"Al comenzar el año 1000 sucedieron numerosas catástrofes. Ignorantes del calendario juliano, los pobladores de la región atribuyeron las inundaciones, las plagas, los terremotos a oscuros enojos de los dioses tártaros a los que decían adorar. Pero Tufik aprovechó la poca fe del pueblo para sugerir que los tiranos son la causa eficiente de toda calamidad. Los indoctos y los sabios aprobaron ese juicio y muchos de ellos dieron el más firme apoyo a la causa de Tufik.
Finalmente, hubo lucha. Una lucha confusa, cuyos resultados eran imposibles de apreciar. En medio del cieno de las crecidas, entre los rescoldos de bosques incendiados, encanecidos por las cenizas de los volcanes, grupos de hombres enloquecidos peleaban hasta morir, muchas veces sin saber por qué. Las lealtades y las traiciones fueron arborizándose de tal modo que nadie sabía quiénes eran propios y quiénes forasteros.
La invasión musulmana de Abdel al Razah trajo más infortunio y más incertidumbre. En verdad, el caudillo árabe tomó Yangibazar creyendo que se trataba de Samarkanda. A pesar de las declaraciones de los prisioneros que había tomado, Abdel al Razah se mantuvo en aquella creencia durante casi dos años y se instaló en el palacio del príncipe Askar. Se autotituló visir de Samarkanda, hasta que recibió un mensaje de Tamur, el verdadero khan de Samarkanda, quien lo desafiaba a cometer sus usurpaciones en el lugar pertinente. Los musulmanes se fueron a cumplir con sus propósitos originales, pero dejaron la ciudad en ruinas. Askar volvió al palacio y, después de consultar su caja de ébano, acusó a su hermano de haber sido cómplice del invasor islámico.
Una noche, una patrulla reconoció a Tufik mendigando al borde de un abismo. Tal vez llamó la atención que un ciego pidiera limosnas en un lugar tan desolado. Inmediatamente lo apresaron. Su madre y su concubina pudieron huir, nadie sabe cómo.
Al enterarse, Askar ordenó la decapitación de su hermano. Los astrólogos le recordaron que ambos habían nacido la misma noche y por lo tanto recibían idéntica influencia de las estrellas. Era peligroso tentar al destino con posibles simetrías. Askar consultó a la esmeralda mágica y la piedra dio la razón a los hechiceros. Askar dispuso entonces que Tufik fuera encerrado para siempre en la prisión más secreta de todo el país. Eran unas instalaciones confusas, que no tenían nombre y cuya ubicación no era conocida ni siquiera por presos y carceleros, que eran conducidos allí con los ojos vendados.
Sofocada la rebelión, Askar debió ejercer su crueldad en ámbitos civiles. Para festejar su propia gloria tuvo la idea de construir dos palacios en las afueras de la ciudad, unidos por una ancha avenida. Hoy todavía puede vérsela como un inexplicable empedrado que no va a ninguna parte. Por el contrario, el informe del historiador oficial Ul Saidzahk fue escrito en su totalidad y describe con todo entusiasmo las amplias maravillas que no llegaron a construirse."
Alejandro Dolina
Cartas marcadas
"Cuanto más inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza."
Alejandro Dolina
Alejandro Dolina
"El universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. Uno no esta en casi ninguna parte. Sin embargo, en medio de las infinitas desolaciones hay una buena noticia: el amor.
Los Hombres Sensibles de Flores tomaban ese rumbo cuando querían explicar el cosmos. Y hasta los Refutadores de Leyendas tuvieron que admitir casi sin reservas, que el amor existe. Eso si, nadie debe confundir el amor con la dicha.
Al contrario: a veces se piensa que amor y la pena son una misma cosa.
Especialmente en el barrio del Angel Gris, que es también el barrio del desencuentro.
Las historias amorosas de los tiempos dorados son casi siempre tristes.
Esto no basta para afirmar que todos los romances fueron desdichados: sucede tal vez que el arte necesita nostalgia. No se puede ser artista si no se ha perdido algo.
Los poemas de amor satisfecho aparecen como una compadrada de mercaderes afortunados. Por eso los poetas de Flores buscaban el desengaño, porque pensaban que cerca de él andaba el verso perfecto.
Casi todos quedaban en la mitad del camino. Manuel Mandeb veía las cosas de un modo más complicado.
Admitía que la pena de amor conducía al arte. Pero también sostenía que el propósito final del arte es el amor. La recompensa del artista es ser amado.
Así parecía opinar Ives Castagnino, el músico de Palermo, quien componía valses melancólicos al solo efecto de seducir señoritas. Cuando no lo lograba, su tristeza le dictaba otras canciones que más tarde le servían para deslumbrar señoritas nuevas y así recomenzaba el círculo.
Algunos muchachos sin vocación artística trataban de merecer a las damas cultivando las ciencias, la bondad, el coraje, la riqueza o la extorsión.
Los autores de aforismos extrajeron de estas realidades una conclusión modesta: si no fuera por el amor, nadie haría gran cosa.
Las muchachas beligerantes podían objetar que estos pensamientos parecen reservados a la conducta masculina.
Al respecto, Mandeb creía que las mujeres hacían de ellas mismas un hecho artístico. El polígrafo de Flores, en un rapto de arbitrariedad, llego a establecer un orden de cualidades, según su eficacia para enamorar. Colocó en primer lugar la belleza y luego la juventud, aclarando que estas dos virtudes son tal vez una sola. Después ubicó las condiciones espirituales: inteligencia y bondad.
En último termino, el poder y el dinero. Muchedumbres de feos de cierta edad polemizaron con Mandeb reclamando el derecho a ser amados por su limpieza, trayectoria comercial o apellido ilustre.
De todos modos, para este oscuro pensador, el amor era una flor exótica cuyo hallazgo ocurría muy pocas veces."
Alejandro Dolina
Crónicas del ángel gris
"La preparación una tristeza necesita de algunas alegrías."
Alejandro Dolina
“Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo.”
Alejandro Dolina
"Sucede -tal vez- que el arte necesita nostalgia. No se puede ser artista si no se ha perdido algo."
Alejandro Dolina
"Todos estamos condenados a un hechizo cósmico. El universo es irremediablemente fugitivo. Nadie puede detenerse."
Alejandro Dolina
Crónicas del ángel gris
"La preparación una tristeza necesita de algunas alegrías."
Alejandro Dolina
"Los hombres sabios no se burlaban del ruso pues comprendían que estaba poseído del más sagrado berretín cósmico: el hombre quería vivir todas las vidas y estaba condenado a transitar solamente por una."
Alejandro Dolina
Historia del que no podía olvidar
"Los muchachos de Flores no pudieron indagar demasiado. Raffo desapareció y si es que posee el Secreto, tal vez ande en otros tiempos más prometedores.
Aquí cabe una modesta reflexión. Aún cuando fuera posible volver al pasado, nada sería igual. Todos los actos de nuestra vida repetidos minuciosamente, serían distintos al estar ocurriendo por segunda vez. Esta diferencia es sustancial. Llevaríamos con nosotros la carga de la experiencia anterior. Nos estaría negada la ansiedad y la esperanza. ¿Con qué entusiasmo apostaríamos a las cartas que ya sabemos perdedoras? Alguien dirá: sería preciso borrar la memoria y volver al pasado sin recordar que ya lo vivimos. Respuesta: ¿de qué sirve volver si uno no sabe que vuelve? Para el caso es posible pensar que ahora mismo estamos viviendo por segunda o quinta vez la misma vida.
Quien les escribe ha soñado muchas veces este episodio:
Camino por la calle Urquiza, en Caseros. Soy como ahora, un grandulón melancólico. Pero descubro que no estoy en el presente sino en los primeros años de la década del 50. Llego ante la casa que lleva el número 68 y toco el timbre. Al rato sale a recibirme un nene mugriento y desconfiado. Soy yo mismo. Abrazo emocionado al chico. Desde adentro oigo la voz del abuelo que pregunta:
-¿Quién es, Negro?
Nunca he podido imaginar que algo mejor pudiera ocurrirme. Los funcionarios del paraíso no tendrán que ponerse en grandes gastos conmigo.
El libro de aventuras del regreso sigue en blanco.
Ni los Hombres Sensibles, ni los Pensadores del Eterno Retorno, ni muchos de nosotros -que a veces creemos volver- hemos podido dar un solo paso. Esto no nos impide ser dichosos algunas veces, a pesar de todo. Las personas decentes nos piden madurez y resignación. Quieren que olvidemos nuestras trágicas ensoñaciones. Pero nosotros no queremos olvidar. Y el que olvide, jamás, jamás podrá ser nuestro amigo.
Ni siquiera cuando volvamos a encontrarnos otra vez y para siempre."
Alejandro Dolina
Refutación del regreso
“Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo.”
Alejandro Dolina
"Sucede -tal vez- que el arte necesita nostalgia. No se puede ser artista si no se ha perdido algo."
Alejandro Dolina
"Todos estamos condenados a un hechizo cósmico. El universo es irremediablemente fugitivo. Nadie puede detenerse."
Alejandro Dolina