“Cuando un perro está atado a un carro, si desea seguir,
tiran de él y sigue, haciendo coincidir su acto espontáneo con la necesidad.
Pero si el perro no sigue, será forzado en todo caso. Otro tanto les sucede a
los hombres: aun cuando no lo deseen, se verán forzados a seguir lo que les
esté destinado.”