"A fuerza de buscar mundos imaginarios bajo cielos inexistentes, los soñadores que, a ciegas, se embarcaban en la aventura, acababan por dar un día, sin habérselo propuesto, con un mundo real.
En esa búsqueda a ciegas, los vagos recuerdos de las edades del paganismo se confundían gustosamente con las enseñanzas de la religión. Ésta, en todas las circunstancias, recordaba las perdidas delicias del paraíso terrenal y certificaba su existencia, aunque sin insistir más de lo conveniente sobre su posición geográfica exacta."

René Thévenin
Les payes légendaires
Tomado del libro de Pierre Carnac, La historia comienza en Bimini, página 147