"A las ecuaciones sin sentido, que no son válidas para ningún valor, se las denomina absurdas."
Stieg Larsson
"A lo largo de todos estos años he tenido muchos enemigos y hay una cosa que he aprendido: nunca entres en la batalla cuando tienes todas las de perder. Sin embargo, jamás dejes que una persona que te ha insultado se salga con la suya. Espera tu momento y, cuando estés en una posición fuerte, devuelve el golpe, aunque ya no sea necesario hacerlo."
Stieg Larsson
"A veces se veían tan asiduamente que tenían la sensación de ser una pareja estable; otras veces podían transcurrir semanas, e incluso meses, entre encuentro y encuentro. Pero del mismo modo en que los alcohólicos recaen después de un período de abstinencia, ellos siempre acababan volviendo a por más."
Stieg Larsson
"(...) Bajó la tapa de su PowerBook, pero lo dejó sobre la mesa de trabajo. Había transferido el contenido del disco duro a una copia de seguridad encriptada en la red. Acto seguido, eliminó todo su disco duro con un programa que ella misma había creado y que garantizaba que ni siquiera ella sería capaz de reconstruir la información destruida. No necesitaba su PowerBook, sólo sería una carga."
Stieg Larsson
"Cuando el amor no fue correspondido, podría convertirse rápidamente en odio violento."
Stieg Larsson
"El dolor es el sistema de alarma que advierte al cuerpo de que algo va mal."
Stieg Larsson
"Escribir historias de detectives es escribir literatura ligera, puro entretenimiento. En principio no es como escribir propaganda política o literatura clásica. El género negro, ya se sabe, es una de las formas más populares de entretenimiento que existen. Si además intentas decir algo con ello. Bueno, yo lo he intentado, por supuesto."
Stieg Larsson
"Escribo muy deprisa. Es fácil escribir historias de detectives. Es mucho más difícil escribir un artículo de cinco mil caracteres, en el que todo tiene que ser correcto al cien por cien. No nos podemos equivocar."
Stieg Larsson
"Estaban de acuerdo en que lo suyo era puro sexo o, tal vez, incluso una obsesión sexual. (...) Simplemente, estaban bien juntos; no había que darle más vueltas. Mantenían una relación que resultaba tan adictiva como la heroína."
Stieg Larsson
"He leído historias de detectives toda mi vida. Cuando trabajaba en TT escribía dos columnas al año, en verano y por Navidad. Hice una lista de las cinco mejores novelas negras hasta entonces (... ). Casi todos los escritores de novela negra que he encontrado destacables son, por extraño que parezca, escritoras."
Stieg Larsson
"Investigar un asesinato puede ser el trabajo más solitario del mundo. Los amigos de la víctima están indignados y desesperados, pero tarde o temprano, al cabo de algunas semanas o de unos meses, la vida vuelve a la normalidad. Los más allegados necesitan más tiempo, pero ellos también superan el dolor y la desesperación. La vida sigue. Pero los asesinatos sin resolver te corroen por dentro. Al final, sólo queda una persona que piensa en la víctima e intenta que se haga justicia: el policía que se hace cargo de la investigación."
Stieg Larsson
"Las acciones impulsivas ocasionaban problemas, y éstos podían acarrear desagradables consecuencias."
Stieg Larsson
"La amistad, o al menos mi definición de ella, se basa en dos cosas: respeto y confianza. Y deben ser mutuas. Además, se tienen que dar los dos factores; puedes respetar a alguien, pero si no hay confianza, la amistad se desmorona."
Stieg Larsson
"(...) Le definen en los medios de comunicación como un impresionante oráculo de la economía. De eso vive. Es su valor seguro. -Sé lo que quieres decir. -Yo siempre tuve la sensación de que se trataba simplemente de un fanfarrón. No mostraba ninguna habilidad para los negocios. Todo lo contrario; me pareció asombrosamente superficial e ignorante en muchos temas. Tenía un par de jóvenes tiburones realmente muy agudos como consejeros, pero personalmente me cayó fatal."
Stieg Larsson
"Lisbeth Salander miró de nuevo a Martin Vanger. Se había puesto de pie, pero estaba encorvado. Lo ignoró e intentó meter los dedos por dentro de la soga. Al principio no se atrevió a usar el cuchillo, pero después metió la punta y, al intentar ensanchar la cuerda, hirió levemente el cuello de Mikael. Finalmente la soga cedió, y Mikael pudo tomar aire con unas ruidosas y roncas inspiraciones.
Por un instante, Mikael experimentó una increíble sensación, como si su cuerpo y su alma se unieran. Veía con total nitidez y pudo discernir hasta la más mínima mota de polvo de la habitación. Oía perfectamente; percibía cada respiración o cada roce de ropa, como si el sonido procediera de unos auriculares puestos en sus orejas. Sintió el olor a sudor de Lisbeth Salander y el del cuero de su cazadora. Luego la sensación desapareció cuando la sangre empezó a fluir nuevamente hasta su cabeza, y su cara recuperó su color habitual.
Lisbeth Salander giró la cabeza en el mismo momento en que Martin Vanger desaparecía por la puerta. Se levantó rápidamente y buscó la pistola; examinó el cargador y le quitó el seguro. Mikael advirtió que no debía de ser la primera vez que manejaba armas de fuego. Miró a su alrededor y descubrió las llaves de las esposas sobre la mesa.
—Le cogeré —dijo, y se fue corriendo hacia la puerta.
Cogió las llaves a la carrera y, con un revés, las tiró al suelo, donde estaba Mikael.
Mikael intentó gritarle que esperara, pero no le salió más que un áspero sonido apagado cuando ella ya había desaparecido por la puerta.
A Lisbeth no se le había olvidado que Martin Vanger tenía una escopeta en algún sitio, y, al llegar al pasadizo que conducía del garaje a la cocina, se detuvo con la pistola en la mano, lista para disparar. Aguzó el oído, pero no pudo apreciar ni el más mínimo ruido que revelara dónde se hallaba su presa. Por puro instinto se fue acercando a la cocina; casi había llegado cuando oyó un coche arrancar en el patio.
Salió corriendo por la puerta lateral del garaje. Desde el camino vio cómo un par de luces traseras pasaban la casa de Henrik Vanger y giraban hacia el puente; echó a correr todo lo que le permitieron sus piernas. Se metió la pistola en el bolsillo de la cazadora y no se preocupó del casco al montarse en la moto. Unos pocos segundos más tarde ya estaba cruzando el puente.
Tal vez él le llevara una ventaja de unos noventa segundos cuando ella llegó a la rotonda del acceso a la E4. No lo pudo ver. Paró, apagó el motor y se quedó escuchando."
Stieg Larsson
Los hombres que no amaban a las mujeres
"Los medios de comunicación tienen la capacidad de atraer a la gente más chiflada, esa que acude con observaciones e ideas de lo más disparatado. Todas las redacciones del mundo reciben llamadas de ufólogos, grafólogos, cienciólogos, paranoicos y todo tipo de aficionados a teorías conspirativas."
Stieg Larsson
"(...) Luego descubrí que el parentesco no es una garantía de amor."
Stieg Larsson
"No hay inocentes; sólo distintos grados de responsabilidad."
Stieg Larsson
"No, no creo en Dios, pero respeto que tú lo hagas. Todos necesitamos creer en algo."
Stieg Larsson
"¿No resulta fascinante que los nazis siempre consigan introducir la palabra "libertad" en su propaganda?"
Stieg Larsson
"No sé si quiero una relación estable, pero estoy aterrada de perderte."
Stieg Larsson
"Pero si quieres ganar, vas a tener que luchar."
Stieg Larsson
"Por la noche fue al cine y vio "El señor de los anillos", que todavía no había visto pese a haberse estrenado hacía ya un año. De repente, le pareció que los orcos, a diferencia de los humanos, eran seres sencillos y nada complicados."
Stieg Larsson
Stieg Larsson
"Por muy buenas armas que tenga el enemigo, si no te ve, no te podrá dar. A cubierto, a cubierto, a cubierto. Asegúrate de no ponerte nunca a tiro."
Stieg Larsson
"Puede que haya hombres grandes como casas y hechos de granito, pero siempre llevan las bolas en el mismo sitio."
Stieg Larsson
"(...) ¿Qué aspecto tendría actualmente? ¿Qué tipo de adulta sería? ¿Cómo la calificarían? ¿Una sociópata? ¿Una autista? Tiene una visión de la sociedad distinta de la de los demás. (O, visto de otro modo, no observa la sociedad del mismo modo que el resto de la gente. ). La convertí en Lisbeth Salander, de veinticinco años, una chica que se siente como una extraterrestre entre la gente. No conoce a nadie ni tiene capacidades sociales en absoluto."
Stieg Larsson
"Repentinamente comprendió que el amor era ese momento en el que el corazón quiere salirse del pecho."
Stieg Larsson
"Si algo había conseguido inculcarle Zalachenko era que siempre debía mantener la capacidad de salir, sin sentimentalismos, de una situación que se hubiera vuelto ingobernable. Esa era la regla fundamental de la supervivencia. "No muevas ni un dedo por una causa perdida"."
Stieg Larsson
"(...) Sólo se había convertido en su amante en ese perdido rincón del mundo, sino también en alguien en quien había empezado a confiar."
Stieg Larsson
"Su filosofía es que si alguien la amenaza con una pistola, entonces, ella va y se hace con una pistola más grande."
Stieg Larsson
"Te acuerdas del espíritu de la época, ¿No? Todo ese optimismo cuando cayó el muro de Berlín: que se instauraría la democracia, que la amenaza de guerra nuclear ya era historia y que los bolcheviques se iban a convertir en capitalistas de la noche a la mañana. El gobierno quería afianzar la democracia en el Este. Todos los capitalistas querían subirse al tren y ayudar a construir la nueva Europa. -No sabía que los capitalistas estuvieran tan dispuestos a dedicarse a hacer obras de caridad. -Créeme, estamos hablando del sueño húmedo de cualquier capitalista."
Stieg Larsson
"Todas las personas ocultan secretos. Sólo es cuestión de averiguar cuáles son."
Stieg Larsson
"¡Una excelente herramienta para los monstruos es Internet!"
Stieg Larsson
"(...) Una vez más, eso demostraba su tesis de que no hay mejor grieta en un sistema de seguridad que el más tonto de los colaboradores."
Stieg Larsson