"En los siglos XVII y XVIII, las almas más piadosas parecen haber pasado por un período en el cual tenían la seguridad de que Dios las había rechazado. Esto es cosa que no parece ser de nuestros días. Lo que parecen pensar nuestros contemporáneos es que hoy no se tiene fe; hay un mero sentimiento de que la religión no es verdadera, pero sin que se haga intento alguno contra ninguno de sus artículos. El único remedio es el de despreciarlo todo y no prestar atención a nada, como no sea asegurar a Dios Nuestro Señor que uno se halla dispuesto a sufrir por El tanto como El quiera, y que parece una absurda paradoja decirle a una persona que uno no cree en ella."

Dom John Chapman
Tomada del libro de Aldous Huxley Los demonios de Loudun, página 268



"No os agotéis haciendo esfuerzos. Al parecer, todavía pensáis que confiáis en alcanzar la bondad por medio del esfuerzo. Pero eso no es posible porque sólo depende de la voluntad de Dios… Tratad simplemente de permanecer a Su disposición, atenta o distraída, según Su voluntad; a sentiros buena o mala (lo cual —⁠nunca debéis olvidar⁠— se halla más cerca de la humildad) y a sentiros desolada o consolada. Sé perfectamente que la oscuridad resulta, en ocasiones, aterradora pero ése es el único modo de aprender que dependemos completamente de Dios, que no somos dueños de nada y que hasta nuestro amor y aspiración hacia Él son egoístas. El único camino posible es el «camino de la Santa Cruz», un camino en el que no tardaréis en descubrir que Dios mora en la oscuridad y que el sufrimiento es el único modo de acercarse."

John Chapman
Tomada del libro El arte de ser Dios de Alan Watts, página 84


"Tu oración consistirá en pasar el tiempo lo mejor que puedas, entregándote, en la medida de tus posibilidades, a Dios; sin actos [es decir, actos concretos de devoción] o utilizando los actos para evitar las distracciones. Al final agradecerás a Dios que te haya dado esta oración concreta —⁠que probablemente consistirá en 1) distracciones y pesares, 2) nada en absoluto, 3) sentimientos de abandono y desesperación, 4) que no hay Dios o 5) que todo esto es un dolor terrible y una auténtica pérdida de tiempo⁠— y no otra. Entonces será cuando sientas (en una región elevada de tu alma que hasta ese momento no habías advertido) cuán mejor es esto que lo que antes tenías y que es preferible sufrir así, si ésa es la voluntad de Dios, que disfrutar del más espiritual de los placeres."

Dom John Chapman
Tomada del libro El arte de ser Dios de Alan Watts, página 108














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