“(...) Comprendo que unos necesiten de la ley para
oprimir a los demás. La ley es su salvaguarda. Pero para mí, que no soy ni amo
ni lacayo, ni timador ni timado, sino un rebelde que sabe ver claro en medio de
los tenebrosos engranajes de su sociedad, para mí, digo, la ley no es más que
una plaga, un cólera; y, lejos de respetarla, la combato como se combate la
peste o se combate el cólera: por todos los medios, incluidos los más
violentos.”
Alexander M. Jacob
“(...) Entonces comprendí también la fuerza de ese
freno contra la rebeldía: la esperanza de una jubilación. ¡Vamos burgueses!
¿Todavía les quedan muchos días de reinado sobre el pueblo! No tienen nada que
temer en tanto que sus ignorantes víctimas se envenenen con la esperanza de una
jubilación y por la imbecilidad de creerse honrados porque se mueren de hambre.”
Alexander M. Jacob