“Cuando pasa cierto tiempo uno se da cuenta de que todos los periódicos son amarillos.”
Ramón Eder
“De las depresiones sólo se puede salir sonriendo.”
Ramón Eder
“El carácter se forja los domingos por la tarde.”
Ramón Eder
“El fin justifica los miedos”
Ramón Eder
“El momento de la verdad nunca llega, el momento de la verdad nunca se va.”
Ramón Eder
“Hay libros excelentes que si uno no los ha leído a ciertas edades ya no tiene sentido leerlos.”
Ramón Eder
“Hay que conseguir que el dolor produzca una perla.”
Ramón Eder
“No ir al teatro es una forma de hacer crítica teatral.”
Ramón Eder
“La inteligencia, a partir de cierto grado, se vuelve inevitablemente humorística.”
Ramón Eder
“Las amistades nocturnas parecen sólidas, pero suelen ser líquidas.”
Ramón Eder
“Las conversaciones de ascensor son definitivas.”
Ramón Eder
" Las estrellas son los aforismos del cielo tiene apariencia de firmamento, capaz de contener en su espacio multitud de estrellas aforísticas."
Ramón Eder
“Leer un buen libro mal traducido es como escuchar a Beethoven en un transistor.”
Ramón Eder
“Los buenos aforismos son pórticos que nos llevan a la inminencia de una revelación que parece muy importante y ahí nos dejan, que no es poco.”
Ramón Eder
“Los domingos son la eternidad en miniatura.”
Ramón Eder
“No cuentes tus éxitos si no quieres que te recuerden tus fracasos.”
Ramón Eder
"No nos engañemos, la profesión más antigua del mundo es la de ladrón."
Ramón Eder
Ironías
"No sé si Dios existe pero lo cierto es que insiste."
Ramón Eder
“Nuestras pasiones son grandes actrices.”
Ramón Eder
“Se asomaba al abismo y tomaba notas.”
Ramón Eder
“Seríamos más felices teniendo la mitad de lo que tenemos y disfrutándolo el doble.”
Ramón Eder
“Si escribes prácticamente todos los días algunos aforismos acabas llevando sin proponértelo una especie de diario de lo que piensas.”
Ramón Eder
“Somos inmortales todos los días de nuestra vida, excepto uno.”
Ramón Eder
“Todo rey parece bueno en el exilio.”
Ramón Eder
“Un buen aforismo es un relámpago en las tinieblas.”
Ramón Eder
“Uno nunca olvida su primer amor, ni lo recuerda.”
Ramón Eder