"La revolución se lleva por dentro, para empezar. La conciencia revolucionaria es ese enamoramiento por la nueva sociedad y la claridad estricta del fatal destino que depara nuestra especie de no detener el capitalismo al mando de los poderes políticos y económicos, hay que engendrar conciencia y amor revolucionario en nuestras filas, sobre todo en nuestros niños y jóvenes. Hay que hablar del terrible y dantesco futuro al que llegará una humanidad regida por las leyes del consumismo y la apetencia de bienes materiales. Hay que crear mujeres y hombres nuevos.. ¿Dónde? En las mujeres y hombres viejos aun así sean nuestros adolescentes, que no por jóvenes dejan de ser el hombres y la mujeres viejos."

Raúl Bracho