“¡Basta de silencios!¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido!”

Santa Catalina de Siena
  


"De igual modo que los pies llevan el cuerpo, el afecto lleva el alma."

Santa Catalina de Siena

  

“El alma no puede vivir sin amar, y cuando no ama a Dios se ama desordenadamente a sí misma.”

Santa Catalina de Siena



"El amor más fuerte y más puro no es el que sube desde la impresión, sino el que desciende desde la admiración." 

Santa Catalina de Siena

   

"En las amarguras desearéis la dulzura, y en la guerra, la paz." 

Santa Catalina de Siena



"He visto las cosas ocultas de Dios."


Santa Catalina de Siena




“Hija mía, constrúyete dos celdas. Primero una celda real, para que no rondes y hables mucho, de no ser que sea necesario, o puedas hacerlo por amor a tu prójimo. Luego constrúyete una celda espiritual, que siempre podrás llevar contigo, y es esta la celda del verdadero conocimiento de sí mismo; encontrarás ahí el conocimiento de la bondad de Dios para contigo. Aquí hay realmente dos celdas en una, y si vives en una de ellas, también debes vivir en la otra; en otro caso, el alma se desesperará o será presuntuosa. Si residieses en el solo conocimiento de ti misma, te desesperarías; si residieses en el conocimiento de Dios solo, te verías tentada a la presunción. La una debe ir con la otra, y así alcanzarás la perfección.”

Santa Catalina de Siena



“La ilusión no es ni más ni menos que una aberración de la esperanza.” 

Santa Catalina de Siena




"Por ninguna razón y bajo ningún concepto puede uno juzgar a los seres o a sus motivaciones. Incluso cuando veamos que se trata de un pecado indudable, no debemos expresar nuestro juicio al respecto, sino tener una santa y sincera compasión, y ofrecerla a Dios junto con nuestra humilde y devota oración."

Santa Catalina de Siena



“Señor, dame un corazón de niño y un gran coraje para vivir como adulto.”

Santa Catalina de Siena



“Una cosa te pido, y es que no te dejes llevar por excesivos consejos. Es mejor que elijas un consejero que te aconseje sinceramente, y seguirlo. Cosa peligrosa es acompañar a muchos.”

Santa Catalina de Siena


"Vi cinco rayos de color rojo sangre cayendo sobre mí, dirigidos hacia mis manos, mis pies y mi corazón. Por lo que, al darme cuenta del milagro, enseguida exclamé: “¡Oh! Señor, Dios mío, te suplico que no dejes marcas externas en mi cuerpo”. Entonces, mientras estaba hablando, antes de que los rayos me alcanzaran, su color rojo sangre se transformó en esplendor, y con apariencia de pura luz, llegaron a los cinco puntos de mi cuerpo..."

Santa Catalina de Siena