Ateridas de frío recojo de la calle
algunas heridas y me voy con ellas, por ahí,
hasta hacerlas mías.
Es mi único anhelo
que me duelan hasta hacerlas lágrimas.
Fue la felicidad la que me dejó solo
y yo no la quería. Estoy escribiendo
porque no tengo nada que decir.
También hacen ruido las piedras al caer
en el fondo de pozo. Las lágrimas no,
ellas supieron coserse los labios.
Nada más
nacer tendrían que rompernos la boca,
descosernos los párpados, extraernos el invierno
eterno del primer latido y tacharnos el cielo.
Estoy enfermo y mañana iré a por medicamentos.
Y esto es cierto: lo único que hoy es cierto
es cosa de mañana.
Así que no debería ser un verso.

Sergio Algora
VII, Los versos dictados



"Hombres pelados con cuchilla, mujeres en el sacapuntas, niños en la mina, planetas en el zoo, estrellas en el cortejo." Dejé mi país para ser etíope por un año. Dejé de dictar para subordinarme. Etiopía estaba bajo la nieve. La fiebre la había helado. El matadero de la Adis Abeba estaba abandonado. Los buitres habían construido allí una nueva ciudad. Los niños, como heraldos, soplaban los cuernos arrancados de las reses. Los ancianos se convertían en pergaminos. El ganado se reducía a cenizas. Los adivinos contemplaban el humo y las heces. Los brujos traducían los poemas del premio Loewe. Nos dábamos por el culo sin cesar, tiritando en las chozas. Cada nevada exterminaba una tribu. Nos quedábamos con sus cuerpos y con sus enseres. Parecía que un sueño invernal iba a terminar con el hambre. Llegaron los renos y Santa Claus y cargaron en el trineo los leones famélicos que se exhibían en el palacio presidencial. Le dimos un león a la uno, dos a la dos, tres a antena tres, cuatro a la cuatro, cinco a la cinco, seis a la sexta, una jirafa a la once, todo el oro de África a todos los santos, el único clítoris mayor de dieciocho años al único dios. El entrenador de dios, colocó el clítoris africano en el centro del campo de un chochito blanco y lo hizo debutar en el mundial."

Sergio Algora



“Y es que sólo me interesa
La gente bien dispuesta
Para compartir
La angustia de ser hombre.”

Sergio Algora