“Los budistas hablan del sufrimiento como de algo que nos
aparta de nuestra experiencia inmediata. Nos aparta y nos mantiene separados de
los demás. Comentarios como “¿por qué a mí?, “pobre de mí” o “estúpido de mí”
son síntomas de sufrimiento. Estas ideas y sentimientos nos producen una
sensación de agitación y fastidio (o de pánico y desesperación).
Sorprendentemente, ese sufrimiento es a menudo más turbador que la pena en sí
misma.”