“El dinero acuñado
(...) no tiene más utilidad que la de facilitar el intercambio de productos,
sirviendo de instrumento intermediario entre las ventas y las compras, puesto
que los fines definitivos de los cambios no son el dinero. (...) No es en el
dinero en lo que hay que pensar, sino en los cambios de las cosas que se tienen
que vender y comprar.”
François Quesnay
“El dinero no engendra
dinero; por tanto, un comercio artificial en el que el propio dinero es la
mercancía y la moneda, sólo puede enriquecer a quien descuenta a costa de quien
ha de soportar el descuento.”
François Quesnay
“La cantidad de renta
que se puede adquirir por la compra de una tierra (...) es una medida
manifiesta y limitada por la naturaleza (...) esta misma ley es la que debe
regular el tipo de interés o de la renta del dinero invertido en la
constitución de censos perpetuos en un reino agrícola.”
François Quesnay
“La moneda, el oro y
la plata en funciones de moneda, no es una riqueza usual, ya que la moneda no
es más...Que un utensilio de comercio incorruptible (...) Casi siempre la
moneda no es más que el denominador común de las riquezas comercializables en
las compras y en las ventas, y sólo se utilice idealmente en el comercio. (...)
Por tanto, la opulencia de un Estado no es función de la cantidad de moneda,
sino de la abundancia y del buen precio de las riquezas comercializables.”
François Quesnay
“Los hombres
constituyen el poderío de las naciones y sus necesidades multiplican las
riquezas de estas. (...) Sin poder gozar de ellas y sin poder consumirlas los
productores serían unos bienes inútiles. El consumo los hace comercializables y
mantiene sus precios, y el buen precio y la cantidad de productos forman las
rentas o las riquezas anuales de cada nación. Así, los hombres, al multiplicar
y al consumir estos productos, son la causa primera y constitutiva de sus
propias riquezas.”
François Quesnay
“Los intereses de los
comerciantes revendedores son opuestos a los de la nación.”
François Quesnay