“A: ¿Quieres regresar al desierto? B: No estoy preparado. Tengo que esperarme a mí mismo; siempre tarda mucho en subir de nivel el agua del pozo de mi yo, y me dura más mi sed que mi paciencia. Por eso vuelvo a la soledad, para no beber en las cisternas en las que bebe todo el mundo. En medio de la multitud vivo como la mayoría y no pienso como yo pienso. Al cabo de cierto tiempo tengo la impresión de que quieren desterrarme de mí mismo y arrebatarme el alma, y empiezo a odiar y a temer a todo el mundo. Entonces necesito el desierto para volver a ser bueno.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 265




“Aunque nuestra época habla mucho de economía, es bastante pródiga. Despilfarra lo más preciado: la inteligencia.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 151


“¡Ay, vosotros que conocéis el corazón humano, aprended a conoceros mejor!”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 32


“¿Cuáles son los límites de nuestro prójimo, esto es, aquello en virtud de lo cual nos deja, por así decirlo, su huella? Todo lo que entendemos del prójimo son los cambios que, en virtud suya, se operan en nuestra persona; lo que sabemos de él es como un molde vacío. Le atribuimos los sentimientos que sus actos provocan en nosotros y le conferimos así el reflejo de una realidad falsa. Lo concebimos de acuerdo con el conocimiento que tenemos de nosotros mismos, haciendo de él un satélite de nuestro propio sistema, y cuando se ilumina o cuando se oscurece para nosotros, somos nosotros la causa última de ello, aunque supongamos todo lo contrario. ¡En qué mundo de fantasmas vivimos!: un mundo invertido y vacío, al que, sin embargo, vemos, como en un sueño, del derecho y lleno.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 109


“De la forma en que hoy se nos educa, adquirimos una segunda naturaleza, y la poseemos cuando la gente dice que hemos alcanzado la madurez, que nos hemos emancipado, que somos unos individuos útiles. Sólo un pequeño número de individuos tienen lo bastante de serpientes para saber cambiar algún día esa piel, cuando la primera naturaleza que hay debajo de ella, ha alcanzado la madurez. Pero en la mayoría de los hombres se ahoga esta primera naturaleza cuando aún se encuentra en germen.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 252



“Empezamos olvidándonos de la costumbre de amar al prójimo, y acabamos no encontrando en nosotros nada digno de ser amado.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 234


“En el lago de mi melancolía se van formando las pequeñas olas blancas y espumosas de mis dudas.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 266


“En la sabiduría de la vida constituye un gran acierto saber intercalar a tiempo el sueño en todas sus formas.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 229





“Eran amigos, pero han dejado de serlo. Han roto su amistad por dos motivos: primero, porque uno de ellos creía que el otro le comprendía mal; segundo, porque el otro creía que su amigo le conocía demasiado bien. Pero los dos se engañaban, porque ninguno se conocía lo suficientemente a sí mismo.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 205



“Es triste decirlo, pero no hay nada que se tenga que demostrar con mayor energía y tenacidad que la evidencia. Pues la mayoría de la gente no tiene ojos para verla. ¡Y es tan aburrido demostrar!”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 194


“Existen individuos orgullosos que, para cultivar el sentimiento de su dignidad y de su importancia, necesitan de otros individuos a los que puedan tratar con dureza y dominar, de hombres cuya impotencia y cobardía permiten que cualquiera se pavonee ante ellos haciendo gestos sublimes y furiosos. Tales sujetos necesitan que quienes les rodean sean muy poca cosa con la finalidad de que ellos puedan elevarse durante un instante por encima de su bajeza. Para ello, hay quien precisa de un perro, otro de un amigo, otro de una mujer, otro de un partido, y, por último, en casos excepcionales, hay quien necesita de toda una época.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 227


“Hay, primero, pensadores superficiales; segundo, pensadores profundos, que ven en las profundidades de las cosas; y, tercero, pensadores fundamentales, que descienden hasta el fondo último de las cosas, lo que tiene más valor que asomarse simplemente a sus profundidades. Por último, hay pensadores que sumergen la cabeza en la ciénaga, lo que no debe tomarse como una muestra de profundidad ni de pensamiento profundo.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 248




“Hay una preparación y un aprendizaje en el arte de ver, y quien tiene verdadera suerte encuentra a tiempo a un maestro que le enseña la visión pura.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 268




“Hombres serviciales y bienintencionados, si queréis colaborar en una acción provechosa, ayudad a desterrar del mundo la idea de castigo que le invade por doquier, porque es la más peligrosa de todas las malas hierbas.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 32




“La pasión por conocer acabará quizá haciendo que perezca la humanidad.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 243


“La política es el campo de acción de cerebros mediocres.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 150



“Las costumbres son la representación de las experiencias adquiridas por los hombres anteriormente respecto a lo que consideraron útil o nocivo; pero el estar apegado a las costumbres (la moral) no dice referencia ya a tales experiencias, sino a la antigüedad, santidad e incuestionabilidad de las costumbres. Por ello, este sentimiento se opone a que se corrijan las costumbres, lo que significa que la moral se opone a que se formen nuevas y mejores costumbres. En consecuencia, embrutece.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 32


“Los hábitos de nuestros sentidos nos han envuelto en una tela de sensaciones engañosas que son, a su vez, la base de todos nuestros juicios y de nuestro entendimiento. No hay salida ni escape posibles; no hay acceso alguno al mundo real. Estamos dentro de una tela de araña, y sólo podemos captar con ella aquello que se deje coger.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 109



“Los preceptos morales que un pueblo deja que le enseñen y que le prediquen guardan relación con sus defectos principales, y por eso no le resultan enojosos.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 141


“…nada os pertenece tanto como lo que soñáis”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 115


“¿No cabría imaginar un estado social en el que el propio malhechor se declarara culpable y se impusiera su castigo, con el orgullo de que así honraba la ley que él mismo se había dictado, ejerciendo al castigarse el poder del legislador? Algunas veces fallaría, pero, con su castigo voluntario, se elevaría por encima de la bajeza de su delito, y no sólo lavaría su culpa, sino que, por su franqueza, su magnanimidad y su paz, produciría con su conducta un beneficio público. Así sería el criminal de un futuro posible, cuya condición previa sería la existencia de una legislación futura, basada en la idea de que, en lo grande y en lo pequeño, sólo hay que someterse a la ley que uno mismo se ha dictado. ¡Cuántas cosas habría que intentar! ¡Cuántos futuros deberían ser sacados a luz!”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 153


“No le conocéis; es capaz de cargar con muchos pesos, y, sin embargo, levantarlos todos ellos hasta las alturas. Y vosotros, con vuestros cortos vuelos, creéis que si carga con tanto peso, es porque no quiere elevarse.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 260



“¿No te da vergüenza? Deseas entrar en un sistema en el que hay que convertirse en rueda, si no quieres ser aplastado por la máquina; en un sistema donde cada cual ha de ser lo que hagan de él sus superiores; donde constituye un deber natural la búsqueda de contactos; donde nadie se ofende cuando se le indica que se fije en una determinada persona porque puede serle útil; donde a nadie le da vergüenza acudir a quien sea para interceder por alguien; donde no se comprende que el sometimiento deliberado a estas prácticas conlleva el convertirse en un vulgar recipiente, que los demás pueden usar y romper cuando les plazca, sin concederle mayor importancia; donde, en último término, vienes a decir: «Nunca faltarán hombres de mi clase; utilizadme como queráis».”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 142



“«Si miento, que me dejen de considerar honrado y que todos los hombres tengan derecho a decírmelo a la cara». Propongo esta fórmula en lugar del juramento jurídico y de la habitual apelación a Dios.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 138



“Sólo cuando el hombre haya llegado a obtener el conocimiento de todas las cosas podrá conocerse a sí mismo, pues las cosas no son más que las fronteras del hombre.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 58



“Todo descubrimiento se debe principalmente al azar, pero la mayoría de los hombres no dan con ese azar.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 226


“Un libro como éste no se ha escrito para ser leído deprisa, de un tirón, ni en alta voz. Hay que abrirlo muchas veces, sobre todo mientras paseamos o viajamos. Es necesario poder sumergirse en él, mirar luego a otra parte y no encontrar a nuestro alrededor nada de lo que nos es habitual.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 252


“Vivir equivale a inventar.”

Friedrich Nietzsche
Aurora, pág. 113

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