Los dioses legendarios y mitológicos se originan como el resultado de
la proyección de las cualidades inherentes a la naturaleza humana. Es más fácil
enfrentarse con las cosas que no se comprenden fácilmente cuando éstas se
colocan fuera de la esfera humana y en algún otro lugar, como el Monte Olimpo.
Estas cualidades, al ser colocadas o proyectadas hacia fuera, son consideradas
entonces como no pertenecientes a nosotros sino a alguien o a algo ajeno. Los
dioses son los responsables - nosotros somos las víctimas de sus caprichos y
extravagancias.
Patricia
Morimando
pág 27 El
Efecto de Neptuno