“Franqueza atrae franqueza. Hablar sinceramente purifica
casi siempre el ambiente y da ocasión a pensamientos inéditos. Las palabras
cálidas y animadas crean ambiente cálido y animado. Es grave error sentir
constante miedo de hablar por impulso o guardarse de hacer gestos impulsivos y
espontáneos. La vida vivida a conciencia es arriesgada y, si se ponen
demasiadas vallas para resguardarse del riesgo, acaba uno por aislarse.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario