"Dios, sumo creador de todas las cosas, al crear y formar al hombre utilizó una maravillosa indulgencia, de forma que no hubiese nada o más excelente o más grande bajo el cielo, habiéndole puesto a su servicio mientras viviese aquí el mundo sublunar; hecho con un cuerpo sano y fuerte, con alimentos muy saludables que se encontraban por doquier, con un entendimiento agudísimo y un espíritu muy recto, e inclinado a la vida en común de forma que, puesto que era creado para la restauración del gran desastre ocurrido en el cielo, empezase ya en este cuerpo mortal a pensar en la comunidad con Dios, pero él, instigado por la soberbia, buscando cosas que sobrepasaban su condición, y no contento con su muy elevada humanidad, pretendió la divinidad impulsado por las promesas de aquel que precisamente de forma parecida había perdido sus bienes: Seréis como dioses, conocedores del bien y del mal. Es propio de una soberbia acabada pretender la cumbre de la divinidad, por encima de la cual no hay nada, y tan lejos estuvo de conseguir lo que había deseado que incluso perdió mucho de lo que había recibido; sobre eso está escrito en los cánticos del rey David: El hombre, cuando estaba en el honor, no comprendió: fue comparado con jumentos sin inteligencia y se hizo semejante a ellos, esto es, se apartó tanto de la semejanza de Dios que se deslizó a la semejanza de los animales y, mientras intenta ser más que un ángel, fue menos que un hombre, como aquellos que, al subir sin tener en cuenta los peldaños, avanzan bastante irreflexivamente y caen a lo más bajo en lugar de subir a lo más alto, que es lo que anhelan."
Juan Luis Vives
Tratado del socorro de los pobres
“El
corazón es lo primero que vive en la estructura del animal y lo último que
muere. En él tiene su comienzo y su término la vida.”
“El hombre perdona algunas veces el aborrecimiento, pero jamás el
menosprecio.”
“El humanista relacionará unos estudios con otros, pues todos ellos
tienen entre sí alguna coherencia y parentesco. Será afanoso de saber y jamás
le pasará por la mente haber llegado a la cumbre y al cabo de la erudición.”
“El que se hace amigo de un mal sujeto ha de esperar que esta amistad
le reportará otras amistades peores.”
"El soberano bien es el contento interior, la
paz íntima resultante del ejercicio de la virtud, es decir, de la conducta
invariablemente ajustada a lo mejor."
“Fatiga alguna vez el amor, más nunca
mata.”
“Lo que quieras que otros no digan, tú lo has de
callar primero.”
“Lo que se compra al precio de muchos
ruegos es demasiado caro.”
“Malo es que trabajen los hombres para morir
ricos, no para vivir como tales hombres.”
“Maravillosa libertad la de
Dios, que paga con largueza, si se lo devolvemos, aquello mismo que Él nos ha
regalado.”
“Mira bien que no hay cosa en todo el universo,
grande ni pequeña, que si miras su principio, su naturaleza y propiedad y
fuerza, no te ponga en camino para considerar las maravillas de Dios.”
“Muchos habrían podido llegar a
la sabiduría si no se hubiesen creído ya suficiente sabios.”
“Muchos maestros de juicio estólido y depravado,
a quienes no confiarías tus gansos, gobiernan las escuelas de los niños
nobles.”
"Nada es tan fácil ni tan
útil como escuchar mucho."
“Nada más vergonzoso para nosotros que el
hecho de que los ladrones y maleantes tengan entre sí una convivencia más
amistosa que los intelectuales.”
“Ni la utilidad del mentir es sólida, ni el mal de la verdad perjudica
mucho tiempo.”
“Ninguno cree que hace mal si los demás no
juzgan que lo hace.”
“No es igual conocerse a sí mismo que juzgar de sí mismo.”
"No esperes que tu amigo venga a descubrirte su necesidad;
ayúdale antes."
“No hay cosa, por fácil que sea, que no la haga
difícil la mala gana.”
“No hay cosa tan lejana de las letras como la
codicia y preocupación por el dinero.”
"No hay deleite mayor en el mundo que se
pueda comparar con el que se toma en hablar y conversar con un hombre sabio y
bien hablado".
“No pienses que todos huelgan de oír lo que tú huelgas de decir.”
“No puede existir bondad alguna donde no haya conocimiento de ella.”
“No se debe tocar con ligereza lo que es peligroso dejar sin
resolver.”
“Propio de todo hombre es el errar. Pero de nadie, sino del necio, el
mantenerse en el error.”
“¿Qué mayor desgracia le puede pasar a un hombre que tener una opinión
equivocada?”
“¿Quién podrá quejarse de que tiene pocos oyentes si el Creador del
género humano se conformó con doce hombres?”
“Sal de la vida es la amistad.”
“Salud es la disposición del cuerpo tal que el espíritu esté
vigoroso.”
“Sé lento en adquirir amistades, pero sé constante en retenerlas una
vez admitidas.”
“Si han de creer lo que dices, igualmente te creerán sin jurar que
jurando, y si no han de creerte, cuanto más jures más se alejarán de ti.”
“Si no me engaño me parece buena la siguiente proporción: cinco partes
de lectura, cuatro de meditación, tres de escritura, que la lima reducirá a
dos, y de estas dos sacar sólo una a la luz pública.”
“Sepan los jóvenes que dado el gran número y variedad de pecados que
por todas partes nos acechan, requiere más discreción y constancia evitar el
mal, que mantenerse en el bien.”
"Si de los hombres esperamos el premio, nos quedaremos sin el divino, y
las más veces también sin el humano."
"Tan perjudicial es desdeñar las reglas como ceñirse a ellas con
exceso."
“Todo cuanto hemos entendido, reflexionado y comparado está dispuesto
para servir a la razón.”
“Un solo día bien vivido de acuerdo a sus reglas, de la filosofía,
bebería anteponerse a toda la inmortalidad.”