PLUTÓN EN TRÁNSITO
POR LAS CASAS
CASA I
Cuando Plutón en tránsito pasa sobre el ascendente y
recorre la primera casa, toda nuestra visión de la vida se altera, y nuestro
sentimiento de nosotros mismos se transforma radicalmente. Este tránsito se
correlaciona a veces con cambios sorprendentes en la apariencia física, tales
como un nuevo estilo de vestir, en cómo llevamos el pelo o nos presentamos al
mundo. La gente con exceso de peso adelgaza; los que eran demasiado delgados
aumentan de peso. Estas transformaciones físicas externas son la manifestación
interior de un cambio en la percepción y en la conciencia.
Los
adultos que no se dan cuenta de - o que no están dispuestos a reconocer - la
necesidad interior de alterar su vida durante este período, pueden forzar
inconscientemente a otra persona a que les imponga el cambio, por ejemplo,
obligando a su pareja a que se vaya o a su jefe a que los despida.
Este
tránsito puede invertir nuestra dirección vital de maneras que no nos parecían
posibles: lo que creíamos ser ya no es lo que somos. Plutón en tránsito sobre
el ascendente y por la primera casa saca a la luz nuestras profundidades
ocultas, lo que en nosotros ha sido "clandestino", y desintegra los
complejos y las pautas de comportamiento rígidas de épocas anteriores. Es un
tiempo de descubrimiento, de limpieza y renovación, un período fértil para
cualquier forma de autoexploración o de evolución personal. Durante este
tránsito muchas personas descubren, a veces por primera vez, su capacidad de
hacerse cargo de su propia vida y la sensación de ser una fuerza creativa, capaz
de dar forma a su propio destino.
El
tránsito de Plutón por el ascendente y la primera casa significa, pues, una
época de renacimiento, pero como no hay nacimiento sin dolor, a este tránsito
no le faltan dificultades. Puede coincidir con enfermedades que afecten
profundamente a nuestra vida, que nos hagan cambiar de forma espectacular la
dirección y el objetivo de nuestra existencia.
CASA II
"Acepta perderlo todo."
Jean-Louis Jack Kerouac
Cuando Plutón transita por la segunda casa,
exteriorizamos cambios en el dominio de la vida que se asocia con el dinero,
las posesiones materiales y los valores. En un nivel más profundo, la segunda
casa hace referencia a nuestro sentido de los valores, y cuando Plutón transita
por ella, es posible que éstos últimos cambien. Si el dinero y la seguridad
siempre han primado para nosotros, por encima de todo lo demás, durante este
período podemos descubrir valores de muy distinta naturaleza.
Cuando
Plutón recorre la segunda casa, la pérdida de un trabajo prepara el camino para
el descubrimiento de otro, que quizás esté más en la línea de lo que realmente
queremos hacer. En un nivel más obvio, esto puede significar un cambio de
nuestros ingresos.
Cuando
Plutón transita por esta casa, el deseo de riquezas puede hacer asomar “la
bestia” que llevamos dentro. Podemos llegar a cualquier extremo para obtener
dinero, si es necesario a actitudes prepotentes y despiadadas, o sentir celos y
envidia de los que tienen más que nosotros. Plutón remueve los miedos en
cualquier casa por donde transite, y cuando pasa por la segunda podemos
sentirnos obsesionados por el temor de que suceda algo que nos despoje de
nuestro trabajo, nuestro dinero u otras posesiones. En ciertos casos hay quien efectivamente
lo pierde todo bajo la influencia de este tránsito y quizá Plutón le está
reclamando que descubra un sentido nuevo de sí mismo, del verdadero fundamento
de su ser, que no depende de su status material.
CASA III
Para Plutón, durante este tránsito, el conocimiento es
poder: saber cómo funciona algo nos proporciona más poder y mayor dominio sobre
ese objeto. Además, no es probable que olvidemos jamás lo aprendido durante
este tránsito.
En los
casos extremos, el tránsito de Plutón por la tercera casa, se correlaciona
literalmente con un colapso mental o con un largo periodo de estrés y
tendencias paranoides o depresivas. Plutón nos lleva al submundo por la vía de
la casa por donde transita, y bajo la influencia de este tránsito afloran a la
superficie sentimientos y pensamientos hasta este momento ocultos o reprimidos.
La
tercera casa se asocia también con los hermanos, parientes y vecinos, y el
tránsito de Plutón por ella puede activar dificultades en esta esfera.
El
tránsito de Plutón por la tercera casa afecta a la comunicación, la actividad
de escribir y la enseñanza. Quizá nos impacienten más que de costumbre las
charlas triviales, y queramos llegar inmediatamente al núcleo del asunto, y
hablar con profundidad con otras personas de lo que realmente nos preocupa.
La
tercera casa se relaciona también con la educación de los más jóvenes, que con
este tránsito pueden tropezar con problemas en la escuela, ya se trate de
dificultades de aprendizaje o de conflictos en la relación con sus pares. Si
los niños o adolescentes tienen a Plutón en tránsito por la tercera casa en el
momento en que un hermano u otro familiar muere o pasa por una etapa difícil,
pueden sentirse responsables, aun sin saber cómo. En estos casos, necesitarán la
ayuda y la comprensión de sus padres, de otro adulto o de un psicólogo para
elaborar tales sentimientos. Si no tienen acceso a esta ayuda y su culpa queda
sin resolver, la experiencia puede dejarles profundas cicatrices.
CASA IV
En cualquier momento de este tránsito, pero
especialmente cuando el planeta atraviesa el IC y entra en la cuarta casa,
podemos sentirnos mucho más introvertidos de lo habitual. El paso de Plutón por
el IC es una oportunidad de volver a empezar, un nuevo comienzo en la vida, e
incluso si no sentimos la necesidad interior de cambiar y progresar, loa
acontecimientos se dispondrán de manera tal que nos lleven a hacerlo.
Se trata
de una época en la que es probable que nos separemos completamente de nuestros
padres, definiéndonos como personas por derecho propio en vez de seguir siendo
lo que ellos esperan o quieren que seamos. Si la cuarta casa se asocia con el
padre, este tránsito puede localizarse específicamente en problemas que tienen
que ver con él. Quizá tengamos que hacerle frente y separarnos de él, pero
también podemos darnos cuenta de cuánto es lo que hemos heredado de su
naturaleza.
El
tránsito de Plutón por la cuarta casa puede movilizar en nuestra propia vida
conflictos y crisis que hemos heredado de nuestros antepasados.
El
tránsito de Plutón por la casa cuatro coincide con cambios y conmociones en el
ámbito doméstico. Si nos mudamos de casa cuando Plutón está pasando por esta
región de la carta, es probable que la mudanza afecte de forma importante la
totalidad de nuestra vida.
El
tránsito de Plutón por la cuarta casa puede indicar también cambios importantes
en la vida de las personas con quienes convivimos. También puede significar
alejamientos del hogar: un hijo ya adulto que abandona el nido, la partida e
incluso la muerte de algún miembro de la familia, etc.
Tradicionalmente,
la cuarta casa, se asocia con nuestro país de origen. Cuando Plutón transita
por ella, es posible que nos desarraiguemos y cambiemos de país, o que volvamos
a nuestra tierra natal si hace tiempo que estamos lejos de ella.
CASA V
Aquella parte de nosotros mismos que está ávida de
expresar exteriormente nuestros pensamientos, sentimientos y fantasías cobra
impulso en este momento. Quizá descubramos un interés, una afición o una
actividad recreativa en que nos sumergiremos intensamente, a veces hasta llegar
a la obsesión.
Cuando
Plutón transita por la quinta casa, el empeño creativo se ve complicado además
por cuestiones de poder, especialmente si nos hemos comprometido en proyectos
que ponen en juego a otras personas.
En
algunos casos, el tránsito de Plutón por esta casa, puede señalar un aborto o
un parto en que el niño nace muerto, y éstas son experiencias que exigen un
periodo de duelo, como cualquier otra pérdida. Cuando Plutón transita por la
quinta casa, es posible que nuestros hijos tengan problemas o pasen por una
crisis, y sus experiencias pueden ser para nosotros una lección y un reto. La
relación con los hijos puede ser excepcionalmente difícil de manejar durante
este periodo. Una manifestación común de este tránsito son intensas luchas de
poder entre padres e hijos. A veces un hijo necesita romper radicalmente con
una de los padres para establecer con más claridad su propia identidad. Si en
estos momentos intentamos controlar en exceso a nuestros hijos, los problemas
pueden ir en aumento.
La quinta
casa se relaciona también con el romance, y el tránsito de Plutón por ella
teñirá esta esfera de la vida. Una relación durante este periodo nos cambiará
de forma importante. Es probable que los compromisos sean intensos, apasionados
y complejos: tal vez se los mantenga en secreto o estén sobrecargados de luchas
de poder, intrigas, traiciones y celos. El tránsito de Plutón por la quinta
casa también puede coincidir con el despertar de nuestra pasión sexual, o bien
reactivar nuestra energía sexual tras un largo periodo de aquietamiento. Sin
embargo, así como durante este tránsito Plutón despierta a menudo la
sexualidad, también puede manifestarse en bloqueos sexuales temporales o en un
cambio en la naturaleza de nuestra expresión sexual. Hay personas que optan por
canalizar los deseos de su libido a través de actividades creativas o
ejercicios físicos, como pueden ser los deportes.
CASA VI
El tránsito de Plutón por la sexta casa puede
manifestarse como problemas de salud. Plutón, el dios del mundo subterráneo,
saca al aire libre lo que está enterrado en nosotros: puede suceder que
síntomas crónicos, pero no demasiado importantes - aunque son el resultado de
un prolongado desequilibrio - irrumpan en la superficie en forma de malestares
o enfermedades. Pero aunque nuestra salud sea deficiente durante este tránsito,
no es justo considerar totalmente malévolo el efecto que tiene Plutón sobre nuestro
cuerpo; una de sus principales tareas mientras va recorriendo la sexta casa es
descubrir toxinas y venenos acumulados, para ayudar a purificar el cuerpo y
facilitar el proceso de sanarlo. En estos momentos, la mala salud es la forma
que tiene Plutón de decirnos que en nuestra vida hay un desequilibrio critico.
Cuando Plutón transita por la sexta casa, es necesario tratar no sólo síntomas
externos, sino las causas básicas de los problemas de salud.
No todas las personas que tengan a Plutón en tránsito
por la sexta casa se pondrán enfermas. Pero de todas maneras es el momento de
escuchar al cuerpo, de respetar sus necesidades y sus limites, y de examinar
todo aquello que en nuestra vida necesita que le prestemos atención y lo
regulemos.
Por otra
parte, si no estamos a gusto con el tipo de trabajo que hacemos, este tránsito
nos da ímpetu para buscar algo diferente, ya sea dentro del terreno general en
que hemos estado trabajando o en un campo totalmente nuevo. Sin embargo, hay
casos en los que durante este tránsito será el destino quien nos empuje hacia
una dirección nueva; quizá nos despidan del trabajo que teníamos.
Durante
este tránsito Plutón puede verse reflejado en las condiciones laborales, ya sea
que trabajemos muchas horas o venciendo grandes dificultades. También puede
revelarse en problemas con los colaboradores: puede ser que sintamos que
nuestros colaboradores nos rechazan o que están urdiendo algo a nuestras
espaldas, o que entre ellos y nosotros se establezca una lucha por el poder.
Mientras
esté transitando Plutón por la sexta casa, podemos tener problemas relacionados
con personas que hemos contratado para que nos sirvan de alguna manera.
La casa
sexta se asocia con las rutinas y los rituales cotidianos que tenemos que
cumplir en el curso de la existencia mundana. En algún momento de ese tránsito
plutoniano, hasta la más simple de las tareas diarias puede asumir gran
importancia. Sólo decidir qué ropa nos ponemos por la mañana, o tener que
mantener la casa limpia y las cuentas al día pueden volverse motivos de
angustia. Si algo así nos sucede, es probable que estemos desplazando
preocupaciones y complejos psicológicos más profundos sobre estas tareas
ordinarias, y será necesario sondear y explorar la fuente principal de nuestra
tensión.
CASA VII
Plutón en tránsito por la séptima casa pondrá a prueba
la autenticidad y la profundidad de cualquier relación, y mostrará los puntos
en que nos sentimos insatisfechos o incompletos. Si es posible afrontar y
resolver las dificultades, la relación terminará ganando en solidez y
fortaleza. De nada sirve eludir los problemas que se plantean en este ámbito
cuando Plutón transita por esta casa. Las frustraciones que sentimos seguirán
bullendo silenciosamente bajo la aparente calma de la superficie, hasta que
encuentren alguna manera de socavar la relación. Además, si tratamos de negar
que algo anda mal, creyendo evitar así una crisis o confrontación, estaremos
privándonos de las posibilidades de crecimiento y transformación que provienen
del enfrentamiento sincero con la realidad de la situación.
Quizá nos
sintamos dominados por los celos, la envidia, la cólera o una pasión sexual
incontrolable. La traición, la implacabilidad y el engaño también son
distintivos de Plutón en su tránsito por la casa siete. Puede obsesionarnos el
miedo de que nuestra pareja nos deje o de que secretamente haya iniciado otra
relación. Claro que también es posible descubrir que realmente nuestra pareja
nos es infiel. Este tránsito indica a veces que nuestra pareja es quien está
pasando por una fase plutoniana.
Al
transitar por la séptima casa, Plutón revela tensiones y problemas de profundo
arraigo en nuestras relaciones intimas; de ellos, quizás haya alguno que no
podamos superar o resolver, y por eso, este tránsito, puede señalar el fin de
una relación; y viceversa, si no tenemos establecida una relación de pareja, es
frecuente que el tránsito de Plutón por la casa siete nos la aporte. Las
relaciones que se establezcan en este periodo pueden llevar implícita alguna
intriga, o exigir cierta medida de secreto. Sea cual fuere el caso, cuando se
trata de relaciones que se inician durante uno de estos tránsitos, de una cosa
podemos estar seguros: tendrán sobre nosotros un poderoso efecto de
transformación. No importa cuanto dure: después ya no seremos la misma persona.
Las
luchas de poder son otra característica de los tránsitos de Plutón por la casa
siete. Puede ser que intentemos controlar o dominar a nuestra pareja,
generalmente para impedirle actuar de manera amenazante o hiriente para
nosotros. O también podemos relacionarnos con alguien que quiera controlarnos,
ya que cuando Plutón pasa por esta casa, la cuestión de quien ejerce el poder
en la relación adquiere prioridad, y quizá nos demos cuenta de que si no
llevamos nosotros las riendas, no nos sentimos seguros. Tarde o temprano, esto
será lo que nos pida el tránsito de Plutón por la séptima casa, y la cosa
funcionará de dos maneras: que los otros actúen como agentes de transformación
y cambio para nosotros, pero también que nos encontremos en situación de ayudar
a otros en momentos de transición y de crisis.
En estos
momentos hay que tener cuidado con las luchas de poder con enemigos. Si nos
enzarzamos en batallas - legales o de otra índole - cuando Plutón anda por esta
casa, es probable que sean largas y complicadas, y que abunde en ellas la mala
fe.
CASA VIII
El tránsito de Plutón por esta casa puede indicar que
nos veremos profundamente cambiados o afectados como resultado del dinero o de
los recursos materiales de otra persona. Este tránsito puede señalar un momento
en que nuestra pareja experimenta una importante oscilación (hacia arriba o
hacia abajo) en sus asuntos financieros. A veces, en su tránsito por la octava
casa, Plutón coincide con un divorcio, y entonces representa una compleja y
ardua batalla para aclarar quién se queda con qué. También puede describir
problemas - algún tipo de traición financiera, una intriga o un engaño con un
socio -. Cuando Plutón transita por la octava casa, puede suceder que demos por
terminada una relación comercial para empezar otra. También puede indicar
complicaciones en cuestiones de herencias, o conflictos con otras personas por
culpa de un testamento o legado.
Cuando
Plutón recorre la casa ocho, podemos esperar cambios en la expresión de nuestra
sexualidad, o experiencias que, en esta esfera de la vida, tendrán sobre
nosotros una influencia profunda o devastadora. Plutón intensifica cualquier
parte de la carta por donde transita, y en algunos casos, este tránsito puede
señalar el despertar de nuestra sexualidad de una manera inimaginable. Este
tránsito puede ayudarnos a derribar ciertas defensas que nos han impedido
relajarnos y entregarnos sexualmente en plenitud. Sin embargo, puede'
producirse también la situación inversa, aunque sea temporalmente.
Este
tránsito puede activar un interés por los fenómenos ocultos o psíquicos, por la
metafísica o por cualquier rama de la psicología que investigue las dimensiones
ocultas y aún no cartografiadas de la vida.
El
tránsito de Plutón por la casa ocho puede significar que tengamos que
enfrentarnos con la muerte. Durante este tránsito, también es posible que
algunas personas experimenten la muerte de un ser querido. De una manera u
otra, es probable que se nos pida que miremos frente a frente a la muerte, que
es una parte inextricable de la vida, por lo que negarla es negar la vida.
Afrontarla, en cambio, puede abrirnos a una forma de vivir más auténtica y
renovar nuestra capacidad para apreciar la vida.
El
tránsito de Plutón por su domino natural quizá no sea una época fácil, y es
probable que en algún momento nos sintamos profundamente deprimidos o nos
encontremos aprisionados en nuestro propio infierno personal, un submundo de
emociones y sentimientos intensamente perturbadores. Pero no debemos olvidar
que Plutón no sólo tiene el poder de destruir la vida, sino también el de
crearla.
CASA IX
Durante los años en que Plutón permanece en tránsito
por esta casa, toda nuestra visión del mundo - la forma en que percibimos la
vida y el cosmos en general - se verá sometida a importantes reajustes. Cuando
entra Plutón en la novena y transita por ella, los sistemas de creencias y la
afiliación religiosa que profesamos se verán sometidos a un cuestionamiento. Lo
que adorábamos y respetábamos como verdad queda sujeto a cuestionamiento y ya
no nos parece absoluto. El tránsito de Plutón por la novena casa suele
significar la muerte de nuestro sistema filosófico o de valores.
El
tránsito de Plutón por la casa nueve despierta la necesidad de explorar con
profundidad el significado de la vida. Si antes no hemos sentido nunca esta
"llamada", si nos hemos conformado con las creencias recibidas y con
una vida sin exigencias, este tránsito activará al "buscador" que hay
en nosotros. Cualquier filosofía o sistema de creencias que abracemos
sinceramente durante este tránsito tendrá sobre nosotros un efecto de profunda
transformación. Pero el tránsito de Plutón por la novena casa puede significar
también que nos obsesionemos con nuestra nueva religión o nuestro flamante
credo y nos sintamos renacer en la nueva fe, sea ésta cual fuere. Y hasta
podemos caer en la trampa de creer que lo que hemos encontrado es la respuesta
para todo y que a esta fe debería convertirse todo el mundo.
Cuando
Plutón transita por la casa nueve, los viajes puede ser los catalizadores de
importantes cambios en nuestra vida. Los viajes pueden ser la causa de muertes
y renacimientos psicológicos. Mientras viajemos atraeremos experiencias que nos
causarán efectos profundamente renovadores, o conoceremos a personas que
ejercerán una gran influencia en nuestra vida.
Con
Plutón en tránsito por la novena casa, pueden ser que se movilicen conflictos y
pasiones relacionados con la educación superior, y que pueden ir desde
enamorarse locamente de un profesor, hasta asumir compromisos ideológicos y
políticos que impliquen una lucha contra el orden académico establecido. En
algún momento de este tránsito puede suceder que decidamos hacer un cambio
espectacular en la orientación de nuestros estudios.
La casa
nueve se la asocia tradicionalmente con los “tribunales superiores”, y durante
el tránsito de Plutón por este dominio, los conflictos legales pueden ir
prolongándose a medida que se hacen más complejos.
El
tránsito de Plutón por la novena puede traer consigo conflictos y peleas con
los parientes políticos.
CASA X
A medida que Plutón se aproxima a la cúspide de la
décima casa, es probable que nos sintamos cada vez más insatisfechos con el
trabajo que tenemos, hasta el punto de cuestionar incluso nuestra misma
profesión. No todos tendremos un tránsito de Plutón por la casa diez, pero si
nos sucede, este tránsito indica con frecuencia que estamos en mejores
condiciones que nunca para seguir el tipo de carrera que sentimos como más
válido o adecuado para nosotros.
En
algunos casos, puede pasar que durante este tránsito se nos impongan contra
nuestra voluntad cambios de trabajo o de profesión, ya sea porque nos despiden
o por otra circunstancia semejante. Si alguna parte de nosotros quiere o
necesita desesperadamente el cambio, pero no lo reconocemos, quizá provoquemos
inconscientemente a nuestro jefe para que nos despida, o hagamos que nuestro
negocio se hunda para quedar libres de encarar un trabajo diferente. No importa
cómo suceda, Plutón encontrará la manera de introducir algún cambio en este dominio
de la vida. También en vez de cambiar completamente de ocupación, puede ser que
sigamos en el mismo campo, pero interesándonos por él desde un ángulo nuevo o
abordando un aspecto que nunca nos había interesado antes.
Plutón
provoca intrigas y luchas de poder en cualquier casa por donde transite, y a
medida que va recorriendo la décima podemos vernos enzarzados en más conflictos
de los habituales con nuestros jefes, colegas y empleados.
De una
manera o de otra, durante este tránsito Plutón encontrará el camino para
introducirse en la situación laboral. Puede pasar que nuestro jefe se muera, se
vaya o sea reemplazado por otra persona. Este tránsito de Plutón también puede
significar que nos interesemos hasta la obsesión por algún trabajo comenzado
durante este periodo.
A menudo
el tránsito de Plutón por la casa diez estimula el deseo de controlar y dominar
situaciones o personas. Si en estos momentos actuarnos despiadadamente en
persecución de nuestros objetivos, es probable que lo paguemos con el
sufrimiento. Si Plutón está en tránsito por la décima casa y nos conducimos de
una manera torpe o ilegal, lo más probable es que nos descubran. Si no se
ejerce cierta discriminación, algunas personas al pasar por este tránsito pueden
provocar un escándalo público y sufrir la consiguiente humillación o
degradación profesional. Durante este tránsito puede ser apropiado perseguir
ávidamente un objetivo, pero es más seguro jugar limpio y ajustarse a las
reglas.
Si
entendemos que la décima casa representa a la madre, el tránsito de Plutón por
ella puede indicar un periodo durante el cual ella pasa, en su vida, por
experiencias que la transforman, y que es posible que sean positivas, aunque en
algunos casos pueden ocasionar enfermedades o enfrentarla con difíciles
problemas emocionales. A veces, este tránsito coincide con la muerte de uno de
los padres, especialmente cuando Plutón cruza la cúspide de la casa diez.
Incluso si la muerte de uno de ellos no es inminente, la influencia transformadora
de Plutón puede ayudarnos a aclarar problemas difíciles y disolver bloqueos
entre nuestra madre (o padre) y nosotros. En algunos casos este tránsito se
produce muchos años después de la muerte de la madre o del padre, y aun así
removió sentimientos no resueltos relacionados con ella o con é1. Incluso
cuando la persona concreta ya haya muerto, el tránsito de Plutón por esta casa
puede pedirnos que procuremos transformar finalmente nuestra relación con ella,
liberándonos de la culpa, la cólera y el resentimiento para poder vivir con más
plenitud nuestra vida.
CASA XI
Es frecuente que el tránsito de Plutón por esta casa
se revele en problemas relacionados con la amistad. En su aspecto positivo,
puede indicar vínculos profundos e importantes, que perduran durante muchos
años y resisten incluso períodos de separación y cambios. Aunque durante esta
época podamos llegar a valorar muchísimo la amistad, también es posible que
tropecemos con dificultades. Tal vez nos sintamos sumamente enojados, dolidos,
ofendidos, celosos o competitivos con nuestras relaciones más intimas, o se den
complicaciones o rivalidades sexuales que pueden socavar una amistad. En algún
momento de este tránsito, es probable que tengamos la sensación de que un amigo
o un grupo de amigos en el que confiábamos nos abandona, o tal vez seamos
nosotros quienes volvamos la espalda a nuestros viejos amigos y los abandonemos
por otras relaciones.
Cuando
Plutón está en esta casa, algunas amistades llegan a su fin, porque ya no nos
sirven o son negativas, o porque la otra persona ya no está en nuestra misma
longitud de onda. Pero este tránsito significa también la formación de
amistades nuevas que pueden tener sobre nosotros un efecto profundamente
transformador. Los amigos pueden ser los catalizadores que nos aporten el
cambio, presentándonos ideas nuevas o introduciéndonos en grupos que alteran
toda nuestra visión de la vida. Este tránsito puede enriquecer nuestra
apreciación del valor, el significado y la importancia de la amistad. Pero
generalmente esto sólo se logra después de que la relación ha sido sometida a
alguna especie de prueba.
La casa
once se refiere también a nuestras metas y objetivos en la vida, y a los
ideales que queremos realizar en el futuro. Al término del tránsito de Plutón
por la undécima casa, nuestra dirección y nuestro propósito en la vida se
habrán alterado de forma significativa. Los objetivos que antes considerábamos
importantes o deseables quizá no nos sigan pareciendo lo mismo. A medida que
nuestros objetivos e ideales cambien, cambiará también nuestra elección de
amigos y de grupos. Sin embargo, cuando Plutón afecta a esta casa debemos tener
cuidado de no recurrir a medidas extremas, porque si no somos capaces de
dominar una manera excesivamente agresiva de perseguir nuestros objetivos, el
tránsito de Plutón por la casa once puede hacernos muy difícil la vida.
El tema de ejercer la libertad para poder ser nosotros mismos de manera completa, dentro de nuestro entorno social, se refuerza con el tránsito de Plutón por nuestra Undécima casa.
El tema de ejercer la libertad para poder ser nosotros mismos de manera completa, dentro de nuestro entorno social, se refuerza con el tránsito de Plutón por nuestra Undécima casa.
Bil Tierney
Plutón
CASA XII
La tarea de Plutón en su tránsito por la casa doce
consiste en llevar a la conciencia aquellas partes de nosotros mismos que son
débiles, permanecen ocultas o están subdesarrolladas, de modo que el yo pueda
afrontarías e integrarlas en su propia identidad. En otras palabras, cuando Plutón
transita por la casa doce, tenemos la oportunidad de descubrir y establecer una
relación con aquellos aspectos de nuestro ser que hasta este momento hemos
negado o reprimido.
Cuando
transita por la casa doce, Plutón conspira de todas las maneras posibles para
hacer que nos enfrentemos con aquellas partes de nosotros mismos de las cuales
siempre hemos huido. Durante este tránsito, atraemos hacia nosotros
circunstancias y acontecimientos que nos obligan a mirarnos interiormente para
descubrir quiénes somos realmente. Pero recuperar las partes que nos faltan no
siempre es una tarea cómoda. Nos guste o no, el objetivo de Plutón en tránsito
por la casa doce es ayudarnos a re descubrir aquellas partes de nosotros mismos
que hemos negado, de modo que cuando Plutón llegue al ascendente podarnos
emerger re nacidos, en un contacto más completo que nunca con el ser que somos,
y dispuestos a expresar más abiertamente nuestra recién descubierta
personalidad.
Cuando
recorre la casa doce, Plutón tiene una impresionante capacidad para reactivar
problemas de etapas anteriores de la vida que aún no tengamos del todo
resuelto. Esto puede suceder muy concretamente bajo la forma de una reaparición
de personas del pasado con quienes nos ha quedado algún asunto por resolver. El
tránsito de Plutón por esta casa actúa como una cámara de compensación; nos
obliga a encarar problemas de los que en el pasado tal vez hayamos huido, o que
hemos dejado pendientes.
La
duodécima casa representa esa totalidad más vasta de la cual formamos parte. De
una manera o de otra, en su tránsito por ella Plutón nos hará tomar conciencia
de nuestra interconexión esencial con el resto de la creación. Durante este
tránsito es probable que tengamos que luchar con los aspectos menos agradables
de la sombre colectiva, pasando por un periodo en que somos más susceptibles a
las profundas corrientes oscuras o destructivas en la atmósfera que nos rodea.
Podemos ser excepcionalmente sensibles a la ira y la hostilidad que haya en el
aire, e incluso caer “presa” de estos sentimientos. Es decir que es posible
que algunos sentimientos que tengamos en estos momentos no sean del todo
nuestros, sino de personas que nos rodean: los absorbemos como si fuéramos una esponja o
aspiradora psíquica. Con Plutón en tránsito por la casa doce puede ser incluso
que seamos "usados" como agentes de transformación o de cambio
social, abrazando alguna causa mediante la cual convertimos en realidad la
tendencia plutoniana a destruir lo gastado para construir luego estructuras
nuevas y más auténticas, A medida que tornamos más conciencia de nuestra unidad
con el resto de la vida, se incrementa también nuestra motivación para servir y
ayudar a los demás.