" … En las tierras bajas, donde el verano tiene la misma esencia que la piel de una mujer hostigada por el deseo y el invierno parece un murmullo sordo, apagado, igual a la oración de todos los dioses viejos; donde los hombres se arrugan jóvenes bajo un sol lujurioso y los ríos son más poderosos que los mitos y los hombres, existe un pájaro de un bello plumaje azul. Canta tan dulcemente, que a muchos kilómetros de su nido se detienen los seres y las cosas a escucharle. Es un ave solitaria, de apariencia endeble y pico cristalino. Construye su nido con musgo joven, en la parte más honda del monte, al lado de un arroyo o fuente natural y se alimenta con los ojos de los pájaros que llegan a tomar agua.
            Según el decir popular el monte se puebla, día a día, de trinos y ojillos ciegos. Y la leyenda indica que el ave sólo puede ser atrapada con una red hecha con los cabellos de una jovencita impura, cuya alma no haya sido contaminada por el remordimiento..."

Fanny Buitrago
 El hostigante verano de los dioses



"Y tan importante como la memoria es la noción del diseño, que permite otorgarle al texto su funcionalidad, lo cual no siempre es fácil... hay lectores que esperan enseñanzas literales del autor, directrices políticas, sorpresas a cada instante, y comentaristas y críticos que no ven más allá de la superficie del libro. Lo escrito realmente no les interesa."

Fanny Buitrago
El oficio no oficio de escribir