JUPITER
JÚPITER EN LA PRIMERA
Quienes
tienen a Júpiter en la casa Uno, la casa del sí mismo, son filósofos naturales
que intentan responder a algunas de las "grandes" cuestiones de la
existencia. En cualquier cosa que hagan, tienen la capacidad de inspirar y de
reactivar la vida y el interés, entregándose con gran entusiasmo inicial a lo
que emprenden. Algunas veces son importantes pensadores en el dominio social,
educativo o religioso, en tanto que otras personas que tienen este
emplazamiento representan más bien el lado deportivo de Júpiter y llevan una
vida de aventureros o de jugadores. Algunos son el tipo de gente que viste
siempre a la ultimísima moda y a quien se ve en todos los lugares nuevos y
"bien". Entre los que tienen a Júpiter en esta casa se cuentan
también los amantes de la naturaleza.
En tanto que Júpiter en la Primera casa
quiere seguir avanzando cada vez más rápido y es capaz de imaginar objetivos de
largo alcance, los aspectos que forme Júpiter podrían indicar alguna otra parte
de la personalidad que mantiene inmovilizado al nativo o le impide progresar.
En algunos casos la exageración del
sentimiento de identidad es uno de los peligros de este emplazamiento. Una
opinión desmesurada de sí mismos puede ser causa de que excedan sus propias
capacidades. En ocasiones tienen una visión y una inspiración maravillosas,
pero carecen de la disciplina y de la concentración necesarias para continuar
en algo hasta terminarlo. Como están a tal punto ansiosos de liberarse de todas
las limitaciones, si las cosas se ponen duras puede ser que opten por salidas
fáciles.
Si Júpiter está bien aspectado, es
probable que la atmósfera de su entorno inicial, haya favorecido el crecimiento
y el desarrollo positivo de estos nativos, estimulando su creatividad y su
carácter juguetón. A veces, este emplazamiento indica viajes o muchos cambios
de residencia mientras aún se es joven. Dado que Júpiter muestra una tendencia
a la desmesura y a la expansión, se trata de personas que pueden tener
problemas con el peso.
Júpiter afligido en la Primera casa
indica en el nativo demasiada importancia hacia sí mismo; alguien que promete
más de lo que puede dar.
Las personas con
Júpiter conjunto al Ascendente se enfrentan al mundo dispuestos a abarcar el máximo
posible. Estas personas suelen sentirse muy ilusionadas ante la vida y desean
recorrer el mundo y explorarlo. Las Casas cuyas cúspides se encuentren en
Sagitario y, quizás, en menor medida, en Piscis, también ayudarán a
determinar los ámbitos de la vida hacia los que el individuo dirigirá esta
necesidad de exploración.
Las personas con Júpiter en el
Ascendente, con frecuencia suelen mostrarse sumamente alegres y optimistas y se
enfrentan a las pruebas y a los problemas de la vida con mucha filosofía. Se
trata de las típicas personas que siempre muestran su aspecto más sonriente
frente al mundo, incluso aunque el resto del tema refleje una personalidad algo
más insegura, seria y cautelosa. Se acercan a los demás sin pensárselo dos
veces. Aquellos sujetos con un Júpiter situado en el Ascendente a menudo pueden
parecer algo arrogantes y, en algunos signos, mucho más que otros. Con
frecuencia, el individuo suele considerar a los demás como seres muy positivos
y seguros de sí mismos y, por lo mismo, tiende a cultivar una personalidad
parecida. Si el resto del tema nos refleja una personalidad extrovertida, esta
posición aumentará esta tendencia. Los individuos más tímidos pueden mostrarse
muy “lanzados” con los extraños, pero bastante menos con sus conocidos.
Sue
Tompkins pág. 437
Los Aspectos en Astrología
JÚPITER EN LA SEGUNDA
Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco más.
QUEVEDO
Quienes
tengan en esta casa a Júpiter buscarán probablemente expandir sus recursos y
posesiones como medio de incrementar su gozo y su plenitud de vida. Llevado al
extremo, esto podría significar que se adora al becerro de oro como lo más
importante de la existencia, o que se concede un valor religioso o numinoso al
éxito monetario y material. El sistema de valores en general (Segunda) puede
estar vinculado con sus creencias filosóficas y religiosas (Júpiter).
El instinto adquisitivo se ve
incrementado en quienes tienen a Júpiter en esta casa, y con una motivación tan
fuerte, es frecuente que tenga éxito en el ámbito material. Sin
embargo, es probable que lo que ganan se les vaya con la misma rapidez. Por más
que generalmente sean generosos, si Júpiter presenta aspectos difíciles eso
puede hacer pensar en tendencias a dilapidar el dinero y las posesiones, o bien
a ser precipitados e imprudentes en las inversiones.
Si Júpiter está en la Segunda casa, es
probable que la búsqueda de seguridad personal se exprese en la persecución de
la abundancia en el plano material, pero para otros que también tienen este
emplazamiento, seguridad puede significar la posesión de conocimientos
superiores o de firmes creencias religiosas. Los recursos innatos de estos
nativos incluyen un entusiasmo natural, la capacidad de inspirar a otras
personas, y la de otorgar a la vida un significado práctico. Sus deseos son
naturalmente fuertes, y por lo común estas personas creen que hay
justificaciones "superiores" para tener lo que con tanta urgencia quieren.
De ahí que no se sientan demasiado culpables al satisfacer sus inagotables
apetitos. Es posible que ganen dinero mediante actividades jupiterianas tales
como la enseñanza, los viajes, el derecho, los negocios de importación y
exportación, la difusión religiosa, etc.
JÚPITER EN LA TERCERA
Júpiter
en la casa Tres expande la mente. Aunque esto puede dar como resultado una
superabundancia de ideas sobre el tema que fuere, literalmente dispersa, otorga
también firmeza de percepción, unida a la amplitud necesaria para adaptar a
cualquier cosa que pueda suceder cerca de perspectiva o un marco de referencia
más amplio.
Una
de las principales preocupaciones de Júpiter es alcanzar una mayor realización.
En la Tercera casa, es posible que el conocimiento sea reverenciado como un
dios que ofrece a sus fieles un gozo y un dominio siempre crecientes de la
vida, una característica que inclina a quienes tienen este emplazamiento a
exhibir una necesidad casi insaciable de aprender cosas. En ocasiones se hace
referencia a quienes tienen esta actitud llamándoles “los eternos estudiantes”.
Dado que a los nativos que tienen a
Júpiter en esta casa les expande cualquier cosa que haya a su alrededor, este
emplazamiento indica normalmente una buena relación con hermanos y hermanas,
vecinos, etc. En ocasiones hay gran cantidad de hermanos. Sin embargo, los
aspectos difíciles con Júpiter pueden manifestarse en rivalidades apasionadas
entre hermanos, o convirtiendo a un hermano o hermana mayor en objeto de culto
al héroe, con el resultado final de una amarga desilusión si se ha esperado
demasiado de ellos. La gente que ha viajado o ha cambiado muchas veces de
residencia durante la niñez y la adolescencia suele tener a Júpiter en este
emplazamiento. Por lo común, no sienten como amenazante una escolarización
temprana, sino que más bien la acogen como una oportunidad de ensanchar sus
horizontes más allá de lo que puede ofrecerles la familia. Escribir, enseñar,
dar, conferencias, estudiar, viajar y aprender lenguas son todas
actividades que deben ser estimuladas en los niños y personas que tengan este
emplazamiento.
Estando afligido en la casa Tres existe
una fuerte tendencia a la disipación de las energías en actividades que carecen
de practicidad.
JÚPITER EN LA CUARTA
Existen muchas
cartas con Júpiter en la casa Cuatro en las cuales las personas habían nacido
en una familia aristocrática o tenía algunos antepasados muy conocidos. Por
línea paterna, es frecuente encontrar la influencia de una cultura extranjera
en la sangre.
Pueden invertir gran cantidad de energía
en instalar el hogar de sus sueños, pero será mejor que se aseguren de tener en
él el espacio suficiente para satisfacer su necesidad de andar siempre
moviéndose. Es frecuente que les haga bien vivir fuera de las condiciones de
nacimiento de la ciudad, y en el marco más abierto y natural del campo, donde
ni la visión del paisaje ni los puntos de vista encuentran obstáculo. Es
probable que algunos vayan de un país a otro en busca de su patria espiritual.
Antes de empeñarse en el reconocimiento público o profesional, puede que se
consagren a trabajar sobre su alma y su crecimiento interior.
Júpiter en la casa Cuatro puede colorear
la relación paternal. En algunos casos, el padre real se confunde con una
imagen divina: se lo ve como noble, majestuoso y sobrenatural. Inversamente
puede ser vivenciado como una figura promisoria, llena de potencia e
inspiración, pero como un incorregible mujeriego y siempre dispuesto a echar
una cana al aire.
Si Júpiter en la Cuarta casa está bien
aspectado, hay un optimismo subyacente y una fe en la vida que se pondrán más
de manifiesto a medida que la persona se haga mayor. Generalmente este
emplazamiento favorece una vejez promisoria, colmada de intereses y proyectos e
Sus contemporáneos pueden haberse quedado atrás, mientras Júpiter en la casa
Cuatro sigue vivaz y en pleno progreso.
Con Sagitario
en el IC hay por lo común un intento de organizar la vida dentro de un marco de
referencia claramente moral o filosófico. Son personas que a veces viajan
durante su niñez, o que crecen en una familia religiosa.
JÚPITER EN LA QUINTA
Para los que tienen este emplazamiento, "más" es
decididamente mejor que "suficiente". Por mediación de cualquier
forma de autoexpresión creativa, los que tienen a Júpiter en esta casa se
adentran en algo más espacioso, duplicando quizás en su propia creatividad el
sentimiento mismo de la creación divina.
La Quinta
casa es la casa del juego, y nadie es capaz de jugar como Júpiter. Los que
tienen este emplazamiento no deberían tener ningún problema en llenar su vida
de hobbies y actividades artísticas que les resulten interesantes y
satisfactorias. Son personas a quienes les gusta ponerse a prueba en la vida, y
que tienen a veces el gusto aventurero de los deportes, los juegos de azar, y
también los del mercado de valores. Para que se sientan realmente vivos, cada
nuevo obstáculo tiene que ser un poquitín más grande que el anterior.
Con
Júpiter en la Quinta, es evidente la tendencia a la búsqueda amorosa.
Naturalmente románticos, son nativos que dan salida a este sentimiento en
relaciones y episodios varios. Sin embargo, si Júpiter presenta aspectos difíciles,
la perspectiva de estas personas respecto de los asuntos de la casa Cinco puede
resultar afectada por su objetividad, su excitación y su exceso de entusiasmo.
Generalmente
este emplazamiento indica un buen contacto con los niños, que crecen con una
visión filosófica o espiritual, o con un fuerte deseo de ensanchar sus
horizontes gracias a viajes y aventuras. Algunos padres que tienen este
emplazamiento pueden proyectar sobre su progenie sus propio anhelos y deseos de
peregrinación frustrados. En ciertos casos, esto puede acicatear al niño,
incitándolo a grandes logros, mientras que en otros, en su intento de ser una
persona por derecho propio, el hijo o hija tiene que traicionar
parcialmente los ideales de su padre o su madre. Pese a todo ello lo más común
es que la relación padre-hijo sobreviva, intacta.
JÚPITER EN LA SEXTA
Los que tienen a Júpiter en esta casa intentan (O deberían
intentar) llegar a la experiencia del significado de la vida mediante el
trabajo y el servicio a otros seres humanos. La autopurificación y el
refinamiento de sus habilidades y capacidades les permite alcanzar un sentido
mayor de bienestar y satisfacción.
Son nativos que se enorgullecen de su
trabajo, y que habitualmente cuentan con una gran cantidad de energía para
aportar a cualquier actividad. Aunque Júpiter tiende a creer que su manera de
hacer las cosas es la mejor, normalmente tiene buenas relaciones con sus
colaboradores. Esta posición podría indicar un trabajo de naturaleza
jupiteriana, es decir, algo relacionado con viajes, relaciones
públicas, actividades educativas, promoción del arte, cultura, deporte,
religión, etc.
Algunos pueden
cargarse de demasiadas obligaciones en la vida, y no dejarse tiempo para cuidar
de su propio cuerpo. Otros quizá lleguen poco menos que a obsesionarse con la
salud, o con hacer del cuerpo un receptáculo mejor para el espíritu. Son
personas que pueden intentar cualquier dieta, técnica o ejercicio nuevo que les
prometa el cielo en la tierra. Júpiter en esta casa va normalmente asociado con
excesos en la comida y la bebida.
En algunos
casos, Júpiter en la casa Seis se ha dado en las cartas de personas que
enfermaron de cáncer, pero una buena proporción de ellos han conseguido vencer
la enfermedad. Por naturaleza, este planeta representa el exceso de producción,
y en estos casos, el exceso se da en la proliferación de células.
Estos nativos son también capaces de
inspirar a otros para que se ayuden más activamente a sí mismos. Por contraste,
si Júpiter está mal aspectado en la Sexta casa, indica a veces el tipo de
persona que cae enferma cuando sale de vacaciones o viaja al extranjero.
JÚPITER EN LA SEPTIMA
Los que tienen a Júpiter en la casa Siete
son capaces de recurrir a toda clase de tretas y disfraces para atrapar a la
pareja que han escogido. Júpiter en la séptima casa es víctima del clásico
dilema libertad-intimidad. Son sujetos que quieren tener su independencia para
explorar las diferentes facetas de la vida, y sin embargo, quieren
también su seguridad. Idealmente, a los que tienen a Júpiter en esta
casa les va mejor con parejas que compartan y entiendan su necesidad de tener
otros intereses fuere de la relación.
En la casa Siete, Júpiter puede
manifestarse de otras maneras. Los nativos pueden proyectarlo sobre su pareja,
y esperar que alguien haga de Dios con ellos. En este sentido, están a merced
de cualquiera que les prometa el mundo. La pareja puede reflejar a Júpiter en
otros aspectos; él o ella puede ser extranjero, prestigioso e influyente, de
espíritu religioso o filosófico, gastador, o un pícaro encantador que está
perpetuamente diciendo una cosa y haciendo otra. Mucho más positivamente, el compañero
o compañera puede aportar otras cosas a la vida de quienes tienen este
emplazamiento: afecto, generosidad, buena fe, riqueza material, optimismo y
expansión de la conciencia. Por su parte, la persona que tiene a Júpiter en la
casa Siete es capaz de corresponder ofreciendo estas mismas cualidades, y lo
más frecuente es que la relación sea benéfica para la vida de ambos. Si los que
tienen a Júpiter en la Séptima casa nunca se casan, generalmente es porque se
resisten a atarse y perder alternativas.
La Séptima casa describe nuestra
relación con la sociedad en general. En ella, Júpiter favorece la interacción
social y comunal como medio natural de ensanchar y expandir los horizontes de
la vida. Si está bien aspectado, Júpiter en esta casa propicia el éxito en
cuestiones legales.
Por regla general, la
Conjunción de Júpiter con el Descendente a veces puede llegar a sugerir que el
sujeto tendera a relacionarse con una persona de un ambiente o de una cultura
totalmente distinta a la suya o, bien, con algún profesor o una persona muy
religiosa, filosófica o espiritual. La educación siempre suele formar parte
importante de las relaciones, tanto porque el individuo intente educar a su
pareja corno porque aquel sea educado por ella. Es decir, el que educa o
es educado. Cuando Júpiter está situado en cualquiera de ambas partes de este
Eje, suele existir una gran necesidad de espacio. En la Casa VII, por regla
general, el sujeto suele disfrutar explorando lo que podríamos calificar el
ámbito de las relaciones y, seguramente, no le gustara sentirse atado a una
sola persona. En cualquier caso, a través de las relaciones es como el sujeto
Júpiter-Descendente podrá encontrar su propia fe y confianza. Quizás esperen
que otros les proporcionen estas cualidades o, bien, el ser capaz ellos mismos
de proporcionárselas a los demás. Algunas veces, el sujeto suele proyectar la
imagen de “Dios” en otras personas mientras que, otras, él es quien espera ser
tratado por los demás como un autentico Dios.
Sue
Tompkins pág. 438
Los
Aspectos en Astrología
JÚPITER EN LA OCTAVA
En
esta casa, Júpiter se puede expresar literalmente en la expansión a través del
dinero de otras personas. Júpiter en la casa Ocho puede indicar un matrimonio
que sea financieramente beneficioso, buenas asociaciones comerciales, herencias
inesperadas, etc. Si Júpiter no está muy mal aspectado, los que tienen este
emplazamiento pueden confiar en su sensibilidad para las tendencias del mercado
de valores, y seguir con éxito cualquier intuición que puedan tener, referente
a la dirección en que se orientará una empresa o proyecto.
En términos menos terrenales, las gentes
que tienen a Júpiter en esta casa procuran expandirse y dar mayor significado a
su vida compartiendo e intercambiando lo que poseen, creen y valoran con lo que
otras personas tienen y aman.
Para Júpiter, la intimidad sexual puede
ser entendida simbólicamente como un acto en que dos personas se funden para
convertirse en algo mayor de lo que es cada uno de ellas individualmente. Sin
embargo, los aspectos difíciles con Júpiter pueden señalar apetitos sexuales
excesivos y cierta necesidad donjuanesca de tener constantemente experiencias
nuevas en este dominio. Por otra parte, hay casos en que los aspectos difíciles
con Júpiter en la Octava casa revelan a una persona que tiene problemas para
reconciliar sus creencias religiosas o sus convicciones filosóficas con su
impulso sexual.
En la casa Ocho, Júpiter se va en busca
de significados en lo que está oculto, es tabú o misterioso, y es posible que
sus creencias filosóficas o religiosas estén teñidas de matices metafísicos u
ocultistas. Son personas que empujarán una puerta que otros prefieren dejar
cerrada, por si se diera el caso de que tras ella estuviese oculta la respuesta
al misterio de la vida.
Generalmente, pueden afrontar con buen
ánimo los períodos de desorientación y transición, sacando a relucir la fe y el
optimismo que es innato en ellos. Son capaces de ver una crisis en el contexto
más amplio de la vida en su totalidad, y de entenderla como una oportunidad
potencial de cambio y crecimiento.
JÚPITER EN LA NOVENA
Júpiter
en la Novena puede dar nacimiento a una sabiduría mayor, cuya existencia se
puede permitir y a la que es posible amar sin que hacerlo constituya un riesgo.
Con Júpiter en esta casa, un determinado
conocimiento que no este adecuadamente integrado con el resto de la
personalidad puede ser peligroso. En los casos extremos, algunas personas que
tienen este emplazamiento se creen que saben todo lo que hay que saber, y son
capaces de justificar cualquier cosa que se les ocurra hacer sobre la base de
que "si Dios no hubiera querido que yo lo hiciera, no me habría puesto esa
idea en la cabeza". En pocas palabras, los que tienen a Júpiter en su casa
natural pueden verse arrastrados por lo que piensan, y convertirse en adoradores
fanáticos de su propia filosofía y de sus creencias, como si éstas
constituyeran una ley por derecho propio.
Los
que tienen a Júpiter en esta casa pueden llegar a los confines extremos de la
mente, e incluso al espacio exterior, pero lo que allí descubran será de poca
utilidad para nadie más, a menos que estos nativos vuelvan a bajar y puedan dar
una utilización práctica a lo que han aprendido.
Junto a la filosofía y la religión, los
viajes y la educación superior serán considerada las maneras de expandir la
conciencia y de encontrar significado a la vida. Si otros aspectos de la carta
ayudan a mantener a Júpiter conectado a la tierra, estos nativos pueden ser
excelentes maestros' escritores, abogados, administradores o especialistas en
relaciones públicas. Si está bien aspectado, este emplazamiento sugiere además
una buena relación con los parientes, y la posibilidad de alcanzar el éxito en
el extranjero.
JÚPITER EN LA DÉCIMA
Los
que tienen a Júpiter en la casa Diez quieren hacerse notar por su poderío, su
brillo y su capacidad de liderazgo. Son seres que buscan el significado de la
vida y su propia realización a través de la carrera, el status y el
reconocimiento. En algunos casos, la fama misma es para ellos objeto de
adoración, como si fuera algo numinoso y divino. Es frecuente que puedan
escalar buenas posiciones en profesiones tan acreditadas como el derecho, la
banca, la educación, la política, la administración de empresas. Escogen carreras
en las que puedan estar en juego viajes o conexiones internacionales. Otros
quizá sean actores o se dediquen a la religión o a la filosofía. Pueden
trabajar bien con la gente, pero es probable que se desempeñen mejor si se les
confiere un alto grado de autoridad, y espacio abundante para maniobrar. Por lo
general, se los busca para ocupar cargos y puestos, y no suelen encontrar
demasiados obstáculos en su camino al éxito.
La imagen de la madre se verá reflejada
por Júpiter en esta casa. En ciertos casos, la madre es vivenciada como teatral
y dramática, hábil para manipular a quienes la rodean con sus dramas
emocionales. En ocasiones, tiene un manifiesto interés en la religión y la
filosofía, que la hace parecer como si no fuera en realidad de este mundo. Es
probable que sea extranjera, o que provenga de un medio familiar influyente o
muy conocido. El niño puede vivirla y adorarla como un ser de excepción, y
algunos hijos con este emplazamiento pueden sentir una situación de competencia
y rivalidad con su madre. En el aspecto positivo, la madre podría ser fuente de
inspiración y guía, capaz de brindar consejos útiles para enfrentar la vida,
sin caer en actitudes dulzonas y sobreprotectoras. Con una madre así, el niño
se sentirá confiado en sus encuentros con el mundo y, en general, con figuras
de autoridad.
Cuando
Júpiter está situado en el MC nos sugiere que el individuo posee una confianza
sobre la posible realización de sus objetivos, aunque quizás estos objetivos
acostumbran a ser tan elevados que su éxito pueda resultarlo muy difícil de
conseguir.
Normalmente, el individuo Júpiter-MC
suele pensar mucho en el futuro y ser lo bastante optimista para soportar un
pasado o un presente menos maravilloso con la firma esperanza de que las cosas
le irán mejor en el futuro.
Sue Tompkins
JÚPITER EN LA UNDÉCIMA
Es
posible que quien tiene a Júpiter en la casa Once lo busquen amigos y grupos
para que les proporcione ayuda, orientación, protección y apoyo. Es posible que
asuma el rol de un guru o de un héroe -o heroína- a los ojos de los amigos o de
los grupos, o que él mismo se descubra buscando amigos o grupos que sean su
protección y su salvación.
Normalmente, quien tenga a Júpiter en
esta casa se unirá a clubes u organizaciones que promuevan causas humanitarias
e igualitarias, o que prometan a todos sus participantes en crecimiento y la
expansión.
Júpiter en la Undécima casa sugiere un
circulo de amistades en constante expansión, y con frecuencia de culturas y
nacionalidades diversas. Tanto Júpiter como la casa Once se relacionan con la
aspiración a ser más de lo que somos, de modo que, generalmente, a esta gente
no le faltan metas y objetivos en la vida1 y casi siempre se los
verá mirando hacia adelante. Tan pronto como alcanzan un objetivo, viene otro a
colocarse en su ligar. Para que no se dispersen demasiado, puede ser necesario
que reduzcan el número de objetivos o que discriminen mejor cuáles de entre
ellos vale -o no- la pena perseguir. Sin embargo, como tienen generalmente una
fe tremenda en que lograrán lo que desean, la vida no tiene más remedio que
apoyarlos. Es frecuente que amigos o grupos compartan esa fe en ellos y en sus
objetivos, y los ayuden a ponerlos en práctica.
Los aspectos difíciles con Júpiter en
esta casa pueden indicar altas expectativas e ideales, y cierta propensión a
desilusionarse cuando el grupo no alcanza a resolver todos los problemas, o no
consigue eliminar las angustias del mundo con la rapidez suficientes. Los
consejos de los amigos pueden ser más perjudiciales que beneficiosos, con falta
de practicidad.
JÚPITER EN LA DUODÉCIMA
Es
probable que quienes tienen este emplazamiento sientan como la presencia de un
ángel guardián que en un abrir y cerrar de ojos se presenta con una flamante
comunicación de conmutación de la pena. Lo que realmente sostiene y rescata a
quienes tienen a Júpiter en la casa Doce es una fe profunda en la benevolencia
y el significado de la vida, unida a una apertura y una buena disposición a
recibir cualquier cosa que ésta tenga para darles. En cualquier casa donde esté
emplazado Júpiter anda en busca del significado de la vida; pero en la casa
Doce, ese significado no se halla en ningún acontecimiento exterior ni realidad
externa; existe más bien, en estado naciente, dentro de uno mismo. Una
disposición a girar la atención en 180 grados y a explorar el ámbito interior
de los sueños y los símbolos, podrá ayudar a los que tienen a Júpiter en la
Duodécima casa a encontrar la verdad que buscan, y a tomar contacto con el
"sabio interno" que hay dentro de todos y cada uno de ellos. La
meditación, la calma, la oración, el retiro, la música o el arte pueden ser los
caminos que conduzcan a ese mundo.
En su desesperada búsqueda de este
júbilo mucha gente con este emplazamiento corre sin parar en todas direcciones,
buscando con empeño en todas partes, salvo dentro de sí mismos, para ver si así
encuentran su realización. Comportamientos temerarios, excesos de complacencia
en el alcohol y las drogas, una teatralidad maníaca, imprudencia general,
hipocresía y otros rasgos no menos negativos pueden ser las formas de
"autodescrédito" de un nativo que tenga a Júpiter en la casa Doce.
Pero Júpiter en este emplazamiento también
puede ser el canal a través del cual fluyan la curación y la inspiración; de
ahí que estos nativos tengan mucho para ofrecer si trabajan en hospitales,
prisiones o instituciones de caridad diversa. También se da este emplazamiento
en las cartas de curadores y otras personas dotadas de capacidades
extrasensoriales y psíquicas.