“Hoy, a través de los medios de comunicación y de la literatura, han salido a la luz muchas novelas de carácter histórico y semihistórico, donde vuelven a aparecer aquellas viejas civilizaciones matriarcales en que la mujer era el personaje fundamental, las diosas las deidades principales, y todo giraba en torno a esa figura que parecía nuclear a los seres humanos. No es que la mujer hubiese acaparado el poder y dejase al hombre en un puesto secundario; simplemente, tenía un papel preponderante y era el centro de la vida. Tal vez esto es lo que se ha perdido. Este papel de eje,  centro, núcleo, como reflejan los mitos griegos y romanos cuando hablan de esa diosa tan particular del Fuego: está en el centro de la Tierra, en el fuego del altar, en el del hogar, en el centro de la casa y del templo… Eso es la mujer. Ese fuego es vida y tiene la capacidad de que todo se concentre a su alrededor."

Delia S. Guzmán



“…vi el Camino como una línea sinuosa que se arrastra por la tierra, adaptándose fielmente a todos sus altibajos, subiendo y descendiendo, torciendo a un lado y a otro, pero siempre a ras de esa tierra que le sirve de apoyo...
Lo vi paciente y seguro, transitar a él mismo por otro camino imponderable que es el tiempo…
Voy hacia el Infinito, nuevamente, por esforzado Camino vertical que ha tomado la forma de una espiral, sumando lo horizontal a lo vertical, lo humano a lo divino, lo que es a lo que debe ser.”

Delia Steinberg Guzmán
Hoy vi