"Según la biología actual, los genes determinan organismos, y los
organismos son simples y accidentales colecciones de genes que son
funcionalmente útiles para nosotros, los seres humanos. Por lo tanto, es
perfectamente legítimo modificar la composición genética de un organismo para
adaptarlo a nuestras necesidades. Podemos crear gallinas o perros enormes,
aunque esos animales no puedan reproducirse ni vivir una vida normal.
Cambiarlos de ese modo resulta aceptable.
Pero tales cosas están hiriendo profundamente
nuestra relación con el mundo natural y de unos con otros, porque eso significa
que todo en la vida se mide por el rasero de la comodidad. Esto me anima a
pensar en el otro como un simple montón de células o genes. Estos tienen un
valor comercial potencial, y eso, para mí, equivale al suicidio. Los organismos
no son únicamente meras máquinas de supervivencia. Tienen un valor intrínseco,
y son dignos de él, como las obras de arte."
Brian
Goodwin
tomado del
libro de John Briges/F. David Peat "Las siete leyes del caos", pág.
203-204 GRIJALBO Mondadori, S. A. 1999
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