El alma es sólo lo que vemos cuando suena la música...

"El alma es sólo lo que vemos cuando suena la música,
cuando todo da vueltas a nuestro alrededor, mientras bailamos
y todavía tenemos la noche por delante: toda para nosotros
solamente. Entonces el alma es sólo eso muchas veces,
podemos verla en cada movimiento.

Un paso más allá y el baile empieza una y otra vez,
y nuestros cuerpos se mueven a la espera, se mueven sin parar,
porque el aire más nuevo los envuelve y sabemos por él
que hoy tenemos aún la noche por delante. Entonces el alma
es sólo lo que esperan los cuerpos todavía.

Cuando suena la música y todo da vueltas sin parar
a nuestro alrededor, mientras bailamos,
el alma puede verse sin descanso, y no es la música ni el baile:
es sólo lo que entregan a oscuras nuestros cuerpos
a la música y al baile, muchas veces.

Un paso más allá y el aire será nuestro para siempre,
el aire que buscaba en tu cuerpo y el mío
toda una noche por delante. Entonces el alma será sólo
este saber la música del baile, este haber visto
en cada movimiento una salida.

El alma es sólo lo que vemos cuando suena la música,
cuando estamos a punto de empezar sin descanso
toda una noche por delante, mientras todo da vueltas
y más vueltas, muchas veces, y nuestros cuerpos
dicen que sí y a oscuras a otro baile."

Vicente Valero



"Nosotros somos solamente
 siempre lo que miramos: este bosque
 y su camino azul somos nosotros,
 esta lluvia distinta cada tarde,
 que empapa muy adentro."

Vicente Valero



Precipicio

Por los acantilados, muchas veces, la luz
es sólo vértigo y responde
a una llamada verdadera y fría,
a un misterioso andar sobre el vacío.

Lo que vemos no está
en el lugar exacto imaginado:
hay que buscarlo siempre en su caída,
en un dulce equilibrio
de rocas y alcotanes, de azules imposibles
casi siempre. Es una arquitectura
que no conoce el miedo
y ha sido construida por los pájaros,
por el viento del norte
y por las nubes.

Traten entonces de asomarse
en silencio y verán
cómo el color del cielo se sostiene
sobre un enigma sólido,
una alucinación interminable:
el vuelo prodigioso, desnudo, de la luz,
sobre la primavera que esperamos,
transparente y sin fin
del precipicio.

Vicente Valero