuentre qué es lo que le da placer a su
cuerpo y lo que le proporciona auténtica satisfacción y contento. Si una
persona tiene una Luna en tierra, la solidez de los cimientos de su vida
depende de la forma en que aprecie la realidad de su cuerpo y de todas las
cosas mundanas que le dan un sentimiento de placer y de seguridad.
AIRE
El Sol en un
signo de aire puede esforzarse conscientemente por su evolución intelectual,
pero la Luna en
aire sólo necesita un contacto verbal y una estimulación en el nivel mental. No
hay un objetivo del conocimiento formulado de manera expresa; en cambio, puede
haber una complacencia en jugar con las ideas que hacen que este nativo se
sienta mentalmente vivo. Por eso la
Luna en Géminis es una charlatana incorregible. Piensa que la
gente es fascinante, y que hablar de los demás es un entretenimiento
interminable. Los signos de aire son seres sociales, gregarios por naturaleza,
e incluso una personalidad introvertida con la Luna en aire buscará un contacto mental con los
demás, claro que de forma selectiva.
No hay nada más doloroso para una Luna
en aire que nacer en un entorno donde no hay comunicación1 o donde
ésta no es sincera y está llena de mensajes de doble sentido. Además, en el
elemento aire hay un natural sentido de lo estético, que hace que una infancia
demasiado aburrida y disciplinada, que no deja ningún margen para la
frivolidad, estupidice a estos nativos, y que un mundo vacío de belleza, luz y
estilo les aplaste el alma. El idealismo del aire, combinado con las
necesidades instintivas de la
Luna , produce una profunda avidez de un mundo hermoso e
inteligible, y con frecuencia en estos signos lunares hay una hipersensibilidad
que reacciona con mucha angustia ante la confusión y la ambigüedad habituales
en las relaciones humanas. Aunque la
Luna en aire necesita el contacto con los demás, su misma
delicadeza y su sentido estético tienden a alejarla de toda dinámica emocional
compleja. A la Luna
en aire, el aislamiento le provoca inquietud, igual que los poderosos
sentimientos que amenazan con anegaría en sus oscuras corrientes ocultas.
La necesidad de respirar libremente en
las relaciones es una exigencia inevitable para la Luna en todos los signos de
aire. Así como la Luna
en tierra se vuelve compulsiva y obsesiva con sus rituales cuando se ve
amenazada por una conmoción material, la Luna en aire se muestra analítica y evasiva y se
disocia cuando se ve amenazada por un exceso de intimidad.
Como la Luna
en aire puede disociarse compulsivamente cuando se ve enfrentada con el conflicto o la
vulnerabilidad en el terreno emocional, uno puede engañar se sobre lo que
siente realmente. En este sentido, la
Luna en Acuario no es menos evasiva que la Luna en Géminis. No se trata
de una falta de sinceridad deliberada, sino más bien de una defensa instintiva
contra la amenaza del dolor emocional. El aire necesita claridad, y nada es tan
nebuloso y ambiguo corno los sentimientos humanos. Aunque los signos de Aire
necesitan comunicarse, la comunicación puede ser muy peligrosa si lleva
implícita una confrontación emocional. Es mucho más fácil cambiar de tema o
reducir los problemas complicados a simples fórmulas
en blanco y negro. Cualquiera que tenga a la Luna en aire necesita crearse, dentro de las
relaciones, un espacio privado en el que pueda respirar y alimentarse de esas
cosas que aportan belleza, luz y gracia a la vida. Entonces, las inevitables
confrontaciones emocionales no son tan insoportables.
Una de las esferas de sufrimiento más
características para una Luna en aire que se siente ahogada es la depresión,
que puede ser inconsciente debido a la tendencia a la disociación de los signos
de aire, pero si no hay aire para respirar, la persona puede hundirse en una
especie de frívola sociabilidad. A veces, el carácter distante de la Luna en aire no encuentra
comprensión en los padres durante la infancia; a la persona le dicen
continuamente que es fría y que no tiene sentimientos. Una Luna en aire no es
fría, pero el hecho de que ocasionalmente se muestre poco demostrativa y su
necesidad cíclica de retraimiento emocional, pueden ser una mezcla inadecuada
para un padre o una madre con muchas exigencias emocionales. La necesidad de
comunicarse no es lo mismo que la necesidad de fundirse. Si la naturaleza
esencial de la Luna
se siente rechazada en la infancia, entonces la persona puede crecer
sintiéndose profundamente culpable e indigna de ser amada, porque cree que es
"poca cariñosa".
AGUA
Cuanto más resentido se siente la Luna en agua porque la
rechazan o no le hacen caso, más manipuladora tiende a volverse, y tanto más
forzados se sentirán los demás por la intensidad de sus exigencias emocionales
encubiertas.
Creo que la clave de este dilema está en
nuestra capacidad para disfrutar y agradecer la riqueza y la importancia de
nuestros propios sentimientos. La avidez de intimidad que tan poderosamente
expresa la Luna
en agua no sirve más que para alejar a los demás cuando está llena de
resentimiento encubierto, y puede seguir estándolo si inconscientemente
esperamos que otros nos proporcionen esa aceptación incondicional y constante,
ese amor y esa tolerancia que nosotros mismos no podemos darnos. Si apreciamos
nuestros propios sentimientos, es probable que consigamos comunicarlos sin la
exigencia tácita de que los demás sean quienes sanen las heridas que nos
infligieron nuestros padres. Esto tiende a aproximar a la gente, en lugar de
alejarla. Vale la pena que quien tanga a la Luna en un signo de agua se pregunte si puede
valorar lo que siente sin necesidad de ningún sello de aprobación externa. La Luna es un planeta de agua, y
en los signos de agua refleja el nivel más arquetípico de su naturaleza, la
diosa madre originaria como fuente de vida. En su matriz, contiene todas las
cosas, y no necesita de nadie ni de nada externo que conceda valor a lo que
está vivo en su interior.
En términos generales, si uno tiene
aspectos difíciles con la Luna ,
esto significa por lo común que la aventura amorosa con mamá no fue demasiado
bien. En ese caso, es probable que la persona no haya llegado a tener una
confianza básica en la vida o en sí misma, lo cual puede provocar una gran
cantidad de miedo y paranoia en las relaciones, e incluso sentimientos de
ansiedad y de profunda incertidumbre si éstas son de intimidad. Todos tenernos
derecho a ser amados, a tener una madre que nos ame. Y quien no lo consigue
puede resultar psicológicamente dañado, con una sensación de desconfianza en la
vida y una Pobre imagen de sí mismo, además de sentirse colérico Por no haber
recibido algo que es un derecho de nacimiento. Por otra parte, si el vínculo
con nuestra madre es bueno (lo que normalmente se ve en los aspectos armoniosos
de la Luna ), nos
sentimos seguros y bien atendidos, nuestras necesidades básicas están
satisfechas, nos sentimos comprendidos. Es evidente que eso significará una
bendición para nosotros cada vez que nos acerquemos a alguien. Es como si tuviéramos
una imagen mental de que la intimidad es buena, de que para nosotros el amor
funciona.
Afortunadamente, si el vínculo con la madre
no fue bueno no está todo perdido. Podemos trabajar con muchos de estos
problemas, y parte del proceso consiste en llegar a conocer al "niño
interior del pasado" que todavía sigue vivo dentro de nosotros. Es
importante establecer una relación con él, ampararlo, reconocer sus necesidades
y sus estados de ánimo. De esta manera podemos empezar a sanar o a reconciliarnos
con las heridas o cicatrices que hayan quedado. Muchos de nosotros seguimos
necesitando hacer el duelo por ese beatífico estado de unidad que antes
compartíamos con nuestra madre, todavía necesitamos llorar por esa relación
ideal con ella que nunca llegamos a tener; si no hacemos ese duelo y nos
desprendemos del pasado, seguirnos buscando compulsivamente esa relación ideal
más adelante en la vida, con parejas y amigos: una búsqueda que está destinada
al fracaso, porque, aunque alguien nos ame y nos adore, nadie puede satisfacer
expectativas imposibles.
Howard Sasportas, pág. 71
Los Luminares
ASPECTOS DE LA LUNA CON LOS PLANETAS
LUNA-MERCURIO
Si en esa época uno tuvo problemas para
hacerse entender y experimentó dificultades de comunicación con su madre,
¿cuáles son las posibles consecuencias en las relaciones posteriores? ¿Ante qué
cosas se mostrará sensible o quisquilloso? Con frecuencia personas que tienen
estos aspectos suelen quejarse de que su pareja no les comprende, de que no
pueden expresarse el uno al otro sus necesidades o sus sentimientos. Como se
puede ver, el problema es el mismo que se planteó con la madre en los primeros
años de vida.
LUNA-VENUS
Por más que la Luna y Venus sean planetas personales y quizás
uno no piense que los ángulos difíciles entre ellos sean tan problemáticos como
la Luna en
aspecto fuerte con Saturno o con otro planeta exterior, los aspectos difíciles
entre la Luna y
Venus pueden crear mucha tensión en las relaciones Posteriores. Aquí nos
encontramos con que la necesidad de seguridad y lo que uno necesita para
sentirse seguro y comprendido (la
Luna y la madre) están reñidos con lo que nos parece
atractivo o hermoso (Venus). Posteriormente, este conflicto se puede repetir de
maneras muy diversas. Podríamos casarnos o enredarnos con alguien que nos
ofrece seguridad o que hace que nos sintamos a salvo, pero de un modo u otro
esa persona realmente no nos atrae en el nivel erótico, no nos excita de una
manera venusiana. En otras palabras, como estos dos planetas están
recíprocamente en conflicto, podríamos casarnos
buscando seguridad a expensas de Venus. O veámoslo al revés: las personas que
nos atraen (Venus) no son las mismas que pueden ofrecernos el tipo de seguridad
que necesitamos (la Luna ).
También hay problemas entre la Luna y Venus que se
manifiestan de otra manera muy diferente. Tener a estos dos planetas en
cuadratura o en otro ángulo difícil significa una tensión o una probable
incompatibilidad entre lo que representan en el nivel arquetípico. Hemos echado
una rápida ojeada al caso de no encontrar hermosa a la madre, pero también
puede darse la situación inversa: encontrarla demasiado excitante o demasiado
seductora. En otras palabras, hay una confusión entre el principio materno y el
principio erótico o sexual. Es decir, nuestra madre puede estar alimentándonos
o teniéndonos en brazos mientras satisface nuestras necesidades lunares básicas
de supervivencia, pero de hecho ella tiene sensaciones sexuales. Quizá sus
necesidades sexuales venusianas no quedan adecuadamente satisfechas en su
relación de pareja, e inconscientemente se vuelve hacia el hijo en busca de esa
clase de excitación o de placer. Aquí nos encontramos con la “madre seductora”.
Al niño varón, esto puede crearle dificultades más adelante en la vida, porque
el contacto sexual con la madre es tabú. Entonces, se acerca a una mujer, pero
tan pronto corno ella empieza a mostrarse demasiado familiar o maternal con él,
se siente extraño con ella en el nivel sexual.
Los aspectos entre la Luna y Venus suelen indicar
un problema ligeramente diferente en la carta de una niña, ya que es probable
que ésta vea a la madre como la que tiene el monopolio de la belleza, el estilo
o el buen gusto, con lo cual la niña se siente inadecuada al compararse con
ella. Esto puede plantear una especie de competitividad: "Espejito,
espejito, ¿quién es la más bella?". Este sentimiento de no ser tan hermosa
como la madre puede perdurar en la hija durante toda la vida, manifestándose
más adelante en dificultades y rivalidad con otras mujeres.
En algunos casos es posible que la niña sienta que no es
bonita, que no es lo que la madre valora o aprecia. Los problemas Luna-Venus se
pueden ver también como una tensión o una
incompatibilidad entre dos rostros diferentes del principio femenino, el
maternal y el erótico. Algunas mujeres con estos aspectos experimentan un
conflicto entre estos dos rostros de lo femenino. Entonces se ponen del lado de
las que son maternales y renuncian a su vertiente venusiana descuidando su
apariencia o desentendiéndose realmente de su atractivo personal, o bien son
del tipo puella o hetaira, y se sienten felices siendo para su pareja una
aventura, una amiguita o una inspiración, pero no están nada seguras en cuanto
al compromiso, al matrimonio o la maternidad. El reto consiste en dar margen,
dentro de la relación, tanto a la
Luna como a Venus; por ejemplo, dejando de vez en cuando a
los niños con la abuela mientras que tú y tu pareja os tomáis unas románticas
vacaciones para dos. Ya hemos hablado de cómo los hombres que tienen aspectos
difíciles entre la Luna
y Venus pueden escindir la figura del anima entre la prostituta y la virgen. Si
viven durante un tiempo con alguien, ven a su pareja como una madre, y esto
genera problemas sexuales, porque se supone que uno no tiene contacto sexual
con su madre. Algunos hombres intentan “resolver” esta tensión teniendo
aventuras amorosas extramatrimoniales para satisfacer sus necesidades
venusianas, aunque seguramente Hay otras maneras de tener tanto a la Luna como a Venus en el
matrimonio o en una relación estable.
LUNA-MARTE
La conjunción de estos dos planetas
(Luna-Marte) vincula inevitablemente la imagen que uno tiene de la madre con el
dios de la guerra. En general, se la ve como una persona fuerte, poderosa o
colérica. Quizá no demuestre enojo, frustración o poder: todo eso puede estar
hirviendo a fuego lento, oculto, pero existe. Originariamente, para el niño la
madre es el nido entero, de modo que lo que pasa entre ambos es una indicación
bastante fiable de cómo verá, más adelante, al mundo en general, y cómo se
relacionará con él. Si nos sentíamos seguros con nuestra madre, el mundo nos
parecerá seguro; si ella no daba la impresión de ser demasiado firme o fiable,
el mundo nos parecerá más peligroso. Si tenemos que pelear con ella para
establecer nuestro espacio o nuestra independencia, luego podremos encontrarnos
repetidas veces en situaciones en las que estarnos luchando con amigos íntimos,
con nuestra pareja o con otros seres queridos con el fin de tener más libertad
y espacio para movernos.
LUNA-JUPITER
Con los ángulos difíciles entre la Luna y Júpiter, es probable
que la relación madre-hijo atraviese cambios anímicos notables -con frecuencia
espectaculares que van del amor y el embeleso al dolor y la desesperación,
haciendo que, de un día para el otro, pase de ser maravillosa a ser terrible.
La amamos y sentimos que es lo más grande que hay sobre la tierra, y después,
Por la razón que fuere, la situación se invierte y nos quedamos con un
sentimiento de traición y de abandono. La Luna se asocia con las emociones y los
sentimientos, mientras que Júpiter es un planeta relacionado con la expansión y
la tendencia a exagerar e irse a los extremos. La gente con la Luna en aspecto con Júpiter
suele tener relaciones maníacas, con tantos altibajos como una montaña rusa.
Si alguien tiene un aspecto Luna-Júpiter
en la carta natal, eso también puede significar que su madre tuvo un conflicto
entre su función maternal y la necesidad de salir al mundo a hacer algo que
para ella implicaba más osadía o más emoción. Quizá sea literalmente extranjera
o viaje mucho, a tienda a inclinarse hacia la religión, la filosofía o el
deporte, hacia algo expansivo. Entonces, la imagen del ser amado está ligada
con las características de Júpiter. Si la carta es de un hombre, es probable
que busque una pareja que en algún sentido encarne a Júpiter, una mujer
interesante y emprendedora. Todo estupendo, mientras no este en pugna con otro
lado de él que quiere como pareja a una mujer más tranquila o sosegada.
LUNA-SATURNO
Con los aspectos difíciles entre la Luna y Saturno el individuo
podría encontrarse con una madre en cierto sentido tensa, que parezca estar
abrumada Por las dificultades, o que simplemente tenga problemas para responder
a las necesidades de su hijo de tal modo que éste se sienta cómodo. En algunos
casos, la madre puede hacer todo lo posible por estar atenta a la comodidad y
la satisfacción de su hijo, pero quizás esté tan nerviosa y preocupada por
hacer bien su trabajo que lo que en última instancia recibe el niño es su
inseguridad y sus dudas.
Con
frecuencia, a las personas con la
Luna en un aspecto difícil con Saturno les falta confianza en
sí mismas y están convencidas de que los demás no podrán satisfacer sus
necesidades. Establecen relaciones nerviosas y susceptibles, les resulta
difícil relajarse en una relación, y su inseguridad y su angustia pueden
terminar consiguiendo que la otra persona se aleje. De esta manera hacen que
sus peores miedos y sus más negras expectativas se conviertan en una profecía que
se autorrealiza. O, de acuerdo con la teoría de la compulsión de repetición,
van en pos de las personas que, por naturaleza, tienen dificultades para
demostrar amar a son incapaces de satisfacer sus necesidades. Puede haber a su
alrededor pretendientes que realmente las desean y quieren hacerlas felices,
pero no son esos los que les interesan. En cambio, se sienten atraídas por las
personas difíciles que no pueden responderles de la forma que necesitan, como
si alguna parte de su psique estuviera intentando convertir a una madre “mala”
en una buena.
Los
aspectos Luna-Saturno también pueden dar coma resultada a alguien que no se
siente “bien” por el solo hecho de tener necesidades o deseos. Si de niña
tuviste dificultades para conseguir que dieran satisfacción a tus necesidades,
puede que para ti sea más fácil dejar de necesitar que pasar por el dolor de no
conseguir lo que buscas. Si necesitabas que tu madre estuviera presente de
cierta manera, y una y otra vez te decepcionaba, empezaste a sentir que amar y
necesitar son cosas que duelen demasiado. El desapego emocional se convierte en
una estrategia o defensa contra el dolor de las necesidades insatisfechas: es
mejor no reconocer ni revelar tus necesidades porque duelen demasiado cuando
nadie las tiene en cuenta. Entonces, te aíslas de lo que realmente quieres,
niegas tus sentimientos. Una piedra no siente dolor: tu apariencia es la de
alguien duro y fuerte, pero por debajo sufres, tienes miedo y no te sientes
digno de amor ni de satisfacción.
Es especialmente importante que las
personas con aspectos Luna-Saturno hagan el duelo por el amor materno ideal que
jamás recibieron, y que trabajen con el dolor, la culpa y la cólera generadas
cuando el vinculo con la madre falló o era demasiado débil o demasiado tenue.
LUNA-URANO
En la carta de un hombre, los contactos fuertes
entre la Luna y
Urano pueden indicar una atracción casi compulsiva
hacia mujeres de naturaleza muy independiente o uraniana, aunque al comienzo
éstas quizá no dejen ver este aspecto de sí mismas. En el tema de una mujer,
indican confusión sobre si verdaderamente quiere ser madre o llevar una vida
matrimonial convencional. Cualquiera con estos aspectos puede tener conflictos
interiores entre desear un tipo de pareja que le ofrezca seguridad y con quien
puedan establecer un hogar, y sentir que las personas que le atraen son las que
tienen un alto grado de autonomía e independencia.
Debido a que estos dos planetas representan principios o
arquetipos muy diferentes, sus aspectos difíciles suelen producir un dilema
entre la intimidad y la libertad. La
Luna está ávida de proximidad y conexión, pero Urano quiere
su espacio y su libertad. Si se tiene un aspecto Luna-Urano en la carta será necesario que se haga lugar en la vida a ambos lados
de la polaridad. Si nos limitamos a identificarnos con la necesidad de
intimidad y tomamos partido por ella, estaremos negando nuestra necesidad de
más individualidad y autonomía. En este caso, probablemente será nuestra pareja
quien realice lo que estamos suprimiendo en nosotros mismos. Pero nuestro apego
excesivo o nuestro convencionalismo puede provocar que se vaya en busca de
alguien más interesante, o de una vida más libre y expansiva.
LUNA-NEPTUNO
Con un aspecto Luna-Neptuno, puede ser
que el nativo quiera explorar el mundo y alejarse en cierta medida de su madre,
pero que lo hagan sentir culpable o malo por apartarse de ella. De algún modo
su madre le pide que se sacrifique y sacrifique sus propias necesidades por
ella. O bien la propia necesidad de seguir fundido con la madre anula el
natural impulso a crecer independizándose cada vez más de ella o definiéndose
como alguien diferente. Se establece una pauta en virtud de la cual, más
adelante, podemos seguir buscando una especie de fusión divina con un ser
amado, o estar dispuestos a deformarnos o a desfigurarnos para alcanzar el amor
adaptándonos a lo que creemos que a los demás les gustaría que fuéramos.
Inevitablemente nos perdemos a nosotras mismos en el proceso, que en algún
nivel hará que nos sintamos muy resentidos o furiosos con la otra persona.
Generalmente, con los aspectos Luna-Neptuno hay un problema
de límites. En vez de tratar de cambiar la naturaleza del aspecto (lo que de
todos modos es imposible), quizá sea más útil reconocer el lado positivo, es
decir, la empatía y la capacidad para “adentrarse en” los sentimientos de otra
persona, y esforzarse por establecer límites mejores en las áreas pequeñas de
la vida cotidiana. Por lo demás, el rasgo más desagradable que tiene este
aspecto es su tendencia al chantaje emocional: "Es tanto lo que he
sacrificado por ti que hasta he renunciado a mis posibilidades de llevar una
vida independiente. Ahora, lo menos que me debes es tu alma". Este es, en
ocasiones, el mensaje tácito e inconsciente de la madre, y cuando llega a
adulto, uno tiene a su vez que repetirlo.
LUNA-PLUTÓN
Con los aspectos Luna-Plutón, encontramos a Plutón a través
de la madre, y esto es algo que puede manifestarse en muy diversos guiones. En
nosotros hay algo que instintivamente capta los sentimientos más oscuros u
ocultos de ella, cualquier frustración, impulso destructivo o cólera que esté
incubando. Y entonces nos sentimos amenazados por ella, como si esa persona que
amamos también nos pudiera destruir algún día, mostrarnos otra cara y matarnos
o abandonarnos. Más adelante en la vida, atraemos o entablamos relaciones que
repiten esta pauta, porque ha sido nuestra experiencia con la madre... y ella
es el primer modelo de cómo van a ser para nosotros el amor y la intimidad con
otras personas. Así, puede ser que nos inclinemos por una pareja de carácter
amargado o con fuertes impulsos destructivos, que de un modo inconsciente
nosotros mismos movilizamos, o quizá simplemente equiparamos el amor con
complicaciones, consciente o inconscientemente, creemos que el amor nos llevará
a nuestra propia destrucción. Y no podemos relajarnos con facilidad en una
relación si estamos esperando el día en que nuestra pareja termine volviéndose
desagradable, abandonándonos o traicionándonos. Y entonces quizá nos
transformemos en alguien sumamente controlador, manipulador o desconfiado,
intentando así evitar que nuestros peores miedos se concentren. En ocasiones,
sucede lo inverso: tenemos ser nosotros quienes destruyamos lo que amamos.
En la mayoría
de los casos, las personas con aspectos Luna-Plutón son apasionadas y dan la
impresión de que se nutrieran de la intensidad, el dramatismo y la intriga en
las relaciones, aunque lo nieguen con firmeza. Inconscientemente, equiparan la
intimidad y la proximidad con la transformación, como si las relaciones fueran
catalizadores en virtud de los cuales a uno lo hacen pedazos para después
reconstruirlo.
El romance amoroso que el
niño tiene con su madre se convierte en el prototipo de lo que más adelante
esperará de la intimidad; es la imagen de lo que uno espera encontrar cuando
intenta satisfacer sus necesidades emocionales básicas. Es decir que, en el
caso de que haya un contacto Luna-Plutón, el nativo va en busca de personas
complejas, profundas o apasionadas, con quienes la relación no puede menos que
ser complicada
e intensa. Simplemente, no se sentirá atraído por nadie que no cumpla con esos
requisitos. O bien, si se casa con una persona demasiado formal, fácil o poco
complicada para sus exigencias, es probable que la relación no perdure, o que
termine teniendo aventuras amorosas extramatrimoniales llenas de intrigas y de
intensidad, de modo que su imagen plutoniana de la intimidad quede satisfecha.
Un ejemplo obvio de un funcionamiento
lunar defectuoso es comer de forma compulsiva. Hay un amplio espectro de lo que
se conoce como “trastornos del comer”, que incluyen la anorexia, la bulimia y
las llamadas “alergias” alimentarias, aunque a estas últimas mucha gente no las
consideraría un "trastorno del comer". La mayoría de las personas
experimentamos alguna forma de compulsión relacionada con la comida en algún
momento de la vida, aunque no sea más que un breve período durante el cual
echamos mano de las patatas fritas o del chocolate porque estamos pasando por
momentos de tensión. Yo me inclino a relacionar estas formas de avidez
alimentaria con la Luna
(que según la opinión de la astrología antigua, rige es estómago), aunque en
general, cuando estos problemas con la alimentación son crónicos, otros
planetas participan en configuraciones difíciles con la Luna. Nuestra
primera experiencia de la comida y la seguridad, y nuestro primer encuentro con
el principio lunar después del nacimiento, es el pecho materno. Aunque la Luna está realmente dentro de
nosotros, primero la encontramos exteriorizada en la persona que nos ha traído
al mundo, nos alimenta y nos protege. Si la madre se va, la Luna se oscurece y nos abruma
el terror del abismo de la extinción.
Dado
que la psique humana es tan maravillosamente versátil y creativa,
las necesidades lunares inconscientes no siempre se expresan recurriendo a un
medio tan concreto como la comida. Muchísimas cosas pueden ser sustitutos de la
comida, del mismo modo que ésta es un sustituto de la madre, tanto en el nivel
personal como en el arquetípico. En vez de devorar una caja entera de bombones,
podríamos acumular dinero, ya que también se lo puede equiparar con la
seguridad. Esto es, con frecuencia, lo que sucede cuando la Luna está en la segunda casa
en la carta natal, o en la décima, o cuando esta' fuertemente aspectada con
Saturno. Mientras seamos propietarios de nuestra casa, tengamos ahorrada cierta
cantidad de dinero, dispongamos de una pensión de vejez asegurada y podamos
seguir teniendo tal o cual coche, traje o joya, nos sentimos seguros. Se puede
ver la diferencia entre una actitud frente al dinero y las posesiones dictada
por el sentido común y una actitud compulsiva porque en este ultimo caso
generalmente existe un miedo irracional vinculado con la pérdida.
Dicho
de otra manera, en vez de una preocupación sensata, lo que hay es angustia.
(...) Para algunos, las demás personas constituyen un alimento lunar: un amante
o la pareja, los hijos o los nietos, o incluso un círculo social o un grupo
profesional o ideológico. Algunos disfrutamos simplemente de la compañía
de los amigos o de la familia, mientras que otros dependen compulsivamente de
ellos y reaccionan con gran angustia ante cualquier amenaza de expulsión del
grupo o ante cualquier cambio de papeles en la familia. Hay personas que se
sienten tan identificadas con su familia y están tan acostumbradas a volverse
inconsciente 'mente hacia la unidad familiar en busca de su "alimento
lunar", que en su terror torturan emocionalmente a cualquier miembro de la
familia que amenace con andar por su propio camino y seguir una senda
individual. A esto se lo suele llamar “amor” o "preocupación" por el
otro, pero el hambre lunar en ocasiones se muestra totalmente despiadada y
destructiva. Familias enteras pueden sufrir una carencia de conexión lunar entre
sus miembros, ya que aprendemos de nuestros padres -que también son nuestros
modelos- la forma de expresar los planetas interiores. Entonces la angustia
traspasa todo el organismo familiar, y los miembros de la familia se alimentan
inconscientemente unos de otros en busca de seguridad.
Liz Greene, pág. 29-30
Los Luminares
La primera consideración antes de profundizar en el simbolismo de los luminares es que ninguno de ellos por su simbolismo está limitado a uno u otro progenitor. Relegar el Sol al padre y la Luna a la madre en el mejor de los casos simplifica el simbolismo y en el peor distorsiona completamente nuestra plena comprensión de la persona. Sin embargo - y esta es una razón de peso - es muy probable que debido a estos estereotipos, nos identifiquemos más con uno de los dos progenitores. Es decir, podemos encontrar que nuestra madre sea más lunar que nuestro padre y viceversa, o que nuestra naturaleza lunar esté más influida y representada por nuestra madre y el carácter solar más realzado y personificado por nuestro padre. Entonces, basados en la interpretación del Sol y la Luna tradicionales, decimos que nuestra madre se corresponde con la Luna y nuestro padre con el Sol. A partir de esto, interpretamos nuestras cartas, o peor, las de otras personas, de esta manera. Todos los aspectos Lunares nos hablan de cómo era nuestra madre y todos los aspectos solares definen nuestro legado paterno. Conociendo esta tendencia, debemos incluir en nuestro propio juicio la condición de nuestra relación interna con el mundo exterior- somos más un producto de nuestra civilización y de un rol establecido. Existe una profunda conspiración entre lo que proyectamos y lo que recibimos. Tiene sentido entonces familiarizarnos con la doctrina Luna/madre y Sol/padre. Yo, personalmente, lo he hecho, y seguiré pensando que es apropiado y se ajusta en la mayoría de los casos, en el nivel arquetípico.
(...)
Erin Sullivan
Astrología de la Dinámica Familiar
(...)
He aquí una lista de las palabras claves asociadas a los
luminares al contemplar el horóscopo. No se tratan de definiciones de cada
cuerpo. Todos disponemos del Sol y la Luna, y de dos padres... los sentimientos
asociados con ellos pueden ser combinados o diferenciados.
SOL
|
LUNA
|
logos - nombre/palabra
|
ennoia - semilla, idea
|
nomos - ley
|
physis - naturaleza
|
social
|
instintivo
|
consciente
|
inconsciente
|
ego
|
id
|
tradición
|
'ahora', presente, actual, urgente
|
estructural
|
espontáneo
|
civilizado
|
animal
|
pensamientos
|
ser
|
ideas
|
irracional, no racional
|
significado
|
esencia
|
libido
|
eros
|
deseo
|
deseo / trascendencia
|
celestial (sistema solar)
|
chthonic (Luna - Tierra)
|
regulado, constante
|
calibrado, en fases
|
cerebral
|
visceral
|
orden
|
caos
|
democrático
|
anárquico
|
objetivo
|
subjetivo
|
individual / cultural
|
colectivo / global
|
Astrología de la Dinámica Familiar