A Felipe Ruiz
¿Cuándo será que pueda
libre desta prisión volar al cielo,
Felipe, y en la rueda,
que huye más del suelo,
contemplar la verdad pura sin duelo?
Allí a mi vida junto,
en luz resplandeciente convertido,
veré distinto y junto
lo que es y lo que ha sido,
y en su principio propio y escondido.
Entonces veré cómo
la soberana mano echó el cimiento
tan a nivel y a plomo,
dó estable y firme asiento
posee el pesadísimo elemento.
Veré las inmortales
columnas, do la tierra está fundada;
las lindes y señales,
con que a la mar hinchada
la Providencia tiene aprisionada;
por qué tiembla la tierra;
por qué las hondas mares se embravecen,
dó sale a mover guerra
el cierzo, y por qué crecen
las aguas del océano y descrecen;
de dó manan las fuentes;
quién ceba y quién bastece de los ríos
las perpetuas corrientes;
de los helados fríos
veré las causas, y de los estíos;
las soberanas aguas
del aire en la región quién las sostiene;
de los rayos las fraguas;
dó los tesoros tiene
de nieve Dios, y el trueno dónde viene.
¿No ves cuando acontece
turbarse el aire todo en el verano?
El día se ennegrece,
sopla el gallego insano
y sube hasta el cielo el polvo vano;
y entre las nubes mueve
su carro Dios ligero y reluciente;
horrible son conmueve,
relumbra fuego ardiente,
treme la tierra, humillase la gente;
la lluvia baña el techo;
envían largos ríos los collados;
su trabajo deshecho,
los campos anegados
miran los labradores espantados.
Y de allí levantado,
como los naturales;
las causas de los hados, las señales.
Quién rige las estrellas
veré, y quién las enciende con hermosas
y eficaces centellas;
por qué están las dos Osas
de bañarse en la mar siempre medrosas.
Veré este fuego eterno,
fuente de vida y luz, dó se mantiene
y por qué en el invierno
tan presuroso viene;
quién en las noches largas le detiene.
Veré sin movimiento
en la más alta esfera las moradas
del gozo y del contento,
de oro y luz labradas,
de espíritus dichosos habitadas.
Fray Luis de León
“A solas sin testigo.”
Fray Luis
de León
Fray Luis de León
Fray Luis de León
"Behemoth que siendo un animal vale por muchos."
Fray Luis de León
Citado en el libro de Jorge Luis Borges, El libro de los seres imaginarios, página 30
Al salir de la prisión
De nuevo, ¡oh Salamanca!
estoy aquí, de la prisión salido.
La frente toda blanca,
el cuerpo envejecido.
¡Si las canas me hiciesen más temido!
Sosegado ya un tanto
vuelvo a emprender la vía abandonada
sin rencor ni quebranto.
¿Fe y vida está salvada?
¡Pues todo no ha quedado en la estacada!
Mañana hacia la ciencia
seguiré sin sentir recelo alguno
ni cargo de conciencia.
¡Dulce oficio oportuno
que enseñar y aprender es todo uno!
Pero es camino largo
que hay que seguir tenaz con firme anhelo.
A veces, cierto, amargo
hasta romper el hielo;
más grato cuanto más lejos del suelo.
¡Dulce camino loco!
¡Empresa más feliz cuanto más nueva!
Que si es cierto que el poco
saber nos pone a prueba,
el mucho, si se alcanza, a Dios nos lleva.
Fray Luis de León
Amor casi de un vuelo me ha encumbrado
Amor casi de un vuelo me ha encumbrado
adonde no llegó ni el pensamiento;
mas toda esta grandeza de contento
me turba, y entristece este cuidado,
que temo que no venga derrocado
al suelo por faltarle fundamento;
que lo que en breve sube en alto asiento,
suele desfallecer apresurado.
mas luego me consuela y asegura
el ver que soy, señora ilustre, obra
de vuestra sola gracia, y que en vos fío:
porque conservaréis vuestra hechura,
mis faltas supliréis con vuestra sobra,
y vuestro bien hará durable el mío.
Fray Luis de León
"Behemoth que siendo un animal vale por muchos."
Fray Luis de León
Citado en el libro de Jorge Luis Borges, El libro de los seres imaginarios, página 30
Canción de la vida solitaria
¡Qué descansada vida
la que huye del mundanal ruido
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspes sustentado!
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento,
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado,
con ansias vivas, con mortal cuidado?
¡Oh monte, oh fuente, oh río!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!,
roto casi el navío,
a vuestro calmo reposo
huyo de aqueste mar tempestüoso.
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza, o el dinero.
Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves,
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.
Vivir quiero contigo;
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.
Del monte en la ladera,
por mi mano plantado, tengo un huerto,
que con la primavera,
de bella flor cubierto,
ya muestra en esperanza el fruto cierto;
y, como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura;
y, luego sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo, de pasada,
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.
El aire el huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo,
que del oro y del cetro pone olvido.
Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían,
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna; al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
A mí una pobrecilla
mesa, de amable paz bien abastada,
me baste; y la vajilla,
de fino oro labrada,
sea de quien la mar no teme airada.
Y mientras miserablemente
se están los otros abrasando
con sed insaciable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando;
a la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plecto sabiamente meneado.
Fray Luis de León
Contra un juez avaro
"Aunque en ricos montoneslevantes el cautivo inútil oro;
y aunque tus posesiones
mejores con ajeno daño y lloro;
y aunque cruel tirano
oprimas la verdad, y tu avaricia,
vestida en nombre vano,
convierta en compra y venta la justicia;
aunque engañes los ojos
del mundo a quien adoras: no por tanto
no nacerán abrojos
agudos en tu alma; ni el espanto
no velará en tu lecho;
ni huirás la cuita y agonía,
el último despecho;
ni la esperanza buena en compañía
del gozo tus umbrales
penetrará jamás; ni la Meguera,
con llamas infernales,
con serpentino azote la alta y fiera
y diestra mano armada,
saldrá de tu aposento sola una hora;
y ni tendrás clavada
la rueda, aunque más puedas, voladora
del Tiempo hambriento y crudo,
que viene, con la muerte conjurado,
a dejarte desnudo
del oro y cuanto tienes más amado;
y quedarás sumido
en males no finibles y en olvido."
Fray Luis de León
“Cualquiera es poderoso para hacer.”
Fray Luis de León
“De odio, de esperanza, de recelo.”
Fray Luis
de León
“Decíamos ayer...”
Fray Luis
de León
"Del monte en la ladera
por mi mano plantado, tengo un huerto,
que con la primavera,
de bella flor cubierto,
ya muestra en esperanza el fruto cierto."
Fray Luis de León
La vida retirada
“Dichoso el humilde estado del sabio que se retira de
este mundo malvado.”
Fray Luis de León
“El amor verdadero no espera a ser invitado, antes él
se invita y se ofrece primero.”
Fray Luis de León
“El bien hablar no es común, sino negocio de particular juicio.”
Fray Luis
de León
"El hombre está entregado
al sueño, de su suerte no cuidando;
y con el paso callado
el cielo, vueltas dando,
las horas del vivir le va hurtando."
Fray Luis de León
“El principio del pecado es la soberbia.”
Fray Luis
de León
“El que de la verdad vive, cualquiera que él sea, aunque ínfimo y vil,
puede ser útil en algo.”
Fray Luis
de León
“Estar en paz consigo mismo es el medio más seguro de comenzar a
estarlo con los demás.”
Fray Luis de León
"Faltan palabras a la lengua para los sentimientos del
alma."
Fray Luis de León
“Gozar quiero del bien que debo al cielo.”
Fray Luis
de León
“Inseparable compañera de la injusticia es la intemperancia.”
Fray Luis de León
"La caridad es la belleza del alma".
Fray Luis
de León
“La fe es el término medio entre la ligereza con que alguno
precipitadamente cree y la pertinacia en no creer sino en lo que antes se
demuestra por la razón.”
Fray Luis
de León
“La paz es el blanco a donde enderezan su intento y el bien a que
aspiran todas las cosas.”
Fray Luis
de León
“La vida del cristiano es una especie de milicia.”
Fray Luis
de León
“La virtud no teme a la luz, antes desea venir siempre a ella; por es
hija de ella, y criada para resplandecer y ser vista.”
Fray Luis
de León
“Las almas inmortales, hechas a bien tamaño, ¿podrán vivir de sombra y
de engaño?”
Fray Luis
de León
“Libre de amor, de celo.”
Fray Luis
de León
“Los pastores serán brutales mientras
las ovejas sean estúpidas.”
Fray Luis
de León
“Ninguna cosa siente más el presuntuoso
que ser notado de poco avisado.”
Fray Luis
de León
“No hay cosa más cerca ni más lejos, más
encubierta y más descubierta que Dios.”
Fray Luis
de León
"Para hacer mal cualquiera es
poderoso."
Fray Luis
de León
"Para vivir no basta ganar hacienda, si lo que se gana no se
guarda, que si lo que se adquiere se pierde, es como si no se adquiriese".
Fray Luis
de León
"¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido!
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!"
Fray Luis de León
“Si hay debajo de la luna cosa que merezca ser estimada y preciada es
la mujer buena.”
Fray Luis de León
“…sin sentir aún el hedor, estaba
con falsa paz el ánima mezquina,
juzgando por tan rico y tan sereno
el miserable estado que gozaba…”
Fray Luis de León
“…sin sentir aún el hedor, estaba
con falsa paz el ánima mezquina,
juzgando por tan rico y tan sereno
el miserable estado que gozaba…”
Fray Luis de León
“Tenga valor la mujer, y plantará viña; ame el trabajo, y acrecentará
su casa; ponga las manos en lo que es propio de ella.”
Fray Luis de León
"Todo amor es amor propio."
Fray Luis de León
“Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.”
Fray Luis de León