"Algunos individuos lo sienten extenderse por cada célula de su cuerpo, percibiendo que el tiempo, y sus vidas, se están acelerando. otros experimentan un nuevo tipo de confusión, como si ya nada encajase en su existencia... Los sistemas que proveen la infraestructura de la vida y la sociedad, incluyendo sistemas personales como la salud, la economía y las relaciones, se hallan en estado de flujo dinámico... Tanto si crees que acorto plazo se va a producir el cierre de un gran ciclo como si no, hay un hecho que sigue siendo cierto. En un periodo relativamente corto de la historia humana, tengas la edad que tengas, has sido testigo de acontecimientos que han hecho temblar los cimientos de lo que creías que era tu mundo."

Gregg Braden
Tomado del libro de Freddy Silva, Diseños misteriosos, página 303



“Cuando un cierto número de personas se unen y eligen en un momento dado crear una emoción precisa en sus corazones, esa emoción literalmente puede influir intencionalmente en los mismos campos que sostienen la vida en el planeta tierra.”

Gregg Braden



"Cuando vemos la “vida”: nuestra abundancia espiritual y material, nuestras relaciones y carreras, nuestros más intensos amores y mayores logros, así como nuestros miedos y la carencia de todas estas cosas, también estamos contemplándonos cara a cara en el espejo de nuestras más fieles (y a veces más inconscientes) creencias."

Gregg Braden
La matriz divina


"La ciencia está diseñada para estar al día constantemente en la información que proporciona. Para mantener la honestidad en la ciencia tenemos que abrazar los nuevos descubrimientos. Y lo que está pasando es que ya la ciencia está secuestrada por las corporaciones, las empresas, los políticos y las religiones. Todos ellos hacen que la ciencia encaje en su historia. La mejor ciencia nos dice que estamos conectados por un campo energético. Yo lo llamo la matriz divina. Ellos lo llaman "el campo". La ciencia lo sabe, es consciente de ello y reconoce que tenemos la habilidad de influenciar ese campo. La pregunta en la ciencia ahora es: ¿cuánto podemos influenciar ese campo? ¿Cómo estamos de conectados? En ese punto estamos."

Gregg Braden


"La ciencia moderna ha descubierto que a través de cada emoción que experimentamos en nuestros cuerpos, también pasamos por cambios químicos tales como pH y hormonas que reflejan nuestros sentimientos. A través de las experiencias “positivas” de amor, compasión y perdón, y de las emociones “negativas” del odio, el juicio y la envidia, cada uno de nosotros posee el poder de afirmar o negar nuestra existencia a cada momento del día."

Gregg Braden
La matriz divina


"La historia convencional de la vida sobre la Tierra –la teoría de la evolución– nos pide que creamos que hace mucho tiempo se dieron exactamente las condiciones propicias, de la mejor forma posible y en el momento exacto, para que se crease el entorno adecuado para que las fuerzas oportunas formasen átomos perfectos y los forjasen en los elementos que dieron origen a la primera molécula de vida. Por si no bastara con pedirnos que nos creamos esta improbable serie de acontecimientos, a continuación se nos dice que aceptemos que esta primera célula de vida sobrevivió y prosperó, de manera que se multiplicó y se diversificó incontables veces, y después se impuso a lo largo de las eras con una estrategia adaptativa, conocida como «supervivencia del más fuerte», para convertirse en los cuerpos que nos permiten vivir como hoy vivimos.

Las probabilidades de que esta serie de acontecimientos realmente se produjeran son tan pequeñas que parece imposible que tuvieran lugar. Ilya Prigogine, el último químico dos veces galardonado con el Premio Nobel, suscribiría la afirmación anterior: «La probabilidad estadística de que las estructuras orgánicas y las reacciones más exquisitamente armónicas características de los organismos vivos se generaran por accidente es cero», dijo. De acuerdo con él, muchos otros científicos, utilizando los métodos más avanzados de que se dispone hoy, pueden demostrar la grandísima improbabilidad de que el origen de nuestro ADN sea el azar. Antes de su muerte en 1989, el científico y matemático suizo Marcel Golay calculó que la probabilidad de que la proteína viva más simple se hubiese formado por casualidad era de 1 entre 10, y Frank Salisbury, fisiólogo vegetal y antiguo rector de la Universidad Estatal de Utah, calculó que la probabilidad de que exista una molécula común de ADN es de 1 entre 10600.

CIFRAS ABRUMADORAS

Son unas cifras tan inimaginablemente largas y que representan una probabilidad tan remota de que algo ocurra que me voy a detener un momento en ellas para ilustrar lo que los matemáticos nos están diciendo. El número 10600 equivale a un uno seguido de seiscientos ceros. Esta cifra representa en toda su extensión la improbabilidad de que la primera molécula de ADN se formara por azar. Insisto en este punto porque los científicos en general aceptan que cuando las probabilidades de que algo ocurra son de 1 entre 10110 o más, las posibilidades de que ese suceso se produzca son tan pequeñas que es imposible que tenga lugar. 

Si estos números representaran la probabilidad de que nos tocara la lotería, por ejemplo, seguramente nos abstendríamos de comprar un décimo por la tan remotísima posibilidad de que nuestro número fuera el premiado. Pero, para colmo, esta imposibilidad se puede incluso multiplicar por 5, hasta que llega a ser de 1 entre 10600, lo cual hace que la improbabilidad sea todavía mayor.

El astrónomo sir Fred Hoyle y el astrobiólogo y matemático Chandra Wickramasinghe, ambos británicos, calcularon, en un libro del que son coautores, una probabilidad aún menor, de 1 entre 1040.000, basándose en el número de enzimas conocidas necesarias para que exista la vida y las probabilidades de que hubiesen aparecido por azar. Cuando empezamos a hablar de probabilidades tan bajas, los propios números prácticamente dejan de tener sentido.

Para el no entendido en matemáticas, Hoyle explica claramente que tan desorbitadas cifras equivalen a un tornado que barriera todo un desguace y, con todas las piezas diseminadas en él, ensamblara un Boeing 747. Y, considerando esta improbabilidad, los científicos intentan comprender el origen de la vida. Pero si las pruebas demuestran que somos el resultado de algo más que la pura casualidad que la teoría de la evolución postula, eso significaría que el hecho de nuestra existencia ha de cobrar también un nuevo sentido, porque los descubrimientos sobre el ADN son tan distintos de la idea original de la evolución que no hay sitio para ellos. La teoría sencillamente no encaja con los hechos comprobados.

Este es el punto exacto en que nos encontramos en lo que a la historia del origen del ser humano se refiere. El intento de incorporar la historia de las mutaciones exactas y rápidas del ADN, como las que se dan en el FOXP2 y el cromosoma 2 humano, a la teoría existente del proceso de evolución largo, lento y progresivo, no funciona. Ni puede funcionar, porque esa teoría no tiene en cuenta los nuevos descubrimientos. Hemos alcanzado el punto de no retorno, porque la misma ciencia que se esperaba que acabara por refrendar la teoría de la evolución de Darwin y resolver el misterio de nuestro origen, ha acabado por hacer todo lo contrario.

EL ENIGMA DE LOS ENIGMAS

Nuevos descubrimientos llevan a conclusiones desconcertantes para la tradición científica durante tanto tiempo asentada. Paradójicamente, las pruebas llevan en una dirección que hoy corre paralela a lo que nos dicen algunas de las tradiciones más antiguas y respetadas sobre nuestro origen. A continuación, incluyo, como piezas para la construcción de la nueva historia del ser humano, una serie de verdades que se desprenden de los hallazgos científicos surgidos en los últimos años:

- Hecho 1: Las relaciones que se muestran en el árbol genealógico evolutivo humano solo son especulaciones. Se cree que existen y se enseñan como hechos en las aulas, pero más de ciento cincuenta años de estudios no han conseguido aportar pruebas físicas que confirmen las relaciones representadas en ese árbol genealógico.

- Hecho 2: Si el registro fósil es exacto, los humanos anatómicamente modernos (HAM) aparecieron de repente en la Tierra hace unos doscientos mil años, con características avanzadas que los distinguen por completo de toda otra forma de vida ya desarrollada en esos tiempos o que se haya desarrollado a partir de entonces. Estas características siguen con nosotros sin que hayan cambiado, e incluyen un cerebro un 50% mayor que el de nuestro pariente primate más cercano, el chimpancé; la posición erguida y una destreza manual avanzada; la capacidad para el lenguaje avanzado; y una red neuronal extendida que permite habilidades extraordinarias, como la intuición profunda y el acceso a voluntad a la sabiduría basada en el corazón.

- Hecho 3: La ausencia de un ADN común entre los HAM y los neandertales demuestra que los primeros no descendieron de los segundos. Estudios adiciona les revelan que nuestros ancestros compartieron la Tierra con los neandertales, de quienes antes se pensó que fueron algunos de nuestros antepasados. Lógicamente, si compartimos la Tierra con ellos, no pudimos descender de ellos.

- Hecho 4: El análisis del ADN revela que el ADN que nos distingue de otros primates es el resultado de un misterioso proceso de «fusión» que derivó en nuestro segundo mayor cromosoma: el cromosoma 2 humano. Además, el modo en que se fusionó el cromosoma 2 apunta a que algo que está más allá de la evolución ha hecho posible nuestra condición de humanos: el «apagado» o la eliminación de funciones solapadas y el hecho de que se produjera con rapidez, y no muy lentamente durante un largo período.

Únicamente con estos cuatro hechos tenemos razones más que suficientes para reconsiderar la historia tradicional de lo que somos. Es evidente que no somos el producto de un proceso evolutivo, al menos no del tipo de evolución que Charles Darwin tenía en mente cuando formuló su teoría original en el siglo XIX. La probabilidad científica de que el ADN que nos hace humanos se produjera por azar, una probabilidad que se ha comparado con la de que un tornado en un desguace recompusiera un avión, apunta a la conclusión de que los humanos no somos el resultado de sucesos fortuitos puestos en marcha por la casualidad.

NO SOMOS HIJOS DEL AZAR

La pregunta, pues, es muy sencilla: ¿Estamos dispuestos a aceptar lo que la mejor ciencia de nuestro tiempo nos muestra? Si la respuesta es que sí, hemos de aceptar una nueva historia del ser humano que refleje mejor las pruebas que hemos acumulado. La ciencia moderna está debatiendo el significado de estas pruebas nuevas y cómo encajan en la historia de nuestro origen; no así los pueblos indígenas del planeta y los practicantes de algunas de las tradiciones espirituales de mayor aceptación del mun do. En su modo de pensar, las pruebas modernas no hacen sino confirmar y fortalecer su aceptación de las antiguas explicaciones que están en la base de sus creencias."

Gregg Braden
Humanos por diseño




"La mayor crisis a la que nos enfrentamos es la del pensamiento."

Gregg Braden


"Las células vivas se reconocen por una forma de energía desconocida con anterioridad. Esta energía no se ve afectada ni por la distancia ni por el tiempo; existe en todas partes y todo el tiempo."

Gregg Braden




"Lo que vemos como nuestro mundo es, en realidad, la proyección de algo aun más real que está ocurriendo en un nivel más profundo de la creación."

Gregg Braden
La matriz divina




"No podemos cambiar lo que está ocurriendo en el mundo, pero sí el modo en que respondemos a lo que está ocurriendo. Podemos también aprender de nuestros ancestros. Los antiguos y las tradiciones indígenas, por ejemplo, de Bolivia, Perú, y México, o en los monasterios del Tibet entendieron los cambios, y cómo adaptarse a ellos a través de la resilencia, conectando la mente con el corazón. La ciencia de vanguardia está recuperando la sabiduría del pasado. Los nuevos descubrimientos científicos, como el descubrimiento sorprendente de neuronas sensitivas localizadas dentro del corazón humano, y el papel que desempeñan en la creación de la resiliencia personal, están enseñándonos cómo podemos sintonizar nuestros corazones y nuestras mentes de una forma muy precisa para experimentar los cambios de manera saludable. Nuevos descubrimientos científicos están cambiando el modo en que pensamos sobre nosotros y nuestra relación con el mundo."

Gregg Braden


"Parece que cuanto más nos alejamos de nuestra relación natural con la tierra, con nuestros cuerpos, con nuestros semejantes y con Dios, más vacíos nos volvemos."

Gregg Braden
La matriz divina



"Respétate lo suficiente para alejarte de aquello que ya no te sirve, no te hace crecer o no te hace felíz."

Gregg Braden


"Sea lo que sea que decidamos llamar a ese “algo” misterioso, todos lo tenemos; y el nuestro se entremezcla con el de todos los demás como parte del campo de energía que impregna todas las cosas."

Gregg Braden
La matriz divina



"Si queremos ver paz, tolerancia, entendimiento, compasión y perdón a nivel global, debemos convertirnos en eso."

Gregg Braden



 “Vivimos en un mundo donde todo está conectado. Ya no podemos pensar en nosotros y ellos cuando se trata de las consecuencias de la forma en que vivimos. Hoy todo se trata de NOSOTROS. ”

Gregg Braden




"Vivimos nuestras vidas y resolvemos nuestros problemas basados en la forma en que nos han educado. Durante trescientos años la ciencia nos ha contado una historia de separación: de nosotros mismos, de los demás, del mundo, de un poder mayor y que la naturaleza está basada en un mundo de competición, de conflicto. Es la evolución de Darwin. Pero la nueva ciencia, la mejor ciencia del siglo ha dado un giro a todo esto. Los nuevos descubrimientos nos dicen que estamos conectados profundamente con nosotros mismos, unos con otros, con la Tierra y que la Naturaleza está basada en un modelo de cooperación. Ahora estamos en un tiempo de grandes cambios para el que las antiguas soluciones no sirven. Tenemos un nuevo camino para pensar."

Gregg Braden