• Ayudar a comprender la angustia de los familiares de las víctimas, que esperan durante 10 o 20 años a que se haga justicia. También es importante acompañar a esos familiares en el sentimiento de indignación por la muerte violenta de un ser querido.
• Ayudar a comprender la humanidad de la persona que ha sido víctima de homicidio. Las personas valen más que sus peores actos; mostrar la humanidad con relatos.
• Mostrar lo degradante, selectiva y racista que es la práctica de la pena de muerte, lo que conduce inevitablemente a errores. En Estados Unidos, 135 personas declaradas culpables por error han sido exculpadas y ya no están condenadas a muerte, la mayoría gracias al esfuerzo de los voluntarios universitarios del Proyecto Inocencia.
• Mostrar el historial tras 30 años de práctica: la mayoría de los Estados que ejecutan a personas presentan índices de delincuencia superiores a los Estados que no ejecutan.
• Señalar el coste de la pena de muerte: hasta los fiscales llaman a los casos de pena de muerte los “Cadillac” del sistema de justicia penal.


Helen Prejean
Conjunto de elementos que favorecen la sinergia para convencer a la gente con respecto a la pena de muerte según la hermana Prejean



“Educar a la gente sobre la pena de muerte es la misma tierra de cultivo en la que germina la abolición.”

Helen Prejean


“El Estado no debe tener el derecho a matar.”

Helen Prejean



“Hace 30 años, el 80% de EE UU aprobaba la pena de muerte, ahora estamos mejorando.”

Helen Prejean


“Hay dos situaciones que producen historias interesantes: cuando una persona extraordinaria vive en circunstancias ordinarias, y cuando una persona ordinaria interviene en hechos extraordinarios.”

Helen Prejean


“Mi trabajo con los condenados a muerte trata de convencerles de que también han sido víctimas de su cobardía al cometer un crimen. Conducirles a aceptar su propio remordimiento.”

Helen Prejean



“Tomar conciencia de los errores del sistema ha llevado a muchos a recelar del sistema de justicia penal, cuando antes pensaban simplemente que Estados Unidos tenía ‘el mejor sistema de justicia del mundo’. Se ha producido un cambio real de actitudes en la comunidad católica, cuyo apoyo a la pena de muerte ahora está por debajo de la media nacional. El terreno para el diálogo es más permeable, ya no es tan duro y hostil.”

Helen Prejean