"Doña Leonila dábase aires de virgen enferma de amor y ello hasta extremos de lo más ridículos. Exhalaba suspiros lastimeros, caminaba con los brazos cruzados, soltaba largos soliloquios, ¡y su conversación giraba siempre en torno a cierta doncella abandonada, que murió con el corazón destrozado! Su rojiza cabellera estaba siempre adornada con una guirnalda de hojas de sauce. Por las noches se la veía vagar por las riberas de un arroyo a la luz de la luna.
(…)
A través de varios pasadizos angostos; y según pasaban, la luz de la lámpara no mostraba más que objetos asquerosos; cráneos, huesos, tumbas e imágenes cuyos ojos parecían contemplarles con horror y sorpresa. Por fin llegaron a una espaciosa cueva, cuyo techo estaba tan alto que la vista no alcanzaba a vislumbrar. Una profunda oscuridad envolvía aquel vacío; húmedos vapores dejaron helado el corazón del monje, mientras escuchaba con tristeza el aullido del viento en las criptas solitarias."
Matthew Lewis
El monje
“En ese laberinto de
terrores, habría preferido refugiarse en la penumbra del ateísmo, negar la
inmortalidad del alma, convencerse de que, una vez cerrados los ojos, no
volvería a abrirlos, y que el mismo momento aniquilaría a la vez su alma y su
cuerpo. Pero hasta ese recurso le estaba negado.”
Matthew Gregory Lewis
“Era espontáneamente
emprendedor, firme e intrépido; poseía un corazón de guerrero, y habría podido
sobresalir con esplendor a la cabeza de un ejército.”
Matthew Gregory Lewis
“Escucha mi consejo,
compra con un momento de valentía una felicidad de años; goza del presente y
olvida que un futuro queda más allá.”
Matthew Gregory Lewis
“¡Escúcheme, hombre de
corazón duro! ¡Escúcheme, orgulloso, severo y cruel! ¡Habría podido salvarme y
devolverme la dicha y la virtud, pero no quiso! Usted es el destructor de mi
alma, mi asesino, ¡Que caiga sobre usted la maldición de mi muerte y la de mi
hijo aún no nacido!”
Matthew Gregory Lewis
“La naturaleza no pudo
soportar mis emociones y buscó refugio en la insensibilidad.”
Matthew Gregory Lewis
“La violencia de su
desesperación –dijo– demuestra que por lo menos el vicio no se ha vuelto
familiar para ella."
Matthew Gregory Lewis
“Pero en cuanto
comenzó a desarrollarse su temperamento, voluptuoso y ardiente, se abandonó
libremente al impulso de sus pasiones y aprovechó la primera oportunidad para
satisfacerlas.”
Matthew Gregory Lewis
“Si no es bajo su
protección, no pongo un pie al otro lado de ese umbral. ¡Que Dios me ampare, el
fantasma puede esperarme en la escalera y llevarme consigo al infierno!”
Matthew Gregory Lewis
“¡Tiembla, desorbitado
hipócrita, inhumano parricida, incestuoso violador! ¡Tiembla ante la magnitud
de tus crímenes! ¡Y tú eras el que se consideraba a prueba contra las
tentaciones, absuelto de las fragilidades humanas y libre de los errores y el
vicio! ¿Entonces el orgullo es una virtud? ¿La inhumanidad no es un pecado?
¡Sabe, hombre vano, que hace tiempo te señalé como mi presa!”
Matthew Gregory Lewis
“Un autor, malo o
bueno, o entre malo y bueno, es un animal a quien cualquiera se siente con el
derecho de atacar. Pues si bien no todos son capaces de componer libros, todos
se consideran capaces de juzgarlos.”
Matthew Gregory Lewis
“Ya no podré combatir
mis pasiones, aprovecharé todas las oportunidades para excitar tus deseos y me
esforzaré en conseguir tu deshonra y la mía.”
Matthew Gregory Lewis