La cierva dorada
De esta vida frágil y efímera
Esperas siempre algo
Para colmar las horas de dicha
Cierva dorada de mis sueños,
Tu belleza y tu espíritu me embrujan.
Lo sabes muy bien.
Ay, no somos libres
Para saborear los otros deleites de la vida.
Con todo, contemplo tu dulce rostro.
Què bella eres!
Y te adoro sin fin.
Nuestras miradas se encuentran.
Tú sonríes.
Tu corazón, mi corazón golpean en el pecho.
Tu bella cabellera dorada, frondosa,
Sensual como tus labios,
Me hace pensar
En los otros hermosos secretos de tu cuerpo.
Me eres a la vez próxima y lejana,
Próxima en los sueños,
Lejana por un amor de fruto prohibido.
Oh, cierva dorada de mi sueño,
De mi mudo deseo!
Guechse Yim
La joven de la caña
La niña está sentada sonriendo
mientras vende caña de azúcar
y en sus manos el cambio de un
centavo abrasa al jugoso sol
que desprecia la vida miserable.
No es mimada por ricos padres, ni
estudiará en el extranjero, cursa
una vida diferente al borde de la
carretera.
Guechse Yim
Una noche emocionante
Lamentablemente el aroma de tu cuerpo
se alejó en la mañana de aquella noche
que nos amamos sin fin y todavía
aturdido por la felicidad, aprendi
de ti a llorar en mi pecho, a recordar
el suave tormento de las caricias y
las horas de amor sin límite en la
noche embriagadora.
Guechse Yim