"Allá vi cien enormes juncos, aparte de incontables embarcaciones menores. Es una inmensa bahía que penetra en tierra hasta confundirse con el gran río —se refiere a Sikiang, “río del oeste”, de 2.100 km—. En este lugar, como en toda China, cada habitante dispone de un huerto en cuya mitad tiene la casa, lo mismo que, entre nosotros, sucede en SiyÜmasa. Por eso sus ciudades son tan extensas. Los musulmanes habitan en una ciudad separada."

Jacobo de Ancona
Tomado del libro de Jesús Callejo, Misterios de la Edad Media, página 134

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