"El adulto con capacidad para desarrollar la auténtica madurez es alguien que se ha desarrollado desde la niñez sin haber perdido los mejores rasgos de ésta. Ha conservado las fuerzas básicas emocionales de la infancia, la porfiada autonomía de los años de comenzar a andar, la capacidad para el asombro y el placer y el gusto por los juegos de los primeros años, la capacidad para la asociación y la curiosidad intelectual de los años escolares, el idealismo y la pasión de la adolescencia. Ha incorporado todo ello en una nueva pauta de desarrollo dominada por la estabilidad del adulto, la prudencia, el conocimiento, la sensibilidad hacia otras personas, la responsabilidad, la fuerza y la decisión."

Joseph Stone y Joseph Church