"El 6 de Febrero de 1929, Montagu Norman, presidente del Banco de Inglaterra, pidió consejo a Andrew Mellon, ministro de finanzas, después de que la Federal Reserve aumentara su tasa de intereses. El 9 de Marzo de 1929, Paul Warburg comunicaba en la revista de finanzas Financial Chronicles: "Si se permite especular sin poner límites [...] el desmoronamiento total es seguro y real". Aquellos que comprendieron se retiraron de la Bolsa de puntillas, e invirtieron en oro y plata. Des Griffin escribió a ese respecto:

     "En otoño de 1929 había llegado el momento en que los banqueros internacionales pulsasen el botón que iba a desencadenar la Segunda Guerra Mundial. Después de haber traicionado a sus propios agentes y amigos, provocando artificialmente un boom de acciones, destruyeron la base del sistema y precipitaron a Estados Unidos en una profunda crisis. Los años siguientes asistieron al enlentecimiento del desarrollo económico en el mundo entero, hasta que prácticamente casi todo dejó de funcionar" (Die Absteiger, p.177).

     Los Illuminati se aprovecharon con toda desfachatez de la desesperación general causada por la crisis para comprar por debajo de su precio terrenos y sociedades. Para ellos fue una inmejorable ocasión para aumentar su influencia sobre el gobierno norteamericano. Tal como estaba previsto, el CFR (Council of Foreign Relations) empezó a captar para su grupo a las eminencias del gobierno, a los jefes de la economía, a los gerentes de la prensa y a los militares de alta graduación."

Jan Udo Holey escribe con el seudónimo de Jan van Helsing
Las Sociedades Secretas y su Poder en el Siglo XX