"El cristiano moderno y el mundo occidental en general han alcanzado ahora un punto crítico, y las opciones abiertas son muy poco atractivas. No queremos una de esas catástrofes apocalípticas que tanto han desfigurado nuestra historia pasada, ni tampoco el camino de deshumanización de Oriente cuyo resultado sería un desmoronamiento irremediable de nuestros criterios occidentales. Quizás entonces la única posibilidad que queda es Abraxas, es decir, una proyección de nuestras almas tanto hacia afuera como hacia adentro, tanto hacia la luz como hacia las profundas tinieblas de nuestras raíces biológicas, con la esperanza de encontrar en la combinación de ambas el arquetipo puro. Esta sería la imagen auténtica del dios que está dentro de nosotros y que ha estado hundido durante mucho tiempo, como la Atlántida, en las aguas de nuestra conciencia. Entonces Abraxas llegaría a significar el Hombre Total."

Miguel Serrano Fernández