"Los niños; argumentaría yo, tienen el derecho humano a no tener sus 
mentes incapacitadas debido a que fueron expuestas a las malas ideas de 
otras personas... sin importar quienes sean esas otras personas. Los 
padres, correspondientemente, no tienen una licencia otorgada por Dios, 
para imponerle a sus hijos una cultura en cualquier forma que ellos 
escojan: No tienen derecho a limitar los horizontes del conocimiento de 
sus hijos; ni de criarlos en una atmósfera de dogmas y supersticiones; 
ni para insistir en que ellos sigan las sendas estrechas y derechas de 
su propia fe.
En pocas palabras, los niños tienen derecho a no tener sus mentes 
confundidas por los sin sentidos; y nosotros; como sociedad, tenemos la 
obligación de protegerlos de eso. Así que nosotros no deberíamos 
permitirle más a los padres enseñarle a sus hijos en qué creer; por 
ejemplo, en la verdad literal de la Biblia, o que los planetas gobiernan
 su vida, en la misma forma en que no le permitimos a los padres sacarle
 los dientes a sus hijos o encerrarlos en un calabozo."
Nicholas Humphrey