"A veces cuando entramos de verdad en una cara es como si nos sumergiésemos en un lago transparente. Vamos descendiendo más y más, y las aguas se tornan cada vez más oscuras. Al fondo de toda mirada gravita un mundo abisal al que no quisiéramos llegar nunca."

Jesús Ferrero
De su blog


" “Antes se morirán las estrellas eternas que tú en mis brazos”, le dice Dionisio a Ariadna en la ópera Ariadna en Naxos, sobre la que versa el capítulo final de este libro docto y de largo aliento, pero a la vez ameno, intenso, sugestivo e imprescindible para entender las dobleces y profundidades de uno de los dioses del panteón griego que mejor ha representando el alma conflictiva, contradictoria y compleja de la civilización antigua y civilización la moderna."

Jesús Ferrero
De su blog


"En una ocasión, cuando regresaba a Madrid tras haber pasado una temporada en China, un automóvil estuvo a punto de matarme cuando ya me hallaba a unos pasos de mi casa. En China había estado recorriendo carreteras imposibles con chóferes temerarios, había deambulado por riscos y montañas, me había sometido queriendo o sin querer a más de un peligro y no me había ocurrido nada. Y de pronto, cuando ya estaba en mi calle y a punto de llegar a casa, cuando todo a mi alrededor era la cifra de la seguridad y la familiaridad, cruzo imprudentemente la calzada y veo que un coche se abalanza hacia mí, tuerce desesperadamente y, casi rozándome, se precipita hacia la cuneta evitando el impacto.
Unos segundos después vi desaparecer el coche tras las arboledas de la avenida de las Islas Filipinas y seguí hasta mi casa. Nada. Pasé aquella noche pensando en el destino.
¿El destino no era lo que se imponía como dirección al margen de la voluntad? Dicho en otras palabras: ¿no era la parte de nosotros que entraba en una maquinaria que nos excedía y que determinaba los hechos fundamentales de nuestra vida? ¿Esa maquinaria tenía algún significado? Probablemente no, pero sí que parecía tener una dirección (y de hecho eso es lo que significa destino), como tenían una dirección nuestros fantasmas, y que procuraban imponerla le gustase o no a nuestra voluntad.
De modo que el destino era exterioridad, pero también era interioridad. Era el cosmos, y era también el yo. Aunque todo lo que pudiera pensar sobre la Moira lo expresaba mejor un epitafio de la Antología Palatina (en el que probablemente se había inspirado Eliot para su poema Muerte por agua) y entré a la biblioteca para leerlo."

Jesús Ferrero
Las experiencias del deseo. Eros y Misos


"Hay miradas que matan, miradas que hablan, miradas que callan, miradas que producen lástima, miradas que delatan, y dicen que también hay miradas que salvan."

Jesús Ferrero
De su blog


"La experiencia me ha demostrado que cuando tras la excitante agonía les devuelvo a la vida sólo me traen problemas. ¿Qué debo hacer? ¿Matarlos de verdad en lugar de limitarme a inspirarles la fantasía de la muerte? ¿Acaso agradecen la resurrección?
No, no la agradecen y preferirían regresar al temblor de antes, cuando creían vivir los últimos días de su vida en compañía de la divina concepción de la voluptuosidad.
Tras mi historia con Sebastián, me había prometido a mí misma renunciar al juego de morir sin estar muriendo y matar sin estar matando, pero hace tan sólo unas horas he vuelto a caer.
Ha sido en el baile de disfraces del Círculo de Bellas Artes al que acudí con mi prima Gemma, que acaba de divorciarse. Mi nuevo uomo iba vestido de negro, con una inexpresiva máscara veneciana, y yo creía ver su aura, más bien roja, entre la gente que circulaba a su alrededor y el concilio de gordos vestidos de romanos opulentos, que se reían a la derecha.
Yo también iba enmascarada, con una careta negra no muy diferente a la de él, y llevaba la falda, de seda negra, rasgada por delante y por detrás. Gemma me dijo que estaba rabiosamente excitante y que justamente por eso parecía una desesperada.
Pasé por alto su imperdonable comentario y seguí mirando al hombre de la máscara. Una hora después estábamos bailando muy juntos en el salón de las columnas."

Jesús Ferrero
El beso de la sirena negra


"Los escritores harían bien en tomar conciencia de su situación, desde el más crudo empirismo, desde la más dura realidad, y cambiar de oficio con dignidad y con buen criterio."

Jesús Ferrero


"Los libros dejaron de verse, y los libreros. La gente lo agradeció y no hubo nostalgia social de ningún tipo. Por alguna razón, se había modificado el pasado, y era como si los libros nunca hubiesen existido o se hubiese desvanecido toda su materia."

Jesús Ferrero
El País, 23-11-2013