Admitados que se quiere examinar un punto particular del cielo: la posición de un astro determinado. Se anotará la posición de este astro a cada nacimiento que se observa.
Si se toma al azar un gran número de nacimientos en un registro civil, se puede anotar para cada uno de ellos la posición del astro considerado: se obtiene así un conjunto de posiciones que formarán un reparto cualquiera del astro. Reparto cualquiera, es decir reparto que depende únicamente de las condiciones demográficas de los nacimientos.
supongamos ahora que, en lugar de tomar todos los nacimientos de ese registro, se lija en la población general determinados nacimientos particulares. Se puede intentar saber como por ejemplo, si los hombres de ciencia conocidos han nacido bajo otros astros que el común de los mortales. Nuestra hipótesis quedaría verificada si se observase en coma para un acto determinado, unas anomalías en el nacimiento de los hombres de ciencia, que no se producen sobre los nacimientos de la población general. Se juzgará de la diferencia gracias a unos datos estadísticos, los hombres de ciencia no son más que un ejemplo. Se concibe que del mismo modo se puede elegir no importa qué población que se distinga de modo particular de la masa de los nacimientos.  Y comprobar estas hipótesis. Si los datos estadísticos permiten comprobar que existe una diferencia, diremos que existe relación entre las posiciones del astro y el grupo elegido de nacimientos.
La pregunta que suscita es:¿Para personas que han manifestado en el curso de su vida unas tendencias comunes, pueden observarse en su nacimiento una exposiciones comunes de astros? Para contestar a ello... Hemos elegido el concepto de profesión. Es un criterio social bastante estandarizado para que cada uno pueda estar de acuerdo sobre su significado punto además, la profesión pone un juego unos comportamientos humanos... Lo que intentábamos juzgar a través de ella es el comportamiento habitual, las tendencias profundas... Los que consigan forjarse una reputación (en una profesión), manifestando más netamente que los demás las tendencias fundamentales que se esconden tras la etiqueta profesional...
... Habiendo... Circunscrito nuestra investigación a los países del Mercado Común, hemos logrado, en el transcurso de los años, coleccionar más de 16.000 fechas y horas de nacimiento de notabilidades francesas, italianas, alemanas (del Oeste), belgas y holandesas. Un segundo lote de 12.000
Nacimientos debía servir de grupo-testigo punto agrupaba a personas de la misma nacionalidad, que habían ejercido las mismas profesiones, pero sin lograr pasar del anonimato... Los nacimientos se extendieron de 1794 a 1945: un siglo y medio de observaciones. Hemos estudiado diez categorías profesionales: los hombres de ciencia, a los campeones deportivos, los militares, los políticos, los artistas-actores, pintores, músicos-los literatos como las personalidades como a los empresarios.
Hemos calculado la posición de los astros en el nacimiento de cada uno de nuestros sujetos. Al lado de resultados negativos (normales), hemos registrado una serie ininterrumpida de observaciones anormales, que se producían todas en el mismo ámbito astronómico: el movimiento diurno (que es cada día, a consecuencia de la rotación de la Tierra sobre sí misma, cada astro, a imagen del sol, se levanta en el horizonte por el este, alcanza al meridiano en el punto más elevado de su curso, se pone en el horizonte por el oeste y se levanta de nuevo a la mañana siguiente, aproximadamente a la misma hora que la víspera a punto cierto día, los planetas no se encuentran todos en el mismo lugar del cielo y no se levantan tal, pues, todos a la misma hora punto por tanto, el tiempo empleado por ellos para recorrer la trayectoria que va del levantamiento a la culminación depende, igualmente, de su posición astronómica cotidiana a punto los astrónomos calculan y publican cada año unas informaciones precisas hasta al respecto, ya sea para el sol, la luna o los planetas).
En cuanto a las observaciones anormales, residían en el hecho de que las notabilidades no seguían el mismo horario de nacimiento que el común de los mortales. Dicho de otro modo, todo tenía lugar como si comas según las profesiones ejercidas como las celebridades habían elegido o, por el contrario, evitando nacer cuando el paso de astros después del horizonte y el meridiano (Ascendente y Medio- del- cielo).
Esos momentos desempeñaban de algún modo el papel de reveladores de la influencia astral. La tendencia es tan marcada, su repetición tan constante a través de todos los grupos examinados, que el azar solo no puede ser considerado responsable. Sin embargo esta observación fundamental sólo pudo hacerse sobre la luna y los planetas Marte, Saturno y Júpiter. Todo ocurría como si, para determinados grupos profesionales, la presencia de un planeta acabando de pasar al horizonte o al meridiano en el momento del nacimiento provocase el éxito del individuo.
Entre 3647 médicos y hombres de ciencia, 724 en vez de 626 (número teórico calculado) nacieron después del paso de Marte a su salida o a su culminación superior. No existe más que una posibilidad sobre 500.000 para que el azar sea la causa de tal exceso de nacimientos. Entre los mismos sabios, 704 en vez de 598 han nacido tras la salida o la culminación de Saturno. Probabilidad dejada al azar: 1 sobre 300.000
Entre 2088 campeones deportivos, Marte domina solo, pero con una claridad estadística sorprendente. Se le cuenta a 452 veces en lugar de 358, levantándose o culminando, lo cual no le deja al azar más que una posibilidad sobre 5 millones.
Entre 3348 militares conocidos, Júpiter y Marte se encuentran en excedente en las regiones que siguen a la salida y la culminación. Júpiter 703 veces el lugar de 572 y martes 680 veces en lugar de 590. Probabilidad del azar en los dos casos: menos de una posibilidad sobre un millón.
Entre 1409 actores célebres, Júpiter se cuenta dos ochenta y tres veces en lugar de 235 en esas mismas regiones del cielo. Posibilidad dejada al azar: una sobre 100.
Entre 1003 políticos, Júpiter es contado 205 veces en lugar de 167. Probabilidad: una sobre 100.
Entre 1352  escritores, la Luna es frecuente tras su salida y su culminación, puesto que se la observa 292 en lugar de 225. Afluencia que el azar no puede permitirse más que una vez de cada 100.000 estadísticas.
Entre 903 periodistas, se vuelve a encontrar a Júpiter que está a 185 veces levantándose o culminando en lugar de 150,5. Posibilidad del azar: una sobre 100.
Entre 202 grandes empresarios, por último, Marte está presente después de la salida y culminación 49 veces en lugar de 34,6. Probabilidad: uno sobre 200...


Si bien hayamos obtenido unos hechos positivos a partir de una material de apariencia astrológica en su origen, resulta muy evidente que estos resultados coman por asombrosos que sean, deben explicarse en términos científicos, no en términos astrológicos. Mejora un coma son una nueva y poderosa crítica de esta superstición.


Nuestras observaciones sobre los grupos profesionales aparecieron entre 1955 y 1960. Antes de ir más lejos..., debíamos saber qué crédito científico merecían nuestros esfuerzos punto al principio, hemos tropezado con numerosas negativas categóricas: "los astrónomos profesionales han estudiado el problema a priori y punto para ellos, los planetas son unos astros enfriados que no hacen esencialmente más que reflejar las radiaciones que reciben", escribió, en 1955, En sylvain Arend, astrónomo del observatorio real de Bélgica. No se trata más que de un ejemplo...
Explicamos en otro lugar las dificultades que hemos experimentado para hacer examinar nuestros trabajos. Una gran proporción de hombres de ciencia, los astrónomos, en particular, padecen en efecto de una bastante inexplicable "alergia a los planetas",  según la frase de Calpel-Boute, jefe de investigaciones en la Universidad de Bruselas... Por suerte, otros investigadores demostraron ser más curiosos. Como, por ejemplo, desde 1956, Jean Porte,  administrador del instituto Nacional de estadística y de estudios económicos. Muy estético al principio sobre el valor de las pruebas aportadas, afecta al fin su buen fundamento y escribe el prólogo de la obra que, en 1957, mi esposa y yo hemos dedicado a los problemas metodológicos: "He buscado unos errores en la presente obra -escribe en sustancia- y no los he encontrado."

Michel Gauquelin
 Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja





En favor del hecho astrológico, existe en primer lugar, la demostración del postulado fundamental, el papel desempeñado por las influencias astrales en el nacimiento. Además, el efecto planetario heredado deja entrever una aplicación diagnóstica. A partir de la posición natal de un planeta, es teóricamente posible establecer un pronóstico sobre el temperamento y el comportamiento social futuro del individuo que nace y punto y todavía hay más: el esbozo de una confirmación estadística del simbolismo astral para amarte, Júpiter, Saturno y la luna. La comparación de los tipos carateorológicos que hemos definido empíricamente, con las mentalidades que los antiguos habían atribuido a esos planetas permite sacar la conclusión de una semejanza no fortuita entre los dos... Se encontrará en otro lugar una comparación demostrativa entre nuestros experimentos y el simbolismo astrológico.

Michel Gauquelin
 Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja



La vida tiene el sentido del tiempo, el sentido del tiempo y del espacio.

Michel Gauquelin
 Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja




Cada cuatro horas, se inyecta a seis lotes de ratones que tienen un ritmo vital estrictamente idéntico, unas dosis de veneno exactamente iguales. El 60% de los animales inyectados a las 16.30 horas mueren, el 10% tan solo de los tratados a las 0.30 horas sucumben. ¿Por qué? El momento de la jornada en que es inyectado el veneno está pues lejos de ser indiferente al efecto del propio veneno.

Michel Gauquelin
 Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja






A los astrólogos sigue sin convencerles la publicación de estas estadísticas que destruyen completamente sus doctrinas. Hubo una época en la que afirmaban, enérgica y frecuentemente, que las estadísticas ofrecían un método ideal para demostrar la verdad de la astrología, pero este punto de vista fue más popular durante el periodo antes de que el trabajo de Choisnard y Krafft hubiese sido desacreditado. Hoy en día los astrólogos han dado marcha atrás y afirman, por el contrario, que las estadísticas son irrelevantes para la astrología.

Michel Gauquelin
Astrología y ciencia 1970:125,138


A finales del siglo XX, dos sueños se tienen que hacer realidad: ir a los planetas [exploración espacial], pero también saber qué “nos hacen” los planetas, para que, como dice La tabla de esmeralda, “se perpetúe el milagro de la unidad” [una referencia a la unidad expresada en “como es arriba, es abajo”].

Michel Gauquelin


El paso de la astrología por una computadora nos entrega mucho menos que un horóscopo, un esqueleto de horóscopo, o, más exactamente, las partes de un esqueleto sin ligazón entre sí.


Michel Gauquelin
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja



El peso de las pruebas acumuladas en los congresos, los coloquios, los simposios, reanima el valor del que conserva en su corazón la secreta esperanza de ver reconocida un día a la astrología como una ciencia natural: la astrología, una paraastrología, u otra cosa que la astrología, una disciplina nueva, en todo caso, que estaría equivocada si fuese ingrata y despreciativa hacia un pasado tan dilatado.

Michel Gauquelin
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja




Mi formación en psicología empezó en Ginebra, Suiza, mi país natal. Más adelante, la fama de la Universidad de la Sorbona me atrajo a París. Allí el curioso destino me aguardaba en la persona de Michel Gauquelin, también estudiante de psicología y estadística, y dedicado en secreto a la investigación de la astrología. Después de insistir bastante, finalmente confesó dónde se metía cada jueves por la tarde, recopilaba afanosamente expedientes de datos completos de los nacimientos de los peores criminales en los anales de la policía francesa. Es más, su actividad principal del fin de semana era calcular carta tras carta para probar la verdad de los escritos astrológicos.

Estaba perpleja y llena de admiración a la vez. El tema de esta investigación parecía absurdo, pero sus métodos objetivos me sedujeron. Deseaba un marido que aceptase mi colaboración en la investigación científica y hasta entonces sólo había encontrado pretendientes de una mujer casera “ama de casa”. Michel aceptó mi participación en la investigación de sus temas. Sin dudarlo, me embarqué en esta aventura, segura de que no implicaba ningún riesgo. Con métodos objetivos, no podría surgir nada positivo de una iniciativa tan disparatada. Después de un breve periodo de verificación astrológica, esperaba convencer a Michel de que abandonara sus proyectos por una investigación académica más tranquila, dentro de un plan de estudios normal en la Sorbona. Nuestras reuniones derivaban en conversaciones animadas sobre cosas como cómo dividir correctamente el movimiento diurno de los planetas en treinta y seis sectores, en qué dirección se tenían que numerara los sectores, y así sucesivamente.

Pero mi confianza en el efecto rápido de los métodos objetivos era demasiado optimista: la aventura demostró ser mucho más larga y mucho más difícil de lo que había esperado. Jamás ha acabado.

Michel Gauquelin



Aunque estoy muy orgulloso de mi materia [neo-astrología], muy decidido a defenderla, muy orgulloso de mis descubrimientos, todavía me atormentan dos demonios enfrentados. El primero es el miedo de haberme equivocado al afirmar que la influencia astral es real; el segundo es el angustioso pensamiento sobre todo lo que no he sido capaz de descubrir o explicar. Después de 30 años de reflexión crítica sobre la astrología, mi pasión por ella no ha disminuido. Pero actualmente no me permitiría extraer conclusiones drásticas como lo hice a veces en el pasado. Me contentaré simplemente con haber arrojado algo de luz sobre este inmenso misterio que ha ocupado tantas grandes mentes a lo largo de los siglos.

Michel Gauquelin


El futuro de la Astrología será el que deseen los propios astrólogos, pero mi impresión es que, a corto plazo, va a ser muy positivo puesto que la nueva generación de astrólogos muestra un interés muy constructivo. Estas personas no aceptan a ciegas todo lo que leen en los manuales de Astrología sino que intentan comprobar la veracidad de tales afirmaciones. Para ellos, y para la misma Astrología, es muy prometedor el avance que supone el uso masivo de la informática, facilitando enormemente la realización de los cálculos y permitiendo investigar con mejores medios que los utilizados hasta ahora.

Michel Gauquelin



“Es inútil afirmar que la astrología representa una mentalidad infantil si unos experimentos bien diseñados demuestran que sus declaraciones son correctas. En ese caso debería asumir de nuevo una importancia extraordinaria. Importa poco si se explica con simbolismos o la física, o si las estrellas son signos o causas. … [Pero ahora] ya es hora de llegar a su fin. Todo intento, sea de los astrólogos o de los científicos, de probar de la validez de las leyes astrológicas ha sido en vano. Ahora está bastante claro que las firmas en el cielo que presidieron nuestros nacimientos no tienen poder alguno para decidir nuestros destinos, para influir sobre nuestras características hereditarias, o para jugar un papel, por humilde que sea, en la totalidad de los efectos, fortuito y de otra manera, que conforme la estructura de nuestras vidas y moldee nuestros impulsos a la acción”

Michel Gauquelin
Astrología y ciencia 1970:125,138



Hacia 1950 estaba preparando mi estudio crítico de la astrología tradicional, cuando, muy contra mi voluntad, me encontré frente a un resultado de lo más extraño. En uno de mis datos, que consistía en la fecha de nacimiento de 576 miembros de la Academia Francesa de Medicina, la frecuencia de posición de ciertos planetas era completamente inusitada. El fenómeno no correspondía a ninguna de las leyes tradicionales de la astrología, pero, a pesar de todo, era interesante. Lo que había observado era que un gran número de futuros grandes médicos habían nacido cuando los planetas Marte y Saturno acababan de subir o culminar en el cielo.

Michel Gauquelin
Los relojes cósmicos, Barcelona, 1976, página 205



La astrología, la antigua religión universal, el primitivo y majestuoso esfuerzo por conseguir una síntesis cósmica, ha caído por completo en manos de sacamuelas. En su lugar ha nacido una ciencia nueva. esta ciencia no debería despreciar el pasado; después de todo, debemos el nacimiento de la astronomía al celo astrológico de nuestros predecesores. Es justo que esta ciencia, en su madurez y después de un rodeo de dos mil años, nos ayude ahora a descubrir los verdaderos vínculos que unen al hombre con el Universo.


Michel Gauquelin
Los relojes cósmicos, Barcelona, 1976, página 32


"Lo que más me gusta es investigar. He recogido nuevos datos para replicar mis hallazgos relativos a las profesiones asociadas con cada planeta y sobre la posibilidad de un efecto de herencia planetaria entre padres e hijos. Me gustaría poder establecer que los efectos hallados para personas que han triunfado también se aplican a la gente corriente. He verificado varios experimentos pero no es tan fácil obtener resultados significativos. En uno de ellos, se han utilizado cuestionarios de personalidad, así por ejemplo, puedo establecer la hipótesis de que las personas en cuyo cuestionario muestran una extroversión elevada, tendrán a Júpiter en un lugar prominente en sus horóscopos. He hallado este resultado aunque no es tan significativo como esperaba. Esto puede ser atribuido a que las personas tienen dificultades en hacer una descripción de sí mismas o de los demás. También, en la última parte de mi libro «The Truth about Astrology», se incluía un cuestionario en el que los lectores, además de anotar sus datos natales, elegían entre una serie de tipos caracterológicos que, según ellos los describía mejor. También se añadía que pidieran a otra persona que les conociera bien que respondiese también al cuestionario para describirles. Con esta información obtuve una autoescala y una escala externa con objeto de balancear los sesgos —errores de apreciación. Mi próximo proyecto es desarrollar lo que en Psicología se llama «estudio de casos», y puestoque no es factible utilizar a gente común para el estudio de sus biografías, como lo hice cuando investigaba sobre la gente famosa, lo que ahora estoy haciendo es buscar distintos testimonos que describen a la persona para obtener una visión clara de la misma. Un amigo mío y profesor de la Sorbona, está muy interesado en mis investigaciones aunque no puedo decirlo abiertamente. Una alumna suya está realizando una investigación acerca de los cuestionarios de personalidad y le pedí a mi amigo que hablara con ella para que añadiese los datos de nacimiento a sus investigaciones. Ella aceptó hacerlo. La investigación todavía no ha concluido y no sé los resultados, pero gracias a ella, no sólo tendremos los datos de nacimiento y los cuestionarios sino también las descripciones que esta psicóloga ha hecho de las personas con las que se ha entrevistado. Estas descripciones tienen un valor mayor que las realizadas por conocidos o familiares allegados a la persona, puesto que ella es una psicóloga profesional."

Michel Gauquelin


No es extraño decir, con la mayoría de los historiadores, que la astrología fue, al mismo tiempo, la primera religión y la primera ciencia del hombre.


Michel Gauquelin
Los relojes cósmicos, Barcelona, 1976, página 45



Subiendo los siete pisos de sus torres de observación, los sacerdotes caldeos creían que estaban llegando casi al cielo. Su esperanza hoy, nos parece tonta, pero también conmovedora y comprensible. Sus ojos y su pensamiento se fijaban en los mensajes que les enviaban sus dioses; muy por encima de las polvorientas ciudades, el sacerdote conversaba con el Universo de igual a igual. Existe una sorprendente continuidad entre su actitud y la que hoy mueve a la Humanidad a gastar tanto tesoro de valor e inteligencia en dejar la Tierra, camino de las estrellas que nos llaman. El astronauta, dentro de su cápsula, gritando de admiración al ver la belleza del cielo circundante por primera vez desde tal altura, puede pensar, agradecido, en sus predecesores, los sacerdotes astrólogos. Puede recordar sin menosprecio la orgullosa confesión de Tolomeo, el "príncipe de los astrólogos":
"Mortal soy, sé que he nacido para vivir solo un día, pero cuando observo las compactas multitudes estelares en su curso circular, mis pies ya no pisan la tierra; asciendo hasta el mismos Zeus, para que me haga beber ambrosía, el alimento de los dioses."

Michel Gauquelin

Los relojes cósmicos, Barcelona, 1976, página 314


Todos los esfuerzos de los astrólogos por defender su postulado básico han fallado. (…) Las estadísticas han demostrado la falsedad de los viejos argumentos de una vez para siempre. (…) Quienquiera que se diga capaz de predecir el porvenir consultando las estrellas se está engañando a sí mismo o está engañando a los demás.

Michel Gauquelin