“A los quince años tenía el rostro del placer y no conocía el placer.”
Marguerite Duras
“Alrededor de la persona que escribe libro siempre debe haber una
separación de los demás. Es una soledad. Es la soledad del autor, la del
escribir.”
Marguerite Duras
“Aunque sea inútil, creo que, con todo, es necesario llorar. Porque la
desesperación es tangible. El recuerdo de la desesperación permanece. A veces
mata.”
Marguerite Duras
“¿Cómo iba yo a imaginarme que esta ciudad estuviera hecha a la medida
del amor? ¿Cómo iba a imaginarme que estuvieras hecho a la medida de mi cuerpo
mismo?”
Marguerite Duras
“Con el tiempo te das cuenta que el
sentimiento de felicidad que encuentras con un hombre no necesariamente prueba
que lo ames.”
Marguerite Duras
“Creo que nada sustituye a la lectura de un texto, nada reemplaza la
memoria de un texto, nada, ningún juego.”
Marguerite Duras
“Creo que siempre o casi siempre en la infancia la madre representa a
la locura. Nuestras madres siempre permanecen como las personas más locas y
extrañas que jamás hemos conocido.”
Marguerite Duras
“Cuando muere es un día triste. De primavera, creo, de abril. La
muerte llevaba ventaja sobre el final de su historia. En vida ya estaba
acabado, era demasiado tarde para que muriera, era un hecho desde la muerte del
pequeño hermano. Las palabras subyugantes: Todo está consumado.”
Marguerite Duras
"Cuando se tiene cierta moral de combate, de poder, hace falta
muy poco para dejarse llevar, para pasar a la embriaguez, al exceso."
Marguerite Duras
“Cuando usted lloró, fue sólo por usted y no por la admirable
imposibilidad de alcanzarla a través de la diferencia que les separa.”
Marguerite Duras
"Debiera no conocerla, haberla encontrado en todas partes a la vez, en un hotel, en una calle, en un bar, en un libro, en una película, en usted mismo (...)"
Marguerite Duras
“Dejamos de conocer a la gente que conocemos y
creemos haber esperado a quienes no conocemos.”
Marguerite Duras
“Digo cualquier cosa, y después olvido. Tú lo sabes —sonríes—, pero yo
sigo a tu lado en la desesperación que te procuro.”
Marguerite Duras
"Durante meses, más aún, durante años, esperó volver a encontrar a ese hombre del tren. Pensaba todavía en esa espera como algo que formaba parte de la felicidad que había conocido con él. Aquella noche se había instalado como algo resplandeciente, inigualable en su vida. Ese amor había sido tan fuerte que todavía la hacía estremecer aquella noche."
Marguerite Duras
La lluvia de verano
“El alcohol es estéril. Las palabras que se dicen en una noche de
borrachera se desvanecen como la oscuridad al comienzo del día.”
Marguerite Duras
“El alcohol no consuela, no llena ningún vacío psicológico, solamente
sustituye la carencia de Dios. No conforta al hombre. Por el contrario,
acrecienta su locura y lo transporta a las regiones supremas donde es dueño de
su destino.”
Marguerite Duras
“El alcohol suplió la función que no tuvo Dios, también tuvo la de
matarme, la de matar.”
Marguerite Duras
“El beso se ha convertido en goce. Tuvo lugar. Se burló de la muerte,
del horror de la idea. No le siguió ningún otro beso. Ocupa el deseo todo, para
él mismo es su desierto y su inmensidad, su espíritu y su cuerpo.”
Marguerite Duras
“El cine hace remontar la palabra hacia su silencio original. La
palabra una vez destruida por el cine, ya no regresa a ninguna parte, a ningún
escrito.”
Marguerite Duras
“El mejor modo de llenar el tiempo es gastándolo.”
Marguerite Duras
“El mundo puso el pecado y nosotros la ocasión.”
Marguerite Duras
“El suicidio está en la soledad de un escritor. Uno está solo incluso
en su propia soledad. Siempre inconcebible. Siempre peligrosa. Sí. Un precio
que hay que pagar por haber osado salir y gritar.”
Marguerite Duras
“Ella dice que deberían llegar a vivir como lo hacen, con el cuerpo
cansado en un desierto; en el espíritu, el recuerdo de un solo beso, de una
sola palabra, de una sola mirada para todo un amor.”
Marguerite Duras
“Ella vive todavía. Incita al asesinato en tanto que vive. Se pregunta
cómo matarla y quién la matará. Usted no quiere nada, a nadie, incluso esa
diferencia que usted cree vivir usted no la quiere.”
Marguerite Duras
“En aquel período de mi primera soledad ya había descubierto que lo
que tenía que hacer era escribir. Raymond Quesear me lo había confirmado. El
único principio de Raymond era este: Escribe, no hagas nada más.”
Marguerite Duras
“En la tremenda corriente contemplo el último instante de mi vida. La
corriente es tan fuerte que lo arrastraría todo, incluso piedras, una catedral,
una ciudad. Hay una tempestad que ruge en el interior de las aguas del río. Del
viento que se debate.”
Marguerite Duras
“En la vida llega un momento, y creo que es fatal, que no se puede
escapar, en que todo se pone en duda: el matrimonio, los amigos, sobre todo los
amigos de la pareja... Y esa duda crece alrededor de uno.”
Marguerite Duras
“Era demasiado tarde para reencontrarnos. Lo comprendimos desde la
primera mirada. Ya no había nada que reencontrar.”
Marguerite Duras
“Es de locura lo bonita que tienes la piel.”
Marguerite Duras
“Escribir ahora, se diría que la mayor parte de las veces ya no es
nada. Esa desesperación se manifestaba en un momento dado del día. Y después
seguía la imposibilidad de seguir avanzando, o el sueño, o, a veces nada…. O
nada, o dormir, morir.”
Marguerite Duras
“Escribir es intentar adivinar lo que uno escribiría si escribiese.”
Marguerite Duras
“Escribir: es lo único que llenaba mi vida y la hechizaba. Lo he
hecho. La escritura nunca me ha abandonado.”
Marguerite Duras
“Hallarse en un agujero, en el fondo de un agujero, en una soledad
casi total y descubrir que sólo la escritura te salvará. No tener ningún
argumento para el libro, ninguna idea de libro es, encontrarse, volver a
encontrarse, delante de un libro. Una inmensidad vacía. Un libro posible.
Delante de nada. Delante de algo así como una escritura viva y desnuda, como
terrible, terrible de superar.”
Marguerite Duras
“He sido comunista hasta que me di cuenta de que el partido soviético
no era comunista.”
Marguerite Duras
“La escritura llega como el viento, está desnuda, es la tinta, es lo
escrito, y pasa como nada pasa en la vida, nada, excepto eso, la vida.”
Marguerite Duras
“La fuerza que ella lleva en sí, debe de experimentarla como una
especie de inteligencia perdida que ya no le sirve de nada.”
Marguerite Duras
“La historia de mi vida no existe. Eso no existe. Nunca hay centro. Ni
camino, ni línea donde se insinúa que alguien hubo, no es cierto, no hubo
nadie… Para mí todo empezó así, por ese rostro evidente, extenuado, esas ojeras
que se anticipaban al tiempo, a los hechos.”
Marguerite Duras
“La imagen había participado de esta imagen, adelantándose: El mar,
informe, simplemente incomparable… El mar, la intensidad que recoge, se aleja,
vuelve.”
Marguerite Duras
“La locura es como la comprensión, ¿Sabes? No se la puede explicar.
Exactamente como la comprensión. Se te viene encima, te llena y entonces se la
entiende. Pero cuando le abandona a uno, ya no se la puede entender en
absoluto.”
Marguerite Duras
“La soledad no se encuentra, se hace. La soledad se hace sola. Yo la
hice. Porque decidí que era allí donde debía estar sola, donde estaría sola
para escribir libros.”
Marguerite Duras
“Le había pedido que lo hiciera otra vez y otra. Que me lo hiciera. Lo
había hecho. Lo había hecho en la untuosidad de la sangre. Y, en efecto, había
sido hasta morir. Y ha sido para morirse.”
Marguerite Duras
“Los besos en el cuerpo hacen llorar. Diríase que consuelan.”
Marguerite Duras
“Los chinos, incluso los no muy ricos, tienen amantes. Las esposas lo
saben. Así están tranquilas: cuando tienen mujeres afuera siempre vuelven a
casa.”
Marguerite Duras
“Los escritores son gente solitaria. En todas partes, y siempre, lo
han sido.”
Marguerite Duras
“Luché por mi cuenta, con todas mis fuerzas, cada día, contra el
horror de no comprender ya en absoluto el por qué de recordar. Y como tú, he
olvidado.”
Marguerite Duras
"Muy pronto en la vida es demasiado tarde."
Marguerite Duras
“Nada tiene tiempo de hundirse, todo es arrastrado por la
tempestad profunda y vertiginosa de la corriente interior, todo queda en
suspenso en la superficie de la fuerza del río.”
Marguerite Duras
“Ningún amor puede sustituir al amor.”
Marguerite Duras
“Ningún ser humano, ninguna mujer, ningún poema, música o
pintura pueden sustituir al alcohol en el poder que le da al hombre para
ilusionarse con una creación auténtica.”
Marguerite Duras
“No creo a la gente que dice: 'He roto mi manuscrito, lo
he tirado'. No lo creo. O bien lo que estaba escrito no existía para los demás,
o no era un libro. Y uno siempre sabe lo que no es un libro.”
Marguerite Duras
“No estaba enferma de su locura, la vivía como la salud.”
Marguerite Duras
“No hay errores. Sólo hay actos extraños.”
Marguerite Duras
“No llorar nunca es no vivir.”
Marguerite Duras
“No sé por qué le quería hasta el extremo de querer morir
de su muerte. Nada nuevo podía alcanzar ese amor. Yo había olvidado la Muerte.”
Marguerite Duras
No se trata de que sea necesario conseguir algo, sino de
que es necesario salirse de donde se está… Puedo convertirme en lo que quieran
que sea. Y creerlo.”
Marguerite Duras
“Nuestro amor podía llevarnos a la cárcel.”
Marguerite Duras
“Nunca he escrito, creyendo hacerlo, nunca he amado,
creyendo amar, nunca he hecho nada salvo esperar delante de la puerta cerrada.”
Marguerite Duras
“Para abordar la escritura hay que ser más fuerte que uno
mismo, hay que ser más fuerte que lo que se escribe.”
Marguerite Duras
“Pienso con frecuencia en esta imagen que sólo yo sigo
viendo y de la que nunca he hablado.”
Marguerite Duras
“Podría engañarme, creer que soy hermosa como las mujeres
hermosas, como las mujeres miradas, porque realmente me miran mucho. Pero sé
que no es cuestión de belleza sino de otra cosa, sí, de otra cosa, por ejemplo,
de carácter.”
Marguerite Duras
"Pronto se acerca el alba. Pronto hay en la alcoba una sombría claridad de color indeciso. Pronto enciende algunas lámparas para verla. Para verla a ella. Para ver lo que nunca conoció, el sexo soterrado, ver aquello que engulle y retiene sin parecer hacerlo, al verlo así ensimismado en su sueño, dormido. Para ver también las pecas esparcidas por ella desde la orilla del cabello hasta el nacimiento de los pechos, allí donde ceden bajo su peso, engarzados a las bisagras de los brazos, y también hasta los párpados cerrados y los labios entreabiertos y pálidos. Usted se dice: en los lugares del sol del verano, en los lugares abiertos, ofrecidos a la vista.
Ella duerme.
Usted apaga las lámparas.
Está casi claro.
Todavía se acerca el alba. Son esas horas tan vastas como los espacios del cielo. Es demasiado, el tiempo ya no encuentra por dónde pasar. El tiempo ya no pasa. Usted se dice que ella debería morir. Usted se dice que si ahora en ese momento de la noche ella muriera, sería más fácil, usted sin duda quiere decir: para usted, pero no termina la frase.
Usted escucha el ruido del mar que empieza a subir. Esa extraña está ahí en la cama, en su lugar, en el charco blanco de las sábanas blancas. Esa blancura vuelve más oscura su forma, más evidente que lo sería una evidencia animal bruscamente abandonada por la vida, que lo sería la de la muerte."
Marguerite Duras
El mal de la muerte
"Rabier está casado con una joven de veintiséis años. El tiene cuarenta y uno. Tiene un niño que debe de tener entre cuatro y cinco años. Vive con su familia en las afueras de París. Cada día viene a París en bicicleta. Creo que nunca supe qué le decía a su mujer sobre lo que hacía con su tiempo. Ella ignoraba que fuese de la Gestapo. Es un hombre alto, rubio, es miope y lleva gafas con montura de oro. Tiene una mirada azul, que ríe. Detrás de esa mirada se adivina la salud que rebosa el cuerpo. Es muy aseado. Cada día se cambia de camisa. Cada día los zapatos limpios. Tiene las uñas inmaculadas. Su limpieza es inolvidable, meticulosa, casi maníaca. Debe de haberla convertido en una cuestión de principio. Viste como un señor. En ese trabajo hay que tener aspecto de señor. El que golpea, el que lucha, el que trabaja con armas, sangre, lágrimas, se diría que actúa con guantes blancos, tiene manos de cirujano.
Transcurridos los primeros días de la desbandada alemana, Rabier dice, con una sonrisa: «Rommel va a contraatacar. Tengo informaciones».
Acabamos de salir de un bar de la zona de la Bolsa y estamos andando. Hace buen tiempo. Hablamos de la guerra. Siempre había que hablar, para no parecer triste. Hablo, digo que desde hace varias semanas el frente de Normandía se ha estancado. Digo que París está hambriento. Que el kilo de mantequilla vale trece mil francos. Él dice: «Alemania es invencible».
Andamos. Mira con atención todas las cosas que le rodean, las calles vacías, la multitud en las aceras. Los comunicados son terminantes, su frente va a desmoronarse de un momento a otro, el mundo entero espera ese momento, el primer retroceso. Él mira París con amor, lo conoce muy bien. Ha detenido a gente en calles semejantes a éstas. En cada calle, sus recuerdos, sus alaridos, sus gritos, sus sollozos. Estos recuerdos no hacen sufrir a Rabier. Son los jardineros de ese jardín, París, de esas calles que ellos adoran, ahora exentas de judíos. No recuerda más que sus buenas acciones, no recuerda en absoluto haber sido brutal. Cuando habla de las personas a las que ha detenido se enternece: todos han comprendido la triste obligación de hacerlo que pesaba sobre él, nunca le han causado dificultades, todos, encantadores."
Marguerite Duras
El dolor
“Recuerda el asombro general ante la extrañeza de una
noche de la que se hablaba como de algo que hay que fijar fuera de la muerte
para más adelante poder contarlo a los niños. Y también que ella hubiera sido
partidaria de ocultar aquella noche de verano, de convertirla en cenizas.”
Marguerite Duras
“Se está solo en una casa. Y no fuera, sino dentro. En el
jardín hay pájaros, gatos. Pero, también, en una ocasión, una ardilla, un
hurón. En un jardín no se está solo. Pero, en una casa, se está tan solo que a
veces se está perdido.”
Marguerite Duras
"Un día, ya entrada en años, en el vestíbulo de un edificio público, un hombre se me acercó. Se dio a conocer y me dijo. La conozco desde siempre. Todo el mundo dice que de joven era usted hermosa, me he acercado para decirle que en mi opinión la considero más hermosa ahora que en su juventud. Su rostro de muchacha me gustaba mucho menos que el de ahora, devastado.
(...)
Entre los dieciocho y veinticinco años mi rostro emprendió un camino imprevisto, ese envejecimiento fue brutal. Vi cómo se apoderaba de mis rasgos uno a uno... He conservado aquel rostro nuevo. Ha sido mi rostro. Ha envejecido más por supuesto, pero relativamente menos de lo que hubiera debido. Tengo un rostro lacerado por arrugas secas, la piel resquebrajada. No se ha deshecho... ha conservado los mismos contornos pero la materia está destruida. Tengo un rostro destruido..."
Marguerite Duras
El amante
“Vendrá un tiempo en que no
sabremos qué nombre dar a lo que nos una. Su nombre se irá borrando poco a poco
de nuestra memoria y luego desaparecerá por completo.”
Marguerite Duras
“Veo a los periodistas como trabajadores manuales, los
obreros de la palabra. El periodismo solo puede ser literatura cuando es apasionado.”
Marguerite Duras
"Yo, como tú, he intentado con todas mis fuerzas combatir el olvido. Como tú, he olvidado.
Como tú, he querido tener una memoria inconsolable, una memoria de sombras y de piedra. He luchado todos los días, con todas mis fuerzas, contra el horror de no comprender del todo el por qué del recordar."
Marguerite Duras
Hiroshima mon amour
"Yo no tengo ideas; sólo tengo palabras y
silencios."