“Esta misma norma de doctrina apostólica se mantiene firmemente por sus sucesores (los de Pedro), a quien el Señor confió el cuidado de todo el rebaño de ovejas, a quien prometió no dejarle hasta el fin de los tiempos.”
San Simplicio
En una carta a Basilisco de 10 de Enero de 476, sobre la sede de Pedro en Roma
"Quien abusa de su poder merece perderlo."
San Simplicio
En una carata a Juan, Obispo de Rávena, en el 482