"Comprender es imposible sin conocer. La historia debe enseñarnos, en primer lugar, a leer un periódico."

Pierre Vilar


"Cuando decimos historia de Francia, la entendemos como el conjunto de hechos pasados referentes al grupo humano organizado que lleva actualmente este nombre; pero también entendemos por tal nuestros manuales escolares corrientes…"

Pierre Vilar
Iniciación al vocabulario del análisis histórico, Barcelona, Critica, 1980


"De 1936 a 1939, la guerra civil –que en muchos aspectos fue una guerra internacional- desencadenada por un golpe militar debido al miedo a posibles conquistas sociales de la clase trabajadora, destruyó mucho y las destrucciones no se recuperaron hasta finales de los años cincuenta, con miserias y atrasos dignos de los países menos desarrollados del mundo, y, en contraste, se dieron acumulaciones de fortunas verdaderamente escandalosas. De 1960 a 1975, en España, como en el mundo entero (entendemos el mundo tecnológicamente avanzado) se dio un crecimiento productivo global, con una enorme formación de capital y una participación mínima de las clases trabajadoras en los progresos materiales, en el sentido de que para vivir apenas un poco mejor se debía trabajar mucho más que nunca, o bien, emigrar. Además, el mínimo gesto reivindicativo de lucha chocaba con la brutal represión del sistema político heredado de la guerra. Después vino, a partir de 1975, la crisis económica mundial, cuya característica esencial fue, y sigue siendo, el paro forzoso. Como pasa siempre en tiempos de crisis y paro, la combatividad obrera puede ser dominada por medios económicos más que por medios autoritarios; estos medios, sin embargo, son mantenidos o reaparecen en cada sector o momento donde pueden surgir peligros para el sistema global."

Pierre Vilar



"En estos contactos con aprendices de historiador principiantes, a veces he recurrido a un test: "¿Por qué quiere usted hacer historia?" Respuesta casi unánime: "Para conocer el pasado con objeto de comprender el presente.".
[...] La historia tradicional creía también que nos haría 'conocer' el pasado e inferir para el presente algunas esporádicas 'lecciones de la historia', banalmente políticas o vulgarmente morales. Lo que esperamos de una historia razonada es otra cosa. Para expresar de qué se trata, quizá lo mejor sea invertir los términos de la respuesta de los jóvenes: hay que comprender el pasado para conocer el presente."

Pierre Vilar


"La cultura es un sistema de referencias. Si bien, como todas las definiciones, deja algo fuera."

Pierre Vilar


"La guerra civil determinó, en los dos campos, paradojas y contradicciones. El espíritu del pronunciamiento era, sin duda alguna, socialmente conservador, ideológicamente antiliberal (en el sentido «siglo XIX» de este término). En el campo republicano, para algunos sectores, haber vencido al ejército abría el camino a una revolución social y anarquizante. Pero en el ambiente de los años treinta, convenía a las autoridades sublevadas, para tranquilizar al pueblo y no chocar con el mundo, autodenominarse «sociales» sin pronunciar la palabra «fascismo», y a las autoridades republicanas limitar las conmociones sociales para escapar de la sospecha de «bolchevismo». Precauciones perfectamente inútiles; la opinión mundial se dividió, salvo excepciones limitadas, entre los que vieron en la República española la libertad luchando contra el fascismo y los que vieron, rápidamente encarnados en Franco, los viejos valores (religión, familia, patria) como blanco de las amenazas de «Moscú». No estoy seguro de que las cancillerías no compartieran este esquematismo. Pero no hace falta decir que los debates del «Comité de No Intervención» son un modelo de hipocresía.
Hoy, visto con perspectiva, podemos preguntarnos si en España, durante el transcurso de la guerra, tomaron cuerpo nuevos modelos de sociedad y de instituciones. La respuesta es difícil porque en los dos campos muchos rasgos responden sencillamente a una situación de guerra. Es verdad que, en el campo republicano, el respeto de las formas políticas parlamentarias se acompaña de experiencias sociales revolucionarias, repentinas, profundas, pero locales y efímeras, más interesantes, pues, sociológica que históricamente. Por el contrario, en el campo franquista, todo tiende a asegurar sobre sus bases las estructuras de la vieja sociedad, pero gracias a un aparato institucional (militar, religioso, político, sindical) que durará más de cuarenta años, marcando fuertemente la historia de España a medio plazo. A decir verdad, entre 1936 y 1939, el sistema sólo empieza a dibujarse. No es inútil preguntarse de qué modo."

Pierre Vilar
La Guerra Civil Española



"Me enfrento con algunas de las principales categorías marxistas, como el concepto de modo de producción, cuya originalidad no está en ser un objeto teórico. Está en haber sido y en haber continuado siendo el primer objeto teórico que expresó un todo social, en tanto que los primeros balbuceos teóricos de las ciencias humanas se habían limitado a lo económico y habían visto en las relaciones sociales o bien inmutables datos (la propiedad de la tierra para los fisiócratas), o bien condiciones ideales a conseguir (como eran para los liberales la libertad y la igualdad jurídicas). La segunda originalidad, como objeto teórico, del modo de producción está en ser una estructura de funcionamiento y de desarrollo, ni formal ni estática. La tercera es que esa estructura implica por sí misma el principio (económico) de la contradicción (social) llevando en su seno la necesidad de su propia destrucción como estructura, de su desestructuración. Las reglas que presiden la obtención por el hombre de productos de la naturaleza y la distribución social de esos productos; las reglas que presiden las relaciones de los hombres entre ellos, por medio de agrupaciones espontáneas o institucionalizadas; las justificaciones intelectuales o míticas que dan de estas relaciones, con diversos grados de conciencia y de sistematización, los grupos que las organizan y se aprovechan de ellas, y que se imponen a los grupos subordinados."

Pierre Vilar
Historia marxista, historia en construcción


"Plantear tales problemas en el marco de una exposición exige el recurso (discutible) a un procedimiento a contrario: el análisis crítico de textos especialmente caracterizados por su contenido y su lenguaje antihistóricos o ahistóricos. He elegido dos obras muy diferentes entre sí, tanto por sus autores respectivos (un filósofo francés y un urbanista-ecologista español), como por el nivel y el estilo de sus argumentos y hasta por sus conclusiones, pero ambas características de la década de los ochenta, de 1o que designaría como su coyuntura mental: convergencia de las problemáticas y similitud de las ignorancias.
La primera es el libro de Jean Baudrillard Le miroir de la production, que lleva por subtítulo L´illusion critique du matérialisme historique. la segunda es el librito de Luis Racionero Del paro al ocio, publicado en 1983 y que anunciaba en 1985 su octava edición. En modo alguno significa esta indicación que estemos ante un libro fundamental y como tal considerado. Y 1o mismo puede decirse del libro de Baudrillard. Lo que importa es constatar que estos libros suscitaron comentarios favorables y que encontraron lectores complacientes. Esto me parece más importante y significativo que si se tratase de reflexiones de más alto nivel (Habermas o Lyotard), pero de lenguaje más hermético y destinadas a un público mucho más restringido."

Pierre Vilar
Memoria, historia e historiadores


“Quizás el peligro más grave en la utilización del término historia sea el de su doble contenido: historia designa a la vez el conocimiento de una materia y la materia de este conocimiento."

Pierre Vilar
Iniciación al vocabulario del análisis histórico, Barcelona, Critica, 1980













No hay comentarios: