"Creo que los hechos no dejan lugar a dudas de que las fuerzas químicas más poderosas son de origen eléctrico. Los átomos se aferran a sus cargas eléctricas, y las cargas eléctricas opuestas se atraen entre sí."

Hermann Ludwig Ferdinand von Helmholtz



"Cuando Galileo era joven, siendo estudiante en Pisa, se dio cuenta un día durante la misa que una lámpara [colgada del techo] se balanceaba adelante y atrás, y se convenció a sí mismo, midiendo su pulso, que la duración de las oscilaciones era independiente de la magnitud del arco que describía; ¿quién se daría cuenta que este descubrimiento podría finalmente poner a nuestro alcance, por medio del péndulo, alcanzar una precisión en la medida del tiempo hasta entonces considerada imposible, y que permitiría a los marineros agitados por una tormenta en los océanos más distantes poder determinar en qué grado de longitud estaban navegando?"

Hermann von Helmholtz


"El resultado más sorprendente de la ley de Faraday es quizás esto. Si aceptamos la hipótesis de que las sustancias elementales están compuestas de átomos, no podemos evitar la conclusión de que también la electricidad, tanto positiva como negativa, se divide en porciones elementales definidas, que se comportan como los átomos de la electricidad."

Hermann von Helmholtz



"Es indudable que a fines del siglo último, cuando la filosofía kantiana reinaba de un modo supremo, tal cisma [entre la filosofía natural y las ciencias] no se hubiera proclamado jamás; antes al contrario, la filosofía de Kant descansaba exactamente sobre el mismo terreno que las ciencias físicas [...] De acuerdo con su doctrina, un principio descubierto a priori por la razón pura se transformaba en una regla aplicable al método de la razón pura, y nada más, aunque pudiera no contener ningún conocimiento real y positivo. La Filosofía de la identidad de Hegel fue más temeraria: partiendo de la tesis de que no sólo los fenómenos espirituales, sino incluso el mundo real –la naturaleza y el hombre–, eran el resultado de un acto del pensamiento por parte de una mente creadora, similar desde luego a la mente humana, sostenía que ésta era capaz, incluso sin la guía de la experiencia externa, de comprender los pensamientos del Creador y volverlos a descubrir en su propia actividad interna. [...] Pero [...] no existe prueba de que fueran correctas las hipótesis de identidad que constituyen su punto de partida. Los hechos de la naturaleza habrían constituido su prueba decisiva [...] y fue en este punto donde la filosofía de Hegel, nos aventuramos a decir, falló por completo. [...] Convencido el mismo Hegel de la importancia de ganar a su causa a los cultivadores de la ciencia física, arremetió con vehemencia y acrimonia contra los filósofos naturalistas y de un modo especial contra Isaac Newton [...] Los filósofos acusaron a los científicos de estrechez de miras, y los hombres de ciencia tildaron a los filósofos de extravagantes. Y en esta pugna muchos hombres de ciencia se apresuraron a despojar a sus trabajos de todo bagaje e influencia filosóficos, en tanto que otros, incluidos algunos de extraordinaria perspicacia, fueron aún más lejos y condenaron a la filosofía en su conjunto, no ya como meramente inútil, sino incluso perjudicial."

Hermann von Helmholtz
Conferencias de 1862


"Habiéndome comprometido a dar una serie de conferencias, creo que el mejor modo en que puedo cumplir con ese deber será el de presentar ante ustedes, por medio de un ejemplo adecuado, el carácter especial de estas ciencias al estudio de los cuales me he dedicado. Las ciencias naturales, en parte como consecuencia de sus aplicaciones prácticas, y en parte por su influencia intelectual en los últimos cuatro siglos, profunda y rápidamente han transformado no sólo todas las relaciones de la vida de las naciones civilizadas, sino que han dado a estas naciones un aumento de la riqueza, del disfrute de la vida, de la preservación de la salud, de los medios de la industria y de las relaciones sociales, e incluso ese aumento de poder político, que todo hombre culto que intenta comprender las fuerzas que interactúan en el mundo en el que que está viviendo, incluso si no quiere entrar en el estudio de una ciencia especial, debe tener algún interés en ese tipo peculiar del trabajo mental, que trabaja y actúa en las ciencias en cuestión.
En una ocasión anterior ya he discutido las diferencias características que existen entre las ciencias naturales y lo mental en lo que respecta al tipo de trabajo científico. Luego traté de demostrar que es más especialmente en la conformidad completa con la ley de los fenómenos naturales y la exposición de productos naturales, y en la relativa facilidad con la que las leyes se afirman, que esta diferencia existe. No es que yo quiera por cualquier medio negar que la vida mental de los individuos y los pueblos también está en conformidad con la ley, como es el objeto de las ciencias filosóficas, filológicas, históricas, morales y sociales. Pero en la vida mental las influencias están tan entrelazadas que cualquier secuencia definida rara vez puede ser demostrada. En la naturaleza se da el caso contrario. Se ha podido descubrir la ley del origen y la evolución de muchas series enormemente extendidas de los fenómenos naturales con tal exactitud que podemos predecir su ocurrencia futura con la mayor certeza, o en los casos en los que tenemos poder sobre las condiciones que se producen, podemos dirigirlos sólo de acuerdo con nuestra voluntad. El más grande de todos los casos de lo que la mente humana puede efectuar por medio de una ley bien conocida de los fenómenos naturales es la proporcionada por la astronomía moderna. La ley de la gravitación regula los movimientos de los cuerpos celestes no sólo de nuestro propio sistema planetario, sino también de las estrellas dobles más distantes, de la cuales, incluso el rayo de luz, el más rápido de todos los mensajeros, necesita años para alcanzar nuestro ojo, y sólo a causa de esta simple conformidad con la ley, los movimientos de los cuerpos en cuestión pueden predecirse con precisión en sus oscilaciones pretéritas y ulteriores en la fracción de un solo minuto."

Hermann von Helmholtz
En torno a la conservación de la fuerza



"La cantidad de fuerza que puede ponerse en práctica en la totalidad de la naturaleza es inmutable, y no puede ser aumentada ni disminuida."

Hermann von Helmholtz



"La mayoría de las investigaciones propias de Faraday estaban conectadas, directa o indirectamente, con preguntas acerca de la naturaleza de la electricidad, y sus descubrimientos más importantes y de mayor renombre se dieron en este campo. Los hechos que se han encontrado son universalmente conocidos. Sin embargo, los conceptos fundamentales por los que Faraday accedió a estos descubrimientos muy admirados no han sido objeto de mucha consideración. Su principal objetivo era expresar, en sus nuevas concepciones, sólo hechos, con el menor uso posible de las sustancias hipotéticas y fuerzas. Esto fue realmente un avance en el método científico general, destinado a purificar a la ciencia de los últimos restos de la metafísica. Ahora que la interpretación matemática de las concepciones de Faraday sobre la naturaleza de la fuerza eléctrica y magnética ha sido dada por Clerk Maxwell, vemos cómo el mayor grado de exactitud y precisión se esconde realmente detrás de sus palabras, que a sus contemporáneos parecían tan vagas u oscuras; y es sorprendente en grado sumo ver lo que un gran número de teorías generales, basadas en la deducción metódica que requiere los más altos poderes del análisis matemático ha descubierto por una especie de intuición o instinto sin la ayuda de una fórmula matemática única. Las investigaciones eléctricas de Faraday, aunque abarcan un gran número de preguntas aparentemente inconexas, han sido tratadas con la misma atención cuidadosa, siendo realmente dirigidas a dos problemas fundamentales de la filosofía natural: La naturaleza de las fuerzas físicas, de un lado, y de otro la naturaleza de las fuerzas químicas, así como la relación entre éstas y la primera."

Hermann von Helmholtz
El desarrollo moderno de la concepción de Faraday sobre la electricidad


"Los hechos aislados y los experimentos no tienen en sí mismos ningún valor, por grande que sea su número. Solamente se convierten en algo valioso desde un punto de vista teórico o práctico cuando nos hacen conocer las leyes de una serie de fenómenos recurrentes uniformemente, o, podría ser, con sólo dar un resultado negativo mostrar una imperfección de nuestro conocimiento sobre esta ley, hasta que por ello se perfeccione."

Hermann von Helmholtz


"No es exagerado decir que si un óptico quisiera venderme un instrumento que tuviera tantos defectos como los del ojo, estaría justificado que le reprendiera su falta de cuidado de la forma más enérgica y se lo devolviera."

Hermann von Helmholtz



"Una conclusión metafísica es o bien una conclusión falsa o una conclusión experimental que se mantiene oculta."

Hermann von Helmholtz












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