“A la caída del Imperio romano de Occidente, la Iglesia lo sustituyó.”
Octavio
Paz
"A todos, en algún momento, se nos ha revelado nuestra existencia como algo particular, intransferible y precioso. Casi siempre esta revelación se sitúa en la adolescencia. El descubrimiento de nosotros mismos se manifiesta como un sabernos solos; entre el mundo y nosotros se abre una impalpable, transparente muralla: la de nuestra conciencia."
Octavio Paz
"Doblo la página del día,
escribo lo que me dicta
el movimiento de tus pestañas.
Mis manos
abren las cortinas de tu ser
te visten con otra desnudez
descubren los cuerpos de tu cuerpo
Mis manos
inventan otro cuerpo a tu cuerpo.
Entro en ti,
veracidad de la tiniebla.
Quiero las evidencias de lo oscuro,
beber el vino negro:
toma mis ojos y reviéntalos.
Una gota de noche
sobre la punta de tus senos:
enigmas del clavel.
Al cerrar los ojos
los abro dentro de tus ojos.
En su lecho granate
siempre está despierta
y húmeda tu lengua.
Hay fuentes
en el jardín de tus arterias.
Con una máscara de sangre
atravieso tu pensamiento en blanco:
desmemoria me guía
hacia el reverso de la vida."
Octavio Paz
Acabar con todo
Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.
Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.
Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.
Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.
Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.
Octavio Paz
"Ahora estamos en posición de entender la verdadera razón para la condena de los alucinógenos, y por qué se castiga su uso. Las autoridades no se comportan como si quisieran erradicar un vicio dañino, sino
como quien trata de erradicar una disidencia. Como es una forma de disidencia que va extendiéndose más y más, la prohibición asume el carácter de una campaña contra un contagio espiritual, contra una opinión. Lo que despliegan las autoridades es celo ideológico: están castigando una herejía, no un crimen."
Octavio Paz
Corriente alterna
Citado por Antonio Escohotado en el libro Historia general de las drogas, página 673
como quien trata de erradicar una disidencia. Como es una forma de disidencia que va extendiéndose más y más, la prohibición asume el carácter de una campaña contra un contagio espiritual, contra una opinión. Lo que despliegan las autoridades es celo ideológico: están castigando una herejía, no un crimen."
Octavio Paz
Corriente alterna
Citado por Antonio Escohotado en el libro Historia general de las drogas, página 673
“Ahora sabemos que el reino del progreso no es de este mundo.”
Octavio
Paz
"Amar es despeñarse:
caer interminablemente,
nuestra pareja
es nuestro abismo."
Octavio Paz
"Allá, donde terminan las fronteras, los caminos se borran. Donde empieza el silencio. Avanzo lentamente y pueblo la noche de estrellas, de palabras, de la respiración de un agua remota que me espera donde comienza el alba.
Invento la víspera, la noche, el día siguiente que se levanta en su lecho de piedra y recorre con ojos límpidos un mundo penosamente soñado. Sostengo al árbol, a la nube, a la roca, al mar, presentimiento de dicha, invenciones que desfallecen y vacilan frente a la luz que disgrega.
Y luego la sierra árida, el caserío de adobe, la minuciosa realidad de un charco y un pirú estólido, de unos niños idiotas que me apedrean, de un pueblo rencoroso que me señala. Invento el terror, la esperanza, el mediodía -- padre de los delirios solares, de las falacias espejeantes, de las mujeres que castran a sus amantes de una hora.
Invento la quemadura y el aullido, la masturbación en las letrinas, las visiones en el muladar, la prisión, el piojo y el chancro, la pelea por la sopa, la delación, los animales viscosos, los contactos innobles, los interrogatorios nocturnos, el examen de conciencia, el juez, la víctima, el testigo. Tú eres esos tres. ¿A quién apelar ahora y con qué argucias destruir al que te acusa? Inútiles los memoriales, los ayes y los alegatos. Inútil tocar a puertas condenadas. No hay puertas, hay espejos. Inútil cerrar los ojos o volver entre los hombres: esta lucidez ya no me abandona. Romperé los espejos, haré trizas mi imagen, que cada mañana rehace piadosamente mi cómplice, mi delator. La soledad de la conciencia y la conciencia de la soledad, el día a pan y agua, la noche sin agua. Sequía, campo arrasado por un sol sin párpados, ojo atroz, oh conciencia, presente puro donde pasado y porvenir arden sin fulgor ni esperanza. Todo desemboca en esta eternidad que no desemboca.
Allá, donde los caminos se borran, donde acaba el silencio, invento la desesperación, la mente que me concibe, la mano que me dibuja, el ojo que me descubre. Invento al amigo que me inventa, mi semejante; y a la mujer, mi contrario: torre que corono de banderas, muralla que escalan mis espumas, ciudad devastada que renace lentamente bajo la dominación de mis ojos.
Contra el silencio y el bullicio invento la Palabra, libertad que se inventa y me inventa cada día."
Octavio Paz
Libertad bajo palabra
"Amar es despeñarse:
caer interminablemente,
nuestra pareja
es nuestro abismo."
Octavio Paz
Carta de creencia
"Amar es perderse en el tiempo,
ser espejo entre espejos."
Octavio Paz
Carta de creencia
“América no es tanto una tradición que continuar como un futuro que
realizar.”
Octavio
Paz
"Amor, isla sin horas,
isla rodeada de tiempo,
claridad
sitiada de noche."
Octavio Paz
"Aprender a dudar es aprender a pensar."
Octavio Paz
"Amor, isla sin horas,
isla rodeada de tiempo,
claridad
sitiada de noche."
Octavio Paz
Carta de creencia
"Aprender a dudar es aprender a pensar."
Octavio Paz
“Baja desnuda, la luna por el pozo, la mujer por mis ojos.”
Octavio
Paz
“Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro.”
Octavio Paz
“Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro.”
Octavio Paz
"Déjame que me pierda entre palabras,
déjame ser el aire en unos labios,
un soplo vagabundo sin contornos
que el aire desvanece."
Octavio Paz
Destino de poeta
“Dime cómo mueres, y te diré quién eres.”
Octavio
Paz
“Dios existe. Y si no existe debería existir. Existe en cada uno de
nosotros, como aspiración, como necesidad y, también como último fondo,
intocable de nuestro ser.”
Octavio
Paz
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío."
Octavio Paz
Dos cuerpos
"Dos cuerpos frente a frenteson a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío."
Octavio Paz
"Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado,
toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo
encuentre: ya lo llevaba dentro."
Octavio
Paz
“… Cierra los ojos y ábrelos:
No hay nadie ni siquiera tú mismo
Lo que no es piedra es luz.”
Octavio Paz
“… Cierra los ojos y ábrelos:
No hay nadie ni siquiera tú mismo
Lo que no es piedra es luz.”
Octavio Paz
Cuerpo a la vista
Y las sombras se abrieron otra vez y mostraron un cuerpo:
tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar,
tu boca y la blanca disciplina de sus dientes caníbales, prisioneros en llamas,
tu piel de pan apenas dorado y tus ojos de azúcar quemada,
sitios en donde el tiempo no transcurre,
valles que sólo mis labios conocen,
desfiladero de la luna que asciende a tu garganta entre tus senos,
cascada petrificada de la nuca,
alta meseta de tu vientre,
playa sin fin de tu costado.
Tus ojos son los ojos fijos del tigre
y un minuto después son los ojos húmedos del perro.
Siempre hay abejas en tu pelo.
Tu espalda fluye tranquila bajo mis ojos
como la espalda del río a la luz del incendio.
Aguas dormidas golpean día y noche tu cintura de arcilla
y en tus costas, inmensas como los arenales de la luna,
el viento sopla por mi boca y su largo quejido cubre con sus dos alas grises
la noche de los cuerpos,
como la sombra del águila la soledad del páramo.
Las uñas de los dedos de tus pies están hechas de cristal del verano.
Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
bahía donde el mar de noche se aquieta, negro caballo de espuma,
cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
boca del horno donde se hacen las hostias,
sonrientes labios entreabiertos y atroces,
nupcias de la luz y la sombra, de lo visible y lo invisible
(allí espera la carne su resurrección y el día de la vida perdurable).
Patria de sangre,
única tierra que conozco y me conoce,
única patria en la que creo,
única puerta al infinito.
Octavio Paz
“El amor es intensidad y por esto es una distensión del tiempo: estira
los minutos y los alarga como siglos.”
Octavio
Paz
Octavio Paz
"El amor nace de un flechazo; la amistad del intercambio
frecuente y prolongado."
Octavio
Paz
“El camino también desaparece mientras lo pienso, mientras lo digo. La
sabiduría no está ni en la fijeza, ni en el cambio, sino en la dialéctica entre
ellos. Constante ir y venir: la sabiduría está en lo instantáneo. Es el
tránsito. El tránsito no es sabiduría sino un simple ir hacia... el tránsito se
desvanece: sólo así es tránsito.”
Octavio
Paz
El cántaro roto
"La mirada interior se despliega y un mundo de vértigo y llama nace bajo la frente del que sueña:
soles azules, verdes remolinos, picos de luz que abren astros como granadas,
tornasol solitario, ojo de oro girando en el centro de una explanada calcinada,
bosques de cristal de sonido, bosques de ecos y respuestas y ondas, diálogo de transparencias,
¡viento, galope de agua entre los muros interminables de una garganta de azabache,
caballo, cometa, cohete que se clava justo en el corazón de la noche, plumas, surtidores,
plumas, súbito florecer de las antorchas, velas, alas, invasión de lo blanco,
pájaros de las islas cantando bajo la frente del que sueña!
Abrí los ojos, los alcé hasta el cielo y vi cómo la noche se cubría de estrellas.
¡Islas vivas, brazaletes de islas llameantes, piedras ardiendo, respirando, racimos de piedras vivas,
cuánta fuente, qué claridades, qué cabelleras sobre una espalda oscura,
cuánto río allá arriba, y ese sonar remoto de agua junto al fuego, de luz contra la sombra!
Harpas, jardines de harpas.
Pero a mi lado no había nadie.
Sólo el llano: cactus, huizaches, piedras enormes que estallan bajo el sol.
No cantaba el grillo,
había un vago olor a cal y semillas quemadas,
las calles del poblado eran arroyos secos
y el aire se habría roto en mil pedazos si alguien hubiese gritado: ¿quién vive?
Cerros pelados, volcán frío, piedra y jadeo bajo tanto esplendor, sequía, sabor de polvo,
rumor de pies descalzos sobre el polvo, ¡y el pirú en medio del llano como un surtidor petrificado!
Dime, sequía, dime, tierra quemada, tierra de huesos remolidos, dime, luna agónica,
¿no hay agua,
hay sólo sangre, sólo hay polvo, sólo pisadas de pies desnudos sobre la espina,
sólo andrajos y comida de insectos y sopor bajo el mediodía impío como un cacique de oro?
¿No hay relinchos de caballos a la orilla del río, entre las grandes piedras redondas y relucientes,
en el remanso, bajo la luz verde de las hojas y los gritos de los hombres y las mujeres bahándose al alba?
El dios-maíz, el dios-flor, el dios-agua, el dios-sangre, la Virgen,
¿todos se han muerto, se han ido, cántaros rotos al borde de la fuente cegada?
¿Sólo está vivo el sapo,
sólo reluce y brilla en la noche de México el sapo verduzco,
sólo el cacique gordo de Cempoala es inmortal?
Tendido al pie del divino árbol de jade regado con sangre, mientras dos esclavos jóvenes lo abanican,
en los días de las grandes procesiones al frente del pueblo, apoyado en la cruz: arma y bastón,
en traje de batalla, el esculpido rostro de silex aspirando como un incienso precioso el humo de los fusilamientos,
los fines de semana en su casa blindada junto al mar, al lado de su querida cubierta de joyas de gas neón,
¿sólo el sapo es inmortal?
He aquí a la rabia verde y fría y a su cola de navajas y vidrio cortado,
he aqui al perro y a su aullido sarnoso,
al maguey taciturno, al nopal y al candelabro erizados, he aquí a la flor que sangra y hace sangrar,
la flor de inexorable y tajante geometría como un delicado instrumento de tortura,
he aquí a la noche de dientes largos y mirada filosa, la noche que desuella con un pedernal invisible,
oye a los dientes chocar uno contra otro,
oye a los huesos machacando a los huesos,
al tambor de piel humana golpeado por el fémur,
al tambor del pecho golpeado por el talón rabioso,
al tam-tam de los tímpanos golpeados por el sol delirante,
he aqui al polvo que se levanta como un rey amarillo y todo lo descuaja y danza solitario y se derrumba
como un árbol al que de pronto se le han secado las raíces, como una torre que cae de un solo tajo,
he aquí al hombre que cae y se levanta y come polvo y se arrastra,
al insecto humano que perfora la piedra y perfora los siglos y carcome la luz,
he aquí a la piedra rota, al hombre roto, a la luz rota.
¿Abrir los ojos o cerrarlos, todo es igual?
Castillos interiores que incendia el pensamiento porque otro más puro se levante, sólo fulgor y llama,
semilla de la imagen que crece hasta ser árbol y hace estallar el cráneo,
palabra que busca unos labios que la digan,
sobre la antigua fuente humana cayeron grandes piedras,
hay siglos de piedras, años de losas, minutos espesores sobre la fuente humana.
Dime, sequía, piedra pulida por el tiempo sin dientes, por el hambre sin dientes,
polvo molido por dientes que son siglos, por siglos que son hambres,
dime, cántaro roto caído en el polvo, dime,
¿la luz nace frotando hueso contra hueso, hombre contra hombre, hambre contra hambre,
hasta que surja al fin la chispa, el grito, la palabra,
hasta que brote al fin el agua y crezca el árbol de anchas hojas de turquesa?
Hay que dormir con los ojos abiertos, hay que soñar con las manos,
soñemos sueños activos de río buscando su cauce, sueños de sol soñando sus mundos,
hay que soñar en voz alta, hay que cantar hasta que el canto eche raíces, tronco, ramas, pájaros, astros,
cantar hasta que el sueño engendre y brote del costado del dormido la espiga roja de la resurrección,
el agua de la mujer, el manantial para beber y mirarse y reconocerse y recobrarse,
el manantial para saberse hombre, el agua que habla a solas en la noche y nos llama con nuestro nombre,
el manantial de las palabras para decir yo, tú, él, nosotros, bajo el gran árbol viviente estatua de la lluvia,
para decir los pronombres hermosos y reconocernos y ser fieles a nuestros nombres
hay que soñar hacia atrás, hacia la fuente, hay que remar siglos arriba,
más allá de la infancia, más allá del comienzo, más allá de las aguas del bautismo,
echar abajo las paredes entre el hombre y el hombre, juntar de nuevo lo que fue separado,
vida y muerte no son mundos contrarios, somos un solo tallo con dos flores gemelas,
hay que desenterrar la palabra perdida, soñar hacia dentro y también hacia afuera,
descifrar el tatuaje de la noche y mirar cara a cara al mediodía y arrancarle su máscara,
bañarse en luz solar y comer los frutos nocturnos, deletrear la escritura del astro y la del río,
recordar lo que dicen la sangre y la marea, la tierra y el cuerpo, volver al punto de partida,
ni adentro ni afuera, ni arriba ni abajo, al cruce de caminos, adonde empiezan los caminos,
porque la luz canta con un rumor de agua, con un rumor de follaje canta el agua
y el alba está cargada de frutos, el día y la noche reconciliados fluyen como un río manso,
el día y la noche se acarician largamente como un hombre y una mujer enamorados,
como un solo río interminable bajo arcos de siglos fluyen las estaciones y los hombres,
hacia allá, al centro vivo del origen, más allá de fin y comienzo."
soles azules, verdes remolinos, picos de luz que abren astros como granadas,
tornasol solitario, ojo de oro girando en el centro de una explanada calcinada,
bosques de cristal de sonido, bosques de ecos y respuestas y ondas, diálogo de transparencias,
¡viento, galope de agua entre los muros interminables de una garganta de azabache,
caballo, cometa, cohete que se clava justo en el corazón de la noche, plumas, surtidores,
plumas, súbito florecer de las antorchas, velas, alas, invasión de lo blanco,
pájaros de las islas cantando bajo la frente del que sueña!
Abrí los ojos, los alcé hasta el cielo y vi cómo la noche se cubría de estrellas.
¡Islas vivas, brazaletes de islas llameantes, piedras ardiendo, respirando, racimos de piedras vivas,
cuánta fuente, qué claridades, qué cabelleras sobre una espalda oscura,
cuánto río allá arriba, y ese sonar remoto de agua junto al fuego, de luz contra la sombra!
Harpas, jardines de harpas.
Pero a mi lado no había nadie.
Sólo el llano: cactus, huizaches, piedras enormes que estallan bajo el sol.
No cantaba el grillo,
había un vago olor a cal y semillas quemadas,
las calles del poblado eran arroyos secos
y el aire se habría roto en mil pedazos si alguien hubiese gritado: ¿quién vive?
Cerros pelados, volcán frío, piedra y jadeo bajo tanto esplendor, sequía, sabor de polvo,
rumor de pies descalzos sobre el polvo, ¡y el pirú en medio del llano como un surtidor petrificado!
Dime, sequía, dime, tierra quemada, tierra de huesos remolidos, dime, luna agónica,
¿no hay agua,
hay sólo sangre, sólo hay polvo, sólo pisadas de pies desnudos sobre la espina,
sólo andrajos y comida de insectos y sopor bajo el mediodía impío como un cacique de oro?
¿No hay relinchos de caballos a la orilla del río, entre las grandes piedras redondas y relucientes,
en el remanso, bajo la luz verde de las hojas y los gritos de los hombres y las mujeres bahándose al alba?
El dios-maíz, el dios-flor, el dios-agua, el dios-sangre, la Virgen,
¿todos se han muerto, se han ido, cántaros rotos al borde de la fuente cegada?
¿Sólo está vivo el sapo,
sólo reluce y brilla en la noche de México el sapo verduzco,
sólo el cacique gordo de Cempoala es inmortal?
Tendido al pie del divino árbol de jade regado con sangre, mientras dos esclavos jóvenes lo abanican,
en los días de las grandes procesiones al frente del pueblo, apoyado en la cruz: arma y bastón,
en traje de batalla, el esculpido rostro de silex aspirando como un incienso precioso el humo de los fusilamientos,
los fines de semana en su casa blindada junto al mar, al lado de su querida cubierta de joyas de gas neón,
¿sólo el sapo es inmortal?
He aquí a la rabia verde y fría y a su cola de navajas y vidrio cortado,
he aqui al perro y a su aullido sarnoso,
al maguey taciturno, al nopal y al candelabro erizados, he aquí a la flor que sangra y hace sangrar,
la flor de inexorable y tajante geometría como un delicado instrumento de tortura,
he aquí a la noche de dientes largos y mirada filosa, la noche que desuella con un pedernal invisible,
oye a los dientes chocar uno contra otro,
oye a los huesos machacando a los huesos,
al tambor de piel humana golpeado por el fémur,
al tambor del pecho golpeado por el talón rabioso,
al tam-tam de los tímpanos golpeados por el sol delirante,
he aqui al polvo que se levanta como un rey amarillo y todo lo descuaja y danza solitario y se derrumba
como un árbol al que de pronto se le han secado las raíces, como una torre que cae de un solo tajo,
he aquí al hombre que cae y se levanta y come polvo y se arrastra,
al insecto humano que perfora la piedra y perfora los siglos y carcome la luz,
he aquí a la piedra rota, al hombre roto, a la luz rota.
¿Abrir los ojos o cerrarlos, todo es igual?
Castillos interiores que incendia el pensamiento porque otro más puro se levante, sólo fulgor y llama,
semilla de la imagen que crece hasta ser árbol y hace estallar el cráneo,
palabra que busca unos labios que la digan,
sobre la antigua fuente humana cayeron grandes piedras,
hay siglos de piedras, años de losas, minutos espesores sobre la fuente humana.
Dime, sequía, piedra pulida por el tiempo sin dientes, por el hambre sin dientes,
polvo molido por dientes que son siglos, por siglos que son hambres,
dime, cántaro roto caído en el polvo, dime,
¿la luz nace frotando hueso contra hueso, hombre contra hombre, hambre contra hambre,
hasta que surja al fin la chispa, el grito, la palabra,
hasta que brote al fin el agua y crezca el árbol de anchas hojas de turquesa?
Hay que dormir con los ojos abiertos, hay que soñar con las manos,
soñemos sueños activos de río buscando su cauce, sueños de sol soñando sus mundos,
hay que soñar en voz alta, hay que cantar hasta que el canto eche raíces, tronco, ramas, pájaros, astros,
cantar hasta que el sueño engendre y brote del costado del dormido la espiga roja de la resurrección,
el agua de la mujer, el manantial para beber y mirarse y reconocerse y recobrarse,
el manantial para saberse hombre, el agua que habla a solas en la noche y nos llama con nuestro nombre,
el manantial de las palabras para decir yo, tú, él, nosotros, bajo el gran árbol viviente estatua de la lluvia,
para decir los pronombres hermosos y reconocernos y ser fieles a nuestros nombres
hay que soñar hacia atrás, hacia la fuente, hay que remar siglos arriba,
más allá de la infancia, más allá del comienzo, más allá de las aguas del bautismo,
echar abajo las paredes entre el hombre y el hombre, juntar de nuevo lo que fue separado,
vida y muerte no son mundos contrarios, somos un solo tallo con dos flores gemelas,
hay que desenterrar la palabra perdida, soñar hacia dentro y también hacia afuera,
descifrar el tatuaje de la noche y mirar cara a cara al mediodía y arrancarle su máscara,
bañarse en luz solar y comer los frutos nocturnos, deletrear la escritura del astro y la del río,
recordar lo que dicen la sangre y la marea, la tierra y el cuerpo, volver al punto de partida,
ni adentro ni afuera, ni arriba ni abajo, al cruce de caminos, adonde empiezan los caminos,
porque la luz canta con un rumor de agua, con un rumor de follaje canta el agua
y el alba está cargada de frutos, el día y la noche reconciliados fluyen como un río manso,
el día y la noche se acarician largamente como un hombre y una mujer enamorados,
como un solo río interminable bajo arcos de siglos fluyen las estaciones y los hombres,
hacia allá, al centro vivo del origen, más allá de fin y comienzo."
Octavio Paz
“El culto a la vida es también culto a la muerte.”
Octavio
Paz
“El día abre la mano
Tres nubes
Y estas pocas palabras.”
Octavio Paz
“El día abre la mano
Tres nubes
Y estas pocas palabras.”
Octavio Paz
“El fin de la historia será el comienzo de la paz: el reino de la
inocencia recobrada.”
Octavio
Paz
“El hombre es un ser que se ha creado así mismo creando un lenguaje.
Por la palabra, el hombre es una metáfora de sí mismo.”
Octavio
Paz
“El hombre es una criatura moral que envejece, que muere y que no sabe
para qué vino aquí.”
Octavio
Paz
“El lenguaje se deteriora, pero la función de los poetas es
revalorizar las palabras.”
Octavio
Paz
"El mexicano no solamente postula la intrascendencia de morir, sino la de vivir. Nuestras canciones, refranes, fiestas y reflexiones populares manifiestan de una manera inequívoca que la muerte no nos asusta porque “la vida nos ha curado de espantos”."
Octavio Paz
El laberinto de la soledad
“El periódico es hijo de la publicidad y ella lo devora: es un
lenguaje que se usa y, al usarse, se gasta hasta que termina en el cesto de la
basura.”
Octavio
Paz
“El presente es un fruto en el que la vida y la muerte se funden.”
Octavio
Paz
Octavio Paz
Todos Santos, Día de Muertos
"El trueno proclama los hechos del relámpago."
Octavio
Paz
“... el verdadero amor es el amor único a una persona en cuerpo y
alma.”
Octavio
Paz
"El yo desaparece pero en el hueco que ha dejado no se instala otro Yo. Ningún dios, sino lo divino. Ninguna fe sino el sentimiento anterior que sustenta a toda fe, a toda esperanza. Ningún rostro sino el ser sin rostro, el ser que es todos los rostros. Paz en el cráter, reconciliación del hombre —lo que queda del hombre— con la presencia total."
Octavio Paz
Citado por Antonio Escohotado en el libro Historia general de las drogas, página 606
Elegía interrumpida
"Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
Al primer muerto nunca lo olvidamos,
aunque muera de rayo, tan aprisa
que no alcance la cama ni los óleos.
Oigo el bastón que duda en un peldaño,
el cuerpo que se afianza en un suspiro,
la puerta que se abre, el muerto que entra.
De una puerta a morir hay poco espacio
y apenas queda tiempo de sentarse,
alzar la cara, ver la hora
y enterarse: las ocho y cuarto.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
La que murió noche tras noche
y era una larga despedida,
un tren que nunca parte, su agonía.
Codicia de la boca
al hilo de un suspiro suspendida,
ojos que no se cierran y hacen señas
y vagan de la lámpara a mis ojos,
fija mirada que se abraza a otra,
ajena, que se asfixia en el abrazo
y al fin se escapa y ve desde la orilla
cómo se hunde y pierde cuerpo el alma
y no encuentra unos ojos a que asirse...
¿Y me invitó a morir esa mirada?
Quizá morimos sólo porque nadie
quiere morirse con nosotros, nadie
quiere mirarnos a los ojos.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
Al que se fue por unas horas
y nadie sabe en qué silencio entró.
De sobremesa, cada noche,
la pausa sin color que da al vacío
o la frase sin fin que cuelga a medias
del hilo de la araña del silencio
abren un corredor para el que vuelve:
suenan sus pasos, sube, se detiene...
Y alguien entre nosotros se levanta
y cierra bien la puerta.
Pero él, allá del otro lado, insiste.
Acecha en cada hueco, en los repliegues,
vaga entre los bostezos, las afueras.
Aunque cerremos puertas, él insiste.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
Rostros perdidos en mi frente, rostros
sin ojos, ojos fijos, vaciados,
¿busco en ellos acaso mi secreto,
el dios de sangre que mi sangre mueve,
el dios de yelo, el dios que me devora?
Su silencio es espejo de mi vida,
en mi vida su muerte se prolonga:
soy el error final de sus errores.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
El pensamiento disipado, el acto
disipado, los nombres esparcidos
(lagunas, zonas nulas, hoyos
que escarba terca la memoria),
la dispersión de los encuentros,
el yo, su guiño abstracto, compartido
siempre por otro (el mismo) yo, las iras,
el deseo y sus máscaras, la víbora
enterrada, las lentas erosiones,
la espera, el miedo, el acto
y su reverso: en mí se obstinan,
piden comer el pan, la fruta, el cuerpo,
beber el agua que les fue negada.
Pero no hay agua ya, todo está seco,
no sabe el pan, la fruta amarga,
amor domesticado, masticado,
en jaulas de barrotes invisibles
mono onanista y perra amaestrada,
lo que devoras te devora,
tu víctima también es tu verdugo.
Montón de días muertos, arrugados
periódicos, y noches descorchadas
y amaneceres, corbata, nudo corredizo:
"saluda al sol, araña, no seas rencorosa...
Es un desierto circular el mundo,
el cielo está cerrado y el infierno vacío."
Octavio Paz
“En el azul idéntico
brillan y nos ignoran
idénticos luceros.
…Mas cada gallo canta su propio muladar.”
Octavio Paz
“En mi cuerpo tú buscas al monte,
a su sol enterrado en el bosque.
En tu cuerpo yo busco la barca
en mita de la noche perdida.”
Octavio Paz
"En nuestro México, muchas situaciones permiten y fomentan esta atroz violencia que padecemos. La que está en nuestras manos cambiar es la indiferencia de la gente, si vamos juntos vencemos el miedo y la apatía con la solidaridad social hecha compromiso ante el sufrimiento, con misericordia activa concentramos el amor, para que nos de luz aún entre esta oscuridad de impunidad y corrupción. El amor por "los otros" es amor por "nosotros" que surge, fluye y se desliza hacia toda la sociedad, penetra hasta el centro humano y resplandece mientras nos mantiene unidos como eslabones... enlazados... abrazados... abrigados... Así construimos la esperanza, poder invencible para obtener verdad, justicia y paz.
... Amar es combatir, si dos se besan el mundo cambia... brotan alas en las espaldas del esclavo... Amar es combatir, es abrir puertas, dejar de ser fantasma con un número a perpetua cadena condenado por un amo sin rostro; el mundo cambia si dos se miran y se reconocen..."
Octavio Paz
"El yo desaparece pero en el hueco que ha dejado no se instala otro Yo. Ningún dios, sino lo divino. Ninguna fe sino el sentimiento anterior que sustenta a toda fe, a toda esperanza. Ningún rostro sino el ser sin rostro, el ser que es todos los rostros. Paz en el cráter, reconciliación del hombre —lo que queda del hombre— con la presencia total."
Octavio Paz
Citado por Antonio Escohotado en el libro Historia general de las drogas, página 606
Elegía interrumpida
"Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
Al primer muerto nunca lo olvidamos,
aunque muera de rayo, tan aprisa
que no alcance la cama ni los óleos.
Oigo el bastón que duda en un peldaño,
el cuerpo que se afianza en un suspiro,
la puerta que se abre, el muerto que entra.
De una puerta a morir hay poco espacio
y apenas queda tiempo de sentarse,
alzar la cara, ver la hora
y enterarse: las ocho y cuarto.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
La que murió noche tras noche
y era una larga despedida,
un tren que nunca parte, su agonía.
Codicia de la boca
al hilo de un suspiro suspendida,
ojos que no se cierran y hacen señas
y vagan de la lámpara a mis ojos,
fija mirada que se abraza a otra,
ajena, que se asfixia en el abrazo
y al fin se escapa y ve desde la orilla
cómo se hunde y pierde cuerpo el alma
y no encuentra unos ojos a que asirse...
¿Y me invitó a morir esa mirada?
Quizá morimos sólo porque nadie
quiere morirse con nosotros, nadie
quiere mirarnos a los ojos.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
Al que se fue por unas horas
y nadie sabe en qué silencio entró.
De sobremesa, cada noche,
la pausa sin color que da al vacío
o la frase sin fin que cuelga a medias
del hilo de la araña del silencio
abren un corredor para el que vuelve:
suenan sus pasos, sube, se detiene...
Y alguien entre nosotros se levanta
y cierra bien la puerta.
Pero él, allá del otro lado, insiste.
Acecha en cada hueco, en los repliegues,
vaga entre los bostezos, las afueras.
Aunque cerremos puertas, él insiste.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
Rostros perdidos en mi frente, rostros
sin ojos, ojos fijos, vaciados,
¿busco en ellos acaso mi secreto,
el dios de sangre que mi sangre mueve,
el dios de yelo, el dios que me devora?
Su silencio es espejo de mi vida,
en mi vida su muerte se prolonga:
soy el error final de sus errores.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
El pensamiento disipado, el acto
disipado, los nombres esparcidos
(lagunas, zonas nulas, hoyos
que escarba terca la memoria),
la dispersión de los encuentros,
el yo, su guiño abstracto, compartido
siempre por otro (el mismo) yo, las iras,
el deseo y sus máscaras, la víbora
enterrada, las lentas erosiones,
la espera, el miedo, el acto
y su reverso: en mí se obstinan,
piden comer el pan, la fruta, el cuerpo,
beber el agua que les fue negada.
Pero no hay agua ya, todo está seco,
no sabe el pan, la fruta amarga,
amor domesticado, masticado,
en jaulas de barrotes invisibles
mono onanista y perra amaestrada,
lo que devoras te devora,
tu víctima también es tu verdugo.
Montón de días muertos, arrugados
periódicos, y noches descorchadas
y amaneceres, corbata, nudo corredizo:
"saluda al sol, araña, no seas rencorosa...
Es un desierto circular el mundo,
el cielo está cerrado y el infierno vacío."
Octavio Paz
“En el azul idéntico
brillan y nos ignoran
idénticos luceros.
…Mas cada gallo canta su propio muladar.”
Octavio Paz
“En mi cuerpo tú buscas al monte,
a su sol enterrado en el bosque.
En tu cuerpo yo busco la barca
en mita de la noche perdida.”
Octavio Paz
"En nuestro México, muchas situaciones permiten y fomentan esta atroz violencia que padecemos. La que está en nuestras manos cambiar es la indiferencia de la gente, si vamos juntos vencemos el miedo y la apatía con la solidaridad social hecha compromiso ante el sufrimiento, con misericordia activa concentramos el amor, para que nos de luz aún entre esta oscuridad de impunidad y corrupción. El amor por "los otros" es amor por "nosotros" que surge, fluye y se desliza hacia toda la sociedad, penetra hasta el centro humano y resplandece mientras nos mantiene unidos como eslabones... enlazados... abrazados... abrigados... Así construimos la esperanza, poder invencible para obtener verdad, justicia y paz.
... Amar es combatir, si dos se besan el mundo cambia... brotan alas en las espaldas del esclavo... Amar es combatir, es abrir puertas, dejar de ser fantasma con un número a perpetua cadena condenado por un amo sin rostro; el mundo cambia si dos se miran y se reconocen..."
Octavio Paz
“En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre
activo; la imaginación.”
Octavio
Paz
"Entre el deseo y la realidad hay un punto de intersección: el
amor."
Octavio
Paz
“Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía…”
Octavio Paz
para olvidar
su vida verdadera de mentiras
y recordar
su mentirosa vida de verdades."
Octavio Paz
“Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía…”
Octavio Paz
Epitafio para un poeta
"Quiso cantar, cantarpara olvidar
su vida verdadera de mentiras
y recordar
su mentirosa vida de verdades."
Octavio Paz
"Erotismo y poesía: el primero es una metáfora de la sexualidad,
la segunda una erotización del lenguaje."
Octavio
Paz
“Es un desierto circular el mundo,
el cielo está cerrado y el infierno vacío.”
Octavio Paz
“…Hay instantes que estallan y son astros
Otros son un río detenido y unos árboles fijos
Otros son ese mismo río arrasando los mismos árboles…”
Octavio Paz
hay que soñar con las manos
soñemos sueños activos de río
buscando su cauce sueños de sol
soñando sus mundos,
hay que soñar en voz alta, hay que cantar hasta que el canto eche
raíces,
tronco, ramas, pájaros, astros."
Octavio Paz
Hermandad
"Soy hombre: duro poco
Y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
Las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
También soy escritura
Y en este mismo instante
Alguien me deletrea."
Octavio Paz
“La arquitectura es el testigo insobornable de la historia porque no
se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él el testigo de una
época, su cultura, su sociedad, sus intenciones...”
Octavio
Paz
"La autoridad manifiesta un celo ideológico: persigue una herejía, no un crimen."
Octavio Paz
"La ceguera biológica impide ver, y la ceguera ideológica impide pensar."
Octavio Paz
"La autoridad manifiesta un celo ideológico: persigue una herejía, no un crimen."
Octavio Paz
"La ceguera biológica impide ver, y la ceguera ideológica impide pensar."
Octavio Paz
"La conciencia del mal nace con nosotros. Al nacer conocemos la orfandad, nos sentimos arrojados a un mundo extraño. Descubrimos al mal, primero, al sentirnos en un mundo inhospitalario, indiferente; después, en la agresión de los otros contra nosotros o en nuestra agresividad contra ellos. Este saber es universal y común a todos los hombres desde la niñez (...) En 1945, al triunfo de los aliados, descubrimos un horror nuevo en la sucesión de horrores que ha sido la historia de los hombres: la industria de la muerte, los campos de concentración de los nazis. La novedad del horror consistía en que, por primera vez en su sangrienta historia, los hombres aplicaron la técnica moderna de la producción en masa al viejo arte del exterminio. Los métodos para matar al prójimo se volvieron más racionales y eficaces. Y la atrocidad final: el crimen era impersonal. Antes conocíamos el rostro terrible de los verdugos, pero la técnica no tiene rostro (...) Desde que tengo uso de la memoria, el misterio del mal (porque es un misterio), me ha desvelado. ¿Alguien ha descifrado el misterio que es ser hombre? Pues lo mismo pasa con el mal. En una época pensé que era una herencia de nuestro pasado animal. Pronto me di cuenta de mi error: ningún tigre mata a una pantera porque ella es negra y él, rayado. El mal aparece sobre la Tierra con los hombres. Por esto es inseparable de la Historia. Lo que distingue al hombre del resto de los animales es la conciencia, más o menos clara, de ser libre. Incluso los que creen en la fatalidad, al obedecerla, realizan, en cierto modo, un acto libre. ¿O será a la inversa y cuando pensamos ser libres, obedecemos a la necesidad? No lo sé. El nudo entre libertad y fatalidad es inextricable. El secreto del mal, su misterio, está en ese nudo. Pues bien, creamos en la fatalidad o en la libertad, somos siempre responsables de nuestros actos. Por esto, nadie es inocente, ni siquiera los santos o los héroes. Por esto también es imposible acabar con el Mal: es parte del hombre, como el Bien. A diferencia de las otras criaturas terrestres, nosotros sabemos que nuestros actos son buenos o malos; de ahí que a veces tengamos remordimientos. Un león no se arrepiente de haber devorado a una gacela, ni un virus de provocar una epidemia. Nuestro único recurso es reconocer la existencia de los otros, nuestros semejantes. Dañar al otro es, de alguna manera, dañarse a uno mismo. El origen de los grandes crímenes reside en la aparición de ideologías que negaron la humanidad de razas y clases enteras."
Octavio Paz
“La contaminación no sólo afecta al aire, a los ríos y a los bosques,
sino a las almas. Una sociedad poseída por el frenesí de producir más para
consumir más tiende a convertir las ideas, los sentimientos, el arte, el amor,
la amistad y las personas mismas en objetos de consumo. Ninguna sociedad ha
producido tantos desechos como la nuestra. Desechos materiales y desechos
morales.”
Octavio
Paz
"La cultura, para muchos, la salvación de toda tragedia: vivir en cualesquiera de los géneros teatrales, pero no vivir muerto."
Octavio Paz
“La democracia no es el régimen de la verdad, sino de las opiniones
relativas.”
Octavio
Paz
"La guerra llegaba a su fin. ¿Qué ocurriría después? ¿El proletariado europeo, como yo esperaba, entraría en acción y cumpliría la profecía de Marx? Sin revolución europea el marxismo se derrumbaba. En efecto, el núcleo de la doctrina, su principio fundamental, consiste en ver en el proletariado a una clase universal revolucionaria destinada a cambiar la historia e inaugurar una nueva era. La evaporación del agente histórico de la revolución mundial invalida al marxismo por partida doble, como ciencia de la historia y como guía de la acción. Era natural que en 1944 muchos nos hiciésemos esa pregunta. Lo increíble es que, después de la segunda guerra mundial y a pesar de la ausencia de revoluciones obreras en Europa y en las otras naciones industriales, miles de intelectuales en todo el mundo se hayan aferrado a la quimera de la revolución mundial. Entre ellos escritores como Sartre, Moravia y tantos otros que conocían la realidad soviética. Se ha escrito mucho sobre esta aberración de la clase intelectual pero todas las explicaciones que se han dado me parecen incompletas. Hay una falla, una secreta hendedura en la conciencia del intelectual moderno. Arrancados de la totalidad y de los antiguos absolutos religiosos, sentimos nostalgia de totalidad y absoluto. Esto explica, quizá, el impulso que los llevó a convertirse al comunismo y a defenderlo. Fue una perversa parodia de la comunión religiosa. Sin embargo, ¿cómo explicar su silencio ante la mentira y el crimen? Baudelaire cantó a Satán y habló de la orgullosa conciencia en el mal. El suyo fue un mal metafísico, un vano simulacro de la libertad. En el caso de los intelectuales del siglo XX no hubo ni rebeldía ni soberbia: hubo abyección. Es duro decirlo pero hay que decirlo.
En 1944 todavía era lícito esperar. Muchos esperamos. Mientras tanto, asistí en San Francisco a la fundación de las Naciones Unidas y presencié las primeras escaramuzas entre las democracias occidentales y los soviéticos. Comenzaba la guerra fría. Nadie hablaba de revolución sino de reparto del mundo. Un día la prensa norteamericana publicó una noticia que nos estremeció a todos: el descubrimiento de los campos de concentración de los nazis. Las informaciones se repitieron y aparecieron fotografías atroces. La noticia me heló los huesos y el alma. Había sido enemigo del nazismo desde mis años de estudiante en San Ildefonso y tenía una vaga noción de la existencia de campos de concentración en Alemania pero no me había imaginado un horror semejante. Los campos de exterminio me abrieron una inesperada vista sobre la naturaleza humana. Expusieron ante mis ojos la indudable e insondable realidad del mal.
Nuestro siglo —y con el nuestro todos los siglos: nuestra historia entera— nos ha enfrentado a una cuestión que la razón moderna, desde el siglo XVIII, ha tratado inútilmente de esquivar. Esta cuestión es central y esencial: la presencia del mal entre los hombres. Una presencia ubicua, continua desde el principio del principio y que no depende de circunstancias externas sino de la intimidad humana. Salvo las religiones, ¿quién ha dicho algo que valga la pena sobre el mal? ¿Qué nos han dicho las filosofías y las ciencias? Para Platón y sus discípulos —también para San Agustín— el mal es la Nada, lo contrario del Ser. ¡Pero el planeta está lleno hasta los bordes de las obras y los actos de la Nada! Los diablos de Milton construyeron en un abrir y cerrar de ojos los maravillosos edificios de Pandemónium. ¿La Nada es creadora? ¿La negación es hacedora? La crítica, que limpia las mentes de telarañas y que es el guía de la vida recta, ¿no es la hija de la negación? Es difícil responder a estas preguntas. No lo es decir que la sombra del mal mancha y anula todas las construcciones utópicas. El mal no es únicamente una noción metafísica o religiosa: es una realidad sensible, biológica, psicológica e histórica. El mal se toca, el mal duele.
Mi vida dio otro salto al terminar 1945: dejé los Estados Unidos y viví en París los años de la posguerra. No encontré ni rastro de la revolución europea. En cambio, el Imperio comunista —porque en eso se convirtió la unión de repúblicas fundada por los bolcheviques— había salido del conflicto más fuerte y más grande: Stalin consolidó su tiranía en el exterior y en el interior se tragó a media Europa. La alianza occidental y el Plan Marshall detuvieron el avance ruso en Europa; en Asia y en otras partes, los Estados Unidos y sus aliados sufrieron graves descalabros, sobre todo en China y en Corea. En ese período se descubrió la falla fatal de la democracia norteamericana, un defecto advertido un siglo antes por Tocqueville: la torpeza de su política exterior. Lo contrario, precisamente, de la república romana, la primera nación, según Polibio, que tuvo una verdadera política internacional.
Encontré una Francia empobrecida y humillada pero intelectualmente muy viva. Perdida su antigua influencia artística, París se había convertido en el centro del gran debate intelectual y político de esos años. Los comunistas eran muy poderosos en los sindicatos, en la prensa y en el mundo de las letras y las artes. Sus grandes figuras pertenecían a la generación anterior. No eran hombres de pensamiento sino poetas —y poetas de gran talento: Aragon y Éluard, dos viejos surrealistas—. El primero, además, escribía una prosa sinuosa y deslumbrante. Un temperamento serpentino. Frente a ellos, dispersos, varios grupos y personalidades independientes, como el católico Mauriac, sarcástico y brillante polemista. Malraux se había afiliado al gaullismo y había perdido influencia entre los intelectuales jóvenes, más y más inclinados hacia las posiciones de los comunistas. La mirada más clara y penetrante era la de Raymond Aron, poco leído entonces: su hora llegaría más tarde. Había otros solitarios; uno de ellos, aún muy joven, Albert Camus, reunía en su figura y en su prosa dos prestigios opuestos: la rebeldía y la sobriedad del clasicismo francés. Jean Paulhan, otro solitario, tuvo el valor de criticar los excesos de las «depuraciones» y de enfrentarse a la política de intimidación de los intelectuales comunistas. Una roca en aquel océano de confusiones: el poeta René Char. También aislado, en el centro de las mermadas huestes surrealistas, André Breton. Pero los más apreciados, leídos y festejados eran Sartre y su grupo. Su prestigio era inmenso, lo mismo en Europa que en el extranjero."
Octavio Paz
Itinerario
“La historia del siglo XX es la historia de las utopías convertidas en
campos de concentración.”
Octavio
Paz
“La ilusión de una morada en el tiempo es el deseo de hombres y
mujeres. La esperanza y el instante de la felicidad, únicos asideros para vivir
esta errancia sin fin. Y la cultura, para muchos, la salvación de toda
tragedia: vivir en cualesquiera de los géneros teatrales, pero no vivir
muerto.”
Octavio
Paz
"La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su
indiferencia ante la vida."
Octavio
Paz
"La libertad es alas, es el viento entre las hojas, detenido por una simple flor y el sueño en el que somos nuestro sueño."
Octavio Paz
La libertad bajo palabra
"La libertad más que la idea filosófica o concepto teológico, es una experiencia que todos vivimos, sentimos y pensamos cada vez que pronunciamos dos monosílabos: sí y no."
"La libertad es alas, es el viento entre las hojas, detenido por una simple flor y el sueño en el que somos nuestro sueño."
Octavio Paz
La libertad bajo palabra
"La libertad más que la idea filosófica o concepto teológico, es una experiencia que todos vivimos, sentimos y pensamos cada vez que pronunciamos dos monosílabos: sí y no."
Octavio Paz
"La libertad, para realizarse, debe bajar a la tierra y encarnar entre los hombres. No le hacen falta alas sino raíces."
Octavio Paz
Octavio Paz
“La manifestación más pura e inmediata del tiempo es el ahora..”
Octavio
Paz
"La memoria no es lo que recordamos sino lo que nos recuerda. La memoria es un presente que nunca acaba de pasar."
Octavio Paz
“La mucha luz es como la mucha sombra: no deja ver.”
Octavio
Paz
Octavio Paz
“… La noche envuelve inmensa la ventana
No hay nadie…”
Octavio Paz
“La mujer, otro de los seres que viven aparte, también es figura enigmática. Mejor dicho, es el Enigma. A semejanza del hombre de raza o nacionalidad extraña, incita y repele. Es la imagen de la fecundidad, pero asimismo de la muerte. En casi todas las culturas las diosas de la creación son también deidades de destrucción. Cifra viviente de la extrañeza del universo y de su radical heterogeneidad, la mujer ¿esconde la muerte o la vida?, ¿en qué piensa?, ¿piensa acaso?, ¿siente de veras?, ¿es igual a nosotros?”
Octavio Paz
“… La noche envuelve inmensa la ventana
No hay nadie…”
Octavio Paz
“La palabra futuro es una palabra en decadencia.”
Octavio
Paz
“La poesía debe ser un poco seca para que arda bien y, de este modo,
iluminarnos y calentarnos.”
Octavio
Paz
“La poesía es el punto de intersección entre el poder divino y la
libertad humana.”
Octavio
Paz
“La poesía es revelación de la condición humana y consagración de una
experiencia histórica concreta.”
Octavio
Paz
“La poesía no se propone consolar al hombre de la muerte, sino hacerle
entrever que vida y muerte son inseparables: son la totalidad.”
Octavio
Paz
“La realidad es más real en blanco y negro.”
Octavio
Paz
“La realidad es mucho más rica y cambiante que los sistemas
conceptuales que pretenden contenerla.”
Octavio
Paz
La serenidad del silencio: Un lenguaje que corte el resuello. Rasante, tajante, cortante. Un ejército de sables. Un lenguaje de aceros exactos, de relámpagos afilados, de esdrújulos y agudos, incansables, relucientes, metódicas navajas. Un lenguaje guillotina. Una dentadura trituradora, que haga una masa del yotúélnosotrosvosotrosellos. Un viento de cuchillos que desgarre y desarraigue y descuaje y deshonre…"
La serenidad del silencio: Un lenguaje que corte el resuello. Rasante, tajante, cortante. Un ejército de sables. Un lenguaje de aceros exactos, de relámpagos afilados, de esdrújulos y agudos, incansables, relucientes, metódicas navajas. Un lenguaje guillotina. Una dentadura trituradora, que haga una masa del yotúélnosotrosvosotrosellos. Un viento de cuchillos que desgarre y desarraigue y descuaje y deshonre…"
Octavio Paz
"La sociedad liberal se paralizará si deja de ser
autocrítica."
Octavio
Paz
“La soledad, el sentimiento y conocimiento de que uno está solo,
excluido del mundo, no es una característica exclusivamente mexicana. Todos los
hombres, en algún momento de sus vidas, se sienten solos. Y lo están. Vivir es
separarse de lo que fuimos para acercarnos a lo que seremos en el futuro. La
soledad es el hecho más profundo de la condición humana.”
Octavio
Paz
“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido
inyectado el veneno del miedo... del miedo al cambio.”
Octavio
Paz
“Las miradas son semillas, mirar es sembrar.”
Octavio
Paz
"Llueve sobre mi infancia."
Octavio Paz
“Lo que llamamos arte es un juego.”
Octavio
Paz
"Los cuerpos, frente a frente como astros feroces,
están hechos de la misma sustancia de los soles.
Lo que llamamos amor o muerte, libertad o destino,
¿no se llama catástrofe, no se llama hecatombe?
¿Dónde están las fronteras entre espasmo y terremoto,
entre erupción y cohabitación?"
Octavio Paz
El prisionero
“Los imperios están condenados a la dispersión, como las ortodoxias y
las ideologías, a los cismas y a las escisiones.”
Octavio
Paz
“… Los nombres no son nombres
no dicen lo que dicen…”
Octavio Paz
"Los seres humanos podemos ser felices por un instante, pero un instante es una ventana hacia la eternidad."
Octavio Paz
“… Los nombres no son nombres
no dicen lo que dicen…”
Octavio Paz
"Los seres humanos podemos ser felices por un instante, pero un instante es una ventana hacia la eternidad."
Octavio Paz
“Luchar contra el mal es luchar contra nosotros mismos.”
Octavio
Paz
“Mentimos por placer y fantasía, sí, como todos los pueblos
imaginativos, pero también para ocultarnos y ponernos al abrigo de intrusos. La
mentira posee una importancia decisiva en nuestra vida cotidiana, en la
política, el amor, la amistad. La mentira es un juego trágico en el que
arriesgamos parte de nuestro ser.”
Tomado del libro de Eduardo Punset
El sueño de Alicia, pág. 53
“Mis ojos te descubren desnuda y te cubren con una lluvia cálida de
miradas.”
Octavio
Paz
"Mis palabras, al hablar de la casa, se agrietan. Cuartos y cuartos habitados sólo por sus fantasmas."
Octavio Paz
Pasado en claro"Mis pasos en esta calle
resuenan
en otra calle
donde
oigo mis pasos
pasar en esta calle
donde
sólo es real la niebla."
Octavio Paz
“Muchos pueblos y civilizaciones se llamaron a sí mismos con el nombre
de un dios, una virtud o una fraternidad.
Nuestro tiempo es el único que ha escogido como nombre un adjetivo
vacío: moderno.”
Octavio
Paz
"Ningún pueblo cree en su gobierno. a lo sumo, los pueblos están
resignados."
Octavio
Paz
“No es poeta aquel que no ha sentido la tentación de destruir o crear
otro lenguaje.”
Octavio
Paz
“No hay nada más triste que el escritor sometido al dictado del
político.”
Octavio
Paz
“No sé si la modernidad es una bendición, una maldición o las dos
cosas. Sé que es un destino: si México quiere ser tendrá que ser moderno.”
Octavio
Paz
“Nunca se va tan lejos como cuando no se sabe adónde se va.”
Octavio
Paz
"…oigo mis pasos
pasar en esta calle
donde
Sólo es real la niebla..."
Octavio Paz
"Cierra los ojos y a oscuras piérdete
bajo el follaje rojo de tus párpados.
Húndete en esas espirales
del sonido que zumba y cae
y suena allá, remoto,
hacia el sitio del tímpano,
como una catarata ensordecida.
Hunde tu ser a oscuras,
anégate en tu piel,
y más, en tus entrañas;
que te deslumbre y ciegue
el hueso, lívida centella,
y entre simas y golfos de tiniebla
abra su azul penacho el fuego fatuo.
En esa sombra líquida del sueño
moja tu desnudez;
abandona tu forma, espuma
que no se sabe quién dejó en la orilla;
piérdete en tí, infinita,
en tu infinito ser,
mar que se pierde en otro mar:
olvídate y olvídame."
Octavio Paz
"Palabra ya sin mí, pero de mí,como el hueso postrero,anónimo y esbelto, de mi cuerpo;sabrosa sal, diamante congelado de mi lágrima obscura."
Octavio Paz
“¿Palabras? Sí, de aire,
y en el aire perdidas.
Déjame que me pierda entre palabras,
déjame ser el aire en unos labios,
un soplo vagabundo sin contornos
que el aire desvanece.
También la luz en sí misma se pierde.”
Octavio Paz
“Para el habitante de Nueva York, Paris o Londres, la muerte es
palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio,
la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus
juguetes favoritos y su amor más permanente.”
Octavio
Paz
Octavio Paz
"Para todos los mesoamericanos, la vida de aquí abajo es un reflejo del drama cósmico. Los hombres imitamos o reproducimos los actos de los dioses."
Octavio Paz
Tomada del libro Territorios talismán de Jesús Callejo, página 154
“Perder nuestro nombre es como perder nuestra sombra; ser sólo nuestro
nombre es reducirnos a ser sombra.”
Octavio
Paz
"Poesía, visión unitaria y recreación del lenguaje. Si algo somos los hombres, somos una metáfora del tiempo, una imagen errante. El tiempo nos entierra y nos desentierra. El hombre también es aventura, una apuesta que la vida se ha hecho a sí misma. ¿Conoce alguien la especie hacia la cual vamos?... Yo soy errabundo por esencia, fiel al sentido de la tierra. El planeta mismo es un cuerpo errante. El hombre moderno ha descubierto que la vida histórica es la vida errante. Hoy la Historia no solo ocupa todo el espacio terrestre -ya no hay pueblos ni tierras vírgenes- sino que invade nuestros pensamientos, deshabita nuestros sueños secretos, nos arranca de nuestras ciudades y nos arroja al vacío público."
Octavio Paz
Tomado del libro de Noé de la Flor Casanova, Viajando por el mundo de mis libros, página 136
“Quédate siempre detrás del hombre que dispara y delante del hombre
que está cagando. Así estás a salvo de las balas y de la mierda.”
Octavio
Paz
"Quien ha visto la Esperanza, no la olvida. La busca bajo todos los cielos y entre todos los hombres. Y sueña que un día va a encontrarla de nuevo."
Octavio Paz
"Quiso cantar, cantar para olvidar su vida verdadera de mentiras y recordar su mentirosa vida de verdades."
Octavio Paz
Epitafio
“Sé que soy un viviente
entre dos paréntesis.”
Octavio Paz
“Si los líderes leyeran poesía, serían más sabios.”
Octavio
Paz
"Sin democracia la libertad es una quimera."
Octavio
Paz
“…Sobre el bosque carbonizado
pasa el sol con un hacha.”
Octavio Paz
"Sobre la arena
escritura de pájaros:
memorias del viento
Luna, reloj de arena
la noche se vacía
la hora se ilumina."
la noche se vacía
la hora se ilumina."
Octavio Paz
"Soy hombre, duro poco
y es enorme la noche:
Pero miro hacia arriba.
Las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea."
Octavio Paz
"Tal vez amar es aprender
a caminar por este mundo.
Aprender a quedarnos quietos
como el tilo y la encina de la fábula.
Aprender a mirar.
Tu mirada es sembradora.
Plantó un árbol.
Yo hablo
porque tú meces los follajes."
Octavio Paz
Carta de creencia
“Tanto los Padres de la Iglesia como los doctores del período
escolástico injertaron la filosofía griega en la doctrina cristiana.”
Octavio
Paz
"… Toco la piedra y no contesta, cojo la llama y no me quema, ¿qué esconde esta presencia?
No hay nada atrás…"
Octavio Paz
"Tener ideas rígidas y una conducta rigurosa; vivir lejos del mundo y de manera distinta al común de los hombres; pronunciar virtuosos discursos, sarcásticos y llenos de reproches; no tener más designio que ser superior: tal es el deseo del ermitaño escondido en su cueva, la ambición del hombre que condena siempre a los otros y, en fin, de todos aquellos que tiritan en verano y se abanican en invierno.
Predicar virtud y benevolencia, lealtad y fidelidad, frugalidad y respeto; reconocer el mérito de los otros aun en perjuicio propio; no tener más fin que la perfección moral: tal es la ambición de los moralistas y filántropos, hombres de consejo e instrucción, pedagogos, viajeros instalados en la ciudad.
Hablar de hechos portentosos; alcanzar fama inmortal; enseñar al gobernante y a sus ministros los ritos que cada uno debe ejecutar; determinar las funciones y oficios de grandes y pequeños; no tener otro móvil que la cosa pública: tal es la ambición de los que frecuentan los tribunales y las cortes, el afán de esos que sólo desean engrandecer a sus amos, extender sus dominios y ver la vida como una serie de victorias y conquistas.
Instalarse en una floresta o al lado de un arroyo; pensar en un lugar escondido; vivir en el ocio; tal es el deseo de los que vagan por ríos y lagos, fugitivos del mundo. Inspiran, espiran, respiran, expelen el aire viejo y llenan su ser con el nuevo, suspenden el aliento, lo dejan escapar con un rumor de alas: son los amantes de la larga vida, artesanos de la perfección física, los duchos en el arte de inhalar y exhalar, los aspirantes a la longevidad de Peng-Tse.
Pero hay otros: sus pensamientos son sublimes sin ser rígidos; nunca han aspirado a la virtud y son perfectos; no logran victorias para el Estado ni otorgan renombre a su patria y, no obstante, influyen secretamente en su pueblo; conquistan la quietud lejos de arroyos y lagos; viven muchos años y jamás practican el arte de respirar; se despojan de todo y no carecen de nada; pasivos, marchan sin objeto y sin deseo, pero todo lo que es deseable está al alcance de su mano. Tal es la ley del cielo y la tierra, tales los poderes del sabio. Quietud, pasividad, pobreza, la substancia del Método, el secreto de nuestros poderes. El sabio reposa; porque reposa, está en paz; su paz es serenidad. Al pacífico y sereno no lo asaltan ni dañan alegría o tristeza. Intacto, entero, unido a sí mismo y a su ser interior, es invencible."
Octavio Paz
Chuang-Tzu
"… Toco la piedra y no contesta, cojo la llama y no me quema, ¿qué esconde esta presencia?
No hay nada atrás…"
Octavio Paz
“Toda dictadura, sea de un hombre o de un partido, desemboca en las
dos formas predilectas de la esquizofrenia: el monólogo y el mausoleo.”
Octavio
Paz
“Todo es presencia, todos los siglos son éste presente.”
Octavio
Paz
“…Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue…”
Octavio Paz
...Todos somos la vida... los actos míos son más míos si son también de todos, para que se pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros, los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia, no soy, no hay yo, siempre somos nosotros..."
Octavio Paz
“Tu espalda fluye tranquila bajo mis ojos
como la espalda del río a la luz del incendio…”
Octavio Paz
“Un mundo nace cuando dos se besan.”
Octavio
Paz
"Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos
y sin brazos."
Octavio
Paz
“Uno siempre se asombra de estar enamorado.”
Octavio
Paz
“Unos lloran con lágrimas otros con pensamientos.”
Octavio Paz
"Y todos los hombres, sin excepción, por un instante hemos entrevisto la experiencia de la separación y la reunión. El día en que de verdad estuvimos enamorados y supimos, aunque luego traicionásemos esa certidumbre, que ese instante era para siempre; cuando caímos en el sinfín de nosotros mismos y el tiempo abrió sus entrañas y ahí nos contemplamos como un rostro que se desvanece y se anula; la tarde en que vimos el árbol aquel en medio del campo callado y adivinamos, aunque ya no lo recordemos, qué decía el silencio; una mañana, tirados en la yerba, oyendo la vida secreta de la planta; o frente al mar, de noche, junto a las altas rocas."
Octavio Paz
El arco y la lira
“Yo dibujo estas letras
como el día dibuja sus imágenes
y sopla sobre ellas y no vuelve.”
Octavio Paz
“Unos lloran con lágrimas otros con pensamientos.”
Octavio Paz
"Y todos los hombres, sin excepción, por un instante hemos entrevisto la experiencia de la separación y la reunión. El día en que de verdad estuvimos enamorados y supimos, aunque luego traicionásemos esa certidumbre, que ese instante era para siempre; cuando caímos en el sinfín de nosotros mismos y el tiempo abrió sus entrañas y ahí nos contemplamos como un rostro que se desvanece y se anula; la tarde en que vimos el árbol aquel en medio del campo callado y adivinamos, aunque ya no lo recordemos, qué decía el silencio; una mañana, tirados en la yerba, oyendo la vida secreta de la planta; o frente al mar, de noche, junto a las altas rocas."
Octavio Paz
El arco y la lira
“Yo dibujo estas letras
como el día dibuja sus imágenes
y sopla sobre ellas y no vuelve.”
Octavio Paz