“A las muy honorables juntas Provinciales: Doña Juana Azurduy, coronada con el grado de Teniente Coronel por el Supremo Poder Ejecutivo Nacional, emigrada de las provincias de Cbarcas, me presento y digo: Que para concitar la compasión de V. H. y llamar vuestra atención sobre mi deplorable y lastimera suerte, juzgo inútil recorrer mi historia en el curso de la Revolución. Uno de los pocos momentos de felicidad fue aquel en que sorpresivamente Simón Bolívar, acompañado de Sucre, el caudillo Lanza y otros, se presentó en su humilde vivienda para expresarle su reconocimiento y homenaje a tan gran luchadora. El general venezolano la colmó de elogios en presencia de los demás, y dícese que le manifestó que la nueva república no debería llevar su propio apellido sino el de Padilla, y le concedió una pensión mensual de 60 pesos que luego Sucre aumentó a cien, respondiendo a la solicitud de la caudilla: Sólo el sagrado amor a la patria me ha hecho soportable la pérdida de un marido sobre cuya tumba había jurado vengar su muerte y seguir su ejemplo; mas el cielo que señala ya el término de los tiranos, mediante la invencible espada de V.E. quiso regresase a mi casa donde he encontrado disipados mis intereses y agotados todos los medios que pudieran proporcionar mi subsistencia; en fin rodeada de una numerosa familia y de una tierna hija que no tiene más patrimonio que mis lágrimas; ellas son las que ahora me revisten de una gran confianza para presentar a V.E. la funesta lámina de mis desgracias, para que teniéndolas en consideración se digne ordenar el goce de la viudedad de mi finado marido el sueldo que por mi propia graduación puede corresponderme.”

Juana Azurduy Bermúdez
Carta escrita ocho años más tarde de la muerte de Güemes, cuando vagaba pobre y deprimida por las selvas del Chaco argentino



"Es de mujeres solo tener hijos, perderlos y cruzarse de brazos mientras tantos se unen para liberarnos? ¿Qué justicia proclamáis si continuáis esclavizando y excluyendo a la mujer de todo ideal?"

Juana Azurduy de Padilla


"La propuesta de dinero y otros intereses sólo debería hacerse a los infames que pelean por su esclavitud, mas no al que defendían su dulce libertad, como él lo haría a sangre y fuego."; comentario por el rechazo del soborno ofrecido por un oficial español a su marido."

Juana Azurduy 
Respuesta de Juana ante un jefe español que intentó sobonar a su marido




"¿Por qué la mujer solo puede servir para bordar y cocinar? Pregunta Juana. Porque es así y nadie lo puede cambiar, responde el monje del claustro."

Juana Azurduy
musical histórico