"Caminaba un anciano por un sendero desolado,al caer la tarde de un día frío y nublado. Llegó él a un barranco muy ancho y escabroso por cuyo fondo corría un lúgubre arroyo. Cruzó así al otro lado en la tenue luz del día,pues aquello al anciano ningún miedo ofrecía.Al llegar a la otra orilla construyó el hombre un puente que hiciera más seguro atravesar la corriente.«¡Escuche! —le dijo un viajero que pasaba por allí—, malgasta usted su tiempo al construir un puente aquí. Su viaje ya termina, pues ha llegado el fin del día y ya nunca más transitará por esta vía.Ha cruzado el barranco, dejando atrás lo más duro,¿por qué construye un puente, estando ya tan oscuro?»El anciano constructor levantó entonces la cabeza:«Es que por este mismo camino —respondió con firmeza—, noté que hace algunas horas me trataba de alcanzar un jovencito inexperto que por aquí ha de cruzar. Este profundo barranco para mí no ha sido nada,mas para el joven que viene será una encrucijada.En las sombras pasará cuando llegue aquí,es por eso que para él este puente construí."

Will Allen Dromgoole

Tomado del libro, Más gente toxica de Bernardo Stamateas, pág. 111