"A menudo, a través de la risa, visible para el mundo, caen lágrimas, invisibles para el mundo."
Nikolái Vasílievich Gógol
“Cuanto más común es un objeto, más por encima de él debe hallarse el artista a fin de conseguir de él lo no-común, para que esto llegue a ser verdad completa.”
Nikolái Vasílievich Gógol
“Cuanto más común es un objeto, más por encima de él debe hallarse el artista a fin de conseguir de él lo no-común, para que esto llegue a ser verdad completa.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
“Cuanto más examinamos una historia, más triste se vuelve.”
Nikolái Vasilievich Gógol
"De pronto, me di cuenta de que ya eran las doce y media y que nuestro jefe aún no había salido de su dormitorio. Pero a eso de la una y media sucedió algo que ninguna pluma podría describir.
Se abrió la puerta; creí que era el director y salté de la silla, con los papeles en la mano. Pero era ella, en persona. ¡Cielos!¡Cómo vestía!El vestido que llevaba era de una blancura de cisne. ¡Oh, qué esplendor! Y cuando me miró, sus ojos fulguraron como el sol; sí, no exagero: fulguraron como el sol. Me saludó y dijo: “¿Y papá, no ha venido?¡Ay, ay, ay, qué voz! Como un canario, un verdadero canario.
“Excelencia –quise decirle–, no me condene a muerte, y si no obstante quiere ejecutarme, hágalo con su noble mano." ¡Pero que me parta el diablo! Se me trabó la lengua, no sé cómo, y sólo pude decir: “No, Excelencia."
Me miró, después miró los libros y dejó caer su pañuelo. Corrí a recogerlo, resbalé en el maldito parquet y a punto estuve de aplastarme la nariz; sin embargo, logré mantener el equilibrio y recogí el pañuelo.
¡Ángeles del cielo! ¡Qué pañuelo! ¡De batista, y de una delicadeza! ¡Como ámbar! Ámbar puro.
Todo en él respiraba nobleza.
Me dio las gracias y esbozó una ligera sonrisa sin apenas mover sus dulces labios; después salió.
Me quedé allí una hora más; de pronto entró el lacayo y dijo: “Puede irse a casa, Aksenti Ivanovich, el señor ha salido ya."
No soporto a esos lacayos que se pasan el tiempo ociosos en el vestíbulo y ni siquiera se molestan en saludarme con un gesto de cabeza. Pero eso no es todo: uno de esos tunantes incluso se permitió en una ocasión ofrecerme un atoma de rapé, sin ni siquiera levantarse de su silla. ¿No sabe, pues, ese servilón estúpido, que soy funcionario y de origen noble?
Sin embargo, cogí mi sombrero y yo mismo me puse el abrigo, porque esta gente jamás se prestaría a ello, y salí.
Una vez en casa, pasé la mayor parte del tiempo tumbado en la cama. Después, copié algunos versos ciertamente deliciosos:
Una hora lejos de mi amor,
una hora que me pareció un año:
lleno de odio por la vida,
¿puedo vivir un instante sin ella?
Creo que son de Pushkin. Al anochecer, bien arropado en mi abrigo, dirigí mis pasos hasta la entrada de la casa de Su Excelencia, y esperé allí largo rato. ¿No saldrá ella en calesa? Me hubiera gustado verla una vez más. Pero no, ella no salió."
Nikolai Gogol
Diario de un loco
"Déjame advertirte, si comienzas a correr detrás de las vistas, te quedarás sin pan y sin vistas."
Nikolái Vasilievich Gógol
“Difícilmente se encontraría un hombre que viviera cumpliendo tan celosamente
con sus deberes...Y, ¡Es poco decir! , que trabajara con tanta afición y
esmero. Allí, copiando documentos, se abría ante él un mundo más pintoresco y
placentero. En su cara se reflejaba el gozo que experimentaba. Algunas letras
eran sus favoritas, y cuando daba con ellas estaba como fuera de sí: sonreía,
parpadeaba y se ayudaba con los labios, de manera que resultaba hasta posible
leer en su rostro cada letra que trazaba su pluma.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
“El ejemplo tiene más fuerza que las reglas.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
“El general pertenecía a esa clase de personas que, aunque hacían de
él lo que querían (por supuesto sin que él lo advirtiera), si se le metía una
idea en la cabeza, en ella se quedaba como un clavo, sin que existiera ninguna
posibilidad de sacársela.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
“El pánico es más contagioso que la peste y se comunica en un
instante.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
"El Señor conceda que todos podamos ser brotes de la tierra."
Nikolái Vasilievich Gógol
“En él no había nada ni de bueno ni de malo, y la carencia de todo
dejaba un espantoso vacío. Su rostro duro como el mármol, sin ninguna
imperfección notable, no se semejaba a nada; sus rasgos mantenían entre sí una
fría proporción. Sólo las diminutas picaduras de viruela y las arrugas que
surcaban aquel rostro lo incluían entre esa categoría de personas a las que,
como dice la expresión popular, el diablo acude por la noche a fin de moler
guisantes en su cara.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
"En toda parte a través de cualquier dolor del cual sea tejido nuestra vida, alguna alegría parpadeará animadamente."
“Esas acciones tan poco nobles no me producen más que pesadumbre.
Cuando veo que hay personas que engañan ante los mismos ojos de todos y que no
son castigadas con el desprecio general, no sé lo que me ocurre, me pongo mala.
Pienso, pienso...—y poco faltó para que rompiera a llorar.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
"¡Esos ojos eran ojos vivos, ojos humanos! Parecían haber sido arrancados de un hombre vivo y puestos ahí."
Nikolái Vasilievich Gógol
Tomada del libro Mi ovni de la Perestroika de Daniel Utrilla Vizmanos, página 408
“¡Feliz el escritor que abandona los caracteres poco gratos y
aburridos que asombran por la tristeza que infunden en el alma y se aproxima a
caracteres en los que se manifiestan las elevadas cualidades del ser humano,
que de la gran multitud de personajes que se le presentan a diario, se limita a
escoger las contadas excepciones, que nunca traiciona la excelsa canción de su
lira, no desciende de la cima en que se halla hasta sus hermanos mezquinos y
míseros, y, alejado del suelo, se entrega en cuerpo y alma a sus sublimes
imágenes!”
Nikolái
Vasilievich Gógol
"Hay ciertas palabras que son más queridas y más cercanas para un hombre que otras."
Nikolái Vasilievich Gógol
“La juventud es feliz en lo que tiene de porvenir.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
"La Luna es un globo tan tierno, que el hombre no puede vivir en ella, y allí solo pueden vivir narices."
Nikolái Vasilievich Gógol
Tomada del libro Mi ovni de la Perestroika de Daniel Utrilla Vizmanos, página 16
“Lo difícil es ganar miles honradamente, los millones se amontonan sin
trabajo.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
"Los gramáticos eran aún de muy corta edad; por el camino se empujaban unos a otros y se insultaban con voces atipladas; casi todos vestían ropas andrajosas o sucias y sus bolsillos estaban siempre llenos de porquerías de todo tipo, a saber, tabas, silbatos fabricados con plumas, restos de empanada y a veces incluso pequeños gorriones, cuyo repentino piar en medio del insólito silencio de la clase valía a su propietario unos buenos reglazos en ambas manos y a veces unos azotes con una vara de cerezo. Los retóricos marchaban con mayor gravedad: por lo común sus vestidos estaban completamente inmaculados, pero en cambio siempre lucían en la cara algún adorno a modo de tropo retórico: bien un ojo morado o una ampolla que ocupaba todo el labio o cualquier otra marca distintiva. Conversaban y blasfemaban con voz de tenor. Los filósofos hablaban en una octava más baja y solo llevaban en los bolsillos tabaco fuerte. Nunca guardaban provisiones y se comían en el acto cuanto caía en sus manos; el olor a pipa y a aguardiente que desprendían era a veces tan intenso que cuando un artesano pasaba a su lado se detenía largo rato y olfateaba el aire como un perro rastreador."
Nikolai Gogol
Vi
“Mi lengua y mi estilo son tan imprecisos que en esto me quedo atrás
con respecto a muchos malos escritores. Hasta un principiante o un escolar
puede reírse de mi lengua. Cuando cojo la pluma, me siento como paralizado.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
“No ignoro que me tacharán de cruel, pero sé muy bien quiénes serán
ésos...Debo recurrir, pues, al instrumento insensible de la justicia, al hacha,
que es forzoso que caiga sobre la cabeza de los culpables.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
"No nos riamos de las narices feas, hagámoslo de las almas feas."
Nikolái Vasilievich Gógol
“(...) Pero nuestra generación se ríe, y arrastrada por el orgullo y
la vanidad, empieza una serie de nuevos errores, de los que con el tiempo se
reirán asimismo nuestros descendientes.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
"Podkolésin (con el espejo en las manos, se mira fijamente en él).
Kochkarév: (Acercándose furtivamente por detrás, lo asusta). ¡Puf!
Podkolésin: (Profiere un grito y deja caer el espejo). ¡Loco! Bueno... ¿Para qué... para qué... ? Vaya una estupidez. Me asustaste de tal modo que tengo toda el alma revuelta.
Kochkarév: ¡Bah! Sólo fue una broma.
Podkolésin: ¡Vaya con la broma! Todavía me dura el susto. Y, ya lo ves: he roto el espejo. Te advierto que no lo regalan: lo compré en un comercio inglés.
Kochkarév: Bueno, bueno: ya te compraré otro.
Podkolésin: Sí, sí, me lo comprarás. Ya conozco esos espejos: cuando uno se mira en ellos, parece tener diez años más y la cara torcida.
Kochkarév: Oye, soy yo quien tiene motivo para estar enojado contigo: a mí, tu amigo, me lo ocultas todo. ¡Piensas casarte!
Podkolésin: ¡Tonterías, no me propongo semejante cosa!
Kochkarév: La prueba está a la vista. (Señala a Tecla). Ya sabes quién es ese pájaro. Bueno, bueno, el asunto no tiene nada de particular. Se trata de algo cristiano, hasta necesario para la patria. Me encargaré de esa tarea. (A Tecla). Vamos, habla: di cómo son las cosas, quién es y todo lo demás. ¿Es de la nobleza o comerciante o qué es? ¿Y cómo se llama?
Tecla: Ágata Tijónovna.
Kochkarév: ¿Ágata Tijónovna Brandajlístova?
Tecla: ¡Oh, no... ! Kuperdiáguina.
Kochkarév: Vive en la calle de las Seis Tiendas...¿verdad? Tecla. No, no; más bien cerca de Peski, en la bocacalle de Milni.
Kochkarév: Aja... Sí. En la bocacalle de Milni, al lado de la tienda... ¿no es eso?
Tecla: No, junto a la cervecería.
Kochkarév: ¿A la cervecería? Entonces, ya no me lo explico.
Tecla: Pues cuando dobles la bocacalle, verás de frente una casilla; y después de pasar la casilla, dobla a la izquierda y entonces tendrás ante tus ojos una casa de madera, donde se aloja una costurera que vivió con el subsecretario del Senado. No en la casa de la costurera; junto a ella, hay otra casa, de piedra y ahí vive Ágata Tijónovna, la novia.
Kochkarév: Bueno, bueno. Ahora, ya me encargaré de todo: puedes irte. Ya no te necesitamos. Tecla: ¡Cómo! ¿Tú mismo quieres concertar laboda?
Kochkarév: Yo mismo, yo mismo: no te metas. Tecla: ¡Ah, desvergonzado! Pero... si eso no escosa de hombres! ¡Apártate, hijo, apártate de eseasunto!
Kochkarév: ¡Vete, vete! No entiendes nada, no te metas. Métete en lo tuyo... ¡Fuera de aquí! Tecla: ¡Sólo piensas en quitarles el pan a los de-más, hereje! ¿No te avergüenza meterte en semejante bagatela? De haberlo sabido, no te habría dicho nada. (Se va, con aire de despecho).
Kochkarév: Oye, soy yo quien tiene motivo para estar enojado contigo: a mí, tu amigo, me lo ocultas todo. ¡Piensas casarte! Podkolésin: ¡Tonterías, no me propongo semejante cosa!
Kochkarév: La prueba está a la vista. (Señala a Tecla). Ya sabes quién es ese pájaro. Bueno, bueno, el asunto no tiene nada de particular. Se trata de algo cristiano, hasta necesario para la patria. Me en-cargaré de esa tarea. (A Tecla). Vamos, habla: di cómo son las cosas, quién es y todo lo demás. ¿Es de la nobleza o comerciante o qué es? ¿Y cómo se llama? Tecla: Ágata Tijónovna.
Kochkarév: ¿Ágata Tijónovna Brandajlístova? Tecla: ¡Oh, no... ! Kuperdiáguina.
Kochkarév: Vive en la calle de las Seis Tiendas... ¿verdad? Tecla. No, no; más bien cerca de Peski, en la bocacalle de Milni.
Kochkarév: Aja... Sí. En la bocacalle de Milni, al lado de la tienda... ¿no es eso? Tecla: No, junto a la cervecería. Kochkarév: ¿A la cervecería? Entonces, ya no me lo explico.
Tecla: Pues cuando dobles la bocacalle, verás de frente una casilla; y después de pasar la casilla, dobla a la izquierda y entonces tendrás ante tus ojos una casa de madera, donde se aloja una costurera que vivió con el subsecretario del Senado. No en la casa de la costurera; junto a ella, hay otra casa, de piedra y ahí vive Ágata Tijónovna, la novia.
Kochkarév: Bueno, bueno. Ahora, ya me encargaré de todo: puedes irte. Ya no te necesitamos.
Tecla: ¡Cómo! ¿Tú mismo quieres concertar la boda?
Kochkarév: Yo mismo, yo mismo: no te metas.
Tecla: ¡Ah, desvergonzado! Pero... si eso no es cosa de hombres! ¡Apártate, hijo, apártate de ese asunto!
Kochkarév: ¡Vete, vete! No entiendes nada, no te metas. Métete en lo tuyo... ¡Fuera de aquí!
Tecla: ¡Sólo piensas en quitarles el pan a los demás, hereje! ¿No te avergüenza meterte en semejante bagatela? De haberlo sabido, no te habría dicho nada. (Se va, con aire de despecho)."
Nikolai Gogol
El casamiento
“Por estúpido que sea lo que dice el necio, en ocasiones es más que
suficiente para confundir al hombre inteligente.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
“Pushkin, tan aficionado a reír, a medida que yo leía se iba poniendo
cada vez más sombrío, y al acabarse la lectura exclamó con desesperación:
"¡Dios mío, qué triste es nuestra Rusia!" En aquel momento me di
cuenta de la importancia que podía tener todo cuanto saliera directamente del
alma, y, en general, todo cuanto poseyera una verdad interior.”
Nikolái
Vasilievich Gógol
“¡Qué cantidad de maravillosos proyectos nacieron en ti, cuántos
poéticos sueños y cuántas asombrosas impresiones has hecho nacer!”
Nikolái
Vasilievich Gógol
“Quedó claramente de manifiesto cómo es el ser humano: es inteligente,
sabio, sensato en todo cuanto se relaciona con los demás, pero no en lo que
atañe a su propia persona. ¡Qué firmeza y prudencia hay en los consejos que da
en los momentos difíciles!”
Nikolái
Vasilievich Gógol
"Si yo no puedo ser feliz, quiero consagrar toda mi vida a la
felicidad de mis semejantes."
Nikolái
Vasilievich Gógol
"Siempre piensa en lo que es útil y no en lo que es hermoso. La belleza vendrá de su propia conformidad."
Nikolái Vasilievich Gógol
"Siempre piensa en lo que es útil y no en lo que es hermoso. La belleza vendrá de su propia conformidad."
Nikolái Vasilievich Gógol
"Soy un escritor y el deber de un escritor no es sólo el de promover una ocupación agradable de la mente y los sentidos por la literatura. El que no deposita algo útil en el alma de los demás ni deja en ella alguna enseñanza será severamente castigado."
Nikolái Vasilievich Gógol
Nikolai Gogol
Las almas muertas
“Un compañero o un amigo te engañará y será el primero en traicionarte
en un momento difícil, pero el dinero no te traicionará nunca. Todo lo podrás
alcanzar y vencer en el mundo con dinero.”
Nikolái
Vasilievich Gógol