CAROLINE MYSS
ANATOMIA DEL ESPIRITU
"E1 viaje humano universal consiste en tomar conciencia de nuestro poder y de la manera de utilizarlo. Tomar conciencia de la responsabilidad que entraña el poder de elección representa la esencia de este viaje".
Caroline Myss, Anatomía del Espíritu, pág. 116. Ed. B., Barcelona, 1997
"... Antes de que el cuerpo produzca una enfermedad física, hay indicadores de energía que nos dicen que estamos perdiendo vitalidad, por ejemplo, un estado de letargo o de depresión prolongado. Las personas que están en esas fases suelen buscar el consejo de su médico porque saben que no se sienten bien, captan señales de pérdida de energía. No obstante, con frecuencia las pruebas y los exámenes médicos indican que no pasa nada, porque todavía no pueden identificar que ocurra algo en el plano físico. Las pruebas médicas en uno no pueden medir la pérdida de energía, y la mayoría a de los médicos no dan crédito a la idea de la disfunción energética. Sin embargo, constantemente aparecen enfermedades desconcertantes que no responden a los tratamientos médicos vigentes. Alguna. de ellas, el SIDA por ejemplo, se pueden diagnosticar con métodos médicos, mientras que otras parece ser que se generan debido al ritmo acelerado de nuestra vida y la constante exposición a la energía electromagnética de ordenadores, antenas parabólicas, teléfonos móviles y demás aparatos con los que sobrecargamos el medio ambiente. Por el momento, trastornos tales como el síndrome de cansancio crónico y otros relacionados con el medio ambiente se consideran enfermedades "no oficiales"; según los criterios de la medicina oficial carecen de una causa microbiana identificable. Pero sin duda alguna son enfermedades oficiales según la definición ética de disfunción de la salud, porque sus síntomas indican que el paciente está experimentando una pérdida de energía en el campo energético".
Pág. 23-24
El agotamiento permanente y progresivo, que embote la claridad mental y emocional, es un síntoma energético que indica que algo va mal en el cuerpo. La mayoría de las personas no lo consideran un síntoma porque no duele. Pero si el agotamiento continúa, aun cuando la persona duerma más horas, el cuerpo trata de comunicarle que está "enferma energéticamente". Responder a ese mensaje en la fase de energía a menudo puede prevenir el desarrollo de una enfermedad.
Pág. 52
El poder está en la raíz de la experiencia humana. Nuestras actitudes y creencias, sean positivas o negativas, son prolongaciones de la forma en que definimos, utilizamos o no utilizamos el poder. Nadie está libre de problemas con el poder. Por ejemplo, es posible que tratemos de superar sentimientos de incapacidad o impotencia, o de mantener el dominio sobre Otras personas o situaciones que creemos que nos dan poder, o de conservar la sensación de seguridad (sinónimo de poder) en nuestras relaciones personales. Muchas personas desarrollan una enfermedad cuando pierden algo que para ellas representa poder, como dinero, un trabajo o un partido de fútbol, o cuando pierden a alguien a quien han investido de poder o de su identidad, corno el cónyuge, un amante, un progenitor o un hijo. Nuestra relación con el poder está en el núcleo de nuestra salud (...)
Aprender el lenguaje simbólico de la energía significa aprender a evaluar la dinámica del poder en nosotros mismos y los demás. La información energética es siempre veraz. Aunque una persona acepte verbalmente algo en público, su energía dirá cómo se siente en realidad, y sus verdaderos sentimientos encontrarán la manera de expresarse mediante una declaración simbólica. Nuestros sistemas biológico y espiritual siempre intentan expresar la verdad, y siempre encuentran la manera de hacerlo.
Es necesario tomar conciencia de lo que nos da poder. La curación de cualquier enfermedad se facilita identificando nuestros símbolos de poder y nuestra relación simbólica y física con esos símbolos, y escuchando los mensajes que el cuerpo y las instituciones nos envían acerca de ellos.
Pág. 56-57-58
Una vez que tomamos conciencia de nuestras necesidades emocionales es imposible olvidarlas. Una vez que conocemos el origen o la causa de nuestra infelicidad, no podamos borrar ese conocimiento. Tenemos que elegir, tomar decisiones. La capacidad de elegir es un poder activo, y la sensación de tener poder activo es a la vez emocionante y temible, porque hace que deseemos cambiar esas partes de nuestra vida que ya no son apropiadas, y cambiarlas nos estimula a poner en tela de juicio otros aspectos que no son satisfactorios.
Pág. 62-63
La necesidad de cambio convierte la curación en una experiencia aterradora para muchas personas. Consciente o inconscientemente, saben que desenchufar sus circuitos energéticos de un objetivo de poder es lo mismo que decirle adiós. Entran en un perturbador limbo donde desean separarse de su objetivo de poder y a la vez seguir aferradas a él. Algunas personas terminan por intentar vivir en los dos mundos de forma simultánea, sin habitar totalmente el que ya no les viene bien ni pasar totalmente al otro. Así es corno muchas personas hacen el viaje al pozo de la curación y, una vez que llegan allí, descubren que no pueden beber de él.
La curación exige actuar. No es un acontecimiento pasivo. Estamos hechos para utilizar nuestros recursos interiores, a fin de encontrar la fuerza material para dejar atrás creencias y comportamientos anticuados y vernos de un modo nuevo y sano.
Pág. 66-67
No ganamos nada creyendo que el cielo "piensa y actúa" de forma compleja. Es mucho mejor, y más eficaz, aprender a pensar como piensa el cielo, en forma de verdades sencillas y eternas.
Con toda probabilidad hacemos la vida mucho más compleja que lo que tiene que ser. Conseguir salud, felicidad y equilibrio energético se reduce a centrar más la atención en lo positivo que en lo negativo, y a vivir de una manera espiritualmente coherente con lo que sabemos que es la verdad. Comprometerse con esos dos principios es suficiente para que el poder que nuestro sistema biológico divino contiene influya en el contenido y la dirección de nuestra vida.
Todos estamos hechos para aprender las mismas verdades y permitir que nuestra divinidad trabaje en nuestro interior y a través de nosotros; esta tarea es sencilla, aunque dista de ser fácil. Cada uno de nosotros tiene decorados y personas diferentes en su vida, pero los desafíos que éstos representan son idénticos para todos, como también lo son las influencias que esos desafíos ejercen en nuestro cuerpo y espíritu. Cuanto más capaces somos de aprender esta verdad, más podemos desarrollar la visión simbólica, la capacidad de ver más allá de las ilusiones físicas y de reconocer las lecciones que nos presentan los desafíos de la vida.
Pág. 70-71
Las crisis de la vida nos dicen simbólicamente que necesitamos liberarnos de las creencias que ya no nos sirven para el desarrollo personal. Esas circunstancias que nos obligan a elegir entre cambiar o estancarnos son los mayores retos. Cada nueva encrucijada significa entrar en un nuevo ciclo de cambio, ya sea adoptando un nuevo régimen de salud o una nueva práctica espiritual. Y el cambio significa, inevitablemente, dejar a personas y lugares conocidos para avanzar hacia otra fase de la vida.
Pág. 116-117
La violación y el incesto de un campo energético están motivados por el deseo de mutilar la capacidad de la persona para ser independiente y prosperar. Los órganos sexuales albergan el daño infligido por esas creencias y actos negativos. Numerosas personas que sufren de problemas sexuales, desde la impotencia y la infertilidad hasta el cáncer en los órganos reproductores. Recuerdan haber sido criticadas constantemente por sus habilidades profesionales, ambiciones y logros, así como también por su apariencia física. En realidad, los padres "violaron" a sus hijos, despojándolos del poder personal que necesitaban para la salud y el éxito.
Pág. 152
El cuerpo no puede soportar un período prolongado de estrés sin producir reacciones negativas. Las úlceras y las migrañas son dos de los indicadores más comunes de que el caos en la vida de una persona se ha hecho insoportable.
Pág. 139
En general, si una pareja no puede ampliar sus normas y fronteras para dar cabida al crecimiento personal, la relación se desintegra.
A veces, el mayor acto de amor es abstenernos de juzgar a otra persona o a nosotros mismos.
No nacemos expertos en amor, sino que nos pasamos la vida aprendiendo. Su energía es poder puro. Nos sentimos atraídos e intimidados por el amor en igual medida. El amor nos motiva, nos domina, nos inspira, nos sana y nos destruye. El amor es el combustible de nuestro cuerpo físico y espiritual. Cada uno de los desafíos de la vida es una enseñanza sobre algún aspecto del amor.
Pág. 194-195
Orientación intuitiva significa tener autoestima para reconocer que el desagrado o confusión que uno siente en realidad lo guía para tomar el mando de su vida y hacer las elecciones que lo saquen de su estancamiento o desgracia.
Si una persona tiene poca autoestima no puede actuar según sus impulsos intuitivos porque su miedo al fracaso es demasiado intenso. La intuición, corno todas las disciplinas meditativas, puede ser enormemente eficaz, pero sólo si uno tiene la valentía y el poder personal para llevar a cabo la orientación que le da. La orientación requiere acción, pero no garantiza seguridad. Mientras que nosotros medimos el éxito por el rasero del agrado y la seguridad, el universo lo mide por la cantidad que hemos aprendido. Mientras utilicemos el agrado y la seguridad como criterio para medir el éxito, tendremos miedo de nuestra orientación intuitiva, porque por su propia naturaleza ésta nos guía hacia nuevos ciclos de aprendizaje que a veces son desagradables."
Pág. 180
Las crisis de la vida cuyo núcleo es un problema de amor, como el divorcio, la muerte de un ser querido, el maltrato emocional, el abandono o el adulterio, suelen ser causantes de una enfermedad, no sólo un acontecimiento que la precede por simple coincidencia. La curación física suele requerir la curación de los problemas emocionales.
Pág. 195-196
Nuestro objetivo, mientras permanecemos en la tierra, es trascender nuestras ilusiones y descubrir el poder innato de nuestro espíritu. Somos responsables de lo que creamos y, por lo tanto, hemos de aprender a actuar y pensar con amor y sabiduría, y vivir sirviendo a los demás y a la vida en general.
Pág. 269
Por atractivo que parezca el perdón en teoría, es un acto muy poco atractivo para la mayoría de las personas, principalmente porque la verdadera naturaleza del perdón sigue entendiéndose mal. Perdonar no es, como muchos creen, decirle a quien nos ha hecho daño: "Todo está bien, no pasa nada." Perdonar es un acto de conciencia muy complejo, un acto que libera la psique y el alma de la persona de la necesidad de vengarse y de la percepción de sí misma corno una víctima. Más que exonerar de culpa a quien nos ha causado daño, perdonar significa liberarnos del dominio que ejerce sobre nuestra psique el hecho de considerarnos víctimas. La liberación que genera el perdón llega en la transición hacia un estado más elevado de conciencia, no sólo en teoría, sino energética y biológicamente. De hecho, las consecuencias de un auténtico acto de perdón rayan en lo milagroso. En mi opinión, el perdón podría contener la energía que genera los milagros.
Pág. 209-210
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